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HLdCn: El Legado de Caín - Oldland : Diarios Perdidos – I

Día 0 - Las Ruinas del Hogar

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07/03/2016, 23:41
Olenna D

Muchos podrían decir que el sonido de la madera contra la piedra acompaña los pasos de Olenna. Camina con su vara casi horizontal, a media altura, y va dejando que roce con los muros ruinosos de la ciudad. Sin embargo ella escucha más que eso. Para Olenna ese sonido es murmullo constante de la piedra, distinto en cada lugar. Un susurro que penetra en sus oídos y en su cerebro de una forma que no termina de entender, pero que le transmite todo tipo de sensaciones. Además, ella camina con la sensación de que lo comprendería a la perfección si las piedras lo quisieran. Mientras tanto tendrá que contentarse con eso.

Hace tiempo que Olenna camina, pero no el suficiente como para que haya olvidado su nombre. Su apellido aún a día de hoy es una incógnita, pero tampoco recuerda ningún momento en que no lo fuera. Y tampoco es que le importe. Al final todo se resume en una simple D que habla cada día de una cosa diferente sin que ninguna quede realmente sujeta a su frente.

Para cuando Olenna oye las voces lo primero que siente es desconfianza. De eso habla su D hoy. Sus pasos se vuelven entonces más lentos, más cuidados, y comienza a rodear el lugar del que estas provienen con una expresión curiosa, haciendo con su trayectoria una especie de espiral desordenada e imperfecta. Una sonrisa se dibuja en su rostro mientras sus ojos marrones brillan más y se gira hacia su vara, llevándose un dedo a los labios para pedirle silencio. No cree, por supuesto, que ella le escuche. No al menos de esa manera. Por eso tampoco le recrimina cuando, al seguir caminando, la madera sigue marcando sus pasos contra las paredes.

Al final, cuando llega a ese lugar donde tantos parecen estar empezando a reunirse, ella pasea su mirada inquieta entre unos y otros, observando a los animales, a las armas y a las grietas como si hablasen de sus dueños más que ellos mismos. Al principio no se acerca a nadie, aunque su sonrisa se ladea un poco cuando aquel chico rubio hace un chiste sobre la fiesta. Su mirada elocuente y ligeramente salvaje va siguiendo a unos y a otros, sin disimular en absoluto su disgusto al posarse sobre aquellos que le causan más rechazo: aquel que finge estar esperándolos y la que habla con tanta altanería como si ella misma fuese una estatua.

Si alguien le hace gracia esa es, sin duda, la serpiente. Con cautela pero decisión Olenna da algunos pasos en su dirección mientras esta se aleja y luego cruza una mirada con su acompañante, esa mujer con las ropas raídas. No está claro si sus pupilas avisan o piden permiso, pero no tarda en agacharse haciendo un gesto al ofidio y saca algo que sólo puede entenderse como pequeños trozos de una especie de carne chamuscada y de varios días. Con esa misma expectación la deja en el suelo y se aparta unos pasos, dejando espacio por si la quiere. Luego toma también un par de galletas secas. Empieza a masticar una, sin dejar de mirar a los demás, y se acerca a la compañera de esa serpiente para ofrecerle la otra sin llegar a decir nada.

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08/03/2016, 00:02
17 Muerto - Oliver Swamp

Llevaba varios días viajando en la parte de atrás de una vieja camioneta. El chofer de ésta, fue el único que encontré que conocía Oldland y que además estuvo dispuesto por unos cuantos billetes a traerme.

Me dejó a unos cuantos metros de las ruinas; todo el lugar y sus alrededores olían a muerte y polvo, la vegetación poco a poco estaba reclamando el lugar, sin embargo las piedras y muralla casi completamente destruidas, se negaban a dejar de mostrar que alguna vez ese lugar fue el centro de estos territorios.

Pude notar algunas sombras dentro de las ruinas y algunas voces que salían de allí. cuando entré pude escuchar como se presentaba un hombre como Alastor y una mujer como Smel.

Después que hablaron, avancé para que me vieran cada uno de los que ya estaban y mientras dejaba mi bolso en el suelo, colgué mi "Partealmas"(guadaña) en mi espalda, me presenté como correspondía:

- Buenas, Soy Oliver Swamp... llegó tarde?, espero que no...- dije tratando de entrar en confianza, miré a Alastor y ví que tenía un cuchillo, por lo que deduje que era Grovehn como yo, le hice un ademán de reverencia con la cabeza, en señal de saludo cordial.

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08/03/2016, 00:22
13 Muerto - Deidre

Un diálogo en silencio...

Es la clara conexión entre dos personas observándose en perfecta sincronía, donde los gestos juegan a ser partícipes de un diálogo silencioso, sublime y profundo. Descubriendo como el significado subyace detrás de una mirada o una sonrisa que puede expresar más que mil palabras, marcando un tiempo etéreo entre el antes y después de aquel contacto. 

Un suspiro y un esbozo de amabilidad surgió de mis delicados labios ante la majestuosidad de aquel rey sin corona, comprendía con exactitud mi intención y ambos nos medimos en cuestión de segundos. Dando como resultado un encuentro gratificante, sublime e intenso, sin mediaciones. Él en su sillón y yo de pie atenta a sus gestos, saboreando su aroma y acariciando el pelaje de mi lobo negro. Más no pretendía, sólo aquel instante mágico de jugar a mirarnos y perdernos en la nada del desconocimiento. Más tarde se verá...

De repente ya no estábamos solos...

Unos pasos se escuchan, mis ojos lupinos revisan el perímetro mientras que Tyr se pone en alerta. - Aún no...No hay peligro... Observa, huele y escucha... - susurro al colocarme enfrente de su rostro, conectando de forma cómplice con su mirada, siendo exactamente igual a la mía, compartiendo aquel sentimiento que nos mantenía unidos por derecho y elección.

Nada parecía inmutarme, cada uno fue llegando a su modo portando un estilo diferente, alguien gritó perdido en su diálogo personal, otros hablaron presentándose y una niña jugando con su perro inmersa en la inocencia propia de la edad. A ella sí le dediqué una cálida y comprensiva mirada, me recordaba a mis años de infancia en donde todo era más simple y las vicisitudes de los adultos no hacían mella en mi interior. Nunca cambies... -murmuro al dedicarle una última mirada. 

Otro suspiro... Más profundo...

Surge de mis labios al ver una rosa marchita por el tiempo, aquella mujer en sus mejores tiempos ha sido preciosa y hoy conserva la elegancia de aquellos momentos, esbelta, suspicaz y directa. Durante un segundo sentí admiración, luego pena y por último respeto, era alguien más dentro de esta reunión... Un eslabón en esta cadena... Alguien más para observar. 

Siguieron llegando y el silencio gobernaba ante mis palabras...

Continuaba revisando el entorno, muy dispar y reconocible en algunos puntos. Esta vez, otra mujer captó mi atención, sus ropas y las marcas en su piel denotaban un pasado reciente, algo que muchos se preguntarán y que sólo ella será capaz de responder. Sin dudarlo, me acerco y luego de que una chica le alcance un poco de comida, me quito la capa negra que llevaba para conservar su decencia, podía sobrevivir al frío de este lugar y a su vez, le otorgaría un bienestar ante su incomodidad. 

-Aquí tienes... Deidre es mi nombre. - expreso casi en un susurro melodioso para luego, dejar mi capa a un costado y regresar junto a Tyr a la espera de que alguien tome la palabra o continuar observando al resto de los participantes que allí se encontraban. 

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08/03/2016, 00:28
25 Muerto - Bethanny Andersen

Arrastrando mi hombro por una pared medio derruida, con su martillo repiqueteando en la pared, recorría las calles muertas de Oldland. Pero no todo estaba muerto, al menos, no de momento. Sabía que cuando más destrucción veía a su alrededor, más cerca estaba de lo único que movía por propia voluntad. Cada vez se arrastraba más lentamente, los golpes tenían una cadencia más lenta, haciéndolos más sonoros y sordos. En cambio, su corazón iba acelerándose más. Lo notaba en el aire, en el suelo que pisaba… allí habían muchos Grovehn como ella. No hacía falta verles las armas, ver que no estaban acompañados, sin marcas en la cara… conocía demasiado bien a los de su legado. Intentó no mirar a los Eve, mientras se percataba de que había varios Melknhar. ¿Alguna vez había estado rodeado de tantos? ¿O simplemente era la primera vez que de forma consciente había notado su presencia a su alrededor? Guardé mi martillo entre mis manos, cruzadas a mi espalda, ya paseando libremente por este lugar. Sin mirar a nadie en particular, apretando el mango con más fuerza según con quien me cruzaba…

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08/03/2016, 01:26
Nimay Radhav

Podría ser sencillo caer en la simpleza de creer que cuanto más grande es un animal, más ruido hace al moverse. Pero lo cierto es que los elefantes caminan prácticamente de puntillas y pueden llegar a ser tan silenciosos como un gran felino. 

Así pues cuando Nimay y Haathee llegaron hasta el cartel que reposaba en el suelo con una bienvenida caduca de tiempos pasados, fue más sencillo percibirlos por la vista que por el oído, ya que el tamaño de la bestia era más difícil de ignorar que el murmullo de su paso. 

Era un hombre alto y corpulento, de brazos musculosos y tez olivácea. Iba vestido con unos pantalones marrones, atados con un cordón a su cintura y una camisa que debió ser de color verde en algún momento, pero que ahora parecía más bien grisácea. Sus cabellos eran castaños y se rizaban en las puntas, llevaba bigote y barba, y sus ojos eran tan negros como los del elefante sobre el que montaba. 

El animal era un buen ejemplar de elefante asiático, sin ninguna de las marcas que pudieran señalarlo como sagrado, pero cargado de la majestuosidad y elegancia propia de su especie. 

El hombre leyó el letrero todavía montado a lomos del animal y asintió para sí mismo. Había llegado a su destino y un latido de expectación se mezclaba en su sangre con la necesidad de mantener la esperanza que lo impulsaba. Haathee percibió los movimientos de varios pasos más allá, a través de las sensibles plantas de sus patas, y Nimay recibió el mismo cosquilleo en sus pies descalzos a pesar de que todavía no había tocado el suelo. 

 

Descendió entonces, deslizándose por el costado del elefante y los ojos de ambos se cruzaron con un mismo brillo compartido, un mismo nombre bailando entre dos espíritus que eran realmente el mismo. El viento les trajo desde lejos una risa infantil y ambos, bestia y hombre, sintieron cómo el corazón les daba un vuelco. No tardaron sin embargo las orejas de Haathee en distinguir las diferencias entre ese sonido y el que tanto añoraban haciendo que esa súbita alegría se disolviese de nuevo. 

A pesar de eso sintieron ganas de apresurarse, de comprobar que verdaderamente no habían llegado al final de su camino, y si no lo hicieron fue porque habían viajado demasiado como para perder la cautela fácilmente. Extrañamente sentían, tal vez por la gracia del mismo Ganesha, que era allí donde debían estar. 

El ceño de Nimay se frunció cuando, con un paso calmo y acompasado, ambos llegaron a ese lugar donde otros semidemonios se congregaban alrededor de un sillón curiosamente situado en medio de lo que en algún momento debía haber sido una calle. No fue difícil percibir en su expresión que no esperaba encontrar a toda aquella gente allí, así como tampoco comprendía a qué se debía su presencia. 

Los cuatro ojos se detuvieron de inmediato sobre la niña y Nimay apretó las mandíbulas mientras la esperanza dejaba de revolotear por su pecho y volvía a asentarse en su estómago. Sus ojos durante un breve instante brillaron con una ternura de la que ella no era realmente la destinataria y después recorrieron al resto de personas allí congregadas, con cierta solemnidad. 

—Disculpen —lanzó aquella palabra al aire, sin estar seguro de si estaba interrumpiendo algún tipo de reunión o rezo privado—. Esto es Oldland, ¿verdad?

Su voz era suave y su tono amable, con un marcado acento que desvelaba su origen y procedencia. Sin embargo, había una fuerza excepcional contenida en el porte con el que se movía. Y realmente lo que parecía estar preguntando no era sólo aquello, sino a qué se debía tan extraña asamblea.

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08/03/2016, 01:38
03 Expulsado - Nora

Así es- contestó una voz, femenina y potente, desde las sombras que proyectaban las ruinas de la ciudad, como si de hecho, acabase de aparecer de entre ellas, cuando simplemente, había permanecido entre las mismas como una invitada que buscaba cobijo de las miradas curiosas.

Y para quien entonces reparó en ella, una figura, oscura y sinuosa, se tornó visible, mientras se aproximaba, suspicaz, hacia los recién llegados a los que había estado observando en silencio, como un gran felino que permanece atento entre la maleza, a través de sus ojos, y de los del gran ejemplar de jaguar que en cuanto percibió su movimiento saltó desde uno de los arcos, y se aproximó a ella, con paso majestuoso y firme, rozándose contra sus piernas largas y fibradas en cuanto la tuvo a su lado.

La mujer, que era alta y espigada, y de facciones afiladas y pronunciadas, casi felinas, fijó su mirada ambarina sobre cada uno de los presentes, con expresión neutra e impetérrima. Ataviada con unas simples y escuetas ropas oscuras que a penas cubrían su piel azabache, guardó silencio durante varios segundos antes de volver a hablar, mientras su mano se deslizaba, distraídamente, por el pelaje moteado de su fiel compañera- Somos Nora y Rakshasa.-dijo, señalándose a ella misma primero, y a la hembra de jaguar a continuación, irguiéndose ella misma, y moviendo suavemente los hombros, de manera alternante, tal y como lo habría hecho un felino al acecho- Os hemos visto llegar, y no entendemos por qué algunos estáis seguros de que debemos esperar a algo o a alguien. Nosotras sólo buscamos respuestas. No esperábamos a nadie más, pero es de suponer que vosotros también sentisteis la llamada. Al fin y al cabo, también vinieron muchos la última vez.-añadió, fijando entonces su mirada en Rakshasa, que acompañaba sus palabras de un rugido grave y de un gran bostezo mientras se sentaba sobre sus cuartos traseros- No seas maleducada- la reprendió, casi con cariño, esbozando una sonrisa jocosa- Al menos disimula un poco. Que no los puedas apresar no significa que no sean interesantes. 

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08/03/2016, 02:42
02 Expulsado - Roy Tucker

La pequeña cría de panda se movía de un lado para otro con paso torpe, distrayéndose en cada esquina y ralentizando el avance del hombre, aunque a él no parecía importarle demasiado. Había estado viajando durante mucho tiempo y ya se había acostumbrado. Los ojos de Roy no paraban de mirar alrededor, alerta, mientras que los de la incauta cría de panda miraban a todas partes sin percatarse de gran cosa.

Estamos cerca. Susurró el hombre con la mirada fija en las ruinas que se empezaban a formar en el horizonte. No llegó a detenerse. En sus profundos ojos azules podía verse el dolor que el alma de aquel hombre había tenido que sufrir, pero también la resolución que hacía que le permitía seguir avanzando pese a todo. Sus ojos decían más de lo que él estaba dispuesto a contar.

Avanzó en silencio, tropezándose varias veces con el panda, que parecía querer jugar con sus piernas mientras pedía caricias que el hombre no podía negarle. No era una actitud propia de un Eve y su compañero, pero aquella parecía ser la dinámica de ambos.

No te alejes, Linda. Susurró el hombre con extremada ternura mientras buscaba con su mano derecha la cabeza de Katie. La cría, sin embargo, lejos de hacerle caso, decidió que era el mejor momento de dar una torpe voltereta y acabó con la panza hacia arriba y una sonrisa. En el rostro del hombre apareció otra, algo más triste. Vamos, debe ser ahí. Dijo con voz dulce, señalando al grupo de personas que se habían reunido a unos cincuenta metros de donde se encontraban.

Roy lanzaba miradas preocupadas a las ruinas y, sobre todo, al grupo que se había reunido en aquel lugar llamado Oldland. Tampoco pasaba demasiado tiempo sin comprobar que el pequeño panda estuviese bien. Al llegar a la altura del grupo mantuvo la distancia y evaluó a los presentes con desconfianza. Era evidente que no esperaba compañía y la presencia de aquellas bestias, armas y cicatrices hacían que recelase. Por desgracia, o por suerte, Linda no parecía percatarse del posible peligro y avanzó hacia los presentes en un torpe trote, con curiosidad, lo que obligó al hombre a hacer lo mismo.

El panda de acercó a la niña y a su perro y se puso a dar patéticos saltitos, evidentemente entusiasmada. Quieta ahí. Le dijo una vez más con extrema dulzura en el tono, pero con cierta urgencia debido al peligro. Al llegar a la altura del panda lo cogió en brazos y miró a la niña durante unos segundos con aquella mirada profunda. Cualquiera que mirase podría ver la melancolía en sus ojos. Volvió la mirada al oso antes de hablar.

Lo siento, Linda no está acostumbrada a ver gente de tu edad. Dijo, mientras se colocaba mejor el pesado cuerpo de Katie en los brazos. Luego podrás jugar con ella, Linda, primero tenemos que averiguar qué es  este lugar.

Con calma, el hombre miró a los demás presentes. Si la escena tan poco propia de un Eve y su compañero, le había avergonzado, no parecía mostrar indicios de ello. Hola. Me llamo Roy. El tono se volvió más formal cuando se dirigió a los demás. Ella es Linda. No añadió nada más. Se quedó allí, sintiendo las uñas de Katie sobre su dura piel y manteniendo la distancia con el hombre que estaba sentado, el tipo de la guadaña doble y el enorme cocodrilo.

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08/03/2016, 03:07
21 Muerto - Vyka

El momento de partir había llegado. En ese instante donde observaba su hogar desde la distancia tratando de inmortalizar una imagen en su mente, comprendió aquellos que siempre había carcomido su mente. Su mente comenzaba a comprenderlo y tras esto, partió hacia Oldland.

Era un camino largo, por lo cual debía salir con gran anticipación para poder tomarse un receso. El legado de su padre hacía más frágil su cuerpo, aunque su mente era más poderosa que esto. Esa era la naturaleza de su legado. Por ello, cargó solo un poco de ropa para cambiarse y unos zapatos cómodos. Sus jeans y su ropa oscura no llamaría mucho la atención, si no fuera por su rojo cabello y las marcas que surcaban su garganta. En ocasiones trataba de ocultarlas en las multitudes, ya que no sabía qué tan habituados estarían de ver a una Melkhnar caminar por allí. al fin y al cabo, siempre había estado alejada de las grandes ciudades.

Su jornada continuaba y tras tomar algunos descansos, seguía caminando. Debía reposar, pues su fuerza física no era igual que la de un Eve, los cuales eran diestros para la caza y los trabajos físicos. Si bien había entrenado su cuerpo, seguía sintiendo la resistencia de una persona cuya resistencia se veía limitada por la fragilidad de su legado.

Los caminos de Oldland se desplegaban ante sus ojos y Vyka respiraba profundo. Su corazón palpitaba tan rápido que casi sentía que abandonaría su pecho. Sus pupilas se dilataban mientras más se acercaba y la adrenalina se disparaba en su cuerpo. Este era el lugar, su sangre la había llevado hasta aquí, el llamado de la sangre que le guiaba hasta aquí.

Salió de su ensimismamiento al cruzar el portal y ver las ruinas de lo que pudo haber sido una majestuosa ciudad y una gran catedral, pero solo recordaba historias. Miró a todos quienes se encontraban allí sin reparar en nadie en especial. Sacudió su rojo cabello para acomodarlo un poco y luego guardó silencio. No sabía a quién debía hablarle primero, ya que no estaba acostumbrada a socializar, pero al ver todos esos animales, comprendió la naturaleza de los legados de muchos de ellos.

- Cuantos Eve - dijo más para sí misma que para los demás. Miró sus manos, casi como preguntándose si estaba en el lugar correcto hasta que vio otros como ella. Aunque compartían legado, parecían muy diferentes, así que optó por guardar silencio. No se sentía parte de un grupo pues se había acostumbrado a estar sola, aunque sabía que debería llegar el momento de conocerse. Al fin y al cabo, se sabía para qué habían llegado allí.

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08/03/2016, 05:57
04 Expulsado - Katalina Brandr

“Un gusto Alastor.” Saludo mientras dejaba que le besara la mano divertida ya que no recordaba la última vez que un hombre había sido así de caballero con ella  aunque el gesto que realizo con el cuchillo pareció arruinar un poco de su entusiasmo. “Compartimos el mismo sentimiento entonces, una de mis prioridades es siempre buscar la comodidad por donde voy.” Entonces dio una breve mirada a los otros antes de volver con Alastor. “Aunque supongo que sin usted no lo habría conseguido en un lugar tan lúgubre como este, por lo que le tengo agradecido.”

Como antes volvia a ponerse cómoda junto al semi demonio del sillón, no necesariamente deseaba incomodarlo aunque su forma de ser era más confiada en ciertos aspectos mostrándose casi pegajosa con un abrazo a hombre junto a ella pero sin impedirle de alguna forma que se fuera su quería o que la quitara. Aunque pensando en su legado no le seria difícil quitársela a esta distancia.

De cualquier forma Kat movio su mirada a Oliver sonriendo divertida ante tras el saludo a Alastro, porque en su mente no se imaginaba un saludo cordial sino una muestra de sumisión ante un rey sentado en su trono aunque ella tampoco era la mejor pensada entre las suyas y las constumbres Grovehn se le escapan sin que intentara retenerlas.

Por lo demás observo como la plaza se llenaba de distintos animales y como incluso alguna de las mascotas mostraban cierta animosidad esperada con las que en la naturaleza serian sus presas. Miro como una de los Eve se desmayaba quedando como una figura que generaba lastima en Kat, pero no la suficiente para ir a ayudarla en especial cuando una ya se le había adelantado. Aunque quien mas le intrigaba era Nora con su supuesto conocimiento de lo que pasaba en este lugar. “Es como dice la pelirroja acá hay mucho animal suelto.” Comento con algo de humor tergiversando las palabras de Vyka.

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08/03/2016, 12:43
01 Expulsado - Fasad

Camino por las tierras yermas de Oldland, la rota silueta de lo que un día fue una iglesia coronando esta región muerta y baldía. Aún no se escucha nada, excepto el viento, una melodía ululante, que parece susurrar con un millar de voces, en idiomas que no entiendo y jamás aprenderé. Al igual que Iram, la ciudad de los Mil Pilares, en lo más profundo del Rub al-Jali, no son sino los restos de lo que un día fue un lugar lleno de vida, de pasión, de vicio. Al igual que la Ciudad Maldita del Desierto, aqui se ocultaron y vivieron pecadores, demonios, gente cuyas ambiciones y orgullos no les trajeron mas que la condenación.. Al igual que la oscura Iram, debería haber permanecido muerta, vacía y olvidada, tan solo un recuerdo de lo que ocurre, cuando la semilla del averno se mezcla con la de Adán.

 

Empiezo a ascender, caminando hacia la iglesia. Una pequeña multitud se ha ido acumulando alrededor de esta. Veo a gente, mucha gente, y todos ellos extraños. Algunos por sus rostros. Otros, van acompañados de animales, bestias, a las que dominan y con las que viven. Los que quedan parecen normales, pero ocultan algun secreto. Todos aqui lo hacen, y todos aquí han sucumbido alguna vez al pecado, y se han vanagloriado en este. La violencia, la lujuria, el orgullo. No se cual de ellos, pero todos aqui lo hemos hecho. Hay un hombre en un trono. Hay una niña. ¿No envejece, o es que su alma se ha visto corrompida desde una edad tan temprana? ¿Son estos realmente mi gente? ¿Estoy condenado a pasar el resto de mis días acompañado de criaturas como ellos, con el rostro de un hombre, y el corazón del mismísimo infierno?

 

Estoy frente a la iglesia. Alzo la vista, y la contemplo, en silencio, un monumento a la ruina a la que me veré condenado. Por mucho que me duela, son mi estirpe. Sangre de mi sangre, como yo lo soy de la suya. Hijos todos del más oscuro pozo del infierno. No son la compañia que buscaba, no son las relaciones que quiero. Pero son las que merezco, y las que necesito. Al fin y al cabo, si alguien puede darme respuestas, se hallará aquí, y no en otro lugar...

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08/03/2016, 13:34
22 Muerto - Theora

Sentía curiosidad, toda esa gente llegaba a reunirse para algo importante, con mis padres no habíamos visto ningún letrero de algún espectáculo en la entrada del pueblo, a mi edad podía distinguir los legados de mi raza, pero jamás había visto a tantos reunidos, al parecer aquel hombre al que llamaban Alastor era quien los convocaba, pues sentado en su trono esperaba pacientemente la llegada de los demás. ¿Será que a mí también me esperaba? mire a  Wardjan quien atento observaba sin moverse de mi lado y aunque en otras ocasiones se habría mostrado más hostil al protegerme, ahora esta calmo pero expectante.

Pronto llego el señor de las ratas con el cual mi curiosidad de intensifico al ver como aquellas criaturas, repugnantes para algunos pero para mí fascinantes y curiosas se movían inquietas a su alrededor, no podía hacer más que sonreír ante lo que veían mis ojos, un hombre con extrañas vestiduras que jamás había visto también llegaba, debe ser de otro país, el brillo de mis ojos se movían entre los que venían llegado con absoluta curiosidad, quería preguntar qué pasaba, y por qué estabais aquí, pero creo que sería imprudente, madre ya me había dicho en no debía interrumpir a los adultos.

Continuaba acariciando el pelaje de mi hermano, cuando una mujer con ropas raídas daba un aspecto preocupante, más cuando una cobra se enrollo en su torso y cuello mostrándose altiva y majestuosa, me intimido su sola presencia, pero sentía lastima por el estado de su compañera.

Así fueron llegando más criaturas unas tras otras, la dama del búho, la imponente dama de cabellos rubios que se presentaba altiva y segura como si fuese la dueña del mundo, me recordaba a la abuela, oculte una risa al abrazar el cuello de Wardjan, pronto vendría una mujer hermosa, de intensos labios rojos y mirada juvenil, una atrevida y seductora mujer a quien el sonido no delataba su presencia, pero si su característico aroma, que interrumpió la tranquilidad del anfitrión, di un respingo cuando su cuchillo se incrusto en el brazo libre de su sillón.

El silencio era mi mejor aliado, ¿qué podía aportar una niña a todo esto?, creo que no mucho, pronto caería la noche y debía volver con mis padres y continuar el camino, pero algo en todas aquellas personas me hacía quedarme, algo en este pueblo olvidado me cautivaba como si cobijara mi alma, mis risas y mi inocencia, la dulce voz de la melodía de mi madre parecía escuchar entre el follaje de los arboles cuando el viento los mecía.

Un chico rubio más relajado, llegaba refiriéndose a una fiesta, entonces de mis labios salió un largo –aaaahhh- por fin comprendía todas estas personas se reunían para una fiesta y parecía divertido, pero ¿de qué?, volví a cruzar la vista con mi perro y ambos nos encogimos de hombros como si cada uno reflejara al otro en un espejo. –No parece que hayan preparativos, ¿será que hay algún lugar secreto donde la celebraran?...- comente a Wardjan en apenas un susurro.

Nuevas criaturas que jamás había visto continuaban llegando, entre ellos un cocodrilo, esto ya parecía la reunión de un arca o algo similar, debía contarle a mis padres, seguro querrían ver esto, otro extranjero más marcado en su piel por el don de Melknhar, una Grovenh más silenciosa y caritativa… -no aceptes nada de nadie Wardjan, se buen chico- mencione ante el gesto de Olenna con la cobra, no es que fuera desconfianza, pero luego el can se enfermaba y yo con él y eso no era gracioso.

Un hombre de color que podría mimetizarse con la noche hizo aparición entre el grupo, sus gestos de saludo denotaban el comportamiento característico de un hijo de Grovenh, mi padre es educado y caballero como él; en menos de un día he visto lo que quizás habría tardado en 5 años y me tenía aún más interesada retrasando el retorno a casa.

Siento la vista de la pelirroja del principio, si mirada me reconforta pero también me hace sentir incomoda como si me dijera que no debo estar ahí, pero su rostro es dulce, una extraña contradicción de sentimientos que apenas alcanzo a comprender... me agrada…

La mujer del martillo llega seguida de otro imponente animal… -Wardjan un elefante…un elefante…- me muestro alegre y apunto a paquidermo con total encanto, su compañero me mira y le sonrió… -¿dejara que le toque?...es, es…este día es el mejor día de todas las vacaciones- otra mujer de color acompaña a un gran felino y vuelvo la vista a todos los ya presentes haciendo un recuento de los animales que estoy viendo y sigo fascinada por todo.

Este pueblo es genial, reúne gente de lo más interesante, pero solo el tiempo parece detenerse cuando con los ojos y la boca abierta por la sorpresa de su presencia una pequeña panda se me acerca, con su mirada tierna, siento necesidad de abrazarla de enterrar mi rostro en su pelaje y que atónita, ya nada puedo sorprenderme más, balbuce una respuesta entendible y solo asiento obediente mirando al señor que lleva a… Linda.

Dos más llegan pero yo no puedo retirar mi vista de la panda, Wardjan con un deje de celos me lame la mejilla volviendo a conectarnos con la mirada, le abrazo y beso, sintiéndose satisfecho de tener por completo mi atención.

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08/03/2016, 13:58
19 Muerto - Fiona Blackwood

Fiona escuchó el tímido saludo de Raffariel, notó su rigidez y su tensión y rápidamente sintió simpatía hacia la muchacha.

- El gusto es mío querida- le dijo sosteniéndole el rostro como queriendo examinarla consciente de que al pertencer a su legado poseía un gran poder y el poder era algo que gustaba mucho a Fiona- eres preciosa- comentó apartando su mano enguantada del frágil rostro de la chica, contenta por lo que atisbaba en ella- tu y yo compartimos la misma sangre aunque antes no nos hallamos visto... mi nombre es Fiona Blackwood, pero puedes llamarme Fiona- le dedicó una sonrisa agradable al tiempo que daba una nueva calada a su cigarrillo y lo sostenía entre sus largos dedos de manera elegante, dedicando otra barrido ocular a los que estaban llegando.

Al aparecer Katalina y ver como se dirigía hacia el Grovehn y se sentaba en el brazo de su sillón, enarcó una ceja... tenía actitudes pero le faltaba estilo... mucho estilo, así sólo conseguiría parecer una puta barata... pero no era su hija, allá ella. Entonces se percató de la intensa mirada de Alastor sobre su persona... no pudo evitar sonreir, acababa de llegar y ya estaba haciendo amigos... a modo de saludo y como consecuencia de su chulería innata, Fiona correspondió a la mirada de odio a su más puro estilo... lanzándole un beso.

Si quería razones para odiarla... las iba a tener... que divertido que iba a ser todo, pensó mientras veía llegar a más Eve...

- Tienes razón querida...- asintió ante el comentario de Vyka- esto parece un zoo- comentó al ver aparecer al elefante, al panda y al jaguar- vamos a estar de lo más entretenidos- ironizó con el codo del brazo en el que mantenía en alto su cigarrillo, apoyado en su cadera.
 

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08/03/2016, 14:52
24 Muerto - Sarghagas

Sigue llegando parentela desde todas direcciones. Muchos acompañados de fauna, otros acompañados de ellos mismos y otros con pertrechos. Observo como algunos de los presentes comienzan a entablar conversaciones superfluas. Varios de ellos se presentan, otros se piropean y otros como yo, nos mantenemos al margen. 

No me considero una persona muy sociable, lo reconozco, pero no veo ninguna necesidad de mostrarme ante los sujetos que allí se encuentran con tanta prontitud. Doy por hecho que la reunión familiar va a ser larga y movida, así que mantengo distancias con todos y cada uno de ellos, ya habrá tiempo para nimiedades.

Ansiamos el momento de que todo comience, notamos que está muy cerca. Una vez que se abra la veda, no habrá marcha atrás. 

-Aguantad un poco pequeñas, vuestro festín será servido en breves....

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08/03/2016, 15:03
15 Muerto - Raffariel

- Jajajajajjajaja!! Te dijo preciosa!! Jajajajaja... Idiota, eres horrible... nunca serás preciosa, eso debes saberlo... No sé que te vio esta mujer...

Miro a Fiona y sonrío sin mostrar mis dientes. - G-gracias. Digo nuevamente de manera tímida. -Mi nombre es Raffariel. Desde ese momento sentí un gran apego hacía Fiona, casi como de madre.

- ¿L-le molestaría que me quede con usted? Le digo nuevamente retraída a un costado de la mujer, mientras ella miraba a un hombre feo que la miraba fijamente.

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08/03/2016, 16:05
Director

Parecía que Oldland había vuelto a desplegar su llamada, pues sobre su desmembrado suelo acudían nuevas pisadas, nuevas historias que narrar, nuevas heridas que abrir y nuevos sueños que atrapar.

Sobre el ábside de aquella ruina desvencijada, impertérrito, sin un movimiento que lo descubriera... os observaba un Esmerejón de pardo plumaje. Posando su mirada en cada uno de vosotros, como contando las testas que había acudido al final.

De nuevo, el silencio enviudó el aire, enraeciendo el lugar en aquella extraña mañana. Hasta que por fin, el ave decidió descubrir su posición.


Un chillido agudo, proveniente de aquel promontorio, en un segundo el ave desplegó sus alas dejándose caer como dispuesto a impactar contra el suelo. Pero a falta de unos metros abrió la embergadura de su plumaje y comenzó a planear tomando altura antes de empezar a dar bates seguros con sus alas y empezar a volar.

Aquel pequeña ave, pasó rozando la cabeza de Fasad... el último en llegar, esperando al último segundo para dar un viro en su equilibrio y pasarlo sin más.

Paso junto a Aisha mirando su rostro, tras aquellos negros ojos rapaces coronados en miel... dio un giro cercano al sillón donde Alastor y Katalina descansaban... para luego dirigirse con fuerza a aquel lugar donde Deidre, Sylvia y Olenna se encontraban.

Su nuevo rumbo le hizo pasar bajo la bestia de Nimai, antes de llegar a Nora un nuevo giro y tras un tirabuzón pasó por encima de Fiona y Raffariel. La ruta parecía cambiar a cada segundo asegurando con su mirada vuestros rostros... pasó junto a Theora sin apenas hacer ruido, para luego soltar un fuerte chillido junto Sarghagas y Roy.

En las siguientes vueltas sin tomar apoyo en el suelo, aquel ave había pasado por cada uno de los presentes.... Bethanny y Daeron por la derecha, Nói, Smel y Oliver en la izquierda, y de forma aislada Dyehuty, Vyka y Yaiza.

El Esmerejón se posó sobre un nido de rocas, y limpió su pico entre sus garras, para luego miraros y volver a gritar... Parecía llamaros. Una llamada grosera, sin atisbo de reglas ni moderación... una orden de alguien pequeño que no entiende un no....

Sin esperar una respuesta elevó un poco el vuelo y se perdió de vuestro rango de visión tras un muro carcomido entre raíces y podredumbre que un pequeño sesgo de agua hacía al filtrarse entre las heridas del lugar...

 

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08/03/2016, 16:38
07 Muerto - Alastor Grovehn

Posando una mano sobre las caderas de Katalina y dejando vagar mi dedo sobre el mango de mi cuchillo respondo al gesto de reconocimiento de mi recién llegado hermano, pero no puedo evitar alzar una ceja y sonreir escépticamente. ¿Una doble guadaña? Cuanto drama... Y hablando de drama y teatralidad, llega Mowgli a la reunión en su flamante montura. Ya no estás en Kansas Dorothy, me siento tentado de responder a su pregunta, pero dejo que sean otros quienes le confirmen lo obvio. Los bastardos de Eve son sin duda tan llamativos a la vista como los de Melknhar al olfato. Carecen de la sutileza y perfección con las que los afortunados del legado de Grovehn hemos sido bendecidos.

Me siento bien viéndoles llegar mientras estoy sentado esperándoles. Es como si acudieran a mí en vez de a la ciudad, y verlos congregarse a mi alrededor me da una satisfactoria sensación de poder.

Cuando la anciana me lanza un beso giro el rostro tal cual la veo comenzar a hacer el gesto, como si no le hubiera estado prestando atención siquiera. Se que a la gente como ella la indiferencia y el ignorarles es lo que más les escuece al fin y al cabo. El otro anciano que llega, asiático, comienza a divagar por su cuenta, como lo están haciendo mucho de los presentes. Lo cierto es que su entrada me ha desconcertado... debo de estudiar bien a los hijos de Melknhar, pues su diversidad es sorprendente y potencialmente peligrosa.

Y es entonces cuando el pájaro interrumpe mis divagaciones. Como inesperado guía altanero se da a ver a todos de manera casi insultante, y reclama seguimiento. Me levanto del sofá tendiéndole la mano a Katalina.

- ¿Procedemos? - He sido el primero en llegar y seré el primero en continuar también. Oldland debe saberlo.

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08/03/2016, 17:19
Yaiza Gray

Llegué sin pronunciarme, casi como un fantasma recién salido de las sombras generadas por la pesadumbre de mi interior; sin hacer ruido, sin preguntar nada, yo sólo acepté mi posición, un tanto aislada, pues no era mi estilo ser el centro de atención.

Mi gesto, tranquilo y pasivo, observaba a cada uno de mis hermanos de destino.

Sin demasiadas dificultades encontré a los componentes de mi legado, sus olores eran excitantes para mi olfato, mas era su afín sangre la que palpitaba por mis sensaciones como los cauces de un río a punto de desbordarse; sin quererlo, se activó apresuradamente mi corazón al notar que ya no estaba sola, que había más como yo; sentí cierto calor con mis Grovehn.

Aquí ya no hay secretos...

Sonreí dulcemente ante la broma del chico rubio de mi legado y con la mujer del cigarro, que tan predispuesta y estirada me hacía volver a sonreír... ¡Qué diferentes éramos! No sabía hacia qué lado acercarme para saludar, sin embargo, pensé que era mejor quedarme callada, así, que analicé con mi característica mirada de niña los inquietantes y novedosos rostros que iban llegando, algunos con curiosos acompañantes, los de Eve.

Me fascinaba la belleza, la admiraba con un brillo visible en los ojos. Mojé mis labios en saliva al morderlos, despacio,  en una caricia, mientras ladeaba la cabeza observando curiosa al pequeño oso panda, quería acariciarlo. Con estos nuevos pensamientos, me olvidé de los demás, incluso del elefante.

De pronto, a lo lejos, un ave rapaz sobrevoló nuestras cabezas, lo que llamó poderosamente mi atención. Me giré para contemplarlo y lo observé fascinada, con orgullo.

Respondí a su llamada afilando mi mirada con vistas al cielo, dedicándole en silencio todo mi respeto y los servicios de mi cuerpo.

Pasó cerca de mí, lo sentí y lo seguí con mis pupilas hasta que se perdió, en su nuevo vuelo...

Dispuesta a caminar, miré a los que primero se dispusieron a avanzar, los que demostraban con sueltas pinceladas su lujuria encima de aquel sillón.

Sin ánimo de interrumpirles, mis pasos me llevaron cerca de ellos.

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08/03/2016, 17:31
13 Muerto - Deidre

Un ave, una señal... Allí está el camino.

No tuve mucho reparo en los comentarios, prefería el sonido del viento antes que un par de palabras sueltas sin más. La tierra hablaba por si sola a través de sus registros, no era un lugar para naufragar en cuestiones meramente vanales. Nos estamos conociendo ...

Cada hermano del legado de Eve surgió en el basto escenario de Odland, fiel a su esencia y la respetaba ya que pocos podían comprender la relación entre bestia y hombre, siendo una unión verdadera de eterna fidelidad.

Mi atención estaba puesta en ellos hasta que una preciosa ave me distrajo sobrevolando en mi cercanía,  Tyr mostró sus dientes encrespado pero solo bastó una caricia en su lomo para recuperar la calma puesto que aquello era una señal y no una amenaza. 

Por lo pronto giro sobre mi misma centrando la mirada en la niña.  -Vamos. - expreso en un tono dulce, incitandola a que siga mis pasos y una vez que estuviera lista, inicio la marcha junto a Tyr siguiendo el vuelo de aquella ave.

 

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08/03/2016, 17:45
08 Muerto - Aisha

Aquel molesto graznido hace que nos pongamos al unísono en alerta. Ambos seguimos sus preciso y casi acrobático vuelo con la mirada acompañado de movimiento de cabeza. Una vez el cernícalo a inspeccionado a cada uno y se ha asegurado la atención de los presente. Este vuelve a remontar el vuelo invitándonos a seguirle.

Esta claro que su dueño es un Eve, demasiado confiado o tal vez poderoso. Sea como sea no me gusta esta situación, rodeada de desconocidos y ahora tan descarada invitación.

Blanca Noche y yo nos buscamos al unánime con la mirada y sin mediar palabra esta levanta su sigiloso vuelo hacia el muro carcomido entre raíces donde el cernícalo se dirigió.

Por el contrario yo me siento a esperar mientras me acurruco en mi chaquetón de piel y entre susurros.  - Empieza a hacer frio-

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08/03/2016, 18:09
12 Muerto - Dyehuty

En apenas nos minutos el lugar se llena de rostros curiosos, algunos expectantes, otros imperantes, pero ninguno de ellos común. todos tienen características muy particulares, características que hablan de ellos, que los marcan como individuos... y características que hablan de un pasado común. No puedo evitar fijarme en aquellos que más me recuerdan a mi tierra natal.

Sencillamente fascinante.

Tomo una pluma carmesí de entre mis vestimentas cuando Júpiter me saluda cortés desde su trono y respondo con una leve inclinación de mi cabeza. Saco el mismo viejo libro con el que he llegado a la ciudad y me dispongo a escribir cuando los chillidos de un ave me hacen alzar la cabeza. Guardo la pluma y pospongo la escritura para otro momento, observando con atención.

Tras un incomodo silencio el rapaz se muestra, majestuoso, bailando entre todos y cada uno de nosotros, para indicarnos el camino. Casi profético.

Dyehuty, guardián y buscador.

Me presento, como otros han hecho antes de mí. Dirijo mis pasos tras el primero en caminar, hermano de legado. Sonrío al pensar en los juegos del destino, juegos que no tenemos opción sino de jugar. Una última mirada para guardar en mi memoria los detalles.

La compañera del búho, quien hubiese jurado gélida como la noche, decide sentarse y reclamar frío, mas no me detengo, aunque sí que le hablo directamente, sereno y casi duro.

La quietud es el mejor aliado para el frío.