Partida Rol por web

A pesar de la oscuridad que la ausencia de Helios había provocado en el mundo, su brillo, sepultado por las olas era lo suficientemente intenso como para que notáseis con claridad aún el paso a la noche.

Las votaciones aquel segundo día había sido tensas, tanto como azarosas las del primero...  parecía evidente el resultado, parecía evidente y esperable que Caronte apareciese para llevarse a Himeneo.  Pero eso no fue lo único que sucedería aquella noche...

Temis se acercó y de nuevo introdujo su mano en la llama sin quemarse, seria e impasible observaba como un fragmento de papel ligeramente quemado se formaba en su mano, para acto seguido acercárselo al rostro y leer en voz alta y clara:

- Himeneo.

Casi sin darle tiempo a terminar, una nube de niebla se formó de nuevo, al igual que lo había hecho con Asclepio la noche anterior, aunque esta vez no lo hizo cerca de ninguno de los presentes, sino junto a la propia llama:

-  He venido a llevar a Himeneo, eso lo sabéis todos - dijo ofreciendo su mano al Dios de las celebraciones nupciales -, acompáñame, Zeus ha pagado tu viaje.

Acto seguido Himeneo estrechó su mano y subió a la barca, aunque esta no desaparecería del lugar, no por el momento.

Después observó a los presentes con las cuencas vacías de sus ojos y señalándoos a todos con sus huesudas manos continuó:

- Pero Himeneo no es el único que subirá hoy a mi bote, pues me envían a por otros dos de vosotros, me envían a por Apolo y Afrodita - prosiguió mientras volvía a extender su mano -, han pagado vuestro viaje, venid conmigo.

Ambos dioses, desconcertados, se acercaron con el rostro desencajado y sin saber muy bien lo que había ocurrido, pues ninguno de los dos había sido ni tan siquiera votado...  no obstante, sabían que nada podía hacerse, debían acudir al Hades junto con Caronte e Himeneo.

En cuanto estuvieron a bordo, la nube se disipó, dejando un gran vacío en la estancia.

El dios se hallaba anonadado, pues estos últimos pasajeros no eran esperados como ocupantes de la barca mortífera de Caronte.

-Pe... pero... ¿Apolo y Afrodita también parten? Alguna maldición sin duda se ha cebado con alguno, y quizás partan como pareja. Confieso que esto me ha desconcertado, pues diezma notablemente las fuerzas de quienes somos leales a nuestro padre Zeus. 

Hebe miró asombrada a los que se subían con el barquero del Estigia.

-Que casualidad que los dos que han acompañado a Himeno sean quienes se ofrecieron para proteger a Dionisio, se precipitaron al hablar todos ellos, yo te protegeré o daré con el culpable.

Había seguridad en sus palabras, no tanto por los motivos por los que Afrodita y Apolo se habían ido como por poder cumplir su palabra. Cuando se le pasó el subidón de sorpresa por la triple desaparición, Hebe se dirigió a Ares recordando las palabras que había dicho momentos antes de que Caronte apareciese.

-No tengo nada tangible contra nadie, por eso he votado siguiendo el mismo criterio que ayer, aunque no deberíamos obviar que Hermes no ha dicho una palabra en todo el día pero no ha faltado a su cita con Temis para votar.

Sorprendida, Ártemis asiste ojiplática a la marcha de su hermano mellizo y de Afrodita . Durante el transcurso de un par de segundos, se mantiene víctima de la sorpresa e incapaz de articular palabra alguna. No esperaba que con la caída de la noche tres de ellos fueran a abandonar la estancia. Cuando consigue reaccionar, fija su mirada en Ares a la espera del estallido de cólera que previsiblemente se avecinaba. - ¿Có... cómo? Podría llegar a comprender que, como madre, Afrodita decidiera marchar al Hades junto a su hijo, ¿pero qué pinta Apolo en esa ecuación? Él sí se mantuvo entre nosotros cuando fue su hijo la víctima de la votación del primer día... Me temo que esto no demuestra si son o no leales a Zeus, pero no me agrada nada la idea de perder así personas... No sin saber de qué bando están... - Ártemis chasca la lengua, confusa. -Me temo que llevas razón, Hebe , sin embargo, no son los únicos que prometieron proteger a Dionisos. Me preguntó por qué ellos precisamente. Si alguno de los leales presentes tuvo manera alguna de comprobar su culpabilidad y decidió pagar su viaje con Caronte, o si, por el contrario, ha sido una estratagema de los traidores....

Ares quedó devastado, tendido de rodillas mientras observaba lo ocurrido. Quería gritar encolerizado, destrozar al enano mental con sus propias manos, humillarlo y patearlo hasta que suplicara clemencia, pero tenía la sensación de que, junto con la barca, estaba marchándose todo lo que le motivaba a luchar. Caronte no sólo se había llevado al idiota de Himeneo, sino también a Afrodita y a Apolo. El hermano de Ártemis le daba exactamente igual, pero Afrodita...

-Amor mío -musitó, horrorizado-. Juro que te traeré de vuelta.

El dios de la guerra se incorporó, con el rostro desencajado, pero escuchando las palabras de los dioses que ya habían hablado.

-Tengo la sensación de que esto es cosa de los conjurados, quizá incluso del propio Himeneo -sugirió, encogiéndose de hombros-. Teorizo y, repito, esto es sólo una teoría que su poder podía consistir en que, cuando él fuera enviado al Hades, podía elegir a dos dioses, representando un matrimonio, que se marcharan con él. Lógicamente, ha escogido a los dos que habían revelado que su capacidad era la de proteger a alguien de posibles ataques. Otra opción es que haya elegido a Afrodita pensando que yo estaría vinculado de ella, y fuera Apolo el que lo estuviera. -Se volvió hacia Hebe e hizo un gesto de asentimiento-. Pienso lo mismo que tú. Hermes lleva dos días votando "al bulto". Primero Hera y ahora a Himeneo. Eso sí, cuando Himeneo ya llevaba varios votos a sus espaldas. Y ni siquiera habla.

-Para mí, esto no hace otra cosa que confirmar lo que ya sospechaba de Himeneo. Si alguien sigue considerando que era inocente, que le quede claro: no estuvo escuchando durante las últimas horas pero, sin embargo, votó a Heracles como si alguien se lo estuviera sugiriendo. ¿Cómo puede haber gente que vote sin prestar atención a lo que estamos hablando?  Y hablando de Heracles -Ares se giró hacia su imponente hermano-, ¿tenías pensado deshacerte de Eris si resultabas ser el más votado o sólo intentabas hacerte el héroe para bajar al Hades otra vez y sacar de allí a alguien? Conociéndote como te conozco, no te considero tan idiota de votarte a ti mismo si no era con un propósito.

Iris dejo sus rabietas a un lado cuando vio partir no solo a uno sino a tres de los dioses con Caronte. Intentaba pensar en algo con sentido, pero solo ese listillo de Ares, soltó algo que tenia sentido. Lo tendría si Himeneo pudiera hacer lo que dijo, llevarse a un matrimonio consigo y aun así, eso no tendría que ser obligatoriamente cosa de ser conjurador, sino parte de sus dones como dios.

-Pero los aliados de Poseidón actúan en la noche, antes del amanecer, no justo después de la votación, si esto es obra de Himeneo como afirmas, no significa que los conjuradores ya hayan actuado, solamente él y lo sea o no ellos aun están por actuar, esto va muy rápido. -Se llevo la mano a la frente contrariada, mientras su pelo tomaba colores opacos.

-Iris, los poderes de los conjuradores no sólo actúan por la Noche. Por la Noche, ellos deciden a quien arrojan al Océano pero, al igual que nosotros, poseen un poder más, que puede ser tanto diurno como nocturno. No estoy sugiriendo que lo de Afrodita y Apolo sea obra de los conjuradores, sino de un conjurador concreto. ¿No es curioso que precisamente hayan sido escogidos los dos que dijeron públicamente que podían proteger a otros?

-Yo creo mas bien, que si ha sido obra de Himeneo, quería haceros daño llevándose a Afrodita o pensaba como han sugerido que ambos estabais unidos y os marcharíais juntos, tiene sentido que si es capaz de llevarse alguien con él, lo haga con aquellos que están unidos. -En ese momento recordó que Hefesto estaba en la mitad de la equación* y se sonrojo callando al instante.

-Yo también creo que algo así haya podido ocurrir. Que de entre los malvados seguidores de Poseidón o de los de Zeus haya alguien capaz de obligar a Caronte a llevarse a alguno de los dos pasajeros extra, y el otro le haya seguido por algún extraño... hechizo -miró a Hefesto y su quizás creciente mal humor, temiendo algún exabrupto por su parte.

-Lo que ocurre es que no sabemos si los que parten realmente lo merecían, y si nuestras fuerzas como defensores del Padre Zeus están mermadas o ha sido una decisión correcta. La duda me asalta, y me corroe. Realmente no sé bien qué pensar.

Ares y Hebe, reconozco que he estado callado y si lo he hecha es sólo para meditar bien lo que está pasando, sobre mi votó, no puedo desobedecer una orden de mi padre, su palabra es ley.

Ares sigo creyendo de que eres uno de los inocentes confirmados, y al parecer cada vez somos menos, quien sea que haya enviado a Afrodita y Apolo con el carente, por favor explique sus motivos, somos dioses, creo que es hora de comportarnos como tales, también tengo otra petición, existe alguien que pueda comunicarnos con aquellos que ya no están? Si es así, por favor comentarnos si saben si hemos acertado en las votaciones o enviamos inocentes y ahora los conjurados se rían a nuestras espaldas.

El herrero observa como el barquero se lleva a los tres dioses, y una seguidilla de pensamientos recorre su cabeza.

- Entiendo que la situación parezca no ser buena, y aclaro que esto que voy a decir a continuación puede ser una suposición o deducción falsa, pero, ¿por qué necesariamente es malo que se los hayan llevado? Si el dios que los envió, puede traerlos de vuelta, significa que Afrodita y Apolo pasarán una semana al menos en la que los conjurados no podrán hacerles lo mismo que a Helios... Aunque a mi mujer no le vendría mal un buen chapuzón, JA. -

De a poco, iba superando la pérdida de mi amigo, y la resolución de encontrar a los traidores era firme como el acero que acostumbraba a forjar.

Sin mucha sorpresa, observó partir a los dos demás en la barca de Caronte - Estaba claro que algo así iba a pasar, Dionisios debe morir hoy si quieren impedir los conjurados que use su magia en alguna otra persona. - dijo sentada con una voz claramente aburrida - No creo que ambos tuvieran la capacidad de proteger, quizá uno de ellos lo dijo para intentar cubrir el al otro, lo que no se esperaban eran acabar los dos en el Tártaro... - miró a todos - Espero que esto sirva a todos los leales a Zeus para no mostrar vuestras cartas demasiado rápido, aunque dudo que los conjurados tengan muchas más posibilidades de sobornar a Caronte.

Miró ahora a su hijo Hefesto - Dudo mucho que quien los haya enviado pueda hacer que vuelvan, pero quizá alguien más de esta habitación pueda conseguir traerlos. - echó un vistazo rápido, se había vaciado bastante el Olimpo con la partida de tres dioses en un solo día.

- Si realmente nadie puede, me temo que hemos sufrido un golpe devastador... Nos queda nada más que la habilidad de Dionisos para traer un poco de luz a esta situación. Si es verdad que fueron enviados al Inframundo para quitarlos de en medio, entonces es muy importante que no revelemos nuestras habilidades, ya que con eso nos ganamos una diana en la espalda. -

La visita de Caronte había sido inusual, además de Himeneo, Apolo y Afrodita fueron llevados al inframundo también para sorpresa de todos los presentes.
 Cuando eso sucedió decidí ausentarme unos minutos y cuando volví encontré a Ares nuevamente  arremetiendo contra mí con sospechas infundadas.
-¿Ares acaso intentas hacer que te cuente sobre alguna habilidad propia? a tu pregunta solo le veo un  fin. Exponer mi cualidad para ver cómo puedes usarla, sabiendo que hacer eso es ponerme una diana en el pecho para que los conjuradores me ataquen.- Negué con la cabeza un tanto asqueado de la estrategia de mi medio hermano. Sin embargo entendía necesidad básica de supervivencia.
-La razón por la cual me vote a mi mismo fue explicada al emitir el voto pero veo que es necesario explicarla otra vez.- Hice una pausa y mire a Ares a los ojos para mostrarle que hablaba en serio.
-Yo poseo un código de honor y ética que tal vez tu desconozcas ya que tu abogas por las aberraciones en la guerra y en ese medio no hay lugar para gente como yo.
-Pediste que quitara el voto a tu hermana y así lo hice así que no veo por qué dudas sobre ese hecho primeramente. Ahora bien, el otro potencial sospechoso era Himeneo pero hasta ese momento yo era su máximo perseguidor en lo que respecta a los votos. Votar a Himeneno sería algo despreciable desde mi punto de vista ya que demostraría una acción casi caníbal de auto supervivencia.
 Dar mi voto a otro que no era culpable desde mi punto de vista era incluso mucho peor ya que sería comprometer a alguien al que no veía como culpable. Entonces hice lo que un hombre honorable haría que es auto votarse. Dudo que comprendas mis formas Ares pero eso fue lo que paso, si no me crees puedes iniciar una campaña en mi contra para ser el próximo expulsado del Olimpo pero me permito recordarte algo.
 Aquí todos te escuchan y cuentan con tu capacidad de deducción, que por otra parte parece estar fallando, pero eso lo explicare al final. Ten en cuenta que si tomas la posta de la investigación recaerán sobre ti las culpas de los inocentes enviados al Inframundo, piensa bien si quieres o no esa responsabilidad. Hice una pausa ya que era importante cambiar de tema.
 -Ahora si se me permite cambiar un poco el tema me gustaría comentar sobre lo que paso esta noche con Afrodita y Apolo, se que con esto me estoy poniendo en la lista de enemigos de los conjurados y que tarde o temprano terminare en el Océano pero como ya dije, estoy listo para hacer ese sacrificio, no temo a mi final.
 Mi cualidad especial es simplemente la confianza. Mi padre me ama mas que a ninguno de sus otros hijos y me cuenta todo. Si algo extraño sucede y se lo pregunto el me contara todo lo que sabe al respecto y eso fue lo que hice tras conocer el desenlace de Apolo y Afrodita.
 Quienes enviaron a Apolo al inframundo fueron las Moiras, Afrodita cayó con el por qué estaban vinculados. Pero Padre también me conto que el poder de las Moiras fue prestado a uno de los que aun están aquí en el Olimpo, así que tu teoría de que fue Himeneno acaba de ser destruida ya que padre comento que el que envío a Apolo y por vinculación a Afrodita puede volver a hacer uso de su poder aquí.
 Ahora de esto surgen preguntas y afirmaciones.
 Primero: Quien uso esa cualidad estaba en contra de Apolo así que haríamos bien en ver quienes querían su eliminación en estos días.
 Segundo: Deberíamos ver quien tiene contacto con las Moiras o quien pudo haber recibido tal poder de unos seres que están totalmente desvinculados al Olimpo. Aunque me condenaron anteriormente por hablar sobre nuestras historias pasada, creo que encaminaríamos la investigación si indagamos justamente el pasado.
 Temo que haber hablado sobre la confianza que me tiene mi padre haga que me envíen al Océano pero lo cuento ya que tal vez podamos comenzar a descubrir algo que nos guie en la tarea de ayudar a Zeus.
 Una vez dicho lo ultimo volví a guardar silencio unos segundos.
-Dicho eso podemos volver al tema anterior así Ares pude seguir lapidándome sin justificativo como lo venía haciendo.

Ártemis, que había tomado asiento intentando hacerse a la idea de la marcha de su hermano, se levanta como un resorte indignada ante las palabras de Heracles.

- Un momento, un momento... demasiado que procesar. A ver si lo he entendido bien. ¿Dices que alguno de los aquí presentes ha conseguido ligar a mi hermano mellizo con Afrodita y que, al mismo tiempo, alguien decidió venderle a él a las Moiras provocando el descenso de ambos junto a Caronte? Mierda... no pensé que esos malnacidos estuvieran tan organizados y tuvieran la capacidad de librarse de un plumazo de los dos dioses que fueron los primeros en prometer abiertamente defender a Dionisos. Me pregunto si, de alguna manera u otra, ellos serían conscientes de eso. Sería útil que Perséphone pudiera hablar con Apolo y Afrodita y consultarles al respecto.

La diosa vuelve a tomar asiento tratando de mantener la calma.

-Intentemos pensar guiados por la razón y no por los sentimientos. Veamos... durante el primer día, Apolo recibió los votos de Hebe, Selene y Pan. Sin embargo, eso no demustra nada. Precisamente, ellos ya habían mostrado abiertamente sus reticencias hacia él, sería estúpido por su parte ir a por Apolo de esta manera. Aunque no descarto nada, visto lo visto. Por otro lado, el don de vincular a alguien, parece algo propio de Eros, pero hablo basándome en la tradición, no es nada que haya podido comprobar desde que estamos aquí. Así que tampoco lo considero prueba feaciente de nada.

Ártemis mira fijamente a Heracles con la solemnidad reflejada e el rostro antes de volver a hablar.

-Gracias por compartir esta información con nosotros. No sabes las ganas que tengo de descubrir a uno de esos traidores y enviarle yo misma al océano.

Eris observó todo lo que sucedía y lamentó quedamente la desaparición de alguno de los viajeros de Caronte.

Negó con la cabeza ante las conjeturas de algunos de los presentes y miró con nuevos ojos al campeón de los Dioses.

Creo... creo que podré aportar algo de luz. Al alba. Hasta entonces, Heracles, pregúntale a Zeus si Eris es conjurada. Así te olvidarás de mi y yo de ti. Y ambos nos centraremos en lo importante.

A todos los que puedan tomar medidas sobre lo sucedido hoy con Caronte les pido calma. Antes de precipitarse alguien podrá comprobar la afiliación de los caídos por un modo tan anómalo. Pensad que no tenemos certeza de la inocencia de ningún caído salvo Helios, pero que quizás no tardemos en asegurar a algún otro.

La marcha de Apolo y Afrodita provocan que el señor de los sátiros alce una ceja, desde luego era un particular giro de los acontecimientos que hacía del Olimpo un lugar menos seguro, aunque fuese por puros números. Himeneo no era ninguna sorpresa, más bien algo esperado.

Escucha con atención todas las elucubraciones, algunas de las cuales le abren más las posibilidades de lo que él mismo había pensado. Pero no es hasta las palabras de Heracles que se decide a mirar a éste último con cara de aburrimiento. Repetirse, otra vez.

Yo he ido contra él. No me simpatiza su ego y su capacidad para cortar el rollo... y si no tengo pruebas contra ningún otro, prefiero regirme por lo que me apetece.

Más aún que quién ha intentado deshacerse de él, es importante recordar, ya que parece que olvidamos con facilidad, que él mismo se puso una diana ante los conjurados al decir que era capaz de proteger a Dionisos -mira entonces al dios del Vino-. Lo siento, colega... pero no puedo hacer nada por tí -vuelve hacia Heracles entonces, con la mirada algo más prendida-. Y Ares ha defendido que no fuésemos por tí, por lo mismo, porque es importante recordar.

Mira hacia todos los dioses esta vez antes de seguir.

Yo no tengo ningún contacto con las Moiras, más como dice Hefesto... tal vez sea un viaje temporal, o tal vez sea cosa de los conjurados. Nos falta información... al menos información contrastada -concede, mirando a Heracles esta vez e inclinando la cabeza hacia éste-. Como dicen... parece que queda esperar. ¿Alguien quiere que toque algo?

Se ofrece. Quizá para algunos no era el mejor momento, pero la música le relajaba y la situación no era buena. Saca la flauta, pero aún no comienza a tocar, esperando alguna respuesta.

Algunos preguntaron por quien decía ser portavoz de los muertos e Iris recordó el nombre de la diosa.

-Persefone dijo poder comunicarse con ellos. Tal vez si ella les pregunta, puedan responder y trasmitir el mensaje. -Miro a la mujer de Hades. -¿Crees poder hacerlo? Saber así si fueron ellos, por obra de alguien o de algo. O... por propio pie. -Tras la explicación de las Moiras pensó que todo seria posible en esa oscura noche.

Al ver como Caronte decidió llevarse también a Apolo y Afrodita además de a Himeneo, me quedé perplejo. No entendí porque se habían llevado a mi madre también, pero lo que sí escuché tras segundos de silencio, fue la culpa echada hacia mi de ligar a las personas - Eh, Artemis, ni te atrevas a echarme la culpa de que mi madre haya ido con Caronte. Para empezar no tengo ninguna razón para hacer que mi madre se enamore de alguien con mis flechas, ella es la diosa del amor, ella sola podría encandilar al mundo entero.

-Además, sabes también como yo que, al contrario que las flechas de otros dioses presentes, las mías no funcionan con vosotros como con los mortales, ya que las mias fueron hechas para ellos. Por más que quisiera jugar sucio de aquella manera, jamás podría lograrlo. Y si lo hiciera solo dispararía mis flechas contra los conjurados, jamás contra leales como son Apolo y mi madre - Cabreado me dí la vuelta y busqué mirar a ninguna parte, ya no sabía que más decir o que más hacer

-Ojalá mi madre pueda volver pronto del tartaro... Mientras tanto habrá que buscar al culpable de esto.