Partida Rol por web

Levantó la cabeza al escuchar a Alexia, sin duda se había arriesgado al aclarar información acerca de Zagam. Aclaró su garganta antes de hablar.

- Arexia-san... Tu poder es ver er interior de ros muertos... ¿podrías ver er interior de Syd? - La observó, con un rostro casi suplicante.

Aparté la mirada del punto fijo en el que la había clavado mientras hablaba. Era consciente del riesgo en el que me ponía puesto que Tetsuo y Nil habían hecho lo mismo, pero no pude callar. La expresión del oriental, cuando me pidió que analizara a Syd, hizo que quisiera hacer más, pero no podía.

-Lo siento, no siempre puedo ver, sólo en ocasiones. De verdad, que si tuviera la posibilidad ya te lo habría dicho. Desearía poder hacer más pro en este caso sólo puedo hacer conjeturas, igual que el resto.- expliqué con pesar.

Marceline se rió ante las palabras de Megan.

Desde luego, no estamos en una generación donde brille por las sutilezas y el leer entre lineas. Ciertamente, mis palabras no habían sido un oculto acertijo, pero tampoco había la necesidad de tener que confirmarlo así abiertamente. Pero si, yo he heredado el poder que tuvo Nybras en su momento. Y hablando de heredar. - Marceline centró su mirada en Alexia - Tienes razón con Zagam, salvo en una cosa: ahora mismo, no tiene ese poder. Otra persona aquí se lo robó cuando él murió. Pero, al parecer, está haciendo un uso muy responsable de ese poder. El motivo ni lo sé ni me importa realmente, mientras siga así. Desconozco exactamente si Zagam, al volver a la vida, recuperaría su poder robado. Sinceramente, me interesa más como está ahora, es más... controlable. - Entonces Marceline puso una cara de inocencia total - Oh, espero que dicha persona y su acompañante no mencionen mi opinión desfavorable a su total regreso. No es que sea muy hablador, pero me gustaría tener alguien allí para conversar que no deseara mi muerte nuevamente.

Tras ello Marceline miró a Tetsuo.

Si lo que dice Syd en el otro lado es cierto, será interesante para casi todos que regrese. Excepto una persona, pero será cosa de Syd hablar sobre ello cuando esté seguro.

Miro a Marceline desconcertado. Había algo en su forma de hablar que nunca entendía, es como si su personalidad se hubiera alterado al volver de entre los muertos. Para no quedarle segundas oportunidades, derrochaba confianza. No era quién para juzgar la actitud de un resucitado. 

Por otro lado estaba Alice, me parecía molesta. No de la forma en que lo hacia Gabriel, que era un pavo real (y sinceramente esperaba que ese fuese el animal con el que se vinculase).

-Hey, Reina Roja, relaja la raja.-respondo soez.-Si no has aprendido que tienes que ir dando la información con cuentagotas e ir trabajando cada migaja de conocimiento que la gente deja caer, es que aún no has entendido nada. - Después me dirijo a mi compañera de legado, o bueno, tal vez ya no podía decir que fuésemos compañeros de legado, ella tenía el último, o algo así .- ¿Cuantos más apoyos contemos a nuestro favor mejor, no? Puede que el don de Zagam sea muy peligroso, pero también beneficioso, y a día de hoy podemos descartar unos cuantos sospechosos. 

Cuando Eko empezó a contar la historia, con toda la teatralidad del que cuenta una leyenda alrededor de una hoguera en una acampada, no pude evitar poner los ojos en blanco. Joder, cómo le gustaba ser el centro de atención y montar el espectáculo. Sin embargo, cuando mi mirada se cruzó con la suya le devolví la sonrisa. 

Escuché al resto después y arrugué la nariz viendo el cariz que iba tomando el asunto cuando Tetsuo desveló el poder de Alexia y Megan el de Marceline. - No sé si todos estáis siendo sinceros con las cosas que decís poder hacer... Pero quizá no sea buena idea que sigamos haciendo un catálogo de "Asesine a la carta" para los traidores. Además de que me parece una falta de respeto exponer así a otros sin su consentimiento. - Posé mi mirada en Tetsuo y me encogí de hombros. - Admiro tu valentía al hablar sobre ti y ofrecerte como hiciste anoche, pero quizá no todos quieran sacrificarse de esa manera. Si Alexia hubiese querido hablar claramente sobre lo que puede hacer, lo habría hecho ella misma, ¿no te parece? - Hice entonces un ademán hacia la mujer que parecía haber heredado el poder de mi madre. - Lo mismo para Marceline, ambas dejaron caer una pista sutil, lo cual es genial para los que prestamos atención y leemos entre líneas, pero no veo necesario que les cuelguen una diana enorme como se ha hecho. Quizá los traidores, que por lo que parece no son unos genios, no se habrían dado cuenta de esas insinuaciones, pero ahora lo van a tener más que claro.

Finalmente, tras meditar unos segundos hablé hacia Yormund. - Si el poder de Zagam es como dicen, él no sería un apoyo para nadie, ni para nosotros ni para los traidores. Su intención no tendría nada que ver con el sello, sería atrapar cuantas más almas mejor, para sí mismo. 

Después de esto volví a guardar silencio, contemplando tranquilamente a todos y deteniendo mi mirada en Eko cada rato. No tenía ningún discurso que hacer en esta ocasión sobre mi voto, lo tenía decidido desde hacía bastante. Tan sólo esperaba poder participar esta vez en el combate. La sangre de Grovehn que corría por mis venas hacía que las ganas por de sentir el sabor de la batalla sobre mi propia piel aumentasen según la hora se acercaba una vez más.

Después de haber soltado todo aquello me encontraba rabioso, inquieto, vagando de un sitio a otro sin importarme que pueda contagiar mi nerviosismo. Al estar tan alterado cualquier comentario o gesto podría ser suficiente para encender la mecha, ¿o en realidad ya lo estaba? Llegado a este punto no se necesitaba mucho para hacerme saltar.

Las mencionadas tardaron un poco en responder, pero finalmente lo hicieron, aunque debo añadir que tales respuestas me parecieron absurdas y sobre todo decepcionantes. ¿Cómo era posible que me pueda motivar así? Pero aun intervine de nuevo, alguna joya había salido de mis labios, otra más no sería tan raro. Preparé mi lengua viperina para soltar algún que otro comentario mordaz.

El primero para la pelirrosa, como no, no se me ocurriría a nadie mejor. Me acerqué de nuevo para dedicarle unas palabras tan directas como poco amables.

- ¿Eh? ¿Pero no lo hacías ya? – Solté mi réplica ante su sugerencia de cambio de actitud con una fingida inocencia si es que eso era posible con un comentario tan jocoso. - Porque cada vez que abres esa boca que tienes no paras de confirmar esa imagen de guarra sin escrúpulos que parece que tanto te gusta. – Si en aquel momento, me mordiera la lengua, me envenenaría. – Oh, ¿protegerme? Que considerada, ahora me quedo mucho más tranquilo.  – Ironía en estado puro. Como siga así, voy a hacerme especialista de tanto entrenarla.

Ya terminado, me acerqué a al rubita, su día acabaría hoy con total posibilidad, y no quería que se fuera sin dedicarle algunas palabras igual de gentiles como a la otra.

- Creo que ya te entendí.- Dije una vez que mis ojos severos de color castaño se posaron en los suyos. – Eres así de estúpida porque las tres Vannas comparten cerebro, ¿cierto? Con una tercera parte cada una les debe costar pensar con claridad, debe ser un duro esfuerzo haber pensado una defensa tan elaborada. – Comenté segurísimos de lo que dije. Como si hubiera encontrado la explicación a su situación.

Y ahora sí, acabé de lucirme, si es que se podía llamar de esa forma, pero tenía unas ganas de soltar todo aquello antes de que no surtiera la ocasión, y me parecía la más adecuada para no refrenarme.

Me acerqué a Zyllah, sí, a ella. La primera chica que se presentó amablemente ante mí, sus palabras, su actitud provocaron que estuviera de acuerdo por completo. Fueron unos idiotas al decir todo aquello. Tampoco pude contener mi lengua en esta ocasión.

- Mira que sois imbéciles. – Chasquee la lengua mientras negaba la cabeza. Crucé mis brazos y continué hablando. – Zyllah, ¿por qué no hacemos una lista? Ya sabes, nombre, poder, y algo tan sumamente importante como el color favorito de cada uno. Y ya de paso, se lo pasamos a los traidores. Seguro que le vendrán bien una ayuda. – Sugería de forma sarcástica. La verdad es que habían sido descuidados, y no me extrañaría nada que aquellos que se ocultan por la noche hubieran ampliado su lista de víctimas para esta noche y las futuras.

Despues de escuchar todas las opiniones vertidas en los últimos minutos, trato de mantener la calma y el foco en lo importante... hasta que Liam se vuelve a Zyllah y nos trata de imbéciles a los que nos mostramos para encontrar a los traidores...

- De verdad te crees muy listo no Liam... entre tus estupideces que no aportan y ese maldito chasquido de lengua que constantemente haces, me tienes podrido... si en algo aprecias tu vida, cállate o comienza a hablar aportando algo, pues lo único que has hecho es tratar de molestarnos a los que tratamos de encontrar a los maldito traidores, o es que acaso...- quedo en silencio por unos segundos me quedo mirando a Liam y luego a Yormund, para seguir con Vanna y vuelvo con Liam- solo cállate si no aportas...- termino diciendo casi en voz baja y al quedar en silencio agacho la cabeza pensando.

Ignoro al par de hormonados que dan el espectáculo y me dirijo a Zhylla. 

-¿Cómo sabes eso? Asumo que es lo que ocurrió en la vez anterior, pero no puedes saber si es así en esta ocasión. Aunque haya gente, cuyos dones le sitúen a un lado u otro, quién tenga motivaciones más...egoístas, puede ser una palabra para entendernos, tendrá que terminar llevando la situación hacía un fin que le interese y dudo que sea estar sometido a dos niñas con gustos gastronómicos...peculiares. 

Poron estaba apoyado en la pared con la pierna como asidero mientras en las manos tenia otro bocadillo, ¿Cuantos de esos guardaba en su petate? Ocupado comiendo tan solo escuchaba con atención. Parece ser que la horrible visión de la muerte de Syd no le había quitado el apetito, seguramente porque Oldland le había enseñado a no ser remilgado con lo que se ve. Por otra parte sonrió sesgadamente cuando fue Eko quien hizo lo que suponía Tetsuo que haría, por su parte el payaso ya suponía que lo aria el general y no un soldado.

-¡Hola Gabriel! Me alegro que estés de regreso, es bueno admití estar equivocado nos hace... humanos.-Curiosa palabra para un semidemonio, quien estaba mas aliviado al ver como su acusado, volvía ala vida ahora carente de poder según él. Dio otro bocado y bufo al escuchar las palabras de Vanna.

-Vanna lo siento pero tu misma te expones continuamente, eso no hace mas que aclarar que Nil dice la verdad, que alguien copio su poder al morir como hizo Eko con el de Gabriel...-Aunque de esto ultimo no estaba muy seguro, parece que ese bocadillo le había soltado la lengua, ¿Puede que hablara mejor y mas con el estomago lleno?

Las palabras iban sucediendo mientras su almuerzo menguaba y se sorprendió saber la verdad sobre Marceline y como Alexia demostraba sin tapujos su don, algo que ya sabia ¿Pero era bueno que ella misma lo confirmara? admitir un don la ponía en el punto de mira de los traidores eso era peligroso y no quería verla morir en la mañana. Pero antes de ponerle sus inquietudes hubo algo que le pareció curioso.
-¿Entonces era Zagam quien tenia el poder de comandar?-Miro un instante a Eko y tras parpadear volvió la mirada a Marceline.-Por tus palabras diría que el poder de Zagam lo están usando ahora mismo y eres parte de él... espero que tengas razón y lo haga para el bien, aunque hasta el momento eso me ha parecido observar.-Paso la mirada por Tetsuo y luego en Eko de nuevo. ¿Quienes mas estarían con él?

Poron termino su bocadillo y sonriente se froto el estomago mientras se unía al resto. El candidato de hoy estaba claro y seguramente estaría demostrado que era culpable, para que seguir discutiendo. Aunque al ponerse al lado de Alexia quiso decir una ultima frase.

-Creo que si regresara ahora Zagam no tendría ningún poder, pues el suyo fue robado a mi parecer, ¿Pero que hay de Syd? ¿Porque su muerte, puede que tuviera un don increíble o simplemente lo mataron para demostrar que no tenían miedo a las palabras de Tetsuo?-Ciertamente el payaso pensaba como el oriental, no entendía porque acabaron con un callado, sabiendo que podría haber sido un buen chivo espiratorio, callado, solitario y reservado.

Observé a Liam cuando se me acercó e hice una mueca de desagrado al escuchar sus palabras. A pesar de que había cogido mi idea como base, la había deformado para poder insultar a otros, incluyendo en su insulto a algunos cuyo valor yo admiraba. No me gustó nada que intentase hacerme partícipe de su manera grosera de tratar a la gente y la expresión de mi rostro, con el ceño fruncido al mirarlo lo dejaba bastante claro. 

Sin embargo, preferí no decirle nada. Ese gallo estaba buscando pelea desesperadamente y yo no estaba de humor para discutir por discutir, ni para participar de su juego. 

Me volví en cambio hacia Yormund cuando me habló y empecé a hablar con un tono suave. - En realidad no, lo que ocurrió la vez anterior fue que Verona tenía ese poder, pero no era consciente de su alcance. Un hombre que veía en sueños la guiaba entre engaños para que fuese encerrando gente en su mente, doblegando sus almas poco a poco. Ella intentó usar ese poder para ayudar a los que querían proteger el sello y solamente encerraba a los que le demostraban su inocencia o en los que ella creía que podía confiar. Usaron ese lugar en la mente de ella para conspirar contra los traidores, pero finalmente, si querían salir con vida de aquí debían matarla, ya que Verona, a pesar de tener buena intención, estaba engañada y poco a poco los iba encerrando en una espiral de la que sólo podía salir airosa si lo hacía sola. - Hice una pausa antes de hacer un ademán con la mano y resumir el final. - Mi madre hizo una cosa rara, intercambió el poder de Verona con el de otro de los atrapados para que ella pudiera salir viva y mataron al otro, que no había hecho tantos amigos como ella. Creo que fue una guarrada para ese tipo que no había hecho nada malo, pero en fin, la historia la escriben los que ganan y blablabla.

Finalmente me encogí de hombros. - En resumen, el poder que decís que tiene Zagam tiene su parte buena, que es hablar en ese lugar con los que allí se encuentren, pero al final, tenga buena intención o no, él se vería obligado a encerrarnos a todos y absorber nuestras almas. Como te dije, no estaría de nuestro bando, ni tampoco del de los traidores, sino del suyo propio. Y probablemente tendríamos que terminar matándolo igualmente, no sé si es muy correcto traerlo si luego lo vamos a matar.

-3...2...1 ¡Boom!-Susurró. Un leve murmullo nada más, el cual se quedó con ella y es que así lo quería. Esa leve cuenta fue lo que tardó en responder a las palabras de aquella mujer de cabellos rosados. De repente todas las demás conversaciones se habían  vuelto de lo más aburridas, quería saber hasta donde eran capazces de llegar por tales tonterías y parecía que aquello daría para mucho. Aún con la barbilla casi pegada al pecho, mantenía los ojos sellados, mientras en sus labios aparecían discretas sonrisas que desaparecían cómo el humo, sin dejar rastro de su presencia. La verdad era que cada vez que ese muchacho abría la boca, la sorprendía aún más y eso de alguna manera, le gustaba. Lentamente abrió los ojos, pero estos no buscaron su principal objetivo si no que se quedaron clavados en el suelo. 

Un susurro en su cabeza, una voz familiar. Cerró nuevamente los ojos para negar un par de veces. Despacio asomó la lengua para deslizarla sobre los labios humedeciéndolos pues los notaba secos. Nuevamente esa voz se silenció y se sintió más tranquila, por lo general no era algo que la molestase, pues con el paso de los años se había acostumbrado a vivir con ella. Esos instantes de silencio que le habían regalado se vieron rotos nuevamente por la voz del Grovehn. 

Cómo si de una muñeca dormida se tratase, los ojos de Ira se abrieron de golpe dejando ver su color, la mirada se volvió afilada y en ellos se dejaron ver esa locura guardada. Suavemente inició una risa que apenas se escuchaba, según hablaba Liam, más aumentaba el volumen pero cuando él se silencio su risa desquiciada y histérica se dejó escuchar en toda la sala, revotando cómo una inquietante melodía en las paredes. Su cabeza seguía bajada, pero lentamente la subió hasta clavar sus ojos en aquel pequeño grupo compuesto por Liam, Nil y Zyllah. Calmando aquella risa enloquecida, separó los brazos de su pecho y aplaudió solo un par de veces. Sus ojos habían tornado salvajes y su sonrisa no se borraba de aquellos finos labios.-Magnífico...-Su voz salía suave y dulce, todo lo contrario a aquella mirada que no se despegaba de ellos. Nuevamente volvió a bajar las manos y las cruzó sobre el pecho, abrazando los costados.  Un sutil gesto de negación dio paso a que volviese a esconder la mirada sin nada más que añadir.

Marceline negó con el dedo ante las palabras de Poron.

No voy a decir que poder tiene Syd por dos motivos. Uno porque podría estar mintiendo, aunque no lo creo. Dos, porque en caso que no mienta, creo que ya le hemos dado el primer y segundo plato a los traidores. No seré yo quien le sirva los postres. Que sea él quien os lo diga, si lo cree oportuno, en caso que alguien de aquí lo traiga de nuevo a la vida.

Luego miró a Zyllah.

Creo que el hecho que Zagam aún pueda ver lo que ocurre en su "reino", me hace pensar, tras las últimas conversaciones allí abajo, que el robo fue más temporal que definitivo. Lo cual explicaría porque quien se lo quitó no ha ampliado el quorum, y seguramente significaría que Zagam volvería a atrapar a los presentes. Así que como bien dices, sería estúpido que nosotros lo trajéramos a la vida para luego volver a matarlo. 

Megan observa todas aquellas conversaciones con algo de atención pero cuando recibe la respuesta de Marceline, se desconcierta un poco. Ciertamente, no esperaba que fuera tan ruda, al fin y al cabo, para Megan no era tan terrible. Cuando Zyllah replica por lo mismo, Megan mira a Tetsuo. Tal vez estaban malentendiendo sus intenciones, pero eso era posible en situaciones así.

Megan le responde a Zyllah tranquilamente, mirando a Liam con desaprobación - Realmente creo que eso es tan útil para ellos como lo es para nosotros. Ellos tienen más de dónde escoger, pero nosotros menos probabilidades de errar - se aleja y vuelve con Tetsuo, le pone una mano en el hombro y le dice - Puede que tus intenciones sean buenas pero no tendrás la plena seguridad. Está en ti tomar la decisión - dice con voz suave y permanece a su lado.

Mira la reacción de Ira y esto le desconcierta un poco. Cada vez sentía que algo malo había en ella. Sus reacciones eran muy dispares y su comportamiento era extraño, incluso para ser una semidemonio.

Andrew escucha la conversación al lado de Alexia. Coloca una mano sobre Saskira y la agita con cierta fuerza, aunque es posible que la gran loba casi ni lo note. Aquel animal me fascina y aterra por partes iguales, pero confío en su compañera y eso me da la seguridad que necesito. El pelaje resulta extrañamente más suave de lo que parece a simple vista.

-Si seguís diciendo vuestras habilidades vais a permitir que ellos tracen un plan para acabar con todos. Además, alguien podría decir que posee X poder y ser uno de los que se despiertan por las noches. Levanta y sonríe a Alexia. No te preocupes, si yo fuera uno de ellos tendría muy claro a por quien iría y no eres tú. Mira a Tetsuo. Aún no entiendo porque han ido a por Syd y tampoco porque el que puede traer a la vida a los caídos no lo ha hecho con él. Pero bueno, sus razones tendrán ambos, supongo.

Andrew mira a Nil con cierto interés y ensancha la sonrisa cuando le habla de malas formas a Liam. Vaya, la imagen que me ha dado Azhariel de ti parece que no es fiel a la realidad. Qué te ha pasado estos años para acabar... así?

Una vez más la ira inundó mi cuerpo y tuve que apretar la madibula hasta calmarme, estaba claro que mi estado anímico estaba descompensado, porque no recordaba cuanto tiempo hacía que me enfadaba así tan seguido. Las palabras de Liam me habían molestado mucho y así lo demostré al lanzarle una mirada glacial antes de hablar.

-Liam, esa forma de hablar está de más. No me considero imbécil y no creo que mi actitud lo demuestre en absoluto. En ningún momento me habrás oido decir cual es mi don, simplemente tenía una información que consideré importante. Tras la muerte de Gabriel, juzgue equivocadamente a Tetsuo de guardarse información y no quería ser culpable de lo que había criticado.  Si haciendo haciendo público lo que sé, me pongo una diana en la espalda que así sea, pero al menos mi conciencia estará tranquila y si tengo que morir no será escondida.- una vez dicho esto, asentí a las palabras de Megan y Marceline antes de dirigirme a Zyllah.

- Gracias por tu explicación, has expresado mejor que yo lo que quería decir. Tal vez ha dado la impresión de que juzgaba a Zagam pero no es así. No puedo adivinar que pasará si le traéis de vuelta, pero su poder es peligroso por un motivo, él contaría con la misma información que nosotros, es decir, nada. ¿Cómo sería capaz de juzgar a inocentes o traidores? Por buenas que fueran sus intenciones podría equivocarse.- me quedé callada unos segundos, no tenía nada más que añadir y pero dude antes de acabar. -Siento no ser de más ayuda, Testuo. Efectivamente tendrás que ser tú quién decida, sólo espero que te haya servido de algo.

Estaba junto a Poron y Andrew, como siempre, después de todo a su lado me sentía cómoda.- Gracias, lamentablemente yo también creo que hay otros más importantes que yo.

Eko frunció el ceño tras las palabras que Tetsuo le dirigió a Alexia, pero no dijo nada. Sin embargo, no podía estar más de acuerdo con las palabras de Marceline.

Luego continuó escuchando lo que todos decían, callado. Le faltó sólo un pelo para intervenir tras las palabras de Liam. Así no ayudaba a nadie. Ni siquiera a sí mismo.

Cuando Poron se dirigió a él Eko recibió todo lo que tenía que decir sin apartar la mirada de sus ojos. Sin embargo, cuando terminó, se encogió de hombros, como si dar una respuesta no mereciera realmente la pena. - Te equivocas en demasiadas cosas. - Fue lo único que respondió.

Después, cuando la conversación continuó, Eko se puso en pie y le dio la espalda a todos durante unos instantes, con la bala de nuevo revolviéndose en sus dedos. Fue Megan quien hizo que volviera a intervenir.

- La diferencia - Le dijo - Es que nosotros no tenemos posibilidades de errar. Nuestro objetivo en este atardecer ya está claro. Dar esa clase de información antes de las siguientes no va a salvar a un inocente.

- Y aunque no fuésemos a ir a por Vanna, esas son cosas que deberían decirse sólo cuando alguien corra peligro. De cualquier otra manera sólo conseguimos exponernos de forma gratuita.

- Las palabras de Marceline habían sido suficientemente claras, al igual que las de Alexia. Era nuestra decisión confiar o no, como lo es ahora. Ponerles un letrero luminoso encima no les ha ayudado en nada.

- Además, las cosas cambian. Y cualquiera que sea un aliado hoy puede ser un enemigo mañana. Darles esa información sólo sirve para que sepan a quién apuntar si logran corromper a alguien.

Mi temperamento me jugó una mala pasada, a nadie le hizo gracia, aunque poco me importaba. Pero realmente la actitud de Alexia fue la que más me afectó y solo por eso decidí responderle obviando la de los demás. Me acerqué hasta la morena para hablar directamente.

- ¿Te exponen y el que se enfada soy y yo? - Pregunté incrédulo. Más sorprendido que cabreado, aunque lo estaba. Guardé silencio unos segundos y me mordí le labio inferior como un intento de refrenarme. Le devolví la mirada aunque la mía era más suave. – Es solo, que me ha jodido. -  Dije finalmente desviando la mirada.

Me encontraba más tranquilo que otra cosa, con un semblante de fastidio eterno mezclado con impotencia, y como no, rabia contenida. Estar como un animal enjaulado no era plato de buen gusto para nadie.

Si te pasara algo…bueno, da igual.- Estaba a punto de decirle algo pero me contuve, pero se podía deducir que por mi tono era amable, un poco forzado quizás. Pero me esforzaba en serlo. – No necesitas saberlo.- Dije finalmente aunque un poco confuso pero la preocupación se podía asomar en alguna palabra de forma discreta.

Si fuera una pelea me hubiera sentido más cómodo, elegir las palabras y el tono de voz adecuado me era sumamente difícil. Algo que no parece ningún impedimento para el resto.

No pretendía. - Negué con la cabeza. ¿había entendido lo que quería decir? Pronto lo sabría.

No se me ocurría nada más que decir al respecto así que me alejé de ella algo más tranquilo, pero aún en tensión. Decidí participar en la conversación con el resto, con Zyllah, Nil, y demás.

- Zyllah.- La llamé por su nombre para atraer su atención. – Mencionaste algo referente sobre su protector o algo así. ¿Dices que no puede elegir a quién protege? ¿Qué quieres decir exactamente? ¿Es al azar? – Pregunté para recaudar más información al respecto. – Quizás podamos jugar con eso, me refiero al tiempo. Esa desorganización nos podría dar cierto margen de maniobra. - Sugerí de forma deistraída mientras pensaba en algo.

Crucé los brazos adoptando una actitud seria, era el momento de darle al coco. Y después de todo, estábamos en una batalla. Las palabras, argucias y demás podrían camuflar la verdad. 

Asentí en silencio hacia Marceline cuando se dirigió a mí. E iba a responder a Megan, pero Eko se me adelantó y dijo más o menos lo que yo pensaba decir. - Pienso como Eko y Andrew. No es necesario desvelar lo que puede hacer la gente, mientras no corran peligro de ser votados. No nos ayuda en nada que los traidores sepan a quién les conviene matar en cada momento. Si fuésemos a cometer un error, ese sería el momento de desvelarlo. 

Después asentí hacia Alexia ante su agradecimiento y me volví hacia Liam cuando me llamó. No me había gustado lo que había hecho antes, pero ahora parecía estar intentando disculparse, así que hice un esfuerzo por ser amable y no mandarlo directamente a paseo. - La verdad es que esa es una de las partes más confusas de la historia. Pero por lo que dicen, la persona con esa capacidad no podía elegir a quién protegería directamente, sino que tenía que elegir a ciegas entre las almas corruptas, sin saber a quién protegería, y esperar acertar. Siempre lo imaginé como que podían sentir la corrupción a su alrededor, pero no saber exactamente de dónde provenía. No sé qué pasaría exactamente si acierta, eso no sucedió en la otra batalla, pero al menos en aquel entonces no le era tan fácil acertar. De todas formas, supongo que Nil o Andrew lo sabrán mejor que yo, ellos lo vieron en vivo y en directo.

Las palabras de Marceline quitaron las pocas dudas que podía albergar y asintió a sus palabras.-Como bien dice Andrew, yo soy partidario de no seguir mostrando lo dones de los demás, a no ser que sea totalmente necesario o bajo su propia responsabilidad como dijo alguien antes que yo, les estamos haciendo la cama, aunque si Vanna es uno de ellos y cae esta noche estaremos empate a m...-Pronto se dio cuenta de que sus palabras podían sonar muy mal y callo. Después se mostró curioso ante las palabras de Eko.

-¿De verdad? Vaya... esperaba tener razón, bueno supongo que no todo el mundo puede acertar.-Le dedico una sonrisa, después de todo el había devuelto la vida a Gabriel, era frio y distante, típico de los de su casta nada que reprochar, al menos no era como el barbudo que le tutelo, un amargo recuerdo mas que se hace a fuego al regresar a Oldland.

-Tranquila Alexia has demostrado tu inocencia y yo mismo veo que es verdad, seguro que Andrew tambien, haremos lo posible para que ese par de niñas no te hagan bocadillo.-Quiso hacer una broma para quitar tension. Aunque seguramente solo el entendería el chiste.

Cuando Liam se acercó enfadado me quede totalmente pasmada. Normalmente se mantenía a distancia de todos y disfrutaba del sarcasmo más de lo que me gustaba, pero su preocupación y su dispulpa me impactaron, me parecía sincero. Observé como se alejaba de nuevo con el ceño fruncido.

Estaba mirandole pensativa cuando Poron me interrumpió. Me reí con la broma, sobre todo teniendo en cuenta el ritmo al que consumía bocadillos.- Se agradece el detalle, pero no intentaba demostrar nada- me encogí de hombros y le puse la mano en el hombro- no pretendo que nadie se arriesgue por mi.

Me giré y caminé lentamente hacia donde estaba apoyado Liam, me sabía mal como me habia puesto con él. Me coloqué a su lado, sin mirarle, y acaricie tranquilamente a Saskia, que no se alejaba de mí ni un segundo.

-Lamento haberme puesto así contigo, todos estamos muy tensos y me ha molestado el insulto. Me he dado por aludida, pero parecio tu preocupación. No me arrepiento de haber dicho lo que sabía, pueden creerme o no. Me he descubierto, pero no podía callar. Tetsuo tiene una gran responsabilidad y cualquier cosa que pueda ayudarle será bueno.- levanté la vista antes de añadir. -Me ha dado la impresión de que querías decir algo más, si es así te escucho.