Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Noche 4 - Una Carta en su Mano

Cargando editor
08/12/2013, 22:00
Alexia Belikov

La bofetada que le dí a Liam me relajó considerablemente y, en cierto modo, se lo agradecí, pero no acababa de enterder por qué lo hacía y así se lo aclaré.

- Sí, tienes razón, Liam. Me he quedado muy a gusto pero, ¿por qué te importa como me sienta?, según has dicho no te importa nada ni nadie, sólo has venido aquí a morir entonces, ¿qué más te da?- me arriesgaba a una de sus salidas de tono pero quería saber.

Como ahora estaba un poco más relajada, las palabras de Andrew acabaron me hicieron sonreir, una verdadera sonrisa de oreja a oreja. Entonces fue cuando Alice abrió la boca y soltó la bomba, escuché en silencio las reacciones de los demás y me reí con la frase de Eko, ciertamente lo había hecho de pena y eso no cambiaba lo que pensaba de ella.

-Esto me provoca nuevas dudas. A parte de por qué fingiste tu muerte y esa manera tuya de buscar información cuando ya la tenías, se supone que eras la guardiana y que debías evitar que sucediera esto, ¿cómo la has podido cagar tanto? Luego está el cadaver de la puerta, si tú eres Elisabeth quién era ella, se ha demostrado que Poron era un traidor pero identificó el cuerpo de Elisabeth, si sabía que no era ella por qué te encubrió y, si era real, qué clase de poder tienes para poder fingir algo así.- paré un segundo antes de añadir.- Que fueras la guardiana para mí no te hace inocente, además te quedaste aquí porque te sentías culpable, ¿quién nos dice que no te has cansado de pagar tu culpa?- mi mente trabajaba a toda velocidad, volvía a funcionar con claridad y seguía viendo muchas lagunas en ella.

Cargando editor
09/12/2013, 00:43
15 Muerto - Annie

Yo también me pregunto qué sentido tiene entonces que viéramos cómo esa tal Elisabeth se quedaba fría delante de nosotros. Y tú ya estabas aquí cuando eso sucedió, Pelirrosita. Ya había una "Alice" al mismo tiempo que Elisabeth daba su último aliento. Iniciaste tu viaje antes de que falleciera...- dijo, frunciendo el ceño, jugando distraídamente con un mechón de su pelo.

Cargando editor
09/12/2013, 01:05
12 Muerto - Alice

-Te equivocas en parte, Annie. Es cierto que hubo una Alice al tiempo que yo vivía, mas tu no me pudiste ver morir en mi antiguo cuerpo. Ya estaba muerta cuando llegamos a la catedral, y encontramos mi cadáver junto al de Akerbeltz. Y yo estaba contigo y con el resto cuando llegamos y vimos el cadáver.

Pero empecemos por el principio. Creo que os debo más de una explicación.

Hace ya muchos años que conseguí al fin lo que buscaba, una misión en su vida, una guía, un objetivo. Como guardiana del sello, pasé años en soledad, viviendo en el antiguo castillo de Baal junto a Akerbeltz. Los viejos tomos de Mimi y de otros guardianes anteriores me ayudaron a comprender mejor mi misión e incluso sus propios orígenes, adquiriendo diversos conocimientos sobre la historia de Caín, el origen de los tres legados y las historias y evolución de cada uno de ellos. Seguí de lejos la vida en Oldland, pues bajaba de vez en cuando al pueblo, y defendía la catedral de intrusos indeseables. Así es como conocí a mucha gente, entre ellos, Poron.

Sin embargo, un día, inmersa en la lectura de un arcano libro, lo sentí. Una chica de Oldland rompió mi soledad. Alice. Era una semidemonio también, del legado de Grovehn, que siempre portaba consigo esta hermosa daga.

Alice empezó a trabar una extraña amistad conmigo. Me abastecía con alimentos del pueblo cada vez que iba y venía, y aseguraba comprender la soledad igual que yo... Teníamos un vínculo especial.

Cuando llegó el día, y sin previo aviso, el castillo empezó a venirse abajo. Cascotes de vetusta roca empezaron a caer por todas partes mientras veía cómo el viejo techo se me venía encima. Rápidamente conseguí salir de la catedral, y antes de recuperar el aliento tras la carrera por mi vida, mi mente ya estaba buscando un culpable. De pronto, el olor a traición me nubló el sentido. Allí estaba, Alice, quieta, como paralizada, observándolo todo. La catedral. Desaparecida. Escombros y ceniza que el viento se llevaba eran lo único que quedaba.

Como un flashback, una serie de visiones recorrieron mis llorosos ojos. La reunión que hacía tantos años se había realizado allí mismo, donde ahora no quedaba nada del castillo de Baal, se iba a repetir. ¿Qué quería decir todo esto? Demasiada información... En demasiado poco tiempo... Todo había sucedido tan rápido... Nada podía ser casualidad... El o los causantes de esto, debían estar ya en camino... y deberían pagar por aquello. Rápidamente aparté todo aquello de mi pensamiento. Mi misión era proteger el sello, y lo haría a toda costa. Se lo había prometido a mucha gente, algunos de vuestros progenitores, y no podía permitirne dudar ni que nada ni nadie me apartaran de mi misión.

Siguiendo los pasos de un antiguo ritual que encontré en uno de los tomos de Mimi, arranqué por la espalda el corazón de la joven Alice. Utilizando unos viejos sellos, utilicé la daga que había arrebatado a Alice para rebanar mi propio cuello, derramando mi sangre y mi alma sobre el cadáver de Alice.

Tras un fogonazo y una extraña sensación, vi mi propio cuerpo con la garganta abierta, desangrado en el suelo, junto al cadáver del macho cabrío. Me costó un poco recuperar la respiración. Mi alma anidaba ahora en el cuerpo de Alice, y el alma de Akerbeltz en el interior de aquella reluciente daga. Todo había salido bien.

Esta cicatriz es prueba de ello -mostré de nuevo la cicatriz del pecho, junto al corazón, que ya había mostrado anteriormente.

Había sido una jugada arriesgada... Pero la situación era desesperada. Ahora era el alma de la guardiana encerrada en un nuevo cuerpo, el camuflaje perfecto para irrumpir en la reunión que estaba por llegar y pasar desapercibida para encontrar a los responsables de todo esto. Es por eso que aparecí allí fuera en medio de la lluvia como una más de vosotros.

¿Era Alice un pobre alma inocente? ¿O simplemente la primera de aquellos que intentarían destruir el sello? Seguramente nunca lo sabría a ciencia cierta... Pero esa era mi labor como Guardiana atemporal del sello. Protegerlo a toda costa, de amigo o enemigo. La sombra de la duda podía acabar con el mundo tal como lo conocemos, el mundo por el que ya luché una vez... ¿Tenéis idea del dolor que supuso para mí tener que matarla? ¿El sacrifico que supuso para mí proteger el sello hasta tal extremo?

Es muy fácil criticarme sin saber, pero he hecho más por este sello en todos estos años de lo que muchos podéis imaginar. Llevo mucho tiempo llevando a cabo mi labor, pero esta vez la situación me ha superado. Infiltrarme en vuestro grupo me pareció buena idea para descubrir a los culpables de todo esto. 

No revelé que soy la guardiana porque temía que eso llamase en primer lugar la atención de los traidores que ya habían intentado acabar conmigo junto con el castillo. Sin embargo, parece que la jugada no me salió demasiado bien, pues aun así vinieron a por mí la primera noche. 

Todo este tiempo sólo he intentado conseguir la información para completar el puzzle de la identidad de los traidores. Que pidiese información sobre la última batalla que se libró aquí no era más que una estrategia para ver qué teníais que contar, para ver quién mentía y quién realmente sabía la verdad.

Con respecto al libro por el que preguntábais anteriormente, no sé dónde está. Se perdió junto al resto de mis manuscritos y demás material arcano cuando el castillo se vino abajo.

¿Me estoy exponiendo ahora a los traidores? Sin duda. Exponer mi verdadera identidad me deja sin ningún as bajo la manga. Sin embargo, no sé cuánto tiempo podría seguir llevando a cabo esta mentira sin levantar sospechas... Sospechas que podían haber apuntado en la dirección equivocada y señalarme como traidora. Confío en el buen juicio de los que de verdad quieren proteger el sello para que sepan discernir la verdad en mis palabras.

Y por último, Eko, te equivocas. No soy guardiana porque siga sintiéndome en deuda con Azhariel y Valfar. Soy guardiana porque nací para ello, porque era mi destino, igual que era el vuestro estar aquí, en esta situación. Era mi objetivo, mi misión, aunque hizo falta equivocarme y pasar por todo lo que pasamos los que estuvimos aquí la primera vez para abrir los ojos.

Notas de juego

Toma tochopost.

Cargando editor
09/12/2013, 01:43
Eko Létang

Eko escuchó con atención toda la historia de Alice, sin interrumpirla en ningún momento. Para una vez que decidía explicarse de manera clara, no sería él quien la cortase.

Sin embargo, cuando terminó dirigiéndose a él, Eko se encogió de hombros.

- Comenzaste como guardiana para expiar tu culpa. Puedes haberte engañado todo lo que quieras después para hacer más llevaderos los años, - Le dice con tono duro - pero que no te dieras cuenta de que algo iba mal hasta que el castillo se te cayó encima quizá signifique algo, ¿no crees?

Cargando editor
09/12/2013, 01:46
Zyllah

Escuché todo el discurso de Alice sin inmutarme hasta el final, con el que mis ojos se encendieron y los dedos me cosquillearon, pidiéndome desenfundar a Irad contra ella. Sin embargo, hice un esfuerzo para que mi voz fuese neutra cuando le respondí. A pesar de ello, la mirada de desprecio que le dediqué dejaba perfectamente claro lo que pensaba de ella. 

- Mientes, igual que lo has hecho desde que llegamos a este lugar una vez tras otra. Tú no naciste para ser guardiana. No era tu destino. Es el destino que usurpaste. Igual que usurpaste el poder de Valfar después de matarlo. Eso es lo que eres, una ladrona, una cambiapieles. Siempre fuiste una usurpadora y lo demuestras una vez más ahora, tras robarle a esa pobre chica su cuerpo para esconderte en él.

Cargando editor
09/12/2013, 01:48
Eko Létang

- Ah, por cierto. - Dice Eko entonces al recordar algo - ¿Esa no es la cicatriz que nos mostraste ayer para dejar claro lo mucho que habías sufrido cuando te atacaron?

Cargando editor
09/12/2013, 01:51
18 Muerto - Ivhone

Ivhone se encogió ligeramente de hombros ante la respuesta de Eko. El Grovehn era arrogante y sus palabras eran muestra de ello. Pero la joven ya había dicho lo que pensaba. Reconocía su equivocación respecto a Poron, pero continuaba creyendo que no habían habido pruebas suficientes... 

Suspiró y metiendo la mano por su escote sacó a Shia. Dejó que la araña se colgara de la tela que estaba tejiendo y se volvió al escuchar la voz de Yormund. Una de sus cejas se alzó al oír el apodo que había utilizado y la sombra de una sonrisa se fue formando en sus labios. Pero ésta se borró enseguida según fue exponiendo lo que pensaba.

- ¿Que por qué te he votado...? - Se levantó y se acercó a él mientras iba sacándose la chaqueta que hacía días llevaba encima. Enseguida su piel se puso de gallina, pero ella no dejó que el frío que sentía se mostrara en sus rasgos.

- Sabía que no saldrías... Eso estaba claro. Y no me ha molestado que sospeches de mi, en el fondo entiendo que lo hagas. Me cuesta mucho relacionarme con la gente, no me gusta jugar como a ti... No tengo ganas de "encariñarme" con alguien y después resulte ser un traidor... No me fío de nadie... - Enfatizó la palabra encariñarse con cierto cinismo, recordándole de alguna manera el rollo que había tenido con Vanna... Sus ojos avellana se volvieron para mirar de soslayo hacia Andrew y Alexia... Ellos acababan de sufrir una traición y de alguna manera, ella conocía aquel sentimiento y no deseaba volver a sentirlo...  - Te he votado porque no soporto que me metas en ese estúpido juego y encima me trates como a una idiota... - Retomó la conversación, volviendo a clavar su mirada en la de Yormund. Tras esas palabras dejó la chaqueta junto a él y se alejó de nuevo. Ahora sus brazos desnudos podían verse erizados por el frío. 

Se acercó a la tela de araña que Shia continuaba tejiendo con tanto amor y dedicación. Se sentó de nuevo, apoyando su espalda en el cojín y se abrazó a sus propias rodillas, escuchando la historia de Alice. Sus ojos se habían abierto como platos... Pero... Cuando Eko soltó el comentario sobre la cicatriz, Ivhone no pudo evitar soltar una risa, que intentó amortiguar con la mano. - No sabes mentir, Alice... - El Grovehn podía ser arrogante, pero en aquel momento había dado en el clavo.

Cargando editor
09/12/2013, 02:04
Alexia Belikov

Escuché la historia de Alice estupefacta, ¿de verdad pensaba que eramos tan imbéciles? Nada en absoluto de su comportamiento reflejaba algo de su historia. Asentí ante las palabras de Eko y Zyllah porque en parte reflejaban mis pensamientos, pero tenía algo más que añadir a lo que dijeron.

-No te creo, lo siento pero, a parte de una interesante historia, no es nada más.  ¿Cómo sabemos que eres quien dices ser? Demuéstralo, no sabes nada de lo que ha pasado aquí, no sabes dónde está el libro, no sabes de dónde vino el ataque... En el caso de que todo eso sea cierto, lo único que demuestra es que mataste a alguien, que bien podía ser inocente, para esconderte, para huir robandole el cuerpo, algo que no es precisamente noble y además que tu trabajo lo hiciste francamente mal. ¿Quién nos dice que, en caso de que seas Elisabeth, no te has vendido para salvar tu pellejo? Ya se lo hiciste a esa chica, ¿no? la mataste para salvarte.

Cargando editor
09/12/2013, 03:07
19 Muerto - Gabriel Hyde

Asentí con la cabeza ante las palabras de Andrew justo antes de retirarme para dejarle intimidad con Alexia, no extendería más la conversación... ¿Pero lo tienes claro tú, Andrew?... -Fue la pregunta que dejé en el tintero, hasta ahora no me había dado indicios para considerarle como una amenaza, sin embargo su mente era inestable, y la voluntad de Andrew era frágil, dominada por la misión de Azhariel y por esa obsesión con Valfar, este último había sido un traidor que sin duda mereció su muerte, sin embargo Andrew seguía hablando de él como si fuera inocente... ¿O era Azhariel el que hablaba?... No me gustaba el interior de ese chico, pero hasta ahora él mismo había sido capaz de lidiar con ello, era su propia batalla interna, y mientras fuera capaz de controlarlo no había motivos para destruirle.

Escuché las conversaciones que se sucedían a mi alrededor, la extraña complicidad entre Nil y Marceline me resultó ciertamente molesta, la forma en la que hablaban entre ellos, como si parecieran saber más que los demás, como si el resto no fueran necesarios para cumplir la misión que nos había reunido aquí, justo iba a mencionarles algo cuando Alice decidió soltar su pequeña bomba, las reacciones no tardaron en precipitarse como si se tratase de un castillo de naipes.

-Parece que tu apariencia física no es lo único que ha salido perjudicada con el cambio de cuerpo -Dije manteniendo fija mi mirada sobre Alice -Si lo que dices es cierto, solo puedo decir que ya eras incompetente como Elizabeth, pero desde luego como Alice te has superado a ti misma. 

Camino tranquilamente a su alrededor, observándola desde todos los ángulos, para después volver a detenerme frente a ella.

-A pesar de todo tu historia no prueba tu inocencia, Alice... o Elizabeth... da igual, lo que importa no es quien eres, sino lo que eres. Me parece muy imprudente contar esta historia durante la noche... ¿no crees que si eres inocente podrías alentar a los que te atacaron una vez a terminar el trabajo? ¿Por qué no esperar a mañana?...

O quizá... sabes que no te atacarán durante la noche, y lo único que temes es que te juzguemos y condenemos nosotros. Por eso da igual decirlo ahora, o mañana. - Sonrío de forma afilada mientras los tentáculos se agitan en torno a mi brazo, dentro de la piel. 

Me alejo tranquilamente de la muchacha para recostarme sobre una de las paredes. 

Cargando editor
09/12/2013, 03:33
Eko Létang

- Perdona que insista una vez más, - Dijo Eko antes de que ella contestara, cambiando su postura y echándose hacia adelante - pero es para asegurarme de haber entendido bien tu historia.

- Conociste a Alice mientras ejercías tu trabajo, estupendo. Según nos dijiste cuando fingías ser ella, le enseñaste algunas partes del castillo y demás, perfecto. - Empezó entonces, haciendo un gesto cíclico con la mano, indicando que sólo avanza repasando hasta llegar a lo importante. - Entonces, cuando el día llegó, todo empezó a desmoronarse sin que tú te esperases nada. - Explica, crispando sus manos a los lados del cuerpo para representar la sorpresa que ella debió sentir, antes de volver a relajar su voz. - El lugar donde sucedió la batalla anterior estaba casi intacto, y el camino hacia el sello estaba abierto, donde encontramos a nuestras dos fantásticas y angelicales anfitrionas. - Continúa, señalando sin mirar el lugar que suelen ocupar los dos engendros. - Así que tú, en lugar de ir hacia allí, o quedarte protegiendo lo que se suponía que protegías, fuiste a la calle. - Recuerda, mirándola directamente a los ojos con el ceño fruncido, antes de tomar un tono más grave y serio, analítico. - Dices que saliste corriendo, luchando por tu vida. La verdad es que viéndolo como te digo y teniendo en cuenta que dejaste atrás todos los manuscritos que pudiéramos necesitar no parece algo muy valiente o sacrificado, ¿no crees? - Pregunta de manera retórica antes de seguir.

- Tal y como yo lo veo escogiste salvarte en lugar de proteger el sello. Mientras tú corrías en la dirección contraria a la que deberías, detrás de ti esos dos engendros se preparaban para hacer exactamente lo que han hecho con nosotros, y tú dejabas que todo el conocimiento de todos los Guardianes anteriores a ti se perdiera mientras tanto sólo porque te importaba más vivir. - Explicó con tono neutro.

- Y entonces oliste la traición en el aire, ¡como un sabueso! - Dice entonces, añadiendo un tinte de emoción a estas últimas palabras. - La viste a ella y preferiste matarla, ya fuese inocente o culpable, antes que sumarte a la reunión o recibir a quien llegara y explicar la situación como hizo Mimí en su día. Una vez más porque preferías pasar desapercibida. Porque te daba miedo que te mataran. - Continúa, antes de negar con la cabeza.

- Haciendo un repaso rápido: El castillo se desmorona sin que imagines que está pasando algo. Huyes sin saber siquiera qué ha pasado con todo el conocimiento de esos libros y manuscritos arcanos. Encuentras alguien en quien confiabas. Le arrancas el corazón. Nos buscas, y nos repites infinidad de veces que lo que tenemos que buscar a quien le hizo eso a Elizabeth, cuando fuiste tú misma. - Enumera, antes de hacer una pausa. - ¿Hasta aquí voy bien, verdad? - Pregunta una vez más sin esperar respuesta antes de continuar. - Y a partir de ahí ya sabemos la historia: Finges que eres quien no eres, asegurando una y otra vez haberlo contado ya todo, y sólo cuando las cosas empiezan a ponerse peligrosas para ti realmente nos dices la verdad.

- Creerás que has nacido para ser Guardiana, no te digo que no. Pero lo que has demostrado es egoísmo, primar tu supervivencia por encima de la protección del sello y falta de confianza. Así que como sabes ya tengo una candidata para el puesto de Guardiana, y desde luego no eres tú. - Dijo al final, sin apartar su mirada, antes de añadir algo más, acompañándolo con un gesto de las manos. - Es que sería mejor incluso dejar a uno de los traidores en el cargo. No lo harían peor que tú ni a propósito.

Cargando editor
09/12/2013, 09:45
Yormund

Cojo la chaqueta antes de que toque el suelo

-Es de Dolce&Gavanna, un poquito de cuidado, por favor.- La miro con una ceja enarcada.- Supongo que por ahora me vale la explicación.- Me encojo de hombros, mientras sosteniendo la prenda por la punta de los dedos se la vuelvo a ofrecer.- Nada nos impide ser civilizados.

Luego comienza el asalto entre todos a Alice. "Hablando de no ser civilizados." Tampoco se podía decir que esto fuera una cuestión de juicios justos. La próxima votación estaba decidida, mucho tendrían que cambiar las cosas durante la noche para que no fuera así. De todos modos había algo de verdad en lo que decía, o al menos era creíble, porque una media verdad, es más creíble que una mentira completa. 

-Ignorando la culpabilidad o inocencia de la mujer ésta.-Continuo sin aclarar si me refiero a Alice o a Ivhone.- El sello, tiene, o tenía, una manifestación física ¿No? Una especie de puerta o algo así. Entonces, si el guardián solo puede mirar a quién viene de fuera a romperlo, ¿Porque no iba a ser posible destruirlo desde el otro lado?. Que no haya ocurrido aún no lo hace imposible. ¿A quién se le ocurrió la magnifica idea en su momento de dejar un único guardián para algo tan importante?

Cargando editor
09/12/2013, 10:02
Liam Donaire

Alexia me respondió, y bueno, era la reacción que esperaba, es más, yo buscaba eso, ¿el por qué? No lo sabía, y la verdad, daba igual, no solía pensar el porqué yo decía tal y cual o actuaba de una forma, simplemente lo hacía y punto sin comerme la cabeza. Creo que quedaba claro.

- ¿Acaso importa? - Era un tono quizás cortante, pero no quería profundizar mucho el tema. - Lo necesitabas y yo lo provoqué, punto. No hay mucho más que contar. Además, me merecía esa bofetada. - Era cierto, la llevaba buscando desde ayer. Admitía que podía sacar de las casillas a más de uno o una. Pero yo era así. Era divertido en cierto modo.

Las conversaciones se centraban ahora en Alice y su historia, ¿o debería llamarla Elizabeth? No importaba, el odio que estaba recibiendo por todos era patente, palabras afiladas como cuchillos que se clavaban en ella. "Se lo merecía" Pensé para mí, y supongo que no era el único en tener ese pensamiento cruel en la mente.

Conforme escuchaba su relato iba frunciendo el ceño de disgusto, de desaprobación, incluso de rabia. Mis ojos se depositaba en aquella que decía ser la guardiana, una mirada llena de desprecio era lo que recibiría. Había hecho mucho daño, y todavía lo seguía haciendo. Era la culpable de lo que estaba pasando, de eso seguro.

- ¿Nacida para ser la protectora de ese dichoso sello? Lo dudo, ¿nacida para joderla? Desde luego que sí. - Conforme iba escupiendo aquellas palabras cargadas de veneno sentía hervir mi sangre. No podía estar más de acuerdo con los demás. Especialmente con Eko y Gabriel, algo de lo que no tenía intención de confesar. - Dices que estás para proteger el sello de los traidores, pero yo no me lo trago, de tus palabras a tus actos hay un abismo, no se corresponden. A la primer problema huiste de tu obligación que tú misma te impusiste. Para eso no haber aceptado el puto cargo. - Bebí un poco de la petaca de ron de la cuál iba vaciando lentamente, lo necesitaba, me estaba encendiendo y si no me contenía saltaría yugular a esa zorra egoísta. - No me creo tu "fascinante" historia, has mentido varias veces, por lo que no me extrañaría nada que aún lo siguieras haciendo. Es más, ya no me creo nada de lo que digas, absolutamente nada.

Esta tipeja tenía que haber desbloqueado el logro de cagada legendaria, una que pasaría de boca en boca durante años, incluso siglos. En serio, ¿cómo ha podido ser tan torpe? No lo comprendía, y tampoco quería hacerlo.

- Alice, o Elizabeth o como coño quieras llamarte, acabas de convertirte de zorra engreída, a una puta egoísta. Felicidades. - Con la pelirrosa agoté mi repertorio de palabras "amables". Que cojones, se lo había ganado a pulso.

Me cagué en la puta, me cagué en Alice, me alejé de ella antes de que la despellejara viva, no bebería su sangre ni aunque fuera la última fuente sobre la faz de la tierra, no vaya a ser que me contagie algo. La frustración que tenía, la rabia, estaba a punto de explotar, morir en un combate era una cosa, pero la incertidumbre de no saber que iba a ocurrir estaba acabando conmigo. Sentía que iba saltar de un momento a otro.

- El "me estoy exponiendo" está muy trillado, ¿no te parece?, sobre todo porque quienes lo dijeron resultaron ser traidores. - Tenía los nervios crispados, en aquel momento estaba soltando por mi boca todo lo que sentía en aquel momento, que desde luego no era nada bueno. - Me atrevería pensar que lo del sello es cosa tuya, ignoro si es por tu inutilidad o intencional, pero lo que tengo seguro es que has desencadenado esta mierda por una cosa u otra. Segurísimo. -  Necesitaba otro trago, entre el whisky y el ron, si no quedaba claro que había alcanzado la embriaguez a estas alturas ya no había duda alguna. - Y como nadie me ha dado una bofetada, eso significa que gané la apuesta. - Sonreí despectivamente al proyecto fallido de guardiana.

Solté un bufido visiblemente cabreado, como un animal salvaje que está a punto de saltar con no muy buenas intenciones. - J'espère que vous mourrez connasse.- Necesitaba escupir aquello, era una forma de descargar toda la rabia que había acumulado en aquel puto lugar. El odio por la pelirrosa había pasado a un nuevo nivel y lo dejé muy claro. 

Notas de juego

*Ojalá te mueras zorra

Cargando editor
09/12/2013, 10:38
12 Muerto - Alice

-¿Acaso creéis que ser Guardiana te da superpoderes? ¿Que soy omnipotente y simplemente he dejado que todo esto pasara? No puedo ver el futuro. Soy una mera semidemonio tal como vosotros, solo que yo me encargo de proteger el sello. ¿Acaso alguno de vosotros pudo ver venir esto? Pues yo tampoco, hasta que fue demasiado tarde.

¿Y sabéis qué? También soy mortal. Si me cortan, sangro, como habéis visto, y correr hacia el sello mientras toneladas de roca me caen encima sólo habría significado mi muerte. ¿Corrí por mi vida? Claro, pero con el único fin de seguir viviendo para proteger el sello.

¿Me acusas de usurpadora tú, que vienes precisamente a por el puesto de guardiana, Zyllah? Tiene gracia. Lo que ocurriera entre Valfar, Azhariel y yo queda entre nosotros, y creo que ni tú ni Eko tenéis nada que ver con ese asunto. Y con respecto al puesto de Guardiana, no lo usurpé. Vuestros queridos padres, abuelos o lo que sea no lo querían. Es gracioso que me acuséis de egoísta cuando ellos eran los primeros que querían largarse de allí sin preocuparse de nada. Yo cogí ese puesto porque nadie más estaba dispuesto. Nadie quería sacrificar su vida y su libertad para toda la eternidad quedándose solo en el castillo protegiendo el sello. 

Claro que os he mentido, y ya os he explicado por qué. ¿En qué momento se han puesto peligrosas para mí las cosas, Eko? ¿Cuando Liam desde el primer día no para de decir sólo gilipolleces sobre mí? Porque no he sido de las que más votos ha recibido. 

Ya he justificado mis motivos para exponerme ahora, Gabriel.

Ah, y Alexia, no maté a Alice para salvarme. Yo ya estaba a salvo. La maté para proteger al sello. ¿Cómo podía saber qué había pasado? Ella estaba allí, bajo la lluvia, junto a la catedral. Tuve que hacer un sacrificio. Mi labor no es para mí, no es para mis amigos, es para con el sello, y no me tiembla la mano si tengo que acabar con un inocente para asegurarme de que el sello está a salvo. Dime, ¿en qué me diferencia eso de vosotros? ¿Acaso no murió Zagam la primera noche por el mismo motivo? 

No tenéis derecho a juzgar mi labor como guardiana. He hecho mucho más por este mundo y por vosotros que nadie de los presentes. ¿Queréis matarme por ello y poner a otro guardián? Adelante. Pero agradecería que ese asunto se discutiese cuando todo esto termine, pues me gustaría morir al menos sabiendo que todos los traidores al sello han muerto.

Cargando editor
09/12/2013, 11:20
Eko Létang

Eko escuchó con atención la respuesta de Alice. Desde luego había convicción en ella. Sin embargo, parecían las mismas palabras otra vez, repetidas de una manera distinta.

- No sé si ser la Guardiana te da superpoderes, - Responde - pero como mínimo creo que no muchos conocemos un ritual como el que has hecho tú con Alice. Así que más opciones sí tienes, no intentes aparentar que no. Más que nada porque, no nos engañemos, eras una simple Eve. So no hubieras obtenido más poder al convertirte en la Guardiana no habrías podido repeler ni un solo ataque bien organizado si fueran más de tres los agresores. - Razona en voz alta. - ¿Que me parece perfecto que tengas esas opciones, eh? Pero no intentes hacernos creer que no es así. Deja las mentiras atrás de una vez.

- Claro que nosotros no pudimos ver venir todo lo que ha pasado. Pero es que no era nuestro trabajo. Y aún así sentimos la llamada con antelación. Eso no fue cosa de ese día, ni mucho menos. Y si Mimí estaba preparada para recibir a nuestros padres, y a ti, tú tendrías que haberlo estado para recibirnos a nosotros. - Continúa entonces - No creo que sea casualidad que todo sucediera cuando alguien tan demostradamente egoísta y poco inteligente estuviera en el cargo.

- Si por lo que ocurriera en el pasado te refieres a cuando mataste gratuitamente a dos inocentes sí, puede quedar entre Valfar, que está muerto, Azhariel aquí presente, y tú. Pero en el momento en que tu incompetencia pone en peligro todo el mundo no puedes pretender que no nos ataña. Que nuestros padres se largaran no te justifica. ¿Como nadie quería el puesto tienes derecho a hacer mal ese trabajo? Vas a tener que ir a otro con ese cuento.

- Cuando Mimí recibió a nuestros padres dejó muy claro que su labor era mantener el sello cerrado hasta que llegase el momento de la reunión, y sacrificarse entonces. Por eso otros rechazaron el destino que tú aceptaste. Murió delante de ti, Elizabeth. ¿Has hecho tú lo mismo, o sigues viva, y participando de una reunión que no te pertenece a ti, sino a Alice? Porque quizá el sello esté así por esa misma falta de sacrificio.

- ¿No eres de las que más votos ha recibido? Echa cuentas. Eres la única que ha sido votada cada día, y la que suma más votos de todos los que quedamos. Yo mismo te voté el primer día, y ni siquiera quisiste saber por qué. Y sabes que muchos desconfiamos de ti. Ahora que no están Vanna ni Poron, ¿quién crees que sería la siguiente? Claro que hay otros candidatos, no nos olvidamos de nadie, pero todos sabemos que tenías, y tienes, bastantes papeletas.

- Y claro que mataste a Alice para salvarte. Tú misma dijiste que los traidores habían intentado matarte junto con la catedral. ¿Qué habría pasado si no encontraran tu cuerpo? Te habrían dado caza. En cambio cambiaste de piel, arrancando el corazón a una chica que podría habernos sido de más ayuda que tú misma... Y luego pretendes vendernos la cicatriz que tú misma provocaste como la muestra de tu inocencia. ¿En serio esperas que alguien se crea a estas alturas algo que salga de tu boca?

- Dices que no tenemos derecho a juzgar tu labor como Guardiana. Pero es un hecho que el sello está a medio abrir, que la catedral está destruida y que mientras algunos viajaban durante semanas para llegar a Oldland a tiempo tú ni siquiera te esperabas nada. Eso sí, el ritual para poner a salvo tu pellejo lo tenías bien aprendido. Si no podemos juzgarte nosotros, que somos los únicos testigos de todo esto, con Nil y Azhariel aquí presentes, dime, ¿quién puede hacerlo?

- Es posible que caigas en las siguientes votaciones, Elizabeth. Nada de lo que has dicho demuestra tu inocencia. Desde luego te adelante que mi voto es tuyo, y de una forma más que merecida.

Cargando editor
09/12/2013, 12:10
Liam Donaire

Es que esa perra cada vez que abría su jodida boca me sacaba de quicio, me daban ganas de cerrársela lanzándole una petaca. ¿cómo podía ser tan inútil? No me lo explicaba.

- ¿Desde el primer día? Puta mentirosa, desde ayer, aquí tienes testigos de sobra. - Dije con furia mientras señalaba con el dedo. - El segundo día después de las votaciones te acusé, y no era el único que con el mismo razonamiento, y por lo visto hoy tampoco. - Es que la mataba ahora mismo delante de todos. Mis venas estaban hinchadas, la cara roja. El cabreo que llevaba encima era monumental - Cada vez que abres tu boca no paras de darme la razón, te has ganado la sospechas de todos, y más con tus mentiras, ¿cómo sabemos que dices toda la verdad? Casi hubiera preferido que no fuera cierto, porque joder, la has cagado a conciencia, es que ni adrede, ¿o sí lo era? - El sarcasmo en la parte final era descarado. 

Apreté con fuerza los dos puños para no saltarme encima de ella, que ganas no me faltaban. Lo que no sabía era hasta cuando aguantaría.

- ¿Qué aceptaste el cargo por qué nadie lo quería? ¿Y qué? No haberlo aceptado, porque para hacer lo que has hecho, manda cojones, para eso mejor que hubieras pasado del sello. - La miraba con odio, con desprecio, el ceño fruncido, seguro que ahora mismo tenía todas las venas hinchadas de toda la ira que iba acumulando por cada segundo que pasaba.

- Has demostrado tu puto egoísmo, que oye, no está mal serlo, pero no para ser guardiana joder. Se supone que para ese cargo tan sacrificado se tiene que morir protegiéndole, no salvar tu puto culo a la primera señal de peligro. - La culpaba, la hacía responsable de todo el sufrimiento que habíamos pasado en este maldito lugar.

Mi lengua iba a toda velocidad descargando todo el veneno que tenía, tan rápido que mi mente se quedó en un segundo plano. Se lo había ganado, a pulso. 

- Ya tengo razones para votarte, de hecho es más de las que me bastaban, y te las voy a enumerar una tras otra para que enteres. -  Levanté una de mis manos para ir sacando un dedo por cada motivo. Alcé la voz para dejarle claro. - Has mentido, eres una inútil, votaste a Alexia cuando todos creíamos y creemos en su inocencia, tu puta hipocresía, no te sorprendiste por lo que le ocurrió a Syd, por lo visto estabas demasiado ocupada "compartiendo" opiniones conmigo para perder un puto segundo de tu puta vida en mostrar un poco de consideración, has utilizado tu ataque como excusa, además de usar la misma cicatriz para ello. - Hice una pausa para morderme el labio inferior hasta hacerlo sangrar, método infalible para acabar haciendo algo que no debería aunque quisiera.

- ¿Y después de todo aún tienes la cara de decir que es para proteger el sello? - Era de suponer que todos entendieron aquella pregunta retórica. - ¡Y una mierda! - Le grité mientras que con mi mano derecha saqué "cariñosamente" el dedo corazón haciendo así el gesto de fuckyou. 

Como esto siga así no sé que pasará, pero desde luego no voy a contenerme. Joder, no recuerdo haber estado así de furioso en mi vida.

Cargando editor
09/12/2013, 13:04
12 Muerto - Alice

-No he sido la mejor guardiana, eso está claro. No estoy tratando de decir eso, sólo digo que para mí no ha sido fácil llevar a cabo la labor que he llevado, lo mejor que he podido, y que me ha exigido sacrificio. Pasé años buscando la forma de serlo entre viejos manuscritos y libros, descifrando antiguos acertijos y consiguiendo información con cuenta gotas.

Esta cicatriz no es la única que adorna mi cuerpo. Todos me visteis medio muerta y humillada al amanecer. 

No sé si caeré en las próximas votaciones y eso no es algo que esté en mi mano impedir. Quizá sea mi destino o quizá no, pero moriré con la conciencia más que tranquila. He tenido el valor de revelar la verdad y he defendido el sello lo mejor que he podido. Parece que evidentemente no ha sido suficiente, y si consideráis eso suficiente motivo para darme muerte, adelante, quizá así Azhariel al fin descanse en paz. Mas os aseguro que mis palabras sólo guardan la verdad, y querréis tenerme a vuestro lado para acabar con los verdaderos traidores. Si alguien tiene la habilidad de comprobarlo, por favor, que lo haga ahora. 

Cargando editor
09/12/2013, 15:01
03 Recuerdo - Tetsuo Kensei

Tras terminar de limpiar su espada, escucha atentamente las palabras de todos. Se toma unos cuantos segundos para meditar la situación, hasta que cree llegar a una conclusión.

- Hmm... No creo que Arice-san sea una traidora rearmente... si de argo es curpabre, es de no haber tomado buenas decisiones... aunque de terminar todo esto, y dicho todo ro dicho, craramente no querría a Arice-san como guardiana. Por eso confío en er criterio de Eko-san y ra determinación de Zyrah-san para tomar aquer cargo.- Suspira, antes de girar su mirada hacia Liam.

Sin embargo... Creo que tu eres un traidor. Hace por ro menos dos días has estado atacando constantemente a Arice cuando se hace de noche, sin embargo, tus ataques a ella bajan considerabremente durante er día, guardando sirencio durante ras acusaciones a ros craros sospechosos y traidores, como Vanna-san y Poron-san.- Hace una pausa, mientras guardaba la ahora pulcra espada en su vaina.

- Es como si te esforzaras en ir a por ros traidores para que ras miradas no se fijaran en ti. Por ro demás, tus motivos para atacar a Arice-san son rearmente vanares.- Gira su mirar a Alice nuevamente, e inclina la cabeza hacía ella.- Creo entender cuar es tu función en esta reunión, no sé si eres Erisabet-san o Arice-san, pero no te voy a juzgar por tomar decisiones incorrectas, sino por er bando que hayas escogido.-

Cargando editor
09/12/2013, 15:24
20 Muerto - Marceline

Marceline hizo una mueca de desaprobación ante las últimas palabras de Alice.

No. Si eres votada, será porque eres culpable de ser una traidora o al menos responsable de que el sello esté en mayor peligro que la primera vez. Pero me niego a ser responsable de proporcionarle otra muerte a Azhariel. - dijo, mientras clavaba con dureza su mirada en Andrew/Azhariel.

Tras unos instantes, apartó la mirada y se pasó la mano por el pelo, mientras sonreía.

Aunque si queréis, yo si os puedo dar una visión de futuro. Mañana, un hombre de los aquí presentes se levantará más feliz, con respecto a ahora. Y también mañana, una vez hayan habido las votaciones, una mujer respirará aliviada. Quizás lo segundo deshaga lo primero, mis "poderes" - Marceline hizo las comillas con los dedos, mientras su sonrisa era más notoria - no llegan a tanto. Aunque no os preocupéis si ahora no lo entendéis, mañana todo se revelará, y nos tocará decidir que rumbo tomar.

Cargando editor
09/12/2013, 16:34
09 Muerto - Megan Davis

Al escuchar todas las explicaciones de Elizabeth, Megan entiende que no logrará nada con haber llegado hasta Oldland. Sus esperanzas estaban puestas en la guardiana pero al ver que ella no sabe cómo sucedió todo, pierde la esperanza que sepa algo de sus padres.

Megan respira con resignación y escucha palabras sensatas por primera vez, aunque no creía darle crédito a esas personas. La Grovehn respira y dice - Concuerdo con Yormund. La culpabilidad de Alice no es por el bando que eligió, sino por las decisiones que tomó. Puede que se haya equivocado en el pasado pero eso no la hace traidora - mira a Andrew, esperando que Azhariel escuchara sus palaras. - Creo más en la hipótesis de Tetsuo, cuando dice que Liam se ha encargado de llamar la atención hacia él por algún motivo. Creo que eso no debería pasar a la ligera. Por mi parte, mis sospechas van inclinadas hacia Lennish todavía. Su actitud me parece más que sólo sospechosa. Considero que una persona que se mantenga siempre al margen y se contradice a ella misma al justificarse, es un claro símbolo de algo extraño. Yo iré por ella en la mañana - la mira con seriedad y mira a Tetsuo. Era un mensaje.

Luego, escucha las palabras de Marceline y con algo de curiosidad le pregunta - Marceline, no dudo de tu palabra, sólo quisiera entender lo que quieres decir con darle otra muerte a Azhariel. ¿Hay algo malo en él que no conozcamos? - se sienta nuevamente cerca a Tetsuo, pues sabía que pronto llegaría la noche y prefería estar en un lugar que para ella fuera cómodo.

 

Cargando editor
09/12/2013, 16:55
Zyllah

La situación había provocado que varios se alterasen, y yo me limité a escuchar, apretando las mandíbulas y respirando con fuerza y profundamente, fulminando con la mirada a Alice. Mi mano se posó sobre la empuñadura de Irad cuando se dirigió a mí, y me hizo falta toda mi fuerza de voluntad para no esgrimirlo en ese mismo momento. Sin embargo, Eko se me adelantó, dándome algunos minutos para recuperar el control y una relativa calma.

Cuando ella reculó, mostrándose ahora arrepentida, no pude evitar un bufido antes de responder a las palabras que me había dirigido. - Sí, Alice. Precisamente yo te acuso de usurpadora. Yo, que he venido a recuperar lo que poseías sin ser tuyo. Que mi madre fuese una cobarde y una egoísta y prefiriese largarse de aquí sin mirar atrás no hace que su destino te pertenezca a ti por derecho. Y lo que hiciste con Valfar es lo que hiciste con ese destino. Y lo que has hecho con esa tal Alice, así que sí. Eres una usurpadora y lo has sido siempre, no es ninguna novedad. - Hice una pausa, mirándola con absoluto desprecio. - Eres tú la que ha dicho que habías nacido para ello. No te equivoques, yo no te culpo por encargarte de esa labor cuando nadie más la quiso. Cuando salí de Viena lo hice con la intención de agradecerte que lo hubieras hecho. Pero son tu actitud arrogante y tus palabras, apropiándote de algo que no era tuyo por derecho, lo que me hacen despreciarte. Parece que el cargo que nadie quería se te ha subido un poco a la cabeza, follacabras. - Terminé, aludiendo a un insulto tan antiguo como los derechos que la mujer esgrimía como suyos.

- No intentes compararme contigo, porque te aseguro que vas a salir perdiendo. - Finalicé con voz grave. - No vas a tener mi voto mañana, deja de lloriquear por las esquinas suplicando clemencia. Pero ya puedes ir dejando de llamarte a ti misma guardiana de nada. Guardarás el sello sobre mi cadáver. 

Con mis últimas palabras solté lentamente los dedos que rodeaban la empuñadura de Irad y tras dedicarle una última mirada dura, aparté mis ojos de los suyos para dirigirme a Eko. - No merece la pena que gastes tu saliva con ella. Sus mentiras la arrastrarán por su propio peso.