Partida Rol por web

Ivhone se hallaba sentada, con las manos extendidas sobre su regazo y Shia tejiendo una telaraña entre sus dedos, cuando escuchó la insinuación que hizo Gabriel. Levantó la mirada, enarcando una ceja y afilando sus pupilas en dirección al Melknhar. Pero él no tardó ni medio segundo en aclarar su comentario y la joven asintió con la cabeza, aceptando su corrección. 

- En verdad, la viuda negra es llamada así por la fama que tiene de acabar con el macho tras el apareamiento. Lo hace como medida de protección para poder defender a sus crías.... - Explicó mientras sus ojos avellana seguían el entretejido que Shia hacía en sus dedos. 

Durante unos minutos se quedó en silencio, escuchando las discusiones que nuevamente se producían a su alrededor. Suspiró y se levantó del suelo, procurando no mover con demasiada brusquedad las manos y se acercó a la telaraña que había en el ventanal. Shia se deslizó de un punto al otro y quedó suspendida por unos de los hilos. Una sonrisa suave se perfiló en los labios de Ivhone. Sonrisa que se heló al escuchar la reacción de Yormund. Se volvió, pero sus pupilas se afilaron nuevamente sobre Gabriel. 

- Creo que eso sobraba... No es que Yormund sea santo de mi devoción, pero... Ha cumplido con su promesa. Dijo que si se confirmaba que Vanna era una traidora él se enfrentaría a ella. ¿ Y eres tú el que intenta dar lecciones de moralidad...? Eres un hipócrita... - Le dijo y apartó un mechón rebelde que caía por delante de sus ojos. Tras eso, frunció el ceño y se volvió hacia Alice. - Sí, ya... Nada más despertarte... En realidad fue bastante curioso... - Dijo y se encogió de hombros. No quería entrar en aquella discusión y hasta el momento no le había dicho nada. Pero eso no quitaba que le hubiera parecido una reacción fría y falta de sensibilidad. Siguió con la mirada los gestos de la Grovehn, aunque no tardó en apartarla cuando mostró su pecho y dejó al descubierto la fea cicatriz que lo recorría. 

Megan se prepara para pelear pero sólo logra dar un golpe a Vanna. Era la primera batalla en la que participaba y realmente estaba deseándolo desde que esas niñas dejaron la cabeza de Cameron frente a ellos.

Mucho había pasado y su sangre vibró profundamente al comenzar y saber que iba a participar. Por un momento, lame sus labios, casi pudiendo saborear la sangre de Vanna, pero se siente algo decepcionada por la intervención rápida de Yormund, aunque al menos había cumplido su promesa. Megan da un paso atrás y toma su arma, lame algo de la sangre para calmar sus ansias con ella y suelta una pequeña risa. Sus ojos brillan aún más brillantes que anteriormente y con una voz algo perturbadora, dice - Que no quepa duda que al próximo, lo mataré yo - camina alejándose de Yormund y Vanna, para dejarle al gato su último momento y recuperando su habitual serenidad, se acerca a Tetsuo para decirle - ¿Cómo te sientes ahora? -.

La respuesta de Yormund era tal como había imaginado, sin embargo observo a Ivhone torciendo la cabeza para observarla con curiosidad.

- No trato de dar lecciones de moralidad a nadie, Ivhone. - Principalmente por que sería una pérdida absoluta de mi tiempo. -Pero me sorprende lo rápido que me condenasteis por mantener cierta cercanía con Seele, sobre todo Yormund, ansioso por acabar con nosotros mientras él mantenía juegos bizarros con una traidora probada. ¿Quien es el hipócrita?. 

Camino con tranquilidad hasta acercarme a Yormund, con mi arpón sujeto por la correa y descansando sobre mi hombro.

-Hasta este momento he confiado en tu inocencia, a pesar de tus continuas provocaciones, me pareces una criatura demasiado simple como para ser parte de una conspiración en las sombras.

Ivhone piensa que mi comentario sobraba... ¿pero cuantos comentarios tuyos sobraban también? Por ejemplo cuando dijiste que tratarías de matarme sin importar en que bando estuviera. No esperes decir lo que te de la gana y que después la gente no te responda. Que hayas cumplido tu palabra no te hace menos detestable, sólo espero que guardes algo en tu interior capaz de ayudarnos, por que hasta ahora lo único que has hecho es entorpecer a los que queremos proteger el sello.

Me doy la vuelta para alejarme de Yormund, caminando tranquilamente. -Ya puedes ir a afilarte las uñas. -Digo sin tan siquiera girarme para mirarlo. 

Me detengo entonces cerca de Liam y aquella chica pelirroja, me interesaba conocer por que camino iba a discurrir aquella discusión. Alice no se estaba defendiendo demasiado bien, y sin embargo haber acusado a Alexia era algo tan estúpido que me extrañaba que alguno de esos traidores lo hiciera. La chica debía medir bien sus palabras, o probablemente sería la próxima en morir. 

Ante la confesión de Alice le dediqué una mirada incrédula mezclada con reproche sin importarme lo más mínimo que estuviera de acuerdo con mis palabras o que creyera en mi inocencia. Sin duda lo que había hecho era una estupidez, y sus excusas no sonaron convincentes para nadie, y ni mucho menos para mí. Toda su explicación me causaba gracia, finalmente no me puede contener y una sonara carcajada salía de mi boca.

- Está sí ha sido buena. - Dije entre risas, intentando recomponerme. me dirigí a la pelirrosa, sin duda estaba apunto de empezar alguno de mis ataques. - Una maniobra muy inteligente, ya que estás ¿por qué no votas a todos aquellos que intentan acabar con esto y están expuestos? - El tono mordaz y el sarcasmo utilizado estaba bastante claro. - Desconocemos el poder del protector traidor ese o como quieran llamarlo, eso si existe que todavía no está claro, ¿qué hubiera pasado si la rubita estuviera protegida? Alexia podía haber caído, era una posibilidad. Yo no dudo de su inocencia a estas alturas, ni la suya ni la de algunos otros. - Solté un suspiro fastidiado, aquella tipeja me exaltaba y tener que explicar esto, posible o no, era un auténtica molestia.

Me estaba cabreando mientras hablaba, con lo tranquilo que me encontraba y no puede contenerme ante la tentación de ponerle los puntos sobre las ies a esa supuesta salvadora del mundo.

- Si se trata de cicatrices, tengo bastantes, pero para ello será necesario quitarme la ropa, ¿estás interesada? - Una pregunta jocosa, bastante provocativa, incluso hiriente. - Sobre Syd, algunos les puede importar o no por ser un desconocido, pero cuando despertamos aún estaba vivo, se arrastraba por el suelo, siguió luchando por su vida después de haber sufrido de aquella manera. - Me acerqué peligrosamente a ella, y mi mirada era fulminante e intimidatoria. - Y ni siquiera le dedicaste ni un miserable minuto, ¿tanto te costaba? Yo creo que se lo había ganado. Además tú, que vas de salvadora y en plan unirnos todos contra el mal es como poco, curioso. - Abrí mis manos y alcé mi voz, llegando a usar un tono agresivo y sarcástico. - Y que todo esto te lo tenga que decir yo manda huevos. 

Hice una pequeña pausa mientras negaba con la cabeza. La actitud de ella conseguía sacar lo peor de mí. - Dime Alice, ¿a ti también te gusta vigilar por las noches? - Otra pregunta hiriente para mi ampliado repertorio.

Ignoré la mirada de Gabriel por completo, estaba bastante cabreado y podría haber sido más agresivo, era evidente que a pesar de todo me controlé. Pude haberme comportado peor. Como intuyendo que alguien reprochara mi actitud me alejé de aquel círculo, necesitaba estar solo, me senté en un rincón y saqué una petaca que tenía guardada en mi chupa de cuer. Un trago me vendría bien para calmarme.

-Me encanta vigilar por las noches, por eso dejé que casi me mataran la primera. No se trata de mostrar heridas de guerra o ver quién la tiene más grande, Liam. Lo que estoy intentando dejar claro es que aquel ataque fue tan real como que estamos aquí ahora mismo.

¿Que voy de salvadora? ¿Cuándo he dicho yo nada de eso? Sólo busco colaboración y acabar con esto. ¿Es que acaso soy la única que quiere acabar con los traidores?

Creo que este rollo de seguir discutiendo entre nosotros no nos va a llevar a ninguna parte y puede alargase eternamente sin ningún sentido. Te podré caer bien o mal, pero soy inocente. Y si alguien tiene la posibilidad de examinarme de alguna forma y comprobarlo, por favor que lo haga ahora mismo para zanjar este asunto.

De repente una niebla empieza a inundar el lugar, el pecho de algunos se sobrecoge, recordando aquello que algún día fue su hogar.

Y entonces, rompiendo el silencio formado por la expectación, unos cascos irrumpen en el lugar… Y tras ello un corcel pardo, que con trote lento se aparece entre vosotros, una mirada hacía cada uno de vosotros, y luego comienza a andar con paso lento entre todos, dirigiéndose confiando hacia su lugar, mientras aquella niebla aún envuelve sus cascos, como si a cada paso fuera necesario que estuviera allí.

Y entonces sus pasos paran cerca del cadáver de Zagam… el hocico del animal acaricia su rostro como animándolo a despertar, mientras la niebla lo empieza a envolver, también a él… bastan unos segundos para que Zagam alce la vista y alce su mano hacia el caballo acariciando su rostro.

Con ayuda del caballo se incorpora, mientras las heridas se hacen cada vez más invisibles, hasta desaparecer como mero humo, como si aquella muerte hubiese sido una ilusión…  

Ya incorporado os mira con gesto triste en su rostro aunque reconfortado por el fiel caballo con la muerte le brindo esta  vez, la fidelidad de al menos un amigo sobre el que apoyarse y esperar.

Zagam esta de vuelta, mientras vuestros acusaciones se seguían entre los demás.

Alice le preguntó el motivo de las disculpas que había mencionado, y dado que notó por los rostros de algunos que se hacían la misma pregunta, negó con la cabeza.

Que poca atención tenéis algunos. Cuando os conté a todos lo que podía hacer Zagam, intenté que quien le había tomado su poder no mencionaran tal explicación en su círculo privado, para que Zagam no se enterase de mi "traición". Y aunque al parecer no me mencionaron directamente, hubo algún comentario o cambio de actitud notorio que le hicieron darse cuenta a Zagam de ello. Y como esa persona y su acompañante allí saben que Zagam puede leerlos, pues aprovecharon el hecho para mandarme una disculpa a través de él.

Tras ello empezó a retirarse hacia un costado, pero entonces Zagam volvió a la vida. - Vaya, no te esperaba hasta mañana. No sé si agradecerás mucho mis palabras, pero bienvenido de nuevo aquí arriba.

Eko había permanecido callado observando las discusiones que tenían lugar. Sin embargo, la que más interés le producía era la que giraba en torno a Alice. Cuando ella les mostró sus cicatrices él ni siquiera llegó a mirarlas. No tenían por qué significar nada. Y al ver que una vez tras otra basaba su defensa en lo real que había sido su ataque, Eko respondió con un tono casual, como si realmente no fuese algo importante.

- Que te hiciesen daño no significa que no te unieras a ellos. - Dijo - Aún aceptando que no fuera una farsa, nadie sabe si te perdonaron la vida a cambio de tus servicios.

En cuanto el ruido de cascos comienza, el cuerpo de Eko se tensa, acercando la mano a la cintura. Sin embargo, cuando el animal se acerca a Zagam y él abre los ojos, Eko relaja su postura.

- Bienvenido, Zagam. - Le dice sin mirarlo. - Espero que quien te haya traído sepa lo que hace.

Megan trata de mantenerse aparte de las discusiones, pues le parece que han tornado un tono absurdo. Si lo que se decía de Vanna era cierto, podían considerar el trabajo como bien hecho por el momento.

A pesar de ello, Tetsuo sigue estando aparte de todo, así que se rinde en hablar con él y escucha las conversaciones. Alice podía intentar hacer algo correcto pero la manera de expresarse no era la correcta y no tenía pensado votarla, a menos que fuera comprobado que es culpable.

Luego, el galope se acerca y Megan mira desconcertada cómo un caballo aparece. Eran tres los caídos y sólo podía ir por uno de ellos, y lo más extraño, es que va por Zagam. Megan mira al joven levantarse y no entiende muy bien qué ha pasado. Mira a Tetsuo y le dice - Anata? - tal vez había decidido gastar su poder con alguien que ya sabían lo que podía hacer.

Me levanto, confundido, pero al ver que había funcionado, sonrío, haciendo una reverencia similar a la que hice en aquel lugar, recordando mis espectáculos. - Qué bien sienta no ser un espíritu... Hacía tiempo que no me sentía tan... Vivo. Gracias por tan "calurosa" acogida. - Digo, haciendo el gesto de las comillas con los dedos. - No os preocupéis, nadie me ha traído de vuelta, he sido yo solo el que me he traído a este lugar, así que no empecéis a insultaros los unos a los otros por esto. Soy consciente de que moriré, como muy tarde, en la próximas votaciones, a causa del miedo que os da mi poder, pero, antes, al menos me gustaría que escucharais lo que tengo que decir.

Camino, despacio, por la sala donde nos encerraron hace, deduzco, ya varios días. - Sé que pensáis que soy un monstruo, capaz de comerme vuestra alma o qué sé yo qué cosas os han contado de mi poder. Tengo un lugar imaginario. Una ilusión, donde puedo llevar a quien quiera. Al parecer, por lo que me ha contado Marceline y lo que he escuchado en ese lugar, ese sitio corrompió a su anterior dueño, haciendo que encerrara las almas de quienes entraran allí. Desde el principio he sido consciente de lo que suponía ese poder y, si bien no me disteis tiempo casi ni a pensármelo, no pensaba usarlo por eso mismo.

- Vamos a hacer cálculos... Ahora mismo tengo dos formas de salir vivo de este lugar: ayudar a matar a los 4 o 5 que estén detrás de esto que nos está pasando o meter a 18 personas es mi ilusión. Teniendo en cuenta que sábeis, porque he dejado que quienes entraron por su propio pie en aquel lugar lo sepan y porque yo mismo se lo he contado a quienes murieron y a Marceline, que yo controlo ese mundo y que, en el momento en el que metiera a gente allí o quedaran pocos de vosotros en este lugar, todos os echaríais encima de mí, ¿creéis de verdad que soy tan estúpido de intentar algo tan suicida? Prefiero ayudar a acabar con quienes nos han encerrado y seguir con mi vida después de toda esta mierda.

- Como sé que la mayoría de vosotros no me va a creer, os invito simplemente a echar cuenta. 18 personas, pudiendo encerrar a 2 por día, significarían 9 días. Teniendo en cuenta que morimos 2 al día y que normalmente revive 1 al día, tardaría unos 6 días en encerrar a todos en ese lugar. No podría disimular lo que estoy haciendo durante 6 días, y más aún porque yo, voluntariamente, he creado ese sitio de tal forma que quien va a allí no deja de existir aquí, como dos de vuestros "amigos" saben bien. ¿Es esto realmente tan amenazante? Además, mientras yo esté vivo, me podréis controlar. Cuando no lo esté, alguien ganará ese poder. Alguien quizás con bastantes menos escrúpulos que yo y que lo usará como realmente teméis. De hecho, no descarto que quien lo controlaba cuando yo he estado muerto, lo hubiera hecho cuando su acompañante hubiera muerto. No me parece alguien de fiar, honestamente.

- Si, pese a todo, seguís queriendo matarme, hagamos un trato. Como ya sabéis, hay dos personas dentro de mi creación. Uno es quien me robó el poder. La otra persona fue llevada por él. No puedo sacarles de allí, es una lástima... Pero tampoco voy a llevar a nadie nuevo a allí, paso de que eso se convierta en una sala de reuniones. Por eso mi propuesta es la siguiente: si esas dos personas desaparecen de repente sin dejar rastro alguno o si alguno de vosotros sentís que yo os he llevado a mi ilusión, me matáis. Si no, estaréis malgastando una oportunidad de matar a uno de los verdaderos culpables de que estemos aquí y retrasando vuestra salida de este lugar. Está en vuestras manos confiar en mí o no. Ahora, os digo una cosa, quien más mierda eche sobre mí, probablemente sea quien más mierda tenga que ocultar y más miedo tenga de quedarse sólo conmigo. Tenedlo en cuenta cuando acabéis de nuevo con mi vida.

Megan escucha las palabras de Zagam y no terminaba de salir del asombro. ¿Cómo era que...?

No había sido Tetsuo, pero con esto parecía que regresar de la muerte era algo de todos los días en un lugar así. Megan no puede contener sus dudas y alza la voz hacia Zagam - En lo personal, me parece bien que volvieras, aunque arriesgado. Mi pregunta es ¿Cómo lo hiciste? Parece que no es nada privilegiado poder regresar a alguien de la muerte -.

- Los detalles de por qué he podido volver no los conozco... Sé que desde poco después de que Vanna llegara al lugar donde me encontré con Gabriel y algunos más sentí que mis habilidades habían aumentado y que podía darme a mí mismo otra oportunidad si quería. Evidentemente, nadie quiere estar muerto, por lo que, aunque sé lo arriesgado que es, tenía que intentarlo. Cualquiera lo hubiera hecho...

me acerco a Marceline. - No te preocupes, no te odio por delatarme, aunque hubiera preferido que me lo hubieras dicho tú en lugar de enterarme de otra forma... Igualmente, por lo que a mí respecta, tú y yo estamos en el mismo barco y no te tiraré al agua, descuida. Eres de las pocas de las que tengo certeza de su inocencia...

-¿Tú eres subnormal o te gusta insistir porque eres un capullo? Si todos te dimos una paliza, es porque tu relación con Selee era tan jodidamente extraña que sonaba a artificial de lejos, am, y porque ella era una traidora obsesionada con protegerte. Vanna y yo nos encontramos, nos gustamos y lo dejamos estar porque teníamos modos de ver al vida parecidos, pero no nos protegimos a toda costa, incluso he aceptado la versión de Nil de que era una traidora. Pero curiosamente, lo de la memoria de Selee, que casualmente coincidía con tu presencia y demás... sonaba a cuento de vieja. Podría haber empatizado con el hecho de que tú también has sido engañado, pero te han metido tantos palos por el culo que no te mereces ni que la gente se alegre de que estes vivo.- Aún cabreado y poco más que un ladrido.- Hey.

Le iba a hacer dos favores a la humanidad, uno ganar esta batalla, otro, eliminar a este anormal de la faz de la tierra.
 

Asistía sentada a las discusiones que sucedían delante de mí. Por un lado Gabriel y Yormund erre que erre con lo de siempre. Por otro Alice, Alexia y Liam. Mi ceño se iba frunciendo lentamente mientras mi mirada se alternaba entre ellos con cada una de sus intervenciones.

Cuando apareció un caballo formándose de brumas mi boca se abrió en un gesto de sorpresa. Me quedé mirando cómo se acercó al cuerpo de Zagam y lo sacó de su estado y no la cerré de nuevo hasta que el hombre estuvo en pie. Escuché entonces su discurso y asentí con la cabeza en su dirección antes de hablar con voz suave. - Bienvenido, Zagam. Por lo que a mí respecta, me parece que tu propuesta es más que aceptable. 

Sin añadir nada más volví a quedarme en silencio, tan sólo observando y escuchando a todos, mientras mi ceño volvía a fruncirse.

Ingerí un par de tragos del whiskey contenido en la petaca mientras tanto mis oídos como mis ojos prestaban atención a lo que sucedía. Por un lado los argumentos de Alice no me convencían del todo. La observé con desconfianza desde mi lugar, y aunque el tono que usaba no era hiriente o agresivo, distaba mucho de ser agradable, si no más bien todo lo contrario.

- Sí, sí, lo estás haciendo de puta madre. - Repliqué cuando la pelirrosa hizo hincapié en su inocencia. - Haber votado a Alexia desde luego no ha sido muy inteligente, y tu defensa es patética. - Hice una pausa para llevarme otro trago a la boca. - Estás de suerte, tienes hasta mañana. 

Hablando de los votos me hizo venir a mi memoria algo referente a las votaciones de hoy. Así que sin pensarlo lo comenté en público. - Entonces, ¿ningún voto ha sido cambiado? curioso. 

Todas las conversaciones fueron interrumpidas por al repentina aparición de un caballo. Seguro que nadie había contado con ello. Eso y la resurrección del primer caído en las votaciones, algo que no mi hizo ninguna gracia, en especial cuando mencionaron su habilidad, poderosa y peligrosa a partes iguales.

Pasé de Alice para concentrarme en el recienllegado, por lo visto tenía mucho de lo que hablar. Todo lo que dijo era interesante, quería firmar una tregua o algo por el estilo, pero no terminaba de convencerme del todo.

- Vaya, que hablador has vuelto. - Comentario sarcástico provocado ante su extenso discurso. Ingerí otro trago. Mi tono con él era distante, desconfiado. - Si dejas en paz mi alma tú y yo no tendremos ningún problema. -  Estas palabras eran una amenaza camuflada en un consejo. - Siempre que cumplas con tu parte...por mí bien.

Quería dejarlo claro desde el principio con él. No me iba a tomarme la molestia de ser simpático, pero tampoco tenía intención de ir en su contra siempre y cuando esté dispuesto a ser fiel a su propia sugerencia. Una vez aclarada mi postura hacía él, le dejé tranquilo, ahora mismo estaba demasiado "ocupado" vaciando poco a poco la petaca.

- Me juego demasiado como para no cumplir lo que digo... No quiero ni tu alma ni la de nadie... - Miro al chico que se ha dirigido a mí por último. Sus palabras suenan secas, pero no me importa, no estoy allí para hacer amigos, sino para sobrevivir.

Escuché las palabras de Liam, que seguía con lo mismo, e hice oídos sordos a palabras necias. Creo que ya había dejado bastante clara mi postura y había expuesto mis motivos. Que la gente me creyese o no estaba en su mano, y seguir discutiendo con Liam era como seguir discutiendo con la pared: dijese lo que dijese, no me escucharía, y su respuesta sería siempre siempre la misma.

Me sorprendió la vuelta de Zagam. ¿Había vuelto por voluntad, y además tenía aquel otro poder? ¿Es que alguno de nosotros tenía más de un poder?

-Bienvenido, Zagam. Será mejor que lo hagas mejor esta vez si no quieres volver al sitio del que has venido.

- ¿De dónde aprendiste esos modales, Alice?- dijo, enarcando una ceja cuando se disponía a dar la bienvenida al recién llegado- ¿Te sientes humillada y cabreada con todos por "sospechar" de ti y ahora lo pagas con Zagam?-su voz, cargada de cinismo, se dirigió hacia ella, mientras una sonrisa burlona asomaba a sus labios- Sí... Estás llena de rabia. Seas inocente o no. 

Sacó un cigarro de su bolsillo, y esta vez, lo encendió ella misma, antes de disponerse a fumar- Bienvenido Zagam. Quería decirte que yo en ningún momento quise utilizar mis habilidades contra ti. Algún hijo de puta que no logro identificar todavía me manipuló para que te hiciera daño. 

-No es ninguna amenaza, Annie. Sólo estaba dándole la bienvenida y un consejo, dado que fue el primero en morir debió hacerlo mal para que le eligiéramos el primero de entre todos.

No me siento humillada excepto por las vejaciones que sufrí aquella noche. No estoy cabreada con "todos", puesto que sólo he tenido diferencias con Liam y con Alexia. No estoy llena de rabia. Y cuando se sepa la verdad, podréis comprobarlo.

Andrew mira a Zagam con cierto interés. La vuelta del ilusionista le ha pillado por sorpresa y que haya sido tan rápido aún más. Escucha su relato y entiende las palabras del semidemonio, pero algo dentro de él no parece estar de acuerdo.

El joven cambia radicalmente y sin previo aviso. El rostro jovial sonrisa del joven pasa a ser cansado en cuestión de segundos y la ilusión de su rostro se tiñe de tristeza. Sus ojos, antes llenos de vida y energía, miran ahora a Zagam con pesar. Ese poder que dices tener lo tenía Verona también. Intentó hacer algo parecido a lo que quieres hacer tú, pero no pudo. Ella sabía que al final acabaría encerrándonos a todos allí y pidió que la matásemos. Pudimos salvarla a costa de la vida de otra persona, con la que intercambiaron sus poderes. Yo acabé con esa persona, Zagam, por tener ese poder que tienes tú. Una noche sin más le rajé el cuello para evitar que tomase el control de nuestras almas y las encerrase en un lugar oscuro y sin vida para siempre. No sé si es verdad que eres capaz de no llevar a nadie allí por las noches, yo no acabo de creérmelo, porque sino Verona habría hecho eso, pero no lo hizo. Pero no esperes que te dejemos con vida si ese sitio empieza a llenarse de semidemonios. Yo no te lo permitiré. Lo hice una vez y no me temblará la mano para hacerlo una segunda.

Mantiene la mirada fija en él, visiblemente triste y nostálgico al hablar sobre Verona y recordar aquellos momentos tan difíciles, llenos de decisiones cruciales.

-Si te digo la verdad, creo que lo tienes crudo. Las cuentas que has hecho no van a valer para nada, porque no podemos predecir lo que va a pasar. Si lo que dices es cierto y eres capaz de no llevar a nadie allí te dejaré en paz. Pero si alguno dice que le has llevado a aquel lugar... Recibirás el voto de Andrew, me encargaré de ello. Hay demasiada gente con la capacidad de usar los poderes de los muertos y no quiero que vayas llenando el sitio y que cuando te matemos alguien use tu poder para terminar lo que empezaste.

Cuando acabó de hablar la tristeza se esfumó de los ojos, tan repentinamente que parece que nunca había estado ahí. Una sonrisa de disculpa aparece en el rostro de Andrew. Lo siento, Zagam, él solo intenta ayudar, aunque por lo que ha pasado... Sus maneras no son las mejores. Confío en tu palabras hasta que se demuestre lo contrario.