Partida Rol por web

Ante las palabras de Alice, Marceline alzó los brazos en señal de inocencia y de disculpa.

Ya hablé una vez más de lo que debía de lo que se habla en el otro lado. Salvo que me den permiso explícito, no hablaré de nada de lo dicho allá abajo. Dicho lo cual, tampoco tengo control sobre lo que digan una vez vuelvan... - dijo con una mirada risueña hacia Eko.

- Claro. - Contesta una vez más Eko, masticando cada sílaba. - Seele como nombre genérico de asesino. Vas a tener que currarte más esa excusa si pretendes que alguien te crea. Además de que contradice de manera absurda todo lo que has dicho antes.

- Tu argumento fue que si lo que digo es cierto te habrías aliado con Seele la segunda noche. No habría sido posible, ella no estaba entre los vivos. Igualmente no te dio tiempo a comprobar a Alexia, a mí y a Tetsuo antes de que su don cambiase. - Retoma, sin entrar en sus intentos por desviar el tema.

- Por cierto, ten cuidado. Comienzas a parecer desesperado. - Añade luego con una mirada provocativa.

-Tengo que decir, que en esta ocasión estoy del lado de Poron. Su historia tiene sentido, sencillamente en la primera noche, vio el alma de Selee, podría haberse aliado con ella o no, como muchos habéis dicho hay fuerzas en este conflicto que pueden dirigirse hacia cualquiera de los dos bandos. Cada noche posterior fue analizando a los demás. No pudo adivinar el poder de Tetsuo porque la noche que Poron intentó usar su adivinación sobre él, nuestro amigo de la katana, estaba intercambiando su don con Gabriel. Como no podía funcionar con Tetsuo, cambio de objetivo esa noche, descubriendo el poder de Alexia. Simple.

Le doy una palmada al acusado según paso, de apoyo.

- Estáis persiguiendo fantasmas y os estáis obcecando. Queréis creeros tanto vuestra versión que no contempláis estar equivocados.

Siete sospechosos.

-Claro que eso, sólo es mi opinión.

Se sentía abrumado, era el centro de atención, lastima que no fuera para bien, por desgracia a este paso nunca regresaría a su circo. Primero respondió a la chica látigo.

-No he hablado mal de Tetsuo, es mas lo he elogiado en alguna ocasión, lo que no entiendo es su poder. No lo estoy culpando. De echo no culpo a nadie. La pregunta hacia Eko es simple curiosidad, saber si llegado el caso, él podría o no cambiar de bando.-Estaba claro que aquel publico difícil no querían escuchar sus palabras. Como de costumbre.

-Yo no creo a ver sido mentiroso nunca. Es evidente que nunca os habéis parado un segundo a escucharme.-Los miro con tristeza, realmente esos semidemonios nunca le darían el voto de confianza, el roble puede al sauce.

-Claro que lo parece, ya habéis sacado las cruces y el fuego y por mucho que os equivoquéis no querréis escucharme. Por lo que adelante.-Ya solo quedaba escuchar la respuesta a la pregunta realizada a Alexia.

Sintió la mano de neko-chan.
-No es del todo así Yormund. Yo vi a Eko enamorado de Seele eso es todo. Pero no compartieron destino. Algo que me pareció raro y dude. Si he nombrado a Seele a sido como ejemplo de traidor, pues no conozco el nombre de ninguno vivo. Pero eso es lo que no quieren comprender.-Le confeso con una sonrisa, aunque algo mas difícil de mantener.

- Y tú de nuevo estás hablando sin saber lo que dices. - Respondí tranquilamente a Yormund. - Y echándole demasiada imaginación al asunto. Hay fuerzas que pueden elegir bando, y las hay que lo tenían antes de venir. Si Poron hubiese mirado el alma de Seele, y su poder fuese el que dice Eko, no habría habido elección, Seele y él se habrían aliado. Y si hubiese mirado el alma de Tetsuo habría visto lo que fuese en ese momento, estuviese haciendo él lo que estuviese haciendo. No podría haber redirigido su poder la misma noche.

Hice una pausa, contemplando al muchacho de arriba a abajo antes de seguir hablando. - Me llama la atención tu forma de sacar conclusiones precipitadas y creértelas a pies juntillas continuamente. Como cuando decidiste que lo que pone en el tatuaje son nuestros nombres, o que sólo se puede volver de la muerte una vez... Luego te montas una superteoría con tus conclusiones erróneas y sigues adelante, como si fuese cierta. Ni sé las veces que lo has hecho ya, y sigues haciéndolo. Es una pena, porque me da la impresión de que tienes la cabeza bien amueblada y te quedas con los detalles, si no te creyeses que lo sabes todo y dieses tantas cosas por hechas creo que serías de mucha ayuda.

-Exactamente igual que tú. Te crees que por haber oído una historia del pasado se va a repetir en las mismas circunstancias, que todo lo que te enseño tu madre te va a valer. Estas tan convencida de que nada pueda haber cambiado, de que las normas son las mismas, que no sales de tu esquema mental  y no eres capaz de salir de él, cuando nada te asegura que sea así. Solo tu convicción. Yo tengo las mías, y mis teorías siguen un principio básico, que el error sea lo más pequeño posible. Os lo estoy diciendo, estáis equivocados. Sólo porque su don se active por las noches, igual que el de Nil, no significa que sea uno de los traidores. 

Le lanzo un beso soplado desde mi mano.

- Si no fueras tan terca, serías de utilidad. Sólo sabes seguir a Eko. Pero eso está bien, piensa por él y por ti.

Si la situación no fuese tan seria me habría dado la risa al escuchar el patético intento de Yormund por ofenderme. Tendría que trabajárselo más si pretendía conseguirlo. - Oh, creo que he demostrado de sobra que pienso por mí misma en los días pasados. Y visto lo visto, creo que también he demostrado tener mucho más tino que tú al hacerlo. - Respondí enarcando una ceja ante el beso que me lanzó. - Y te aseguro que sé de sobra que hay cosas que han cambiado. Sé con seguridad que hay gente aquí con poderes que no existieron la otra vez. Pero hay otras cosas que se repiten. Y simplemente observando y escuchando con atención es fácil detectarlas. 

Finalmente me encogí de hombros. - Nadie ha dicho que Poron sea un traidor porque su poder se active por las noches. De nuevo una conclusión precipitada, y supongo que ya tendrás una teoría construida sobre ella... Pero lo más divertido es que creas que tu margen de error es pequeño, cuando no das una. Yo ya he señalado argumentando a dos traidoras. ¿De qué utilidad has sido tú? 

En el rostro de Andrew se relaja y una sonrisa triste aparece en él cuando revive Eko. Espera a que diga lo que tenga que decir y se acerca a él. Lo siento Eko. No pude hacer nada. Solo esperar que volvieses... No está en mi mano proteger a nadie por las noches. Aún así intentaré seguir cumpliendo la promesa que le hice a tu padre e intentaré ayudarte en lo que sea para que puedas salir de aquí de una pieza. Cuenta conmigo.

Se gira entones a Poron y le mira con gesto serio. La única posibilidad de que seas inocente es que Eko y Marceline estén mintiendo y estén poniendo en boca de Syd cosas que no son ciertas... Pero yo confío en Eko. Te habrás ganado la amistad de Andrew, pero ya lo dijo una vez, si tú o Alexia resultabais ser traidores no permitiría que siguieseis actuando.

Marceline sonrió.

Poron, es que una cosa es mentir... y otra no decir toda la verdad. Aquí nadie está diciendo que mientas con lo que puede hacer tu don. Ahora bien, dicho esto, esa no es toda la verdad, y aquí si que a falta de no poder decir la verdad, pues... - Marceline se atusó el pelo, sintiendo que no hacía falta decir nada más.

Miro a Zhylla con cara de pena. De verdad, me daba lástima. 

- Como quieras. No me gusta discutir con infantes. Aunque mantengo mi postura de que estáis errados. De hecho mi voto esta vez, va a ir para alguna de las señoritas que se mantienen entre las sombras y el silencio. Sólo que aún no tengo claro cual, ya que no tenemos declaración alguna por parte de Nil sobre a quién ha visto actuar ésta noche.

Tenía la sensación de que en este juego sólo había traidoras. Cualquier máscara de debilidad serviría para parecer inocente durante el día. El silencio mantenía los focos de atención distantes.

Cuando Yormund comenzó a increpar a Zyllah Eko estuvo a punto de sacar su arma. Sin embargo, ella supo dejar las cosas claras, zanjando una discusión que parecía que terminaría mal para el Lince.

Eko asintió entonces ante las palabras de Andrew, sin ningún tipo de rencor ni reproche, y dedicó entonces una mirada cómplice a Marceline.

- Gracias. - Dijo de manera solemne, antes de dirigirse una última vez a Poron.

- Tu defensa habría sido mejor si hubiera sido inexistente. - Enuncia, antes de comenzar a separarse de él, concluida ya la acusación.

Cuando se aleja de los demás lo hace tranquilo, buscando con despreocupación su camisa con la mirada.

- Creo que por una vez estoy con nuestro amigo felino. Estáis muy obcecados con lo que sabéis de boca de vuestros padres. Y puede que Syd haya malinterpretado la circunstancia de Poron al igual que nosotros malinterpretamos la actuación de Gabriel.- dijo, cruzada de brazos- Le he escuchado hablar y creo que además habéis malinterpretado varias de sus aclaraciones. 

Suspiró, antes de proseguir- Quizá sería recomendable que nos aclarases qué es lo que te ha dicho Syd exactamente, Eko. - enarcó una ceja, incrédula. Todavía le resultaba extraña la idea de hablar con quien estaba muerto. ¿Realmente ocurría? La idea en si misma era un disparate, pero todo en aquel lugar era extraño y diferente. 

- No. - Respondió Eko en tono tajante. - No voy a dar a los traidores la información de qué se sabe exactamente de ellos para que dejen de enfangarse sin querer. Sería estúpido. Ya se ha hablado demasiado en varias ocasiones. No seré yo el que cometa ese error.

- He demostrado como pocos aquí de qué lado estoy. Ahora confiar en mí o no es tu decisión, pero te digo una cosa: - Anuncia entonces con una media sonrisa - no hay malinterpretación posible por parte de Syd. Poron está bien cogido por los huevos.

Sonríe de igual forma a Megan, mientras deja la mano diestra sobre la de ella con la cual acaricia la mejilla, para inmediatamente hacer lo mismo con la siniestra, a la mejilla de ella. Tras mantener su mirada unos segundos, acerco su rostro al de ella para dejar un suave beso en su frente, para luego murmurar.- No debemos mostrar debiridad, no aún, ya habrá tiempo de llorar cuando todo esto termine. Y si, ro rogre... vamos a ganar, Megan-san. Tenemos trabajo que hacer.- Se puso de píe, extendiendo su mano para ayudarle a levantarse, y tras ello, acercarse a Eko, donde la discusión por la traición de Poron sucedía.

Tras llegar cerca del resucitado, posó la mano en su hombro, para mostrar su apoyo, añadiendo unas cuentas palabras.- Creo en ti. Sospechaba que Syd-san tenía er poder para ver ro que ocurtaban ros demás. Ar principio creí que su poder era er de Arexia-san, pero me equivoque. Por eso no ro traje a ra vida en seguida, no sabía si er tenía certeza de que Gabrieru-san fuera inocente ya que er era un traidor. Pero son ras parabras de Arexia-san ras que me hacen confiar en ra inocencia de Syd-san, ella vío en er a un ariado caído, y si bien Zyrah-san dice que hay poderes que antes no habían... ¿cuares son ras posibiridades de que hayan dos con er poder de ver en er corazón de ros otros que pertenezcan ar bando ariado?- Tras hablar, se acerco a Poron, con la mirada clavada en él.

- Ro siento, Poron-san... Pero mi espada se revantara contra ti este día, tus parabras no me convencen de tu inocencia... y ros hechos tampoco habran a tu favor. Ramento que hayas eregido un camino de traición.- Dijo todo aquello sin ningún ápice de arrepentimiento o dolor en sus palabras, era su determinación, era su objetivo acabar con todos los traidores. Lentamente retrocedió hasta donde estuviese Megan, para quedarse a su lado.

Mientras todos parecéis discutir, una risa traviesa rompe el lugar... Sin poder evitarlo miráis en esa dirección, y es entonces como veis a la callada Jane, temblando bajo una piernas frágiles que poco a poco se van salpicando de sangre, sin poder refrenar una sensación de vacío sin más.

Extiende sus manos hacía vosotros, y es entonces que descubrís una lágrima nacer en sus ojos, que ahora se inundan de un millar de páginas escritas, que nunca volverán a ver....

Balbucea con los labios llenos de sangre y es entonces que que mira a Zyllah y dice: El libro.... la biblioteca... yo...

Pero no hubo ni una palabra más, todo lo dicho había sido atrapado por un velo de muerte, mientras que tras su espalda, Mêredy, sonreía nerviosa. Al segundo su cuerpo inerte se desplomó sobre el suelo acompañado de un sonido de desgarro y dolor, el sonido de algo que rompe desde adentro...

Y es entonces cuando veis como en las manos de Mêredy, se sostiene la columna de Jane ensangrentada, y en las espaldas de su víctima, un orificio del tamaño de un puño a la altura de sus cervicales...

Mêredy, se alejaba con su trofeo en las manos, mientras que reía y os revisaba con una mirada maligna... Y en su lugar apareció Juliette, la cuál, destrozó el cráneo ya inerte de Jane, y con paso serio se arrodilló cerca de su piel, y empezó a susurrar unas palabras en un idioma perdido.

Luego solo tuvo que alzarse y marcharse junto con Mêredy, mientras sonreía... acto seguido sentisteis un frií descomunal, mientras en algún lugar cercano, un alma parecía arder, pues sus lamentos desgarraban cualquier entraña y forma carnal.

Una vuelta de Juliette y chascó los dedos, y poco a poco la carne de aquel cuerpo se consumía, como hirviendo en un fuego inerte... dejando un aroma a herrumbre en vuestras gargantas y una oscura mancha en el suelo, y nada más.

Luego Juliette os miro y dijo con una sonrisa: Hay silencios que matan...

Y sin más destruyo aquella chica que vivió rodeada de libros, y que ahora ya no podría volver a su escritorio, como pensó cuando salio en busca de una aventura... La aventura que llamaría a la muerte como siempre solía ser.

Esperé una respuesta a mi pregunta por parte de Yormund, pero finalmente el muchacho no pudo hacer otra cosa que darme la razón. Aparté mi mirada de él para observar a Andrew durante unos instantes. Me tenía intrigada que Azhariel ni siquiera me hubiera saludado desde que llegamos y no pude evitar preguntarme si se habría peleado con mi madre o algo por el estilo y estaría pagando yo los platos. No parecía propio de él, desde luego, pero era la única explicación que se me ocurría después de varios días.

Dejé este pensamiento de lado cuando Annie habló y crucé una mirada significativa con Eko en silencio después de que le respondiese. 

Pero fue la risa de la niña monstruosa lo que llamó realmente mi atención. Mis ojos se cruzaron con los de Jane y las palabras que me dirigió me dejaron helada durante un instante. Empecé a caminar hacia ella con pasos largos y rápidos, pero antes de que me diese tiempo a llegar ya estaba desplomándose, dejando parte de su cuerpo desgarrado en manos de Mêredy. 

- ¡No, no, no! - Exclamé, sin tener muy claro si me dirigía al cadáver o a la niña que se alejaba tras destrozar el cráneo de Jane. - ¡Espera! ¿Qué sabes tú del libro? - Terminé, arrodillándome junto al cuerpo tendido en el suelo. 

No tardé más de un instante en darme cuenta de que era inútil y me levanté, buscando los ojos de Eko primero y de Marceline después. - ¿Está contigo allí? ¿Sabe dónde está el libro? - Pregunté, moviendo las manos nerviosa.

La llegada de Eko y su revelación..su acusación directa de Poron, alzó nuevas discusiones y dos bandos unos a favor de Eko y otros a favor de Poron, indecisa, observé a cada uno de los protagonitas, y de repente, Jane fue asesinada a manos de las malditas niñas, sus últimas palabras hicieron que Zyllah desesperada buscaba una respuesta a las mismas:

- ¿Libro?¿De qué libro está hablando?- dije mirando con incertidumbre a Eko y a Marceline-

Cada vez estaba más perdida, demasiada oscuridad y medias tintas en las palabras....

Andrew se gira para ver como jane es asesinada por Mêredy y escucha las extrañas palabras que dirige a Zyllah antes de morir. Evita ver como la otra niña aplasta la cabeza de la Melknhar, pero el sonido es escalofriante. Traga saliva y centra la atención en la hija de su mejor amiga y la mira expectante, esperando la respuesta a la pregunta de Lennish.

El ataque de la pequeña niña-demonio tomó por sorpresa a todos los presentes, y Jane antes de morir le mencionó algo a Zyllah que la puso muy alterada. Esta vino a ella en busca de respuestas, y Marceline cambió su semblante alegre y confiado por uno abatido y triste.

De momento no ha llegado allí, y... temo que no lo haga, como no lo hizo Seele. Me gustaría darte respuestas, pero creo que van a quedar fuera de mi alcance.

Me quedé en silencio ante el esperado regreso del vaquero. Presentí que tendría muchas cosas que decir, y así fue, una acusación que no dejó a nadie indiferente. Escuché a todos los que participaron, pero no me sirvió de mucho, existían lagunas que me impedían ver el conjunto. Vi oportuno dar mi opinión.

- Joder Létang. -  Dije fastidiado.- Te matan, preocupas a tu amiguita, regresas, y acusas.  Vaya, que bien. Parece que todos los que mueren les sienta de miedo “volver”. - Comenté con cierto sarcasmo mientras continuaba bebiendo de mi petaca de la cual ya empezaba a ver su final.

El payaso no estaba en muy buena posición,  se había convertido en el centro de la atención, y eso nunca era buena señal. Las opiniones de Annie y Yormund no me convencieron en absoluto pese a compartir con ambos cierta ignorancia. Fruncí el ceño y mi semblante se puso serio, era el momento de dejar las bromas de lado. Así que me dispuse a dar mi opinión pese a que nadie le pueda importar lo que yo tenga que decir, aún así, alcé mi voz para hacerme notar.

- Yo tampoco entiendo una mierda de lo que está pasando, pero lo que está claro es que alguien miente. – Estaba bastante harto de que no comprender nada, y eso jugaba en mi contra. - Aunque no descarto los intereses personales independientemente del bando, pero tengo mis reservas tanto de lo que dice Eko, como lo que dice el payaso. – Dudé un poco de su nombre, ya que no recuerdo haber hablado con él ningún momento. Mis ojos desconfiados se posaron en ambos.

Observé a ambos protagonistas de la función, había algo que no me encajaba, y no sabía a ciencia cierta que era. Finalmente decidí lanzarle una pregunta incómoda, pero directa al acusador.

- Después de saber que tenías una cierta relación con Seele, no sé si debería fiarme completamente de ti. ¿Acaso tenías intención de protegerla de todos?  - Quería dejar claro unas cosas, sin importarme de ganarme el odio del resto, especialmente del suyo, algo que tenía más que asumido a estas alturas. - Marceline, Alexia, Zyllah, Nil y Syd. Me fio más de ellos que de ti. - Mientras decía aquellas palabras le miré a los ojos fijamente.

Antes que pudiera continuar, y con la palabra en la boca, escucho un ruido, centro mi atención en su origen y veo que la silenciosa chica cae víctima ante una de las pretenciosas crías del demonio, nunca mejor dicho.

¿Libro? – Otra duda más a la larga lista. Era el cuento de nunca acabar.

Sentía mi cabeza estallar, no entendía nada, me llevó las manos para la frente. Oldland, reunión, más de veinte desconocidos, traiciones, resurrecciones, poderes extraños, posibles cambios de bando, el último legado, el jodido y molesto tatuaje cuyo significado no conocía, y ahora esto. Me sentía superado.

Observé detenidamente a Alexia esperando con ansias sus palabras, quizás ella pueda disipar mis dudas sobre todo esto.  El tiempo se acababa, y tenía que tomar una decisión. - Alexia, ¿tú que dices?  - Seguro que tenía algo muy importante que decir, quizás determinante. Y yo quería escucharlo, lo necesitaba.