Partida Rol por web

Alfil de d5 a e4, jaque.

Torre b5 x c5, jaque.

Peón c6 a c7

Peón c7 a c8, reina.

Rey G5 a H6

Reina de c8 a g8

Reina de g8 a g6, jaque mate. ( Si matas la reina te mata el alfil )

El Robot baja la cabeza, acto seguido pone la ficha del rey negro sobre la marca del Rey Negro a un lado del tablero.

Esto hace que un panel extra con varios botones, lamparas y letras. Además hay un número "1" en una pantalla analógica.

1. Antídoto (Luz roja apagada)

2. Munición Revolver (Luz roja encendida)

3. Chaleco Antibalas Experimental (Luz roja encendida)

4. Fichero de los Bastardos (Luz roja encendida)

5. Cerrar/Abrir acceso Secreto (No tiene luz)

Gérard valoró todas las posibilidades.

- La munición del revolver le sería útil si le quitase el revólver a Luis Montoya, un asunto peliagudo. Rápidamente descartó esa opción.

- La opción del chaleco antibalas experimental le atraía pero no dejaba de ser un experimento, podía resultar ser un fiasco y tampoco había tanta gente con armas en el castillo.

- Después estaba la opción de obtener información del fichero de los "bastardos" (Eon y Renfri). ¿Podía haber alguno más? ¿Ese fichero podría demostrar que Renfri era una asesina y así poder justificar su muerte? Dudaba que a estas alturas nadie le hiciese caso aunque así fuera. Habiéndola matado, Gérard se había convertido en otro asesino aunque Renfri lo hubiese sido.

- Finalmente estaba conocer el mecanismo para poder abrir y cerrar lamcompuerta del taller oculto. Esa información era útil e impediría que el cuerpo fuese encontrado rápidamente. Podía hacerle ganar tiempo, que el supiese...Alice era la que conocía el acceso, aunque también parecía claro que Luis Montoya podía acceder. Ahora mismo parecía el tipo más peligroso para el sommelier. ¿Que hacer?

Gérard consideró que la mejor opción era cerrar el acceso al taller oculto. Los ficheros y el chaleco tenían buena pinta pero podían esperar al día siguiente...que descubriesen el cuerpo, no. Le dió a la opción 5 y cerró el taller, era su elección. Una vez cerrada la puerta, se dirigiría nuevamente a al almacén de trastos. Era momento demprobar suerte a ver si encontraba algo útil.