Partida Rol por web

En mitad de la Amalgama, cálido, recordando el Caos del Pasado, desafiando la naturaleza, un Volcán se abre paso...

Pero no es un Volcán normal, ah, no... En ese volcán se han fraguado artefactos para la batalla, se han realizado sacrificios, han nacido dragones... E incluso se dice que un fénix alberga en su corazón. Vida y muerte, destrucción y fuerza, el límite de la supervivencia.

En ese volcán es en el que ahora mismo os encontráis, al menos una parte de vuestro ser. Sed inteligentes y aprovechad, pues pronto se verá el final.

Traídos por un impulso mucho mayor que vosotros mismos, os encontráis aturdidos.

El Volcán es ahora Vuestro, y sois sus Guardianes.

Él despierta con vuestra llegada.

Y os brinda su poder y fuerza.

A pesar de la inesperada sorpresa que suponía abrir los ojos en aquel lugar, una parte de Arya no pudo dejar de sonreír. Aquella temperatura le resultaba agradable, pero entonces cayó en la cuenta de que no estaba sola. Paseó la mirada entre todos, y se detiene especialmente sobre el hombretón de casi dos metros y la elfa. Sonríe antes de tratar de hacer como si nada, y mira en cualquier otra dirección, encontrando inesperadamente fascinante la forma de deslizarse del magma.

- Vaya... ¿cómo hemos llegado aquí?¿alguien lo sabe?

Pluma se encontraba fascinada por aquello, aquel volcán desprendía una belleza inigualable, que la dejó casi sin palabras.

Se sobresaltó ante las palabras de Arya; no estaba sola en aquel lugar.

No se como ha podido suceder, pero se nos ha otorgado un poder que puede marcar una diferencia en esta batalla. ¿Por qué a nosotros? Quizás tengamos algo en común, quien sabe, pero todo sucede por una razón. Debemos aprovechar esta ventaja para enfrentarnos al mal que nos acecha.

- No sé si tiene alguna explicación o si ha sido el azar el que nos ha reunido - Mira hacia el cielo, donde el aire se ondula a causa del calor. - Intentaré algo para que estén más cómodos - Entonces hecha a andar, acercándose con miedo al magma, pero cuando ya está a un metro escaso, se detiene - Qué curioso... tanto calor es un poco molesto - El dobladillo de su túnica empezaba a chamuscarse. Pocas criaturas vivas soportarían la mitad del calor al que ella está sometida ahora.

Finalmente, en lugar de adentrarse en el magma, se encoge de hombros y le da la espalda, mirando nuevamente al cielo durante varios segundos. Tardó algo más que la última vez, pero el agua comenzó a condensarse y derramarse contra el suelo, crepitando furioso cuando se colaba entre las rocas ardientes. 

- Debería haber un refugio cercano... no estoy muy segura de cómo lo sé, pero no lo se. ¿y una... puerta que no ha de abrirse? - Frunce el ceño, pasándose los dedos sobre las runas de la frente. - Qué raro... ¿recuerdo eso? ¿de dónde viene ese recuerdo?

Nuraus mira a su alrededor. Todo a su alrededor es fuego, calor, brasas. Nuraus mira con terror a su alrededor. Su opuesto frente a él. Nuraus conoce el frío, el dolor de la congelación, la dureza del invierno, la escasez de alimentos. Frente a todo eso Nuraus sabe desenvolverse. Pero ahora está en el último lugar en el que el guerrero desearía estar.

La lava salpica y hiere la piel del guerrero. Nuraus busca un alto lejos del calor y del fuego. El fuego mata, Nuraus lo sabe, y no le gusta estar cerca de aquello que mata.

Mira horrorizado de un lugar a otro buscando una salida y se da cuenta que no está sólo. Cuatro hermosas mujeres se encuentran junto a él. Nuraus sonríe y se tranquiliza. Un hombre, cuatro hermosas mujeres. El sueño de muchos hombres del frío norte hecho realidad.

De pronto recuerda su terror ante el lugar y vuelve a buscar un lugar al que ponerse a salvo mientras escucha las palabras de las presentes.

-Nuraus no sabe y a Nuraus no le gusta. Nuraus prefiere el frío. El frío no es peligroso, el fuego sí. Nuraus usa el fuego, pero usa el fuego que puede controlar. Este sitio no se puede controlar y a Nuraus no le gusta.

Recordando las palabras del guardián, dice:

-Nuraus entiende las palabras del guardián. Nuraus entiende que los cinco están en idénticas condiciones que los demás. Dice respondiendo a pluma. Nuraus sabe que de momento esto les iguala a los demás, no les da ventaja. Nuraus cree saber que tienen todos en común. O al menos lo intuye. Y Nuraus está orgulloso de todos  por ello. Si Nuraus se equivoca, Nuraus se enfurecerá. Esperemos que Nuraus no se equivoque.

Neheri observa el lugar co cierta curiosidad, deteniéndose en los detalles mucho más que cualquiera de los presentes. Se comportaba como una niña que viera las cosas por primera vez y todo le resultara fascinante.

Tras unos segundos de inspeccionar el lugar decide hacer los propio con el resto de sus compañeros. Cuando sus ojos se posan sobre Arya y Narous el esbozo de una sonrisa radiante aflora a sus labios. Entonces parece contenerse y se limita a escuchar para después añadir.

- Nuraus es más inteligente de lo que parece...- le dedica una sonrisa- creo, al igual que él, que si nos encontramos aquí es por una razón. Pero de momento es mejor ser cautos, yo también me reserbaré mis impresiones... Arya así está bien, gracias- la mira con agradecimiento, Neheri era una elfa y prefería los espacios naturales y el agua antes que el fuego- Bueno, ya que se nos ha concedido este espacio deberíamos aprobecharlo para sacar nuestras primeras impresiones. De momento, no tengo motivos para sospechar de los presentes...- mira a Sneav rápidamente- pero tampoco podemos permitirnos eliminarnos de la lista de sospechosos, puesto que si algo he aprendido de la anterior batalla, es que las apariencias engañan y que cualquiera puede ser corrompido por la locura... De momento, creo entrever a viejos aliados y enemigos entre los vivos... Alana y Demonidus, los tejedores de la primera red se encuentran con nosotros... bajo el nombre de Lianne y Sepht... o eso es lo que creo. A última hora Demonidus decidió servir a Cell... pero lo que no se, es si serviran nuevamente a Rakedus...

- No, Demónimus no es Shepht - sonríe con seguridad - aunque él quiere que así se crea, pero eso es algo que explicaré... con el tiempo, cuando tengamos algo más de confianza todos.

Su semblante se torna más serio - En cuanto a Lianne... tienes razón. Y... tengo algo de miedo, si finalmente decide cumplir su promesa.

¿Podría ser Ferriel Demónimus? Lo desconozco, en realidad. Y... hay otro al que no encuentro...

Miro a mi alrededor, calor y más calor, intento no mostrar debilidad, temor...pero me siento aturdida. En mis intentos de mostrar tranquilidad, observo a un fuerte hombre, también un poco agobiado por el ambiente y el intento de una hermosa mujer por sofocarli. Sin más me acerco al hombre y poso mi mano sobre su hombre, transfiriéndole cierto frescor y calmando su temperatura corporal, tras ello le dedico una pequeña sonrisa:
- Eres amigo del frio por lo que veo -dije mirando al hombre-.
Seguidamente miró al resto de los presentes:
- ¿Qué ha sucedido porque estamos aquí?-dije-

Tras las palabras de la hermosa mujer digo:-
- ¿Demónidus?¿Alana?-dije mirándola con desconcierto-

Nuraus se relaja ante el toque gélido y amable de Sneav y le mira con gratitud mientras sonríe.

-Nuraus es fuerte en el frío. Nada en el frío es más peligroso que Nuraus. Pero a Nuraus no le gusta tanto fuego. Sólo el suficiente para comer y calentar la cueva. Mucho más fuego es malo. Tened cuidado, este terreno es peligroso. A Nuraus no gustar mucho.

-Nuraus agradece tu ayuda.

A Pluma le llamó la atención los comentarios acerca de Demónidus y Alana.

¿Alguno de los presentes estuvo en la anterior batalla? Yo si - dijo con sinceridad, en espera de la respuesta de sus compañeros.

Neheri sonrie a Pluma.

- Por supuesto que hemos estado... es más, hemos estado todos excepto Sneav por lo que parece... Y con respecto a Shept... ahora que lo dices... creo saber de quien se podría tratar... pero aún es pronto.

En mi caso... en realidad no estoy segura de haber estado.

Lo siento, es confuso. 

Pensaba que no, pensaba que el susurro que me hablaba del pasado era un espíritu guía... y lo cierto es que cuando he llegado aquí, he recordado este lugar. No como algo abstracto, sino estando aquí mismo... Sobrevolando el terreno incluso ¿pero es eso posible? Yo no sé volar... o al menos - duda - creo que no podría...

Neheri ¿Me reconoces entonces? Me resultas familiar... incluso entrañable - sonríe con timidez - Una parte de mi se ha alegrado de verte aquí, pero sigo estando un poco perdida. 

Lo siento. no se si esto puede tener algún sentido para ustedes

-Nuraus ha participado en muchas batallas. El enorme hombre hincha el pecho con orgullo.

-Y Nuraus ha salido victoriosos de todas ellas. Nuraus es un guerrero. Todos temen a Nuraus por qué Nuraus trae la muerte a sus enemigos como la noche trae la oscuridad.

Todas aquellas palabras salen con orgullo de su boca.

-Nuraus sabe que el espíritu del oso reside en Nuraus. Nuraus es el portador del oso. El Gran Oso Negro. Se golpea el pecho para dar mayor relieve a sus palabras.

-Nuraus sabe, y Nuraus reconoce. Pero muchos escapan al recuerdo del gran oso. Pues el gran oso ha hibernado durante mucho tiempo y no recuerda. Pero los recuerdos vienen poco a poco. Nuraus sabe que a lo que ha venido y Nuraus frenará los pasos de aquellos que asesinan. Nuraus ya lo hizo una vez. Sabe que puede conseguirlo una segunda. El Gran Oso Neegro ha despertado de su letargo. Nuraus…está aquí.

Dijo firme y sentenciador. Como si aquellas palabras bastasen para acobardar a cualquier enemigo que tuviese enfrente.

- Yo no recuerdo...pero a pesar de ello estoy decidida a ayudar a terminar con aquellos que pretenden hacer el mal -dije con decisión-

- Estuve en la batalla del Caos y te recuerdo... Arya... fuiste mi maestra- le sonrió- quizás por eso te resulto familiar... sólo que tu aspecto es distinto. Eras un ser muy interesante... pero lo sigues siendo. Por lo demás- le dijo al resto- tenemos que utilizar bien esta situación. No me gusta como se están desarrollando las cosas, los guerreros están inmersos en discusiones banas, mientras que los seguidores de Rakedus se están erigiendo como cabecillas de toda esta locura, sino los desenmascaramos pronto, moriremos todos. Para empezar creo que deberíamos elegir a alguien como portador del Fenix para que al menos esa persona tenga una oportunidad de sobrevivir. Lo único que nos debe preocupar es que Rakedus caiga... Bien, yo creo que el portador del Fenix debe ser Arya... las razones, que la conozco lo suficiente para saber que es la más capacitada para desenredar la telaraña...

- Neheri... - Arya la contempló con asombro. No solo el reconocimiento, sino el gesto que tenía con ella la conmovieron en lo más hondo - Ojalá pudiese expresarte lo mucho que agradezco tu voto de confianza para nombrarme fénix, incluso por encima de ti misma. Te confieso que lo deseo, y mucho, mas no por mi. 

Soy sencilla, muy sencilla, y una oportunidad como esa... - Sus ojos cobran luz, pero no son como las brasas de antaño, sino como la luz que atraviesa una cascada azulada. Una lagrima se derrama, chisporroteando cual chispa incandescente en el contacto con su piel, hasta desvanecerte - Gracias, Neheri. Ojalá pudiese confesarte lo que eso significaría para mi. No hay nada que desee más que sobrevivir a esta Amalgama, y mi elección me convierte en una de las opciones seguras. A cambio de tu confianza les regalo uno de mis secretos.

A mi nadie podrá corromperme. Jamás - Sonríe - porque tengo el corazón de un dragón.

Pluma estaba pensativa y, tras un largo silencio, por fin se decidió a hablar.

Creo que es demasiado pronto para otorgar a ninguno de nosotros ese don, apenas tenemos referencias los unos de los otros.

De todas formas, yo también siento una fuerte conexión hacia Arya, y no deseo tamaño don para mi misma. Así que si tan decidida estás a aceptar esa carga, tienes mi voto.

Espero demuestres ser merecedora de esta confianza que estoy depositando en ti...

-Uhmmm...Nuraus se mesó la barba en un gesto habitual en él mientras pensaba. Puso cara entre disgusto e indecisión...

-Nuraus cree que es pronto para que Nuraus tome una decisión. Nuraus cree reconocer a algunos aquí, pero Nuraus no reconoce a todos. A Nuraus le gustaría reconocer a todos antes de decidir. ¿Nuraus puede? Preguntó pidiendo permiso para seguir invetigando antes de decidir. A Nuraus la idea de que Arya fuese el fénix le parecía bien, pero no deseaba decididr sin conocer todas las personalidades de los presentes. Creía haber reconocido a dos de ellas, pero le faltaban las otras dos.

-Aún así, si mujeres guardianas del volcán deciden que Arya es el fénix, Nuraus contento de la decisión se encuentra. No parecer de momento mala decisión para Nuraus.