Partida Rol por web

Nada más entrar Jorge ve a Luis examinando sangre por toda la estancia. Podría verlo de manera suspicaz, pero tras tanto tiempo en esa infernal mansión tendría que desconfiar hasta de sí mismo.

¿Qué ha pasado Luis? ¿Es sangre del hombre semidesnudo de la capilla? dijo a la vez que encendía los fogones de la cocina.

Me levanto para ver a aquellos dos hombres a la cara, ya había investigado la escena del crimen y por suerte ya sabía lo que había sucedido en aquel lugar. Así que me dispuse a comentarlo a aquellas personas, así como aclarar sus dudas de si la sangre pertenecía o no a aquella persona.

-No, esta sangre es de una víctima no tan reciente, hará un par de días que esta sangre ha estado en este lugar, como mínimo. Además de ello, podemos vislumbrar pisadas de alguien que va calzado, y tal y como había quedado aquel chaval, él iba desnudo y descalzo, por eso se pinchó.

-Por otro lado, la enorme cantidad de sangre que hay aquí, tanto en el suelo como por encima de la mesa, así como las huellas de los pasos... implica que alguien ha sido asesinado por otro alguien, el cual lo hizo con toda predemeritación, y ni siquiera hubo combate previo.

Me coloco cerca del plato ensangrentado.

-La victima estaba aquí, tranquilamente comiendo o a punto de comer su comida, mirando hacia la puerta de entrada, por lo que es de suponer que el asesino y la víctima ya se conocían, o al menos la víctima no temía por su vida al verlo entrar.

-El asesino, por el contrario entró, se saludarían, iría por detrás de él, cogería el "arma del crimen", y lo degollaría; esto siendo la única explicación por el cual, la víctima no pudo defenderse, así como la gran cantidad de sangre que hay sobre el plato, la mesa y que posteriormente caería hacia el suelo.

Me dirijo hacia el fregadero y el cubo, señalando hacia la sangre, haciendo el posible recorrido del asesino según las huellas, y por último señalo indistintamente al fregadero y al cubo de basura.

-Por tanto, estas huellas fueron realizadas por el asesino; el cual se dirigió hacia la papelera y hacia el fregadero. Y porque en el fregadero no hay nada, y en la papelera hay restos de sangre en unas manoplas... esto implica que el asesino usó las manoplas para agarrar y no mancharse, así como fue al fregadero para limpiar el arma del crimen.

-Mirando hacia los cuchillos ahí colgados y perfectamente amarrados por los cordeles metálicos, la única solución que se me viene a la mente, es que el asesino usó un cuchillo de esos como arma del crimen, y lo fue a limpiar y a colocar una vez que terminó.

Me vuelvo a agachar hacia la sangre, para enseñar la huella de pisada del suelo.

-Aunque no se ve con claridad, esta huella es propia de un hombre, no es un zapato de tacón ni nada similar que ya vimos a las señoras Alice, Arieth, Renfri, Inara y Eider, o al menos, alguien que iba calzado como uno; y al parecer es un zapato de alta gama, nada de zapatillas, ni chanclas, ni pantuflas... por lo que también descartaría a Richi Moctod (Tennis), a usted Gustavo Montoya (descalzo), Eon (descalzo), Brett (tennis), Umbert (botas) y a mi (tennis).

-Descartaré también a todos los del servicio, así como el Barón. Pues el único hombre que llevaba zapatos de traje era este último y sé de buena tinta que él no es el culpable de esta muerte... que por cierto... ¿Quién es la víctima?.

Me levanto y miro a ambos caballeros, con la mano en la cintura para mostrar el arma reglamentaria, por si las cosas se salían de control.

-Por lo que entre mis sospechosos están: Bruno Evans, Gérard Mercier, Mortimer Mallow, William Smith y.... Usted; Jorge Maynard.

-Así que dígame, ¿Donde estuvo estos últimos días?.

Gerard entra en la cocina, lo más destacable es la mancha de sangre que hay sobre la mesa central y el suelo, aunque sin ningún cadáver. Por otro lado, puede ver a Luis Montoya en una pose amenazante hacia Jorge Maynard y Gustavo Montoya.

Al llegar, Gérard notó que el ambiente no era muy cálido que digamos. Saludó con cordialidad y buscó algo para comer...un buen bocata con sardinas en escabeche, una cerveza fresquita y unas papas lays a la campesina. 

- ¿Estáis todos bien? Noto cierta tensión en el ambiente caballeros... Comentó una vez se sentó y empezó a comer. ¿Puedo saber qué ocurre? Y a todo esto...¿Se han llevado el cadáver de Brett?

Hola Gerad, todo va bien, sólo que aquí el señor poli tiene sospechas nuestras. Las pisadas son de zapato de traje, y bueno, la fama cuesta

Maynard estaba un poco intranquilo, si bien la actitud amenazante de Luis había resultado no ser tan rígida como daba a entender, lo que sí temía era que fuera de esos hombres a los que cuando algo se les metía en la cabeza, no lo soltaban.

Pues estos días he pisado la cocina muy pocas veces, siempre me las he apañado porque alguien traía comida o por mi propia falta de apetito en este infierno... Así que, lo que he hecho desde estos últimos días fue ir al invernadero, acompañar a la señora Alice a la celda junto con Gerard, meterme en pasadizos hasta la sala de calderas, ir al taller de madera, ir al cuarto de trastos y de ahí a la capilla, donde me encontró usted. En todo ese tiempo estuve en compañía de Gustavo, excepto cuando acompañé a Alice y me perdí por los pasadizos secretos del castillo.

Mientras iba contando lo sucedido, se dio cuenta de lo poco que conoce el castillo realmente.

Pero, dígame Luis, ¿cómo sabe que la huella es del asesino y no de quien retiró el cadáver? Sinceramente, de los "sospechosos" a su juicio, el único que me da que tendría huevos a enfrentarse a la mala bestia que era Brett, sería el negro. Brett era culturista profesional y yo al menos no veo a nadie con arrestos suficientes para jugársela por detrás con un cuchillo.

-Brett debía de estar en una condición física pésima, drogado, adormilado, algo así para que el asesino se le pudiera poner detrás y degollarle. Esa es la única opción; o incluso puede que a Brett le gustase ir por su "lado de la calle", si entiendes a lo que me refiero, y alguien lo sedujera por la espalda y el bajara la guardia, lo suficiente como para degollarle.

-Por otro lado, las huellas que aquí se muestran son desde hace bastante tiempo, si os fijáis bien, seria de la época en donde salió la sangre. No puedo decir una fecha exacta, si estuviera el Médico por aquí, él lo podría confirmar. Por el contrario, no hay huellas de que alguien haya movido el cuerpo, ni antes ni después. Eso es porque ya no había nada para dejar las marcas.

Gérard seguía sorprendido de que los cadáveres siguiesen desapareciendo. Sabia que recientemente aquellos tres habían estado en la capilla, por lo que preguntó al respecto.

- Disculpad si pregunto. En la capilla ha desaparecido el cadáver del jardinero y vosotros fuisteis los últimos que estuvieron allí. ¿Sabéis algo al respecto? Hay marcas de goma de suela de zapato, lo que indica que fue arrastrado...

Después miró a Gustavo y preguntó.

- ¿Y que ha sido de la llave que había dentro de la vela? ¿Ya la habéis derretido y usado?

Entiendo, la verdad es que tiene sentido el asunto de la suela. Parece que nada me salva de estar en el punto de mira dijo mirando de reojo la pistola de aquel hombre

Entonces Gerard volvió a la capilla, y ahí no estaba el cuerpo del jardinero. ¿Cómo puede haber alguien sacando cuerpos sin enterarnos? ¿Es que alguien tiene acceso libre a la mansión desde fuera?

Luis mira sorprendido a las palabras de Gérard, al parecer también había desaparecido el cadáver del jardinero, algo completamente extraño, pues él se había quedado hasta hacía poco en aquel lugar, ayudando al joven chaval herido.

-A no ser que Arieth lo moviera, pues el joven Eon está lo suficiente herido como para poder mover el cuerpo. Por cierto, ¿Lo has visto? ¿Sigue en la capilla o se fue a otro lado?.

-Por otro lado, me temo que el cuerpo que había bajo la sábana en la celda X también ha desaparecido, al menos cuando salí de la sacristía, el cuerpo ya no estaba, ni la sábana. Al llegar aquí me encontré con toda esta sangre y me puse a investigar el asunto.

-Si no me equivoco aún queda el cadáver de Mortimer, el Mayordomo; en el despacho del Barón.

- Arieth y Eon estaban en la sacristía. Al parecer Eon estaba herido en un pie, por pisar los clavos de la trampa que activé y que casi acaba con mi vida. En la capilla no había nadie cuando llegamos la baronesa y yo...

Y en cuanto al cadáver del despacho del barón...puede ser de quien usted diga pero le aseguro que Mortimer Mallow no es. Ese empresario sigue en el invernadero resolviendo el puzzle de las flores, vivito y coleando. ¿Desde cuándo es mayordomo?

-Entonces asumo que no se han movido desde entonces, por lo que todo parece indicar que alguien tiene acceso a algún cuarto bloqueado que conecta con la capilla, bien el Invernadero por arriba, o la Sala de los Reptiles, incluso puede ser el jardín exterior... ¿Alguien vio a alguien estar en el Invernadero o en el Taller de Jardinería?. No creo que alguien haya ido al taller mecánico, porque cuando fui estaba bloqueado.

-Me refiero a Mortimer Baltimore, el Mayordomo de la Mansión.

- Primero fuimos a la capilla, y al pasar por la sacristía vimos a Eon y Arieth. Al llegar a la capilla el cadáver ya había desaparecido y había marcas de goma de suela de zapato en dirección opuesta a la sacristía...así que coincido con usted, el cadáver fue retirado o por la escalera de caracol o por el jardïn exterior. No pasamos por el almacén de jardinería a sí que no sabría decirte, y cuando fuimos al invernadero casi a la par llegó Mortimer Mallow, no había allí nadie antes...

Luis, por cierto, no ha respondido a la pregunta que le hice...¿De qué salida habló usted? Comentó que podía entrar y salir del castillo ¿Es cierto o estaba mintiendo?

​A todo esto, Gustavo, aún no ha respondido...¿que ha sido de la llave que estaba en el interior de la vela? Aquí hay fogones y ollas...se puede derretir sin problema la vela. 

-Como usted puede ver, el castillo está rodeado de precipicios, todas sus murallas y en su defecto paredes se encuentran ante una caída de muerte segura. Todas las paredes excepto una, el Gran Recibidor, aunque por desgracia este está cerrado a cal y canto, y la resistencia del portón nos impide abrirlo. Pero...

-Justo encima del Gran Recibidor está una única habitación, con un ventanal. El dormitorio del Barón. Se ata una cuerda o varias sábanas a la pata de la cama, y se baja haciendo rappel hasta el puente y todo solucionado.

Me giro hacia Gustavo.

-Creo que sí puede funcionar si se pone al lado de los fogones encendidos.

Es verdad, el recibidor y las susodichas bolas de colores. ¿Se encontraron el resto Gerard o no se sabe?

- Que sepamos, usted tiene una, Gustavo otra, el árabe encontró otra y se la quedó Renfri, Renfri la perdió cuando la asaltaron según dijo y no sabemos quién la tiene...después hay otra en el invernadero, dentro de una jaula, que aún no se ha podido acceder a ella. ¿Deben de faltar tres? 

Gérard se terminó la comida con calma y una vez terminó de recoger los desperdicios decidió continuar investigando.

- Bueno, seguiremos coincidiendo por ahí. Yo me voy a retirar ya...

Tras decir aquello, el sommelier abandonó la habitación.

Gerard salió de la estancia.

Arieth entra en la estancia y ve a Gustavo, Jorge y Luis alrededor de un charco de sangre seca en el suelo y la mesa de la cocina.

Les saludo cordialmente mientras busco algo que comer y una copa de vino.

-Hola, señores. ¿Cómo han ido ustedes con los puzzles?