Partida Rol por web

Inevitablemente, los bots que controlaban y que les hacían coincidir en este lugar, se apagan sin dejar rastros de vida o conciencia...

Durante su minuto de interiorización en la sala común, Dorothea se detiene especialmente a analizar la evolución de las sensaciones que UNO le ha provocado a lo largo del tiempo. Dejando de lado el tiempo en que eran extraños y todo se resumía en una mezcla de curiosidad y temor, había sentido cosas por él que no había sentido nunca. Sin embargo, ahora se sentía... vacía.

En el fondo siempre lo había sabido. Había intentado aprovechar cada minuto con él mientras estaba viva, y aún en el almacén aprovechó los últimos momentos para sentir sus manos, ignorando todo lo que sucedía alrededor. En ese instante, que parecía tan lejano, Dorothea estaba despidiéndose de muchas cosas por dentro. Sabía lo que tenía que hacer. Aunque intentaba negárselo a Sarah sabía que ciertas cosas no son reemplazables. Las glándulas, las hormonas, los nervios,... son algunas de ellas. Nada puede sustituir un cuerpo humano.

Sin embargo no le guardaba ningún rencor. Todavía no comprendía por qué él había fingido de esa manera. Quizá era la única forma de conseguir que alguien diese el paso de enfrentarse tan directamente a los desprogramadores: una confianza ciega y la promesa de volver a la vida. O quizá estaba buscando en sí mismo, intentando recuperar sensaciones perdidas. Fuera como fuera ella le había perdonado. Aún en su forma robótica le dolía haber sido engañada, y posiblemente la antigua Dorothea se hubiese cobrado su justa venganza, pero sabía que él lo había hecho por un fin mayor. Un fin que probablemente ahora compartían.

Los sentimientos hacia él eran... distintos. Más lógicos y menos pasionales. Sabía que UNO seguía siendo su mejor alternativa a la hora de confiar en alguien, y probablemente quien más respuestas podría darle. No olvidaba las promesas que le había hecho. Si tuviese la certeza de que habían sido sinceras por su parte, ella seguiría haciendo lo necesario para recuperar a su padre. Sin embargo ella pensaba en su familia, y sólo la imagen de su hermana conseguía despertar algo mínimo. En el caso de UNO había pasado mucho más tiempo, y su padre era... bueno, no había sido exactamente un padre, por lo que él había dicho. Tendría que reevaluar todo desde el principio.

Miró al droide que tantas cosas le había hecho sentir, haciendo salir a una Dorothea que nadie había conseguido sacar de su cáscara. Le miró y durante un instante quiso verle como en el almacén de datos, cuando ella aún era una ignorante. Cuando podía cerrar los ojos y centrarse sólo en el tacto de sus datos.

Sin saber exactamente cómo proceder, o qué esperaría él, decidió hablar.

- Sospechaba de Iñaki. Por eso no podía contarte nada. Tenían que pensar que estaban acorralados para actuar precipitadamente. - le dice, intentando cargar inútilmente la frase de emoción. Intentando ponérselo a él más fácil.

Al regresar la observa, igual y distinta a la vez, pero hay algo más, su carcasa, recuerda acariciar esa carcasa, recuerda haber trabajado con ella, incluso haberse tirado horas de conversación, unos recuerdos que le hacen retroceder como si de una pesadilla viviente se tratara y caer a un lado, pero la voz... Es tan distinta. Tanto incluso a lo que recuerda de segundos antes.

Dorothea.

Pero silencio de nuevo, temo hablar, temo responder, afectarle, dañarle. Pero finalmente me decido a hablar.

No te preocupes, confío en tí. Pero... Suenas distinta. No te preocupes, te protegeré suceda lo que suceda, símplemente... Cuéntamelo. Estaré a tu lado, aunque uses la carcasa de... Eva.

Esas últimas palabras evocan dolor en mí y en mi tono. Un dolor que sólo ella puede adivinar sincero, por muy imposible que pudiese parecer.

Dorothea recibe las palabras de UNO sin inmutarse. Aquí no es como en la sala común. No es necesario fingir que sigue siendo la misma de antes. UNO parece sentir realmente las cosas cuando habla, pero eso no es posible, ahora ella lo sabe. ¿Por qué sigue fingiendo?

- La carcasa es lo que menos importa. - responde fría - Salvo en el caso del Capitán, según parece. Espero que esta no me guarde a mí ninguna sorpresa. - entonces se da cuenta de que le falta un pedazo de información - ¿Es Hall quien las asigna? Si es así supongo que ha intentado gastarte una buena broma.

Aún sin moverse, decide encauzar la conversación hacia otro lado. - Lo que has dicho sobre recuperar la vida anterior, ¿es posible también para los del almacén de datos?

No lo sé, lo normal es que los datos sean símplemente eliminados.

Respondo con un punto neutral y mi mirada se agacha.

No recuerdo cómo se asigna, pero es posible que sí sea así, aunque dudo que Hallbert te diese uno de sus cuerpos primarios, sería macabro incluso para ella, salvo que intente darte algún mensaje, o a mí. Algunas carcasas tienen propiedades especiales.

Termino de explicar.

En realidad la recuperación de la vida anterior consta de la erradicación de los datos aquí aplicados, de modo que vuestras consciencias retornarían al último punto recordado. Es algo sencillo. Ahora bien, lo que sí es posible es que nos indiquéis qué puntos de vuestro pasado queréis reparar y con la tripulación que se quede, introducirlo como parámetros a reparar de prioridad mínima.

Dorothea dedica unos segundos a examinar su nuevo cuerpo. - Propiedades especiales... como la de Yulian ahora, supongo. - La línea de razonamiento de Dorothea salta entonces al Capitán. - ¿De verdad crees que sería un buen Guía? - pregunta a UNO - Yo soy bastante más exigente, o tiene virtudes que no alcanzo a ver todavía. Si tuviera que escoger yo me quedaría con muy pocos como candidatos. Tú, yo, Sophie e Ignacio ahora que ha cambiado serían mis candidatos principales. Elizabeth, Jonathan y Sergio podrían ser una opción. A los demás ni siquiera los considero.

Al margen de los sentimientos que tuviera en el pasado, Dorothea llega a la única conclusión que parece posible desde la lógica. - El mejor candidato eres sin duda tú mismo. Nadie conoce tanto del futuro que tratamos de evitar, ni de los peligros que conlleva cada acción. Siempre he creído ser mejor que los demás en muchas cosas, pero ahora tengo la certeza de que no estoy equivocada. Todos los análisis posibles con los datos que poseo arrojan los mismos resultados: Yolanda, Samantha, Yulian... ninguno de ellos tiene lo que hay que tener. Eres la única opción por la que votaría que no fuese yo misma.

Agradezco tus palabras, pero... -UNO se centraba en ambas salas a la vez, y aquello era costoso- yo no sería un buen Guía... Yo sólo soy... Parte de la Burbuja. Tú eres más emocional, más fuerte. Pero con suerte podemos omitir el proceso de selección de un Guía y elegir directamente qué cambiar... El guía por defecto será Yulian y, por suerte, a él sé traducirle.

Responde sencillamente mientras se encoje de hombros.

Dorothea no puede evitar sentir una punzada cuando habla de su emocionalidad. ¿Realmente no se da cuenta de todo lo que ha perdido? - Yo era más emocional, UNO. Ahora sólo puedo fingir serlo hasta la elección del Guía. Si todos me consideran un robot más se habrá terminado todo. - Entonces se prepara para explicar su análisis - No creo que los constructores de la Burbuja tuvieran razón. Un Guía humano puede ser mejor en determinadas circunstancias, pero no en estas. No confío en el criterio de esa gente de la que ni siquiera tengo datos. Quizá fueran unos genios como científicos, pero viendo todo lo que han montado aquí conocen poco de la psique humana.

- Con las opciones que tenemos un robot es la mejor alternativa. Si es necesario que sea humano se puede buscar un cuerpo sólo para él, o descargar su consciencia en el de Samantha o Yolanda. Los dos sabemos que eso no es un problema. Y en cuanto a los robots, tú eres la mejor opción por tu preparación. - Entonces se prepara  para lanzar la conclusión por la que ha conducido de esa manera todo el análisis - A no ser que realmente no seas tan humano como aparentas. Es el momento de pronunciarte. O eres lo suficientemente humano para ser guía, o eres suficientemente mecánico como para que sea imposible sentir las cosas que decías.

Puede que Dorothea sea un driode, pero eso no implica que no desee conocer la respuesta. ¿Ha estado fingiendo, o realmente es lo que dice ser? ¿Sería eso posible para ella, en el futuro?

Soy parte de la Burbuja... O debería de serlo. Sólo la unanimidad de los participantes podría ascenderme al puesto de Guía.

La voz resuena monótona.

Hacer eso implicaría forzar a cualquiera de las dos, sería algo similar a... violar sus consciencias. No es correcto, Dorothea, por mucho que pueda... Sonar bien.

Una voz cálida ahora y mi mano en su mejilla.

¿Estás con Hallbert? Parece que lo hizo a posta... Lo siento, no te preocupes... Yo te protegeré aunque ella intente destruirte.

- Entonces las condiciones para tu ascenso son las mismas que para el ascenso de cualquiera. - responde Dorothea. En momentos como este siente cierto agradecimiento por la facilidad de la lógica de su nuevo recipiente. - Sé que no es correcto y no propongo que lo hagamos. Pero también quiero señalar que desde que estamos aquí todos hemos hecho cosas que no son correctas.

- No podemos confiar en los dos humanos que habitan la nave. Creo que tendríamos que analizar todas nuestras opciones. - dice, mientras su cerebro comienza el cómputo de operaciones posibles. - Dato conocido: la gente que llega a La Burbuja no lo hace en sus cuerpos. Son similares, pero son sólo armazones. ¿Sería posible intercambiar nuestras consciencias con las suyas? - pregunta - ¿Convertirnos nosotros en los dos humanos de la tripulación? Puede que no sea correcto, pero las pérdidas serían mayores si dejamos las decisiones en manos de su ignorancia o de sus malas intenciones. No estoy diciendo que lo hagamos, pero valoremos la idea como una posibilidad, por si demostrasen no ser aptas.

- Cuando traté de unir a todos contra los desprogramadores sabía que, como muy tarde, moriría esa noche. Lo hice como humana, no como robot. Lo que significa que no lo hice sin condiciones. Lo hice convencida de que tendríamos un Guía como Sophie o incluso Iñaki, si finalmente no era uno de ellos, pero no a ellas dos. De haberlo sabido con toda probabilidad la decisión habría sido distinta y ahora seguiríamos como entonces. Raúl seguiría camuflado, no se habrían activado las armas, hoy habría votación, seguiríamos sin escoger un Guía.

Cuando siente la mano de él en la mejilla, espera durante un instante un torrente de emociones, escalofríos, piel erizada... pero nada de eso llega.

- Sí, parece que se ha unido a mí. - dice, mientras dibuja una pequeña sonrisa - Y aunque aún estoy pensando en cómo, creo que es algo que podremos aprovechar.

Es algo más que armazones, son hormonas inyectadas y procesadas con ciertos programas subsconcientes que... Lo siento, no quiero agobiarte o complicarte.

UNO mira hacia otro lado, como si realmente le costase.

Mentí en la sala principal. Hace mucho, mucho, mucho que no miento. Si nos matan esta vez... No volveremos. Hall no va a reiniciar el sistema, mientras no lo haga... No podremos volver. Luego vendrá el tener que sobrevivir al Ángel que querrá destruirnos y volver a desplazarnos, al menos un trienio, con la fortuna de que ya lo conozco, de lucha sin cesar para volver en el próximo reinicio del sistema del mismo modo que lo hice... Pero...  -la voz suena quebrada- si no lo hago ellos pensarán que están condenados, no se pondrán de acuerdo, la Burbuja terminará por destruirles a todos y no podremos intentar arreglar lo sucedido. -suspiro- Enhorabuena, Hallbert... Has ganado.

Tras ello beso a Dorothea.

Los ojos de Dorothea se han quedado fijos a mitad del beso, su cuerpo rígido, como le fuese ajeno el concepto del movimiento, o sencillamente hiciese mucho, mucho tiempo que no se mueve. 

Desde esa postura, esa otra consciencia habla.

No me esperaba esto de ti... Adonai.

Sólo con alzar la mirada una música suena como si fuese una órden nunca dada pero sí escuchada, aunque susurro mi nombre, incrédulo, pero reconociéndolo. _{Adonai... Activar nombre, cambio: Adonai Uno...}

Y no es lo único. Tú lo has dicho... La lógica no sirve. Este cuerpo y mi mente parecen ser los únicos capaces de asimilar el proceso de sentimientos lógicos.

Me giro dándole la espalda y avanzo un par de pasos.

Tú lo sabes, por mucho que lo intentes no podrás traer humanos completos, ni siquiera con parte de su cuerpo. El cuerpo humano se desgasta... Al igual que no cualquier mente puede dirigir la Burbuja, no cualquiera puede tripularla. Ese fué el fallo que cometieron. Por ello mis esfuerzos fueron en vano. Ni siquiera tú... Ni siquiera tú fuiste capaz de asimilar que eras capaz de Sentir.

Me volteo para mirarle a los ojos con tristeza en los míos.

No comprendes cuánto has heridos sus psiques, cuánto necesitan algo a lo que aferrarse, aunque sea a la vana idea de que volveré para ayudarles... incluso aquellos que desconfían de mí. No tienes ni idea... pero tenemos una oportunidad, loca, arriesgada, con una posibilidad de fallo superior, y lo sabes, al 98.3%. Y pese a todo quieres seguir adelante, bien, así sea... Pero no sólo la falta de tacto, te falta el conocimiento de las brechas que se alcanza más allá de la navegación, el conocimiento que está en mí.

Con un movimiento de dedos un microchip.

En él están todos mis conocimientos en el campo, apenas serán útiles durante un Ciclo interno de la Burbuja, pues la información apenas puede ser contenida y recalentará los motores. Con ello quizá puedas hasta triplicar el éxito... Si consigues que se pongan de acuerdo. Aunque el chip no se activará hasta mi muerte.

Acaricio una máquina extraña, pensada claramente para dos jugadores, y acaricio el respaldo del asiento derecho.

Recuerdo que te encantaba jugar aquí conmigo. Que irónico que éste haya sido el sitio para traernos... El primer sitio donde probé mis programas, tú los asimilaste bien... la mayoría.

La máquina se activa.

¿Una última partida? Piénsate bien la respuesta, posiblemente sea la última vez que hable contigo... hasta el momento de mi muerte...

En mi voz no hay miedo a la muerte, más bien una tristeza que nace en lo más profundo de mi corazón, más profunda que la derrota sufrida, más profunda que la pérdida de mi padre... Una tristeza que, de seguro, ninguna de ellas sería capaz de comprender ahora.

... Eva.

Dorothea no puede creer lo que está viendo. No tarda en asimilar las implicaciones, dado su nuevo cuerpo, pero eso no significa que le guste. Instantáneamente recobra el control.

- Adonai Uno, como se te ocurra hacerte el héroe, te traeré de vuelta a patadas, ¿te queda claro? - dice, intentando parecerse lo máximo posible a la Dorothea humana por la que UNO demostró sentir tantas cosas. Es consciente de que, si la decisión está tomada, poco puede hacer ella, pero eso no va a hacer que deje de intentarlo.

Perdiendo nuevamente el control de sus movimientos, Dorotea extiende la mano y coge el chip que se le ofrece. Su expresión no muestra ninguna emoción.

Da dos pasos e introduce dicho objeto en un compartimento que acaba de abrirse en la pared, apenas una abertura lo bastante grande como para meter la mano. Allí deja el chip. Cuando habla una vez más no lo mira. Sus ojos ciegos siguen fijos en la pared.

Ahora debes dejarme ir. Libera el bloqueo de Empatía. El Objetivo siempre fue más importante que tus... sentimientos. Ya tienes otro juguete al que modificar a tu gusto. Es más humana de lo que nunca fui, sin duda podrá proporcionarte más... placer, aunque ya no será ella. Será lo que tu habrás querido que ella sea.

Guarda un par de segundos de silencio.

Desbloqueame.

No ... mas... dolor...

... desbloqueame... para no sentir...

¿El héroe? No... No soy un héroe, sólo un chiquillo que juega a ser adulto.

Respondo con ternura a Dorothea. Pero Hall vuelve a hablar y mis ojos le miran como adivinando más allá de sus palabras.

_{... Miedo...}

Susurro. Avanzo hacia ella, sabiendo que dije de no hablarle más, así que me dirijo a Dorothea, aunque sé que ella lo escuchará, y posiblemente se le clave más de lo que le gustaría admitir.

No eres ningún juguete, mis sentimientos son auténticos... Dime ¿hago mal en luchar por devolveros la humanidad que injustamente os fué arrebatada? ¿De verdad está tan mal sentir... el dolor? ¿Tan mala es la oscuridad que no quieres apreciar la luz? Sé que estás fingiendo, Dorothea... Y te doy las gracias. Pero sé tu misma... Eso nunca nadie te lo podrá quitar... Ni siquiera... Dios.

Mis manos se dirigen hacia la nuca de ella.

Voy a desactivar el parámetro Empatía. ¿De acuerdo? Seamos lógicos cuando está demostrada que la lógica no funciona. Sea... Se... ¡¡¡Eso es!!!

Mi mano choca con la otra y me doy la vuelta como si de repente un millar de luces se encendiesen en mi cerebro.

¡Ese es el mensaje! ¡Empatía! ¡Lo ilógico debe de ser lógico! ¡Enseñar a los humanos a sentir lo que otros sientes! ¡A saber lo que el planeta sufre! ¡A tener consciencia del mundo que les rodea! ¡Ese debería de ser el objetivo! ¡Debemos de buscar un cambio para eso! ¡Cuando todos sepan cómo se siente en una guerra, no podrán batallar! ¡Cuando sepan que todo está condenado, lucharán por salvarlo todo, no por ellos, si no por los demás! ¡Esa es la clave! ¡Empatía! ¡Amor!

- No desactives mi parámetro de Empatía. - responde Dorothea en un tono neutro - Es una de las pocas ventajas que tenemos sobre Eva. - dice, aunque realmente no sea ese el motivo. No voy a engañarme a mí misma, ni a él. Basta ya de falsos motivos y redes de seguridad. -  Yo...  no quiero perderlo. Al lado de cómo se sentían las cosas cuando era humana, es de lo poco que me conecta con mi familia. Con mi hermana. Es cierto que duele, pero desactivarlo haría que todos los objetivos lógicos fuesen los prioritarios. Quizá sea por tenerlo activado, pero me niego a que eso sea así. Los diagramas de la teoría de juegos demuestran que la mayor ganancia se obtiene siempre con la destrucción del oponente, y yo estoy harta de tanta muerte.

Al ver su exaltación al dar con la que cree que es la solución, Dorothea no comparte del todo su entusiasmo. La situación con él, y dentro de su cabeza, hacen que la alegría no sea tan grande. Sin embargo, asiente. 

- Una Guerra Mundial que abarque a todas las potencias mundiales, y que finalmente estén obligadas a colaborar para salir adelante podría... funcionar. Puede que la Empatía sea la clave. Al fin y al cabo, no era una función que Hall tuviera activada. - su cerebro comienza a trabajar a toda velocidad, analizando los caminos posibles para que el cambio detonante de algo tan grande sea lo más pequeño posible. - Por fechas podemos descartar hacer crecer la Segunda Guerra mundial y la Crisis de los Misiles. ¿Estás seguro de esto? Será complicado que las humanas lo entiendan... - dice, y se queda callada durante unos segundos, haciendo una rápida previsión de futuro.

Su tono de voz cambia completamente cuando vuelve a hablar. No es para nada comprensivo, sino duro - Le impuse una serie de condiciones a Eva, pero no las aceptó. Ahora sólo tengo una: en cuanto tengamos oportunidad, o cuando todo termine si es necesario esperar, la destruiremos.

Puedo volver a activártelo después, pero aunque mi... función primaria es la de la psique y la de la navegación entre brechas... la suya es la técnica, podría forzar tu cuerpo a volver a descargarse y apagarse. No le costaría demasiado, pero a tí te dolería... Hallbert es... Era una chica autista. No va a comprender el dolor, se niega a comprenderlo.

Suspiro pesadamente.

¿Una guerra? Creo que sería mejor un parámetro externo... ¿Quizá un virus? El virus podría ser letal, obligarles a trabajar juntos, permanecer aletargado varios años y levantarse mutando de nuevo para volver a forzarles a trabajar juntos. Todo o nada. Pero... Es complicado, no lo sé... Además, no creo que llegen a un acuerdo, pese a todas las facilidades... ¿no deberíamos solucionar eso primero?

- No me importaba el dolor - responde Dorothea en un tono más monótono que el de antes, después de hacer un nuevo análisis de la situación. - Pero supongo que has hecho lo correcto. Hall no sabe funcionar con el parámetro de Empatía activado, y yo estaba empezando a confundirme. Vayamos a lo importante. Un virus podría ser una buena opción, sí, pero tendría que ser lo suficientemente fuerte como para sacar a la gente a la calle cuando las farmacéuticas quisieran explotarlo. Habría revoluciones. Un nuevo principio. - dice en un tono frío. Sabe que su análisis es correcto, pero hay algo que no termina de encajar. No, no es en cuanto al análisis. Es en cuanto a UNO. Cuando logra identificarlo, evalúa de qué se trata: el instinto de conservación está haciendo que se melle su confianza en él, al haberle quitado la oportunidad de negarse a perder el parámetro de Empatía. Es consciente de que es lo mejor para todos, de que ella podría ser destructiva. Sin embargo, también lo es de que es una decisión que ha tomado él unilateralmente. La acepta, porque sus circuitos le dicen que es lo mejor, pero eso no significa que le guste.