Partida Rol por web

Era interesante escuchar a cada uno de los presentes.Por un momento, las palabras de Liam, me hicieron dudar...pero Vanna era la sospechosa y mi voto iba a ella.

Estaba perdido en mis pensamientos, como si de esa forma tener la mente ocupada no me permitía decir o hacer alguna estupidez. Mi lista ya era de por sí demasiada larga como para encima añadir más palabras o situaciones tensas, disfrutaba mucho con las broncas pero no era el momento.

Casi ni me di cuenta de la presencia de la morena hasta que la tenía relativamente cerca,  por su forma de hablar parecía tranquila y predispuesta a una charla. Ignoraba que vi en aquella chica que me sentí ciertamente cercano a ella pese a tener personalidades tan dispares.

Mantuve mi postura, aunque mi atención se centró en ella. Alcé una ceja sorprendido ante sus palabras ya que no eran más que disculpas. Algo que no entendí, y así se lo hice saber. - No entiendo porque te disculpas. – Hice una pequeña pausa y luego seguí. – Es solo, que las primeras palabras de la “pelirrosa” me cabrearon mucho y ya como has podido comprobar tengo muy mal carácter. No me pude refrenar y dije lo que sentía en ese momento. – Le expliqué sin ni siquiera pedirlo. – No importa.

En aquel momento recordé algo que dijo ella, pero no sabía si seguir con la charla. Pero hice un pequeño tanteo tomándome mi tiempo, mis reservas al hacerlo me venían bien porque el camino de la conversación que yo mismo estaba dirigiendo, la incomodidad era palpable.

- Comentaste algo de tu vida, lo de convivir con humanos. – Solo lo mencioné, preferí no entrar en detalles. -  Yo..lo fui. – Confesé por primera vez un aspecto de mi vida, por eso mismo quizás mi voz sonaba grave pero sin hostilidad, pero sí con cierta distancia.

No entendía al imbécil de Liam. En primer lugar, ¿le molestaron mis palabras? Sólo me defendí de sus acusaciones, y en ningún momento recurrí al insulto fácil como él si hizo. Traté de justificar mis acciones, pero tuve la sensación de que, hubiese dicho lo que hubiese dicho, el resultado habría sido el mismo.

Y ahora se comportaba como un corderito manso, pidiendo disculpas. A este tío le faltaba un puto tornillo. Preferí guardar silencio, pues no tenía nada más que aportar por ahora.

No acababa de entender por qué le extrañaba que me disculpase, había tenido un momento de ira y me molestaba haber reaccionado así, sobre todo porque, a pesar de sus maneras, sólo trató de apoyarme. Entonces soltó la bomba.

Mi expresión debía parecer muy cómica, como un pez fuera del agua boqueando. De todas las cosas que podía esperar que me contara, ésta no era una de ellas.

-Perdona, no sé si te he entendido bien. ¿Has dicho que fuiste humano? No es por presionarte y no me quiero meter donde no me llaman. Bueno... sí que quiero, al fin y al cabo has empezado tú, pero... ¿cómo? ¿cuándo?- no podía salir de mi asombro. Desde que tenía memoria había vivido entre humanos, no tenía ni idea que pudieran transformarse, pensé que sólo podiamos nacer. Me callé esperando no espantarle, si necesitaba hablar yo tenía un buen par de oidos.

En cuanto al resto, no podía añadir nada más y hasta las votaciones lo unico que faltaba era esperar la decisión de Tetsuo.

Escuchaba las conversaciones con atención y parecía que muchos olvidaban que no todos sabían de qué hablaban, pero poco importaba. Sólo le restaba permanecer al margen y esperar que todo se explicara por sí mismo.

Cuando Liam se acercó a Alexia, había algo peculiar en el trato entre ellos, algo que realmente no tenía por qué suceder, pero más aún la afirmación de Liam. ¿Cómo pudo haber sido humano?

Megan le dice suavemente - Disculpa, pero a mí también me gustaría eso. ¿Fuiste humano? Yo sé que mis padres eran semidemonios pero ¿Cómo es eso? -.

Cuando me di cuenta de lo que dije ya era tarde, mi boca me perdía, no paraba de demostrarlo una vez tras otra. No podía arreglarlo. Si la reacción de la hija del legado de Eve era graciosa, la mía también lo era.

- ¿Por qué cuento esto? - Me recriminé a mí mismo. Solté un bufido fastidiado ante esta inesperada reacción por mi parte. Estaba visiblemente cabreado, aunque en esta ocasión no iba dirigido a nadie más que a mí. Además, era un enfado cómico más que otra cosa.

La morena Grovehn se unió a la conversación así sin más, no es que iba recriminarle por ello, ya que yo mismo suelo interferir en las conversaciones alguna vez tras otra, es solo que no esperaba que le interesara la conversación. Le dediqué una mirada llena de curiosidad.

Me tomé mi tiempo para hablar, no sabía por donde empezar. Ya que las dos tenían cierto interés no me dirigí a ninguna en particular. El tono usado era grave, aunque sonaba distante, como si pensara en otra cosa.

- Es fácil, para ser un demonio hay dos formas, la primera es ser hijo de semidemonios o que uno de los padres sea demonio y el otro humano. - Se me complicó más de lo deseado, tuve que hacer una pequeña pausa. Lo siguiente me era complicado contarlo. - La segunda es convertirse, para ello hay dos maneras. Usando la sangre de un semidemonio o...  - Notaba como mi respiración se aceleraba, y empecé a notar un dolor que no sabía muy bien el origen, aquello me hizo provocar una mueca de desagrado, aunque era evidente que intentaba disimularlo sin llegar a conseguirlo. - torturando tu alma.

Solté un suspiro para intentar recomponerme. - No importa, solo tenéis que saber que es doloroso, ya que se puede morir en la transformación, conversión o como queráis llamarlo.

No quería profundizar más en la conversación así que ahorré detalles personales.

- Quizás os cuente mi vida...solo quizá. - Les dediqué una mirada a ambas con ciertas reservas. - Pero no hoy.  - Después miré al rubito como acordándome de algo pero no le dije nada.

Se abrazo a si mismo, dejando su katana a un lado. Realmente no tenía nada claro, deseaba información concreta, algo que le ayudara a saber a ciencia cierta si iba en el camino correcto, pero en cambio, ahora se encontraba en el cruce de muchos caminos. Su plan parecía haber fallado, y se sentía derrotado. Si hubiesen asesinado a cualquier otro en lugar de Syd, pero esto solo aclaraba una cosa para él, solo un movimiento lógico les quedaba a los traidores, y este era acabar con él.

El ser recriminado por mencionar las capacidades de Alexia de verdad le desanimaron, quería ayudar, pero termino apuntando la mirada de los traidores en ella, y tarde o temprano ella sería un objetivo.

De pronto el número de aquellos en los que podía confiar se redujo. Un mal movimiento, un fallo en sus cálculos derrumbo toda su estrategia. Mantuvo el rostro agachado, avergonzado de su actuar imprudente, y por ello quizás condenaba a muchos. 

Guardo silencio, incluso ignoro si alguien le había hablado, como si su espíritu hubiese sido derrotado.

Al sentir las manos de Yormund sobre sus hombros, un escalofrío recorrió la espalda de Ivhone. Levantó la mirada y la entrelazó unos segundos con la del joven. Sus pestañas aletearon y asintió con la cabeza mientras se incorporaba y se alejaba del cuerpo de Syd. En todo aquel rato no había dejado de temblar, se arrebujó en la chaqueta que Yormund le había cedido el primer día y se sentó a un lado. En aquel momento, Shia despertó. Había estado durmiendo entre los senos de la joven y el constante vibrar de su cuerpo hizo que empezara a trepar, apareciendo por su escote y saliendo de entre los pliegues del vestido.

Ivhone la miró y la cogió con sumo cuidado. Una sonrisa sesgada se formó en sus labios. Ella era la única que conseguía tranquilizarla y darle la paz que necesitaba. 

Levantó la mirada y observó los rostros de Zyllah, Eko, Alexia y Megan...  Estaba perdida en sus pensamientos, cuando Liam empezó a sobrepasarse. La joven dirigió su mirada de avellana hacia él y enarcó una ceja. Tenía cambios de humor muy repentinos y ahora parecía estar lamentándose de su estado de semidemonio. 

- ¿Fuiste humano...? - Preguntó y arrugó ligeramente la nariz. - No había escuchado nunca algo semejante. Creía que debías tener ascendencia semidemoníaca para que tu sangre fuera... pura... - Ivhone ladeó ligeramente la cabeza, sin apartar la mirada de la de Liam. - Si tu alma fue torturada, buscarás venganza, ¿verdad...? Y que mejor que abrir el sello que intentamos proteger... - Insinuó dibujando una mueca en sus labios.

Había necesitado un tiempo para reflexionar acerca de las palabras de Andrew sobre mi nuevo poder, si tomaba para mí las capacidades de alguien que quisiera destruir el sello, me vería obligado a seguir ese fin yo también. ¿Tan fuerte sería la influencia como para nublar mi juicio de esa forma?... Aunque existía una forma de no equivocarse, tomar el poder de alguien que muriera durante la noche, alguien que ellos hubieran matado.

Correspondí al sutil gesto de Ira con una inclinación de cabeza, la mujer no hablaba demasiado, pero parecía atenta a cada detalle que ocurría a su alrededor. Obvié la infantil actitud de Liam y sus discusiones carentes de fundamento con la pelirroja, debíamos mantener la cabeza fría y tratar de descubrir a aquellos ejecutores silenciosos, aquellos que trataban de eliminarnos en las sombras para reclamar después el poder del sello.

-Estoy de acuerdo con Zyllah. Un buen mago nunca debería revelar sus trucos -Sonrío ligeramente, recordando un pasado distante. -Pensar antes de hablar siempre suele ser más acertado. Cuando revelaste lo que eras capaz de hacer, Tetsuo, no sólo te expusiste tú mismo, si no que también me has expuesto a mí. -Ahora sabían que podría tomar el poder de alguien cuando muriera... ¿se arriesgarían a que pudiera hacerme con alguna habilidad que les perjudicara... o me matarían antes?...

-Mostráis demasiadas cartas -Dije volviendo mi cabeza hacia Marceline.- Has hablado del mundo paralelo que es capaz de construir Zagam, y del hecho de que ahora hay dos personas ocupándolo. Del mismo modo has dicho que traten de no comentar tu opinión desfavorable respecto a su regreso... ahora saben que Zagam puede ver lo ocurre allí, escuchar sus conversaciones. Desconozco si algunas de esas dos personas pretende destruir el sello, pero si había alguna posibilidad de que cometieran algún error, acabas de destruirla, ahora saben que Zagam escucha... medirán sus palabras.

Miro a Poron de Old cuando este me saluda con su alegría característica, de entre todos los presentes era el que más me desconcertaba, siempre amable, despreocupado, y a la vez capaz de arrancarle el corazón a alguien y aplastarlo con sus manos. -Yo también me alegro de estar de vuelta. -Le respondí sin más, con amabilidad.

Después escucho el relato de Liam sobre sus orígenes... ¿humanos?, y las reacciones que esto provoca entre la gente. Desde luego era una historia interesante.

-Un juicio demasiado apresurado, Ivhone. ¿Tantas ganas tienes de señalar a alguien como culpable?. Si he aprendido una cosa desde que estoy aquí, es que no importa de donde vengamos, o quienes sean nuestros padres, ni si antes éramos capaces de manipular el fuego, o el tiempo.

Es la influencia que ejerce este lugar lo que realmente importa, capaz de corromper los corazones más puros o por el contrario hacer que seres sin humanidad alguna encuentren una nueva motivación. 

Camino con tranquilidad hasta apoyarme contra una de las paredes, cruzando los brazos, consciente de que la respuesta no se encontraba en el pasado, si no que debíamos centrarnos en el presente. Como había dicho Marceline, les habíamos servido en bandeja el primer y segundo plato, ahora aquella gente que se había corrompido estaría elaborando su estrategia... Tetsuo, Marceline, Alexia, yo mismo... estaban frente a un buffet y probablemente les sería complicado decidir cual de los platos era el más jugoso.

Ivhone era el tipo de semidemonio del que me haría amigo para contarle mis viajes cuando pasase por su casa. "Veremos como termina esto, acaba de empezar. Por ahora quién me cae bien afronta una sentencia letal."

A medida que el sol cae y con el objetivo de la mayoría decidido de antemano, las conversaciones se vuelven irrelevantes para la situación, pero ciertamente son historias que merecen la pena ser escuchadas. Me fascinaba como todos tenían un origen y un pasado, cuando sólo recordaba mi infancia en Oldland tras una nube de amarga añoranza por el esfuerzo de olvidar y un presente compuesto por demasiadas vivencias, demasiado rápidas, demasiadas experiencias, demasiado intensas, desenfreno que una vez pasa no se puede recuperar.

- Y ahora resulta que eras humano?- le pregunto a Liam, la verdad es que no me creo nada lo que el dice.

Levanto miz brazos como haciendo una pregunta- Y además, hasta tratas de hacerte el simpático, luego de todas las chorradas que lanzaste en contra de varios aquí... de verdad piensas que puedes decir lo que te plazca y los demás a quienes ofendiste gratuitamente, tienen que solo olvidar lo que dices? solo porque cambias de actitud... no eres humano... eres un idiota...- cuando termino de dirigirme a Liam, recuerdo la pregunta que me hizo Andrew y que quedó sin responder:

- Respecto de lo que me preguntas Andrew... bueno, han pasado casi 200 años, viajé mucho preparándome para venir aquí, pues luego que Kaldreade salió de ésta catedral, me imaginé que quizás él fuese el que trataría de romper el sello, pues tenía la misma capacidad que éste- digo lo último haciendo el gesto con el pulgar que apunta a Liam- de hablar pelotudeces, por lo que era fácil deducir que tarde o temprano nos traicionaría... tal vez luego de 200 años... si... he cambiado, pero mi lealtad con éste mundo, que es mi hogar... no ha variado-

El repentino cambio de actitud de Liam hizo que Eko le mirase en silencio, simplemente levantando una ceja. Probablemente sólo buscaba llamar la atención, y estaba probando una estrategia tras otra hasta dar con la adecuada. Lo sorprendente era que funcionara. De repente, tres mujeres se acercaban a él, como si el que un humano pudiera convertirse fuese algo impensable.

- Joder. ¿Y vosotros sois lo que tenemos para mantener el sello? - Preguntó con incredulidad, sin saber de qué guindo se habrían caído. - Lo puedo entender de quien sólo ha vivido rodeada de humanos, - Aclaró, refiriéndose a Alexia - ¿pero en serio no sabéis eso? Cómo se nota quién vive entre algodones. - Añadió luego entre dientes.

Ivhone deslizó su mirada hasta cruzarla con la de Gabriel. 

- ¿Tú no deseas encontrar a los culpables...? Claro que tengo prisa e imagino que todos nosotros la tenemos. Parece ser que cada noche que pasa se ceban más con sus víctimas y no tengo ganas de sufrir su odio... - Se detuvo unos segundos y suspiró, retomando de nuevo la conversación... - ¿Que por qué he dicho eso...? Me ha sorprendido sus cambios de humor. Como ha pasado de insultar y comportarse como un verdadero capullo a intentar dar lástima, sin venir a cuento de nada... Por eso le he preguntado si busca venganza... - La joven había vuelto su mirada hacia Liam y lo contemplaba con una ceja enarcada. - No me gusta la forma que tienes de tratar a la gente. Eres un chulito y te crees que estás por encima de todos. Pero no es así... Y no me creo que de repente te sientas mal por tu pasado... ¿A qué juegas...? - 

Se quedó unos segundos en silencio, pensativa, cuando escuchó las palabras tanto de Nil como de Eko. Se volvió a mirar a este último mientras una mueca tomaba forma en sus labios.

- Quizás he vivido demasiado tiempo aislada. Mi madre era humana y murió en un accidente, dejándome sola. Mi padre, bueno, no llegué a saber ni quién era... Así que lo siento, pero no sabía que los humanos podían convertirse en semidemonios... - Al hablar de su madre fallecida, su voz pareció contenerse. Sintió un nudo en el estómago y se mordió el labio. No le gustaba hablar de su pasado...

Megan escucha las palabras de Liam y lo que comenzó por ser curiosidad, se convirtió en decepción. Su forma de hablar de lo que había sufrido le daba algo de repulsión porque sonaba mucho más trágico de lo que podía ser.

Megan retira la mirada y escucha las palabras de Nil. Era interesante lo mucho que habían podido ver esas personas que salieron de aquí y lo que habían sufrido. Megan siempre observó desde lejos las dinámicas de la sociedad y ella misma se había aislado de la sociedad, para concentrarse en buscar a los asesinos de sus padres.

Las palabras de Eko le chocan algo y no puede evitar descomponer el gesto. A veces su ego era mayor que sus palabras y el hecho de conocer la historia anterior, podía hacer que se creyera mejor que aquellos que venían por primera vez. Megan se sienta al lado de Tetsuo, quien parece un tanto deprimido y mira a Eko. Con voz calma pero seria, le dice - Muchos hemos crecido lejos de los nuestros. Mi único conocimiento fue hasta que encontré la naturaleza de mi legado - toca sus espadas y continúa. - Además, siempre estuve aislada. Creo que no es incorrecto preguntar, el problema es creer inocentemente en todo lo que dicen. Para ustedes, quienes ha escuchado la historia de este lugar, es mucho más sencillo dar una gran cantidad de hechos como lógicos o que saltan a la vista. Para aquellos que hemos llegado aquí sólo guiados por un llamado de sangre, todo nuevo detalle cuenta - guarda silencio y le dice suavemente a Tetsu. - Daijobuka? -.

Ante la respuesta de Ivhone una sombra cruzó los ojos de Eko, oscureciéndolos durante un instante. Mantuvo su mirada unos segundos mientras las palabras de Megan quedaban suspendidas en el aire, y cuando habló lo hizo en voz baja.

- Perdona. - Le dijo apartando la mirada, como si su lengua se resistiese a pronunciar una palabra así.

Nuevamente dije más de lo que me gustaría. Debería empezar a aprender a controlarme. Iba a contestar a la chica de la araña cuando Gabriel, sí, Gabriel se interpuso defendiéndome o algo así. Me sorprendió tanto esa reacción de su parte, y si a eso le sumamos sus palabras que me quedé boquiabierto y sin ganas de rechistar.

Dudé un poco que decirle, estaba buscando en mi limitado diccionario alguna palabra de agradecimiento.

-No tenías que haberte involucrado, pero aun así….gracias, supongo. – Era lo único que se me ocurría en aquel momento, desconozco como se lo tomará pero quedó patente que tuve que tragarme mi orgullo de forma amarga.

Le dediqué unas palabras a Nil, que distaban mucho de la agresividad y chulería que había mostrado.  El reproche colectivo estaba funcionando habían funcionado.

- Lo que me jode es que vosotros, los mismos que os habéis expuesto, ahora mismo sois los ojos y los oídos, y si caéis, el resto os seguiremos como fichas de dominó. Sin poder hacer nada. Nuestras vidas están en vuestras manos y es algo que no me gusta nada, pero ya está hecho. – Dije con cierta resignación. Me importó poco las palabras que me dijo antes.

La tensión, las malas palabras, la arrogancia…estaban consiguiendo que saltaran algunas chispas. Miré a Ivhone iba decirle algo aunque no sabía muy bien el que, al final me decidí y solté lo que creí conveniente. Con voz severa, pero nada intimidante.

- No estoy jugando a nada. – Dije de forma contundente. – Es solo que estar atrapado en una guerra de bandos  y donde tu peor enemigo puede ser al de al lado, me viene demasiado grande. Y más cuando no sé absolutamente nada de lo que está pasando. – Hice una pequeña pausa. – No tengo la sangre fría para quedarme sentado y analizar las cosas tranquilamente.  – Desvié un poco el tema a donde quería llevar. – Me dejé llevar comportándome como un capullo, eso lo reconozco. – Tuve que admitir que me costó decir esas palabras, mucho más de lo que creía.

Había algo que no me dejaba tranquilo, miré al asiático.

- No sé si te servirá de algo, pero si tienes dudas sobre….Syd, ¿crees que le matarían de esa forma? Su muerte fue más una humillación. Dudo que sea uno de ellos, y el en caso de que lo fuera, ¿no tendría ganas de venganza por lo que le han hecho? Si vas hacerlo que sea antes de las votaciones, aunque no creo que para esta ocasión su voto sea decisivo. Y por la noche quizás esté expuesto.- Hice una pequeña pausa.- Esta es mi sugerencia, haz con ella lo que te apetezca. Eres un guerrero, ¿no? Entonces no sé que haces con esa actitud de rendición, ¿dónde está tu orgullo?- Palabras de ánimo, o lo parecía. Sentí la necesidad de hacer algo útil, e hice mi aportación aunque fuera pequeña y quizás absurda. Pero hice el intento.

Me aparté de todos, apoyé mi espalda en una columna y crucé mis brazos, tenía la intención de mantenerme callado al menos hasta que terminaran las votaciones. Ya había hecho suficiente. Llevaba tres días y mis ánimos estaban con una jodida montaña rusa, arriba y abajo.  

-No sé, no puedo y no quiero. Las tres excusas favoritas de la humanidad en orden de... ¿impoliteness?...ummm.. descortesía. Se nota que tu alma aún es humana.- Tantas historias parecidas, me revolvían el estómago.- Si sólo tenéis pasados lacrimosos para compartir, os recuerdo que esto es la antesala al infierno. La convención de los emos era en otra lugar. 

Intentan animar al chino. Parece que se ha dado cuenta ahora, que se trata de una cuestión de números no de las características de cada uno de nosotros.

-Somos demasiados como para que el hecho de que algunos se revelen cambien las cosas. Sencillamente atacaran a quién no se sepa de que lado está, así ocurrirá como hoy, no te atreverás a resucitarlos. Solo que ahora saben a quien dar prioridad, dado que hay alguien que puede comprobar la identidad de los muertos.

Marceline soltó un largo bufido de malestar, y luego miró a Gabriel.

Ciertamente hablé demasiado sobre Zagam. Pero pensaba que quien le había tomado ese don era de mayor confianza. Y dado que Zagam ya es plenamente consciente allí abajo de lo dicho aquí arriba, no soy la única bocazas aquí. Y no sé porque te cuento esto a ti Gabriel, en vez de ir y llamar a la hueca cabeza de esa persona. Supongo que ya han habido suficientes revelaciones ajenas, aunque esto no hará que deje de vigilar durante los posteriores días.

Luego Marceline miró a Liam.

No seas tan duro con Tetsuo. Ya... - Marceline suspiró - Ya lo entenderás.

Negó con la cabeza en respuesta a la pregunta de Megan, manteniendo su mirada clavada en el suelo. Estuvo en silencio unos cuantos segundos, y se cruzó de brazos.- Sé que es ro que deberían de hacer ros traidores para ganar... eso es ro que me deprime...- 

Levanta la cabeza para apoyar la nuca contra la pared, para entonces mirar al techo.

- Puedo ver como piensan ahora mismo... Yo descartaría a Marcerine o a Arexia como brancos directos para esta noche, sería una noche perdida, puesto que ras traería a ra vida ar día siguiente.- 

Luego giró el rostro hacía Nil y Andrew/Azhariel, quienes sabían más de los dones del pasado.- ¿Cuantos tenían er poder para ver en el interior de ros otros? Sean vivos o muertos... -

Silbo y alzo las cejas con asombro.-Vaya... no sabia que eso era posible, vaya mundo este.-La historia de Liam era increíble, ¿Se supone que había ido al infierno y regresado siendo en parte demonio? Eso junto a la historia de su amigo Andrew sin duda eran geniales para retratar en una obra de circo. Algo así daría mucha audiencia, una historia con fuerza, claro que Poron se puso a recordar y cada historia merecía ser contada desde el punto de vista de los gitanos, incluso de la primera traidora, aunque esa seria mas difícil claro...

Poron divagaba en sus pensamientos, mientras el resto lo hacían con los recuerdos de otros. Lo único cierto en ese lugar es que el tiempo terminaba y la acusada y seguramente justiciada, llevaba mucho tiempo en silencio.
-Puede que si me fijara en su mirada, ella buscaría una mirada cómplice en alguien y ese podría ser su compañero de fechorías, por probar...-Dicho y echo, el payaso, se quedo mirando fijamente a la mujer que hace dos días jugaba con el gato. Aunque sus oídos escuchaban la pregunta del oriental una importante cuestión y otra le venia a la mente.

-Y añadiendo a la pregunta de Tetsuo...-Aun miraba fijamente a Vanna a pesar de dirigirse al resto.-¿Esos pueden trabajar con los malos? ¿Como ese que los protege de ataques?-Si eso fuera así, no solo se enfrentaban a asesinos, sino a esbirros de asesinos también.