Partida Rol por web

Recibido.

-Jorge Maynard Smith

Gérard había estado escuchando la conversación en el gran salón escondido en el pasadizo de la chimenea. En verdad era un buen sitio para escuchar y pasar desapercibido, pero decidió que era momento de actuar, por lo que con mucho sigilo regresó al taller oculto y desde allí fue avanzando hasta llegar a los pasillo de la parte superior y prestó atención para saber si había gente en las salas de la zona.

Gerard sale del lugar

William sale de la estancia

Gerard y Renfri entran al Taller Oculto.

Pese a ello, no hay nadie en ningún lado.

Si había alguien en el taller oculto y ahora no está, la única explicación posible es que conoce el acceso secreto por la chimenea. Alice se que la conocía pero probablemente habrá más gente que la conozca, no sería de extrañar...¿Qué debería hacer? Tiene pinta de que he sido visto...

Gérard registró el taller oculto y miró cómo podía bloquear el acceso al taller oculto desde el taller de madera. Después consideró que no sería necesario...llegados a ese punto se había convertido en un monstruo y le importaba un pimiento que supieran de él como asesino. Desnudó a lo joven cocinera quién aún estaba muy aturdida e incapacitada y empezó a violarla sin compasión...solo cuando vió que las lágrimas de la joven brotaban del dolor y asco que sentía por él, le cortó el cuello con el cuchillo y la dejó desangrándose en el suelo mientras daba sus últimas envestidas y descargaba dentro de ella. Después se levantó y abandonó el lugar no importándole nada que la encontraran así.

- A mi nadie me amenaza y vive para contarlo, zorra.

Gerard prestó atención antes de salir de la sala. Le parecía haber escuchado algún sonido proveniente del taller de madera. Por si acaso sacó su pistola y aguardó escondido en el taller oculto.

Al instante, la puerta del Taller Oculto que conectaba con el Taller de Madera se cerró, mientras una voz robótica decía.

-"Enhorabuena, has vencido".

Gérard vio que el acceso "taller de madera - taller oculto" había quedado bloqueado. No sé lo pensó dos veces y tras acomodar su ropa y comprobar que todo estaba correctamente y en su sitio, salió por el acceso de la chimenea hasta el gran salón. Eso sí, comprobó antes que Renfri estuviese muerta. No quería ninguna sorpresa desagradable...

Gérard recordó que tenía la tinta de la máquina de escribir y que en la sala estaba la máquina. Colocó la tinta en su compartimento y registró con parsimonia la sala para ver si encontraba algo destacable. También recordó que habían objetos de plata y que necesitaban forjar una cruz de plata aunque para ello parecía que ya tenían los lingotes de plata de Bruno. Fuese como fuese, Gerard se centró ignorando la obra de arte desnuda que seguía en el suelo, evitando pisar el charco de sangre.

Gerard encontró algunas hojas amarillentas. Pero nada de plata y tampoco nada nuevo en la estancia.

Aquellas hojas eran lo que faltaba para dejar totalmente lista la máquina de escribir. Las observó con detenimiento por si tenían algo relevante, algo escrito, alguna marca,... Después las colocó en la máquina de escribir y observó los botones para ver cuáles estaban más desgastados...cualquier dato relevante.

Todos estaban desgastados por igual, como si fuera una maquina normal y corriente.

Las Hojas de papel no tenían nada de relevante.

Gérard revisó mentalmente las estancias en las que había estado para tratar de relacionar en que podría usar la máquina de escribir que ahora tenía todos los elementos necesarios. Pensó que quizá sería necesaria una vez fuesen a la biblioteca o al registro, por lo que se encogió de hombros y no tuvo claro que hacer.Por si acaso probó a escribir alguna frase para ver si se desbloqueaba algo. El sommelier escribió...

“Soy muy afortunado. Voy a morir y sé exactamente cuándo. Me han dado tiempo para poner mis asuntos en orden, oportunidad de la que muchos carecen. Piensen, por ejemplo, en mis víctimas. Por cierto, yo no quería hacerles daño. Solo quería matarlos"

G.M

Sospechaba que alguien podía haberle observado y salido hasta el gran salón por la chimenea pero no alcanzaba a pensar de quién podía tratarse. Para no exponerse inecesariamente, volvió a acceder y espiar el gran salón. Volvería a tratar de ser el hombre cauteloso y discreto que le caracterizaba, lo vivido anteriormente había sido uno de esos arrebatos de locura que le caracterizaban....quizá erarallaba la esquizofrenia.

El sommelier escribió...

"Xtd qzd fktwyzrfit. Atd f qtwnw d xé jcfhyfqjryj hzárit. Qj mfr ifit ynjqut ufwf utrjw qnx fxzrytx jr twijr, tutwyzrnifi ij pf vzj qzhmtx hfwjhjr. Unjrxjr, utw jñjqupt, jr qnx aíhynqfx. Utw hnjwyt, dt rt vzjwíf mfhjwpjx ifst. Xtpt vzjwíf qfyfwptx"

L.Q

El sommelier sonrió al ver que cuando escribía la frase se leía diferente. Era lógico pensar que se había usado de forma cifrada, y al ser el barón simpatizante del nazismo, no descartó la posibilidad de que se hubiesen mandado mensajes criptados. Al finalizar la frase ya había encontrado el algoritmo, simplemente eran un desfase de letras.

A=F, B=G, C=H, D=I, E=J... Un desfase de 5 letras. Si quisiese sería capaz de escribir con normalidad si prestaba la suficiente atención. También apreció que las letras acentuadas permanecían sin cambios...lo que no habían probado eran los números por lo que escribió seguidamente...

"1 2 3 4 5 6 7 8 9 0"

Quizá en un futuro este información fuese relevante, de momento aún no la veía útil. Finalmente se fijó en el cajón que quedaba por abrir...estaba claro que era necesaria una llave pero con el cincel trató de hacer palanca para abrirlo. 

Los resultados fueron infructuosos.