Partida Rol por web

Mientras pasaban las horas en aquel lugar, no podíais en algún bosquejo, en algún momento robado, mirar al otro buscando entre su mirada aquello que sin saber acababa de pasar.

Debíais ser disimulados, pero sobretodo, debíais encontrar aquello que os arrastraba a la mirada del otro sin condición.

Tan distintos en vuestro origen, tan distintos en vuestras vidas, pero afines en Legado y dolor. Un dolor que os hacía sentir vacíos mientras buscabais respuestas en la mirada del otro sin poderlo evitar una vez.

Y fue entonces, que sin saber como ni cuando, llegasteis a aquel lugar, un lugar en vuestra mente donde estabais solos los dos, como una zona oculta donde poder hablaros fuera de otras miradas. Empezasteis a andar sobre aquella sala de encarando vuestros pasos, mientras os perseguíais en un circulo continuo a la vez, que enfrentabais vuestras miradas.

Tan distintos en todo, pero con aquellas marcas que os unían, como si fuera una escusa para dar el siguiente paso antes de hablar.

Katalina seguía flotando, mientras Nói andaba en la misma dirección. Por segundo Ella se paró, como un vigía que atento busca con su mirada lo que sucederá... y entonces como pidiendo permiso, desde la espalda de ella, el se apareció y con gesto suave acarició su mano, mientras cubría con sus dedos las marcas de su piel.

Ella se giró, quedando sobre el aire como suspendida entre aquellos brazos que la acariciaban sin aguantar ningún pesa más. 

Mientras vuestros ojos se ahogaban entre la mirada del otro, como pidiendo permiso antes de avanzar entre aquella alianza nacida, entre gestos mudos, entre los dos.

No comprendia del todo bien esa nueva sensación que tenia en su interior, sin embargo sabia en parte de que se trataba. Muchos hombre me habían prometido esto y ella habia aceptado dejándose ilusionar mientras prometia lo mismo. Aunque finalmente todo se desvanecía cuando la corta llama de la pasión se apagaba, dejándola a ella con un mayor vacio en su alma.

Sin embargo aquí se encontraba relativamente limpia de cualquier sustancia que afectara sus sentidos, frente a un hombre que ni en miles de años habría esperado poseer este enamoramiento a primera vista. Pero aquí estaba timida como si fuera su primer contacto con un hombre.

“Nói Cách Doc…que nombre difícil tienes.” Comento riendo un poco ante su propio comentario mientras su mano se mezclaba con la èl en un gesto de cariño. “No se como funcionan los nombres de ustedes, hay alguna forma de acortarlo sin ofenderte?” pregunto con una inocencia y cuidado muy raro en ella. "Tenemos mucho que hablar, te tengo una mala noticia."

Desdichada aquella alma que por el destino caprichoso de un cupido sin cerebro unido a una hermosa mujer con un hombre débil, lleno de cicatrices e inexperto en como corresponder al cariño ofrecido. Y aun así, estaba agradecido de que ella sin explicación aparente estuviera de acuerdo con ello.

-Se pronuncia Nói cách Độc, Katalina. Pero puedes llamarme como prefieras, sea como sea que lo pronuncies estará bien.-Respondió suave a la mujer, poco antes de dejarla continuar.-No hay mala noticias, solo empresas difíciles de realizar. Habla, te escucho.-Quiso quitar importancia a lo que quizás ya supiera.

“Nòi. Así te llamare.” Concluyo ella con una preciosa sonrisa. Lamentablemente esta no duro mucho junto con el gesto de su mano para tener un contacto con el hombre. “Yo…soy una mujer malvada, no solo por lo que he hecho en mi pasado sino con lo que hice la noche de ayer. Yo he ayudado en acabar la vida de Roy de su pobre panda.” Termino confesando con algo de temor por como la juzgaría.

“Si bien se que es algo malo, no puedo terminar de sentirme mal por ello. Ellos no saben como es sufrir como es sentir que mueres con cada paso y por eso viven su vida sin importarse un momento por los que sufren como yo.” Declaro con furia en sus ojos. “Entendere que quieras alejarte de mi ahora que he dicho estas cosas, pero necesitaba liberarme un poco con alguien…liberar este peso que me dio la vida.” Comento pareciendo cansada.

El vietnamita negó con la cabeza con una sonrisa triste, después de todo, en sus ojos podía leerse que ya lo sabia. Y aun así se acerco a ella, apoyando su mano es su hombro.

-Aunque quisiera no podría dejarte y créeme cuando digo que no quiero alejarme de ti.-Hablo sinceramente.-No entiendo vuestra necesidad de matar o abrir las puertas, pero yo tampoco soy un ángel, he tenido que matar en mi pasado para sobrevivir y se del peso que es quitar una vida. No te juzgo por ello, como tampoco juzgo al resto. A decir verdad yo no tengo una inclinación a un bando concreto, sigo mis propias leyes y ahora lo único que pretendo proteger es esto, lo que tenemos aquí, a pesar de que puede que sea obra de algo que nosotros no hayamos elegido.-Se dejo llevar y sus palabras se marcaban con fuerte acento.

-Ahora mi empresa, es tu empresa y te ayudare en todo lo posible, querida. Dime, puedo conocer al resto de tus aliados o saber al menos si aquel hombre que sucumbió a su propio poder, estaba de vuestro lado. Como puedo ayudarte.-El pasado o el presente no parecía importarle al hombre oriental.

Al sentir la cálida mano de èl en su hombro la tomo con la propia, sonriéndole triste ante su aceptación. “Te agradezco mucho tus palabras y créeme que antes que llegue el fin entenderás muy bien porque hago lo que hago. Pero debes tenerme paciencia que la razón de lo que soy no se lo he contado a nadie…hasta ahora.” Confeso con su sonrisa cobrando un tono más alegre por un segundo hasta que reflexiono sus ultimas palabras. “Prefiero que no hablemos de lo que nos unió, porque tú tienes una idea que bien podría ser la verdadera, pero yo desearía creer otra cosa.” Concluyo esperando que el tema de su actual atracción quedara sin darle una respuesta clara.

“Puedes ayudarme diciéndome tu poder querido y no hablo de ese con el cual nacimos todos lo de nuestro legado. Sino de otro que te fue entregado al llegar aca.” Pidió con complicidad mirándolo curiosa ante lo que podría poseer alguien que no estuviera de un lado u otro en ese conflicto.

Suspiro negando con la cabeza. “Ese hombre casi mudo no era de los nuestros, pero el joven de las cartas que murió si lo era. Los otros dos son Aisha y alguien algo obvio como Alastor.” Respondió con confianza sin desear esconder nada a su persona.

Nói escucho atento a las palabras de ella.-¿Entonces ha sido envenenado por uno de ellos?-Se toco el mentón.
-Esperaba que estuviera fingiendo su muerte.-Un provocador, una callada misteriosa y tu. Pintoresco equipo el que formáis.-Sin duda se refería a sus compañero no a ella, nunca tendría malas palabras para ella.

-Sabes que tienes todo mi apoyo.-Sonrió tímidamente.-Aunque tal vez sea mejor que no contéis de mi por el momento, Alastor no parece de las personas que admiten a compañeros fuera de su circulo de confort.-Quiso dejar su opinion al respecto clara antes de ser sincero él con ella.

-Y os confesare que Oldland es como si conociera de mi pasado y disfrutara otorgándome el don de los Buitres.-Miro divertido a Katalina esperando la reacción en sus ojos, antes de continuar.

-Pero no me refiero a un compañero animal, claro que no. Hablo del don que esta ciudad me ha dado. Uno que tal vez te desagarre, pero piensa en su utilidad. En la noche, el buitre me guía y como carroñero, puedo desear el don que tuvo un y aun tiene uno de los muertos, haciéndolo mio, con todas sus consecuencias, por eso os digo que mi bando no es uno ni otro, sino aquel que tuviera de quien robe su don.-Esperaba que ella entendiera sus palabras, pues sabia que sonaban extrañas.

-Y un consejo, querida. Procura no votar lo mismo que tus aliados, no al menos por ahora donde ni siquiera nombran nombres.-Le aconsejo, aunque sabia que ella era muy capaz de como actuar y seguramente ya tuviera un candidato a voto.

Sonrió ante el comentario de sus compañeros lobunos, era algo interesante escucharle con tanta sinceridad como los veía. “Son más que eso y la vez no son eso.” Comento acercándose más a Noi depositando sus manos en los hombros del hombre que debería de estar muy contracturado por lo que pasaba.

“En parte es verdad eso, pero estoy segura que puedo manipular al Grovehn lo suficiente para que no te vea como un peligro. Moviéndote a un lugar de confort sin que tengas que declararte su aliado en ningún momento.” Le aseguro mientras comenzaba el masaje con una habilidad de alguien que tiene práctica pero no perfección. “Ahora Aisha que a diferencia del Grovehn es más atenta y es quien más ideas sugiere.”

La mujer se sorprendió y la vez se mostró algo contrariada por el don recibido por Oldland. “Admito que me sorprende escuchar que posees ese poder, no era el que me imaginaba para una persona como vos. Aunque si vos lo sientes propio entonces lo aceptare como vos aceptaste lo mio.” Comento con cariño de nuevo teniendo cuidado con sus palabras para tratar de no ofenderlo.

Aunque cualquier momento de incomodidad se fue ante el consejo de Noi. “Si te tengo que querer. Gracias justamente hace poco también decidimos eso mismo nosotros.” Le confeso dándole un beso en la mejilla. “Lo que es mejor es que tu nombre no aparece en nuestras reuniones, ni con la idea de acusarte ni como víctima en la noche.” También le confeso mas alegre.

Volviendo a masajearlo se puso a pensar en las palabras anteriores de Noi, en su don. “Haz pensado en usar tu don con alguno de los que murieron? No es que sepa algo de esos dos como se de Daeron, pero pienso que tal vez uno de ellos revivía gente y es por eso que aun nadie ha vuelto de la muerte como decía la mujer serpiente.”

Su cara rota por su legado no mostraba todo lo agradecido que pudiera estar por aquel acercamiento de ella y su reconfortante masaje. Y la escucho pacientemente, manteniendo esa sonrisa, que se amplio ligeramente al sentir sus cálidos labios en su mejilla rota.

-Recuerda que tus camaradas no pueden hacernos daño en la noche, por eso tampoco te sobre expongas a defenderme llegado el caso, aunque estoy seguro que sabrás como hablarles.-Puntualizo. Antes de responder a su pregunta.-Aun no se nada, tình nhân. Creo que es pronto para hacer conjeturas de quien puede o no revivir a alguien, tal vez espere a esta noche o como dices ya este muerto.

-Sea como sea, la única curiosidad real sobre los poderes de los tres muertos me surge con Fasad, tal vez su propio poder lo consumió, si eso fuera así, un poder tal nos podría beneficiar a nosotros mas que a un muerto.-Eran simples divagaciones, él mismo lo sabia, pero aun pensaba en ello.

-Creo que por el momento dejare que el buitre se quede en su nido. Esperando.-Toco su mano.-Como he hecho todo este tiempo. Pero que me digas eso me hace plantearme, ¿Alguno de los que esta contigo, a demás de la necesidad de matar, tiene mas poderes? ¿Como revivir o crear mas como vosotros?-Apretó su mano, pues sabia que la noche estaba cerca y las historias no eran amables en la noche.

Continuo masajeándolo mientras escuchaba sus palabras, que como en la sala común eran muy importantes para ignorarlas. “Eso es bueno, lo tendré en cuenta pero me gustaría garantizar que un ataque a tu persona no pase nunca si puedo controlarlo.” Comento con cariño mientras su mente parecía divagar en otra parte. Aunque al escuchar ese par de palabras que no entendía volvió. “¿tình nhân?” pregunto con media sonrisa.

“Si! Eso podría ser algo que nos vendría bien.” Dijo entusiasmada con la posibilidad. Al menos comparado con los demás. “También podrías ir con Daeron y unirte a mi grupo singular. Ah, cierto es probable que ataquemos a Yaiza Gray en la noche porque descubrí que era la niña. Así que no pienses en ella para usar tu don.”

Se detuvo al sentir el toco de su mano. “Hasta ahora nadie ha confirmado ningún otro poder, pero te prometo que si alguno termina teniendo algo más en ellos te lo informare.” Dijo sonriendo moviéndose hasta quedar frente a este con una sonrisa pícara.

“La noche se acerca deberemos separarnos por un momento…” comento disminuyendo su sonrisa. “Al menos sabré que podrás dormir tranquilo y podre verte a la mañana siguiente.” Concluyo volviendo a sonreír mientras tomaba a su mano y la pasaba por su espalda por los tatuajes donde el hombre podía sentir heridas escondidas en ellos junto a las grietas de su legado.  

"¿Espero que no fuera por celos que votaste por Dyehuty?" pregunto divertida no necesariamente esperando una respuesta a tal pregunta.

Sin embargo la alegria no fue larga suspirando para mirarlo con pena. "Lo siento mucho, he fallado y alguien se ha dado cuenta de lo que se encuentra en mi interior...Lo que no me importaria mucho sino fuera por la posibilidad que tambien salgas perjudicado amor." comento con lamentacion mientras su andar se habia detenido frente a èl. "Pero como dicen en momentos desesperados aparecen aliados extraños. Acaba de hacer contacto conmigo Nimay al parecer es un brujo que es bueno dandose cuenta de los detalles. Me ha prometido que nos ayudara aunque supongo que su lealtad tiene limites por lo que no espero milagros de su persona pero algo bueno salga." dijo con una media sonrisa aunque se notaba que no se terminaba de convencer a ella misma.

"Se me ha ocurrido un plan..." dijo luego de una larga pausa. "No es un plan muy seguro, pero corresponde con lo desesperado de la ocasion. Pero necesitare tu ayuda y que uses a tu cuervo para tomar un poder de los muertos. Uno que yo pueda simular que lo estoy produciendo. Roy o Sarad me parece que tenian esa clase de poderes pero no estoy muy segura, de cualquier momento deberemos esperar que la suerte nos recompense con algo asi y que yo mañana pueda fingir ser lo que sos vos un buitre."

En silencio escuchaba las palabras e ella, mientras sentía muy cerca tan cerca como ella quisiera la esencia y piel de aquella mujer. Y solo cunado nombre a Nimay su rostro, mostró una mueca de desagrado, aunque sus palabras hicieron volver a su rostro sereno.

-Entiendo pues, que a sido Nimay, ¿Que os a descubierto aquel lado que compartes con el resto? O acaso, alguien sabe que estas aquí conmigo, compartiendo estas palabras ahora mismo.-Preguntaba presa de la duda y aun sin quererlo, también contenían algo de celos.

-Mi poder es tuyo tình nhân, lo sabes, puedo actuar poco después del juicio popular, mientras el ultimo de los muertos aun esta fresco y me temo que se acaba el tiempo, Si deseas el poder de alguno de los muertos deberás decírmelo pronto. Si deseo alimentar al cuervo con alguno de los muertos, deberé darme prisa.-Se confeso, haciendo la mano de ella suya.

-Y ahora, ¡Que tipo de relacional tienes con ese que dice ser brujo? Y que significa eso, ¿Que puede conocer los poderes de otra gente? Si es asi, de caer él, seria bueno hacerme con ese poder.-Pregunto, antes de recordar la primera pregunta de ella.-Y os confieso que votar a aquel hombre, fue fruto de la suerte, pues no tenia a quien odiar y el con su amabilidad creo la duda suficiente en mi para acabar siendo mi elegido.

Nego rápidamente con la cabeza ante sus primeras preguntas. “Nadie nos vigila en este espacio nuestros, ni él sabe lo que pasa aquí.  Lo he comprobado sutilmente allí donde hablamos. Donde el me atrajo para revelarme su naturaleza y aliarse con nosotros.” Le respondio con rapidez notando cierto aspecto que no se esperaba en su persona.

“Te lo agradezco aunque no se bien de cuál de ellos deberías intentar alimentarte. No se los poderes de ellos pero puedo adivinar que uno de ellos revivía personas y otro como dices podría llegar a atacarlas. Pero no se cual es cual.” Decía bastante nerviosa en especial porque escuchaba el límite que tenía para elegir, algo que se demostraba en la forma fuerte en la que apretaba la mano del hombre. “Confió en vos, elige entre Fasad, Roy o Sarghagas. No hay necesidad de ver a Daeron. Entre esos tres puede estar nuestra última esperanza, sino mañana tratare de desviar las miradas hacia Alastor.” Comento dejando la decisión a èl y rezando porque la suerte los acompañara.

Asintio un par de veces a las preguntas de su amor. “Yo tengo una relación con él ahora porque soy una traidora si este habría elegido a otro traidor entonces tendría este vínculo con él. Para conseguir eso tuvo que examinarme y con eso descubrió lo que era y que estaba enamorada de alguien sin saber quién.” Le fue explicando con paciencia. “Si seria un buen poder para tomar, pero por el momento donde esta nos sirve. Ya que ese hombre es leal a nosotros a través de mi y no al resto de los traidores.”

Nói escucho y atendió y solo asintio con la cabeza cuando explico ella la relación con aquel hombre, que supiera de ellos no le gustaba, pero confiaba en ella, siempre lo haría.

-Que sea Noi entonces, veremos que esconde y en cuanto lo sepa os lo diré, espero que esto nos ayude a los dos. Pues si tu caes yo os seguiré, no podría ser de otro modo.-Comento sonriente, sin miedo a morir por algo que piensa que es merecido.

-Llegado el caso, si a pesar de todo los esfuerzos siguen sin creer, de ser a Roi, podríais alegar matar por robar, no sera bien visto, eso seguro pero tal vez, sea suficiente para no morir en aquel loco juicio, como el come-ratas. Pero esperemos que no sea necesario y el poder del muerto sea suficiente para demostrar vuestra inocencia.

"Te agradezco el gesto...aunque tambien me entristese mucho que vayas a tener que hacer eso." comento ante lo implicado por el hombre con sus ojos humedeciendose como cuando era niña. Hace rato que no lloraba y ella se habia pensado que habia sido porque su padrasto le habia sacado las ultimas lagrimas que tenia a golpes, pero se termino equivocando ya que lo que pasaria con Noi si fallaba facilmente le sacaba lagrimas.

"Si, podria decir eso. Aunque esto no tiene que terminar en un juicio como la del rata porque sino estare perdida. Por lo que te deseo suerte en tu busqueda mi amor." dicho eso le dio un beso en la boca rapido y sin duda que duro lo suficiente para dejarlo partir esa oche donde no habia que perderse el tiempo.

Nói ya conocía el poder de Roy y estaba totalmente desilusionado. Negaba con la cabeza sin saber como poder decírselo a ella.

-Debo decir que Roy era un cultista, alguien que simplemente compartía un espacio con otra persona, como nosotros lo hacemos ahora, simplemente sabiéndose que ellos dos eran inocentes y al igual que nosotros no tener dudas el uno del otro. Pero mas halla de eso no tiene nada, ahora mismo estoy con la niña, compartiendo ese espacio.-Se sentó en el suelo derrotado.-Me temo que no se como eso puedo ayudarte, querida. Tal vez haya sido la peor elección posible. Lo siento.

Suspiro desoluciona ante esa revelacion, ya que ahi se iba un plan que habia tratado de utilizar con mejores resultados. "No pasa nada, es algo que bien pudo haber pasado con alguno de los otros. Ninguno de los podia saber lo que pasaria pero ahora debere afrontar esto sin contar con ello." agito su cabeza para tratar de sacar un poco de su negatividad.

"Gracias de todas manera, haz hecho un buen trabajo."

Suspiro amargamente ante las ultimas palabras de ella.

"No te desiluciones, se que es duro pero solo te pido que no te desiluciones. El plan nos termino saliendo mal pero aun asi tenemos una esperanza en lo ocurre ahora ahi fuera con Alastor. Las miradas parecen estar yendo por èl." comento tratando de parecer optimista pero justamente ella no lo era demasiado, si tenia un sentimiento poderoso era su ira pero frente a Noi terminaba convirtiendose en una melancolia que le abrumaba un poco.

"Creo que podrias hablar con la pequeña y tratar de convenserla con tus palabras que yo me veo como la menos sospechoso ahora mismo. No se si sera facil o dificil pero como seria algo no tan azaroso como lo que paso con los cadaveres puede que nos salga mejor."

"¿Querido como te esta yendo con la mas pequeña de nosotros? Ha cambiado su opinion?" pregunto curiosa. "De paso si no es mucha molestia podrias darme una descripcion de lo que encontraste de Roy*, es que estoy desidiendome a no tirar del todo a la basura el plan anterior." comento seria pero menos triste que antes.

"Nosotros hemos acabado con la que podia espiarnos en la noche, por lo que ademas del fingir tener un rol parecido al tuyo con la informacion que has sacado de Roy podria tratar de fingir ser la que caminaba a la noche. Aunque aun no me decido que hare." le fue aclarando el pensamiento que tenia en la mente en ese momento.