Noche 3

Apenas hay dudas en vuestros corazones cuando la noche se cierne, es la hora de la traición, la hora en la que vuestras manos se mancharán de sangre, y el nombre no había estado tan claro nunca hasta ahora... Isar'i debe de morir.

Él se adelanta a todos, con las manos alzadas, en un gesto de indefensión y con la cabeza gacha, sabe lo que viene ahora, saca su arma y os mira mientras una lágrima recorre su rostro, una lágrima de saber que era el adiós a la oportunidad de ver a su hermana, desenfunda lentamente su arma y os la muestra, la besa. Algunos gruñís, pero aún restan algunos segundos para el ocaso y debéis de aguardar.

Entonces, hundido en el deshonor, su filo atraviesa sus propios órganos vitales. Hara-kiri, el suicidio noble para aquellos que han perdido el honor... ¿cómo ha conseguido hacerlo con un arma tan grande? Es algo que os preguntáis. Aunque el sol aún brinda sus últimos rayos, la oscuridad se hace más presente en el lugar, como si la propia noche diese la bienvenida al alma de Isar'i. Os miráis, confusos... ¿Y ahora qué? Se escucha musitar de fondo.

El viento sopla con fuerza, cambios se avecinan, caéis en la desesperación, la muerte acecha con fuerza... Su marca hace que la escarcha incremente en los cuerpos de Sheph y de Arya, quienes se abrazan a sí mismos, pero...

Rienott...

La voz de Mei Tseng es clara, es su objetivo, y aunque muchos dudan, es la propia Rienott la que sonríe complacida mientras el frío comienza a formar una capa de casi medio centímetro alrededor de su cuerpo, aceptando lo que viene. Mei Tseng alza su mano, un huracán se forma y la figura casi congelada que ahora es Rienott vuela sin que ésta se resista en absoluto, hasta alcanzar casi la cabeza del Guardián... Éste inspira profundamente... Exhala una llamarada que provoca que ésta vez la condenada grite de puro dolor, el calor debe de ser abrasador, pero el contraste con el frío debe de convertirlo en un auténtico infierno. El cuerpo de Rienott cae. Cae.

Corey la coge y rápidamente sus heridas comienzan a sanar, Rienott le mira sin comprender, entonces Corey la abraza. Ella cierra los ojos. Crack. El cuerpo de Rienott cuelga inerte en los brazos de Corey, quien con delicadeza la coloca en el suelo, y la propia Mei Tseng, quien segundos antes se mostró despiadada, inclina su cabeza ante tan noble adversaria, e incluso os mira, dudando de si su elección ha sido la correcta, duda que no muestran los ojos de Corey.

Unas pequeñas nubes de tormenta. Un relámpago que pretende fulminar a un inconsciente It'bure.

Un bostezo del joven al despertar y apenas unas milésimas para reaccionar. El relámpago consigue impactarle, pero los daños son menores. Una fina capa de arena le protegió en el último segundo y sonríe orgulloso, el sueño parece haberle sentado bien.

El viento sopla nuevamente... ¿Qué más estaría por llegar? ¿Acaso no habían tocado fondo ya? No, claro está no.

El Mausoleo entero se deshace en arena, y en esa arena, algunos pequeños hilos de plata estaban comenzando a formarse... La arena se arremolina a seis metros de altura, los vientos son tan fuertes que todos prácticamente os véis obligados a entornar los ojos para que no resulten dañados. En el remolino ha quedado, al parecer, el cuerpo de uno de los caídos... Un cuerpo pequeño, que con el reguero de sangre del suelo que comienza a ascender por las corrientes, comienza a latir nuevamente. Un pequeño milagro... Frente a vuestros ojos, alguien volvía a la vida.

¿A quién pertenecía ese cuerpo? Os cuesta, pero...

Sneav.

Dice Pharao, siendo el primero en reconocerla, apenas habiendo pasado un par de segundos desde la aparición de su cuerpo. Él mismo parece completamente sorprendido y sus ojos se abren de par en par.

La caída toca a su final, los alientos son contenidos en espera de las primeras palabras... Y el calor de éstos es arrebatado, por un único segundo el frío que compartían algunos es compartido e incrementado de un modo  insoportable a todos. Pero un único segundo, acto seguido la temperatura vuelve a ser agradable. Una silueta camina sobre un lago. ¿El final? Paradójico... Lleno de vida, fuego y agua.

Quizá sea el final de la caída, quizá sólo el principio, pero él se haya ante vosotros. ¿Quién és? ¿Qué hace aquí? ¿Cómo ha llegado? Tantas preguntas... Aunque él inclina su cabeza con sumo respeto ante todos los presentes.

Sneav sonríe complacida.

Fuego, viento, tormentas... Alturas, caídas, agua.

Muertes, resurrecciones, apariciones, suicidios.

¿Y ahora?

Ahora es de noche. Es su turno.

¿Se habrá terminado todo... o continuaréis en esta vorágine descendiente?

La sucesión de acontecimientos inverosímiles se sucede delante de mis ojos. Mis subrutinas se agolpan, tratando de dar forma a una explicación posible, pero sólo se empiezan a encontrar resultados válidos tras introducir el parámetro magia en el sistema. Cuánto podríamos aprender de todo esto. Fuentes de energía prácticamente infinitas. La salvación en nuestras manos.

Al ver deshacerse el mausoleo observo la reacción de Pharao, el constructor. La llegada de Sneav, la marcha de Rienott... el hielo por un pedazo de agua congelada. Cuando aparece el nuevo ser decido mantenerme alejada por el momento, observándolo.

Mientras tanto me acerco al cuerpo de Rienott y al de Isar'i. Tomo primero el de ella, y lo aparto, llevándoselo a Sheph. Después hago lo mismo con el del guerrero.

Miro entonces al encapuchado. - Ya sabes qué hacer. - le digo en un tono neutro.

It´bure se acercó a Sheph con una sonrisa.

- No toques a la muchacha. Todavía no es su momento. No la enterréis. Intentaré que regrese, si me dais algo de tiempo, claro. - Dijo It´bure mirando a los demás. - Ella confió en mí, así que, se lo debo. Déjame un segundo, Sheph, a ver que sale de todo esto. -

Miro a Ehalli de reojo, con el rostro serio, y tranquilo.

- Entierras demasiado rápido a los inocentes tú, ¿eh? ¡Tate quieto! -

Lo que sucede le fascina tanto que olvida los ladridos del perro, sorprendido como todos observa lo que acontece, las muertes y la resurrección de como Senav regresa de entre los caídos y se alegra de saber que ella está de regreso. Porque aunque ello le traerá respuestas, esto genera más preguntas Delos mira a It'bure sorprendido algo alarmado y con el ceño fruncido al escuchar sus últimas palabras.

- No debiste decir eso en voz alta... te acabas de exponer a los lobos y serás un blanco de sus iras para que no sigas trayendo de la muerte a nadie más...

Sin embargo otra cosa era la que le había alarmado, el mausoleo había sido convertido en arena y con ello el sepulcro de los demás caídos. Se abalanzó sobre la tierra removida y sin importarle mancharse las manos y su propio cuerpo comenzó a retirar arena buscando algo entre ella.

- Diablos...

La apreciación y la orden de It'bure me pillan por sorpresa. Probablemente no sea nada significativo, pero a veces los parámetros de conducta que observo no se ajustan a los arquetipos normalizados. Y más en su caso o el de Rienott.

- ¿Insinúas algo? - pregunto al chico.

- Ella era inocente.

Los ojos de la hechicera brillaban con un frío gélido. Ya ni siguiera acuciaba sentir el frío de la escarcha que brillaba sobre su piel. Sencillamente miraba a Mei y a Corey.

- Espero que tengan un muy MUY buena explicación para lo que acaban de hacer...

- Delos, no te preocupes. Mi muerte está marcada y decidida desde que he nombrado a Lianne y a Isar´i. Así que, no creo que las criaturas tengan en cuenta que puedo devolverle a la vida a Riennott. Son cosas que pasan y como bien sabéis, soy el Equilibrio. No me gusta que dos personas mueran al mismo tiempo. Me parece desequilibrante. Soy un Hijo del Caos Puro, y además, amigo de Cell. Es mi vida, es mi muerte y por supuesto, son mis desiciones. Riennott tiene que vivir, por que un inocente no debería de morir. -

Pero después, miró a Arya, otra de las personas en las que confiaba.

- ¿Mei? ¿Corei? ¿Por que los miras? ¿Quieres saber algo de ellos? ¡Me gusta! ¡Tiraré una moneda al aire! ¡A ver que me dice Cell de ellos! ¡O Zyba! Ya da igual. Soy muy majo, que lo sepáis. -

La noche caía ante todos nosotros, aunque estaba aquí atrapada podía sentir el escalofrío en mi cuerpo de esta noche.
Era todo muy raro lo que estaba sintiendo aquí. Mis brazos arropaban mi cuerpo y mi vientre.
Echaba en falta el calor y la cercanía de aquellos que están de mi lado.

Pero cuando quise levantar la cabeza, el cuerpo de Isra`i esta tendido en el suelo lleno de sangre. Pero no era el único cuerpo que yacía ahí. El cuerpo de Rienott también o estaba.
Crucé una mirada con Mei ante semejante actuación, tras aquella mirada, mis ojos buscaron la mirada de Delos. Suponía que con mi mirada sabría que le estaba diciendo.

Otro cuerpo había, pero ese cuerpo tenia vida y era de uno los que ya habían caído. Esta vez volvía  a la vida y era Sneav. Entonces mi mirada se dirigió a Aldinesüe, esperaba que se diera cuenta que le estaba mirando para que me respondiera…

Pero ante semejante noche la voz de It`Bure se volvía a escuchar. Eso demostraba que ya volvía a estar activo como de costumbre.
Sus palabras ante aquellos que se acercaron al cuerpo de Rienott me desconcertaron un poco, por eso volví a mira aquella persona para que me mirase y me dijera algo o una mirada de sinceridad.

Permanecí callada, no veía la razón de hablar, quería escuchar a los que empezaban a darse cuenta de los caídos y de la nueva incorporación.

Con orgullo, miro el cadáver de Rienott y niego con la cabeza.

-Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.

Cuando It'bure se levanta, estoy colocado junto a él, pues a pesar de que tanto Mei como yo nos habíamos ocupado del cuerpo del chico, luego ella se había alejado para adjudicar muerte a quien consideró merecedora de ella.

-Chico - Digo con un tono decidido refiriéndome al más crío de entre todos - ¿Estás bien? Nos preocupaste con lo que pasó hace un rato.

La noche había llegado. Cuando el guardián dicto sentencia yo la cumplí sin vacilar. Después, me quede quieta mirando las estrellas.

-¿He hecho bien?... ¿me convierte esto en alguien sin alma?...

Mire mis manos y escuche como los demás ya empezaban a hablar sobre lo ocurrido, me di la vuelta intentando permanecer todo lo seria y calmada posible.

-Esto no tenía por qué salir así. Había varias personas con muchos votos a su favor, no tenía por qué caer ella –Dije mirando el lugar donde hace un momento había dado descanso a Rienott- Lamento lo ocurrido y pido perdón a los que la conocíais, aunque mucho me temo que no vale de nada ya…

Di la espalda al grupo y me quede allí.

Hace mucho que no das muerte a alguien en batalla querida, y esto es una guerra. Tienes que endurecerte o te comerán. Pensé, recordando trágicos momentos de mi pasado.

Sea como sea, hay que pensar antes de que la noche caiga de nuevo y con ello otro de nosotros… quizás yo… Pero… -Algo no me cuadra… Si la chica… Si Rienott solo tenía dos personas votando… ¿Por qué ha muerto cuando otros tenían también dos personas en contra?

Suspire. No pienso volver a repetir este macabro juego. No participare en la próxima votación, no asta estar segura de que algo como esto…. Pueda volver a repetirse.

- No puedo no preocuparme It'bure, recuerda que soy un caballero al fin y al cabo... me debo a mi código.

Tras hallar lo que busca Delos vuelve a dejar la arena de lado sin perturbar el reposo de los que yacen bajo ella, una mirada fugaz hacia Lianne y una sonrisa cálida y apenada es lo que le devuelve, aunque acto seguido la sonrisa es de triunfo pues sabe que ella no quiere que se rinda. Camina en silencio abriendo sus alas en las que han crecido algunas plumas blancas allí donde se habían desprendido desplegándolas como si fueran una capa del mismo modo respetuoso que la criatura agachó la cabeza, Delos realiza una reverencia caballeresca ante el ser que camina sobre las aguas del lago, como si esa figura pareciera tener consciencia de sus propios actos.

- Es un honor que tan hermoso ejemplar, nos rinda homenaje.- Delos aguarda esperando ver si el ser reacciona de algún modo a su reverencia y su presencia.

No lo puedo creer, ha muerto Rienott. Ella no debería morir. Gracias por preocuparte Ehali pero a Rienott no la enterraré. Me acerco a It'bure, ¿es cierto que puedes devolverla a la vida?, aun si te mataran podrías devolverla a la vida?, responde porque es vital tu respuesta. Por ultimo abrazo a Mei, tranquila Mei, que no has hecho nada que no tenga arreglo y te creo cuando dices que no querías su muerte, no debes atormentarte. Vuelvo dejando a Rienott al reposo de un árbol y entierro a Isar'i 

Escucho incrédula las palabras de Mei Tseng.

- Si he comprendido tu pregunta, nos estás preguntando por qué ha muerto alguien a quien tú has matado. - le digo - Echa cuentas de las votaciones, no sólo de las de hoy. La gente recibe más o menos votos que los de aquellos que les votan. ¿En serio no lo habías notado? - pregunto, sin saber en qué estaría pensando ella al actuar tan inconscientemente, si de verdad no había analizado todos los detalles -  A veces las cosas no salen como esperamos. Yo misma he intentado mostrar algo y no he podido. Ahora, tendré que esperar al menos otras veinticuatro horas. 

Después me dirijo hacia Sheph para volver a hablar.

- No esperaba que fuera enterrada, Sheph. - le respondo en un tono neutro.

Tras esto le dejo a solas con el cuerpo de Rienott y me encamino hacia M. El cambiante comienza a impacientarme.

- Aún espero esas respuestas.

- Bueno Sheph, el hechizo ya está listo y lanzado. No hay problema. Si me matan esta noche, bueno, no te preocupes. Ella revivirá igualmente, y supongo que muy pronto. - Dijo It sonriente.

Ante mis ojos, la morada de los caídos se desmorona, un mal presagio que vaticinaba la muerte prematura...

Mientras la arena de aquel mausoleó cae sobre mis hombros, triste miro la palma de mi mano donde entre los granos de arena una pulsera guarda en su interior la fuerza de la tormenta ahora apagada.

Miro a ún lado veo el cuerpo tendido de Isar'i. Valiente guerrero que cae, tras las mentiras de la traición.

A otro lado, Rienott. La miro con desprecio al escuchar las impias mentiras de It´bure.

Aprieto mis manos, mientras que en ellas se enclaba, un colgante de zafiro jaspeado por la fuerza del mal. Que lanzo con desdén al lado de la Caida.

Aprieto los dientes y saco las dagas que siempre acompañan a cualquier hombre del desierto. Las alzó con fuerza  y las hundo en mis costados, de los cuales no brota sangre, sino más arena....

Mis ojos se tornan blancos, como dispuestos a la guerra, miro a It'bure y le digo: Tus palabras demostraran tu falsedad, pues ahora todos te exijimos que traigas de vuelta a un caído, para demostrar que además de ver en nuestras almas, podrás traernos de vuelta.

Endurezco mi gesto que solo es calmado al ver pisar entre los vivos de nuevo a Sneav.

Asentía con la cabeza de agradecerle a Delos que se llevara un lado aparte a Lianne donde estaba aquel árbol así los dos... podríamos contemplarla y nadie mas podría hacerle daño…
Al caer la noche era oscura como casi todas las noches, no sabía que podría ocurrir... pero algo bueno no podría pasar...

Veo como poco a poco muere desangrado Isar’i, porque algunos pensábamos que era el que debería morir... pero no sabía si estábamos en lo cierto o nos estábamos equivocando. Pensaba que había acabado por esta noche, pero Rienott acabo también muerta... estaba contemplado las dos muertes sin decir nada… porque no era un buen momento para decir algo... Pero una vez que acabaron con esas dos personas, aparece una chica con alas pero no la diferenciarla, desde la distancia intento acércame un poco para ver, quien podría ser y veo que vuelve a la vida Sneav...  No sabía lo había pasado tras su muerte y la volvemos a tener de nuevo... me acerco hacia donde esta ella y le digo. – Bienvenida Sneav. No podrías decir si sabes quién te pudo atacar o quien te mato...

Escuchaba a todos lo que estaban diciendo... pero me llamo la atención que dijo It’bure que Rienott debería vivir...   me dirigí hacia donde más  o menos esta It’bur y le digo.
–It’bur porque dices exactamente que debería vivir Rienott, ¿Por qué? Algún motivo en especial que tenga hacia ella... o porque “puede ser inocente” porque si empezamos así casi todos lo que han muerto también podrían ser inocentes o por ejemplo  también podría se Isar’i , un inocente. Y puede que no hayamos equivocado en juzgarle.
 

Neheri se quedó mirando a Mei muy duramente.

- Parece que los traidores se están rebelando ellos solos... Está claro que Rienott es inocente. Muchas gracias por los esfuerzos que estás haciendo por desentrañar la verdad It´bure. 

Sonrio y digo ante las que dudan de Rienott. Solo hay uno de los caídos que en verdad se sabe de su inocencia. El anciano Troolshy, pues cayó bajo las manos de los traidores durante la noche.

Traelo de vuelta, a él, o a Bludy, que cayó en las mismas condiciones. Entonces te creeré. Y mientras tanto tu lo haces. Con un gesto abró mis brazos mostrando mi torso herido aún con las dagas y desnudo, digo: Si alguien no cree en mí. Que mire en mi interior, que miré y diga todo lo que encuentre. Entonces, sabremos todos la verdad.