Partida Rol por web

Las huellas se acercaban al cubo de la cocina y al fregadero, tras esto, seguía habiendo huellas pero en una medida mucho menor, saliendo de la estancia hasta que desaparecieron sin dejar apenas rastro, pues eran muy escasas y casi imperceptibles.

Salgo de aquella sala e intento ir hacia el almacén de jardinería interior, tengo asuntos aún allí

Arieth sale del lugar.

Renfri y William entran en la cocina

William observa el cadáver de Brett de cerca con una expresión de lamentación, pero ya ha visto más cadáveres mientras que estudiaba en la universidad.

- Mira las huellas, a ver si puedes discernir algo. Busca pista adicionales.

Tras examinar el cadáver concienzudamente y realizar un análisis forense, se dirige al fregadero, lavándose las manos. Luego, se dirige a la nevera para tomar algo para comer él y unas cuantas personas más.

- Avísame cuando hayas investigado y podamos volver al salón. - dice comiendo y bebiendo algo mientras tanto, con un plato con aún más comida para unas cuatro personas en total.

Por fin un lugar que me conozco en el que puedo hacer algo- Pensó Renfri mientras evaluaba y buscaba posibles pistas o huellas. De vez en cuando mantenía un ojo sobre el doctor, no fuera que hiciese algo sospechoso.

Las huellas se acercaban al cubo de la cocina y al fregadero, tras esto, seguía habiendo huellas pero en una medida mucho menor, saliendo de la estancia hasta que desaparecieron sin dejar apenas rastro, pues eran muy escasas y casi imperceptibles.

Renfri se acerca curiosa al cubo de la cocina y al fregadero, examinando la zona con cuidado

En el Fregadero no se encuentra nada, pero en la bolsa de basura se encuentra unos guantes de cocina manchados en sangre.

Llama la atención del doctor

Wiliam, aquí hay unos guantes manchados de sangre. No puede ser casualidad pues son para coger cosas calientes y no para coger cosas en crudo. Los debió de usar el asesino.

Intenta coger los guantes con cuidado para no alterar la prueba
 

Los guantes están manchados en sangre por, aunque uno de ellos parece tener babas en la parte de la palma.

William deja el plato con comida en la encimera de la cocina y observa los guantes sin tocarlos.

- Sí, los empleó para no mancharse las manos. - afirma asegurando la hipótesis de Renfri - Así que no hallaremos huellas en el cadáver... aunque probablemente sin los utensilios necesarios tampoco podríamos hallar nada con ellas. Igualmente le sirvieron para evitar sangrar en demasía, aunque sus pasos han dejado unas huellas con la sangre, aunque se desvanecen después de unos pasos. Y respecto... a las babas... - sigue mirando los guantes - Quizás mató a Brett mientras que dormía... - mira al muerto que todavía se haya tumbado en la mesa - Pobre desgraciado... al menos murió durmiendo... supongo.

El doctor señala entonces a Brett y mira a Renfri.

- Le apuñalaron en la carótida y le cortaron el cuello. Probablemente primero el cuello para así no hacer ruido, aunque al perforar la carótida la sangre habrá salido disparada. Por eso los pasos de sangre. - se queda pensando un rato. - Creo que eso es todo. - se acerca otra vez a Brett para ver si lleva algo encima, registrando sus bolsillos. - Quizá podamos hallar algo... o quizás se lo habrán llevado ya Inara y Eider...

En ese caso, el asesino habrá terminado lleno de sangre. Y la sangre de la ropa no se va a no ser que se lave bien. Dudo que el servicio de lavandería siga funcionando, el asesino tendrá en su habitación la ropa manchada. Con un poco de suerte ha intentado esconderla en algún otro lado y si la encontramos sepamos quien es.

¿Tiene algo?

- No tengo nada más. Solo... comida. Para los demás. ¿Volvemos al salón? No creo que encontremos nada más.

Asiente a William y le sigue.

Sí, volvamos con los demás. A ver si han averiguado algo.

Ambos salieron de la Cocina en dirección al Gran Salón.

Jorge y Gustavo entran en la cocina, donde ven a Luis Montoya agachado en el suelo mirando los restos de sangre que allí había.

Había restos de sangre en el suelo y sobre la mesa central de la cocina. En particular sobre un plato que tenía un sandwicht empapado. En el suelo, por otro lado, había ligeras pisadas que se dirigían hacia la bolsa de basura y hacia el fregadero, para luego dirigirse hacia la puerta, pero a medio camino se les perdía la pista y eran tan endebles que apenas se podía distinguir nada.