Partida Rol por web

Eres el cazador. Cada noche, puedes matar a un personaje, buscando acabar con los traidores.

No había sobrevivido a internet para ir a diñarla en aquél lugar de mala muerte y carrinclonería, entre haditas, patos, paraguas-loro y niños insolentes voladores.

No.

Ralph tenía una especialidad innata. Romper.

Y tras su paso por la Red lo había convertido además en un oficio, en un arte. No permitiría que nadie le hiciera daño, estaba dispuesto a terminar en cada serpiente que tuviera colmillos, arrancárselos con brusquedad, a liquidar con cuanto creyese malvado aún a riesgo de quedarse él y la pequeña con quién compartía un vínculo, un pasado y mil aventuras.

“No luché contra Cylons y Skrulls para que me ganen un puñado de princesitas de cuentos y un zoo de animales parlanchines y/o mutantes.” Se dijo, escrutando con ojos avizores a cada uno de los presentes.

 Estaba dispuesto a deshacerse de quién sospechase lo más mínimo, estaba dispuesto: a romper huesos.

Walt Disney no quiere carne muerta, la quiere fresca XD.

La noche se produce después de las votaciones. De todas formas yo aviso de cuándo empiezan los roles nocturnos.

Comienza el turno de noche. Antes de que acabe el domingo, debes darme el nombre de tu caza, si es que quieres cazar a alguien.

Al caer el sol, y al irse a dormir todos, Ralph se recostó con un ojo entornado, en parte, para proteger y asegurarse que nada malo le ocurría a su amada Vanellope, por otra, para aprovechar cuando creyese oportuno cumplir con sus propios oscuros, pero necesarios, propósitos.

Cuando demasiados ronquidos llenaron el lugar casi asegurando que no había peligro alguno de avistamiento. Se levantó, intentando ser lo más sigiloso posible, por suerte algo de ello había ido aprendiendo cuando se encontraron extraviados.

Ralph sabía, o pensaba, que los viejos eran peligrosos. Él y la pequeña habían dejado caerse en muchas historias en que estos eran los que mejor manipulaban la magia y el engaño. Si bien la edad les restaba fuerzas en sus cuerpos vitalizaba sus mentes. En algún lugar leyó una vez que “sabe más el diablo por viejo que por diablo”. Miró con desconfianza a los congregados y dudó un rato entre las hadas madrinas y el gruñón. Las palabras de la piloto de bólidos resonaban por su cabeza pero el que menor confianza le inspiraba fue por el que finalmente lo decidió.  

Sabía a quién cargarse, solo hacía falta colgarle el muerto a alguien  ¿Quién había votado por él? Claro, el Pato joven y la chica oriental. Agarró esa sombrilla tan bonita que la joven llevaba y se la hizo tragar a Carl cual larga era, desde el esófago hasta ir a asomar por la salida que la naturaleza nos ha dado. De un brusco empujón.

Un problema menos.

Ralph se había dormido casi al último momento al terminar la noche. Los primeros audaces rayos de luz desafiaban la oscuridad, se sacudió violentamente al pensar que les podía haber ocurrido cualquier cosa pero… aún tenía el brazo por encima de su amada quién no quería que sufriera daño alguno.

Suspiró con alivio pero el peligro seguía bien latente. No. No lo iría a permitir, había dicho que la protegería y eso no era ninguna mentida.
Sin embargo el desliz le había decidido por una víctima, el grandullón se sacó de la espalda un aparato en forma de mando que borraba personajes que se habían sacado de sus viajes por la gran Red. Era un misterio saber quién se había hecho con la famosa varita, pero sin duda Vanellope y él indefensos no estaban. Sin muchos escrúpulos disparó contra el viejo que roncaba plácidamente, o al menos eso parecía.
Luego notó como la pequeña despertaba y se lo quitaba. –_{No, no.} ¿Val _{que haces?} ¡Val! _{Nos descubrirán. Devuélvam}…- Y eligió otra víctima y disparó también. ¿A quién? No tuvo mucho tiempo para verlo, el gallo cantó asustándolos de tal forma que el mando casi cayó al suelo fue picando de una mano a otra, rebotando como si tuviese vida própia hasta que la piloto consiguió hacerse con él sin daño alguno. -_Buuuuffff- El grandullón resopló aliviado, pero el grito de la hada Madrina les alertó, pilló a Vanellope con su enorme manaza y la hizo acurrucar junto a él, haciéndose el adormido.

Luego resultó que alguien también cargó contra esa criatura grimosa pero de eso nada sabía él. ¿Quién habría sido? Esperaba descubrirlo durante la mañana.

Turno de noche. Ya sabes lo que toca :P

Aquella noche Ralph se levantó dispuesto a cargarse la leona, sabía demasiado, y le daba miedo que alguna de sus víctimas, o de las de la pequeña, hubieran visto quién les había eliminado. Entornó un ojo y vio que alguien se movía, alguien estaba levantando, si haciendo guardia o maldades, no podía decirlo, al igual que a reojo no conseguía precisar quién era.

De pronto, un pellizco en el brazo le advirtió que Vanellope estaba despierta junto a él. Estuvieron cuchicheando sobre que hacer; él recomendaba prudencia y ella con eliminar alguien más, en mitad de la discusión la piloto se levantó disparó y se volvió a tumbar. Se reía por lo bajo mientras Ralph la amonestaba con la mirada, había sido una jugada arriesgada esperaba que nadie les hubiera visto. La víctima, mientras iba siendo borrada, se contorsionaba y defendía así que ambos se hicieron los dormidos e inocentes. Luego, llegó el día.

Perdón por borrarte. Tienes hasta el lunes por la noche para darme un nombre.

Aquella noche, cuando consiguieron que dejaran de atosigarles todos con sus millones de preguntas, Ralph se durmió (o lo hizo ver) como siempre en un rincón pasando su enorme brazo alrededor de la pequeña en un ademán de protegerla. Más ahora que había experimentado de primera mano que no siempre llegaría a conseguirlo. El grandullón se sintió responsable de ello. Sentía la culpa y la impotencia como agujas o hierros candentes clavándose en su corazón. Ni toda su fuerza y dureza había bastado para protegerla, eso le daba ganas de llorar. Renovó sus promesas de hacer lo imposible para salvarla de cualquier mala suerte, incluso dispuesto a entregar su vida en tal empresa.

Pasaron las horas y como siempre no iba a dejar pasar con ello la oportunidad de eliminar alguna de esas sanguijuelas.
Sin embargo el incidente le mostró un camino claro en mitad de la espesura, un sendero de luz en el túnel de la oscuridad; ahora sus enemigas estaban más que claras. Cuando le pareció que nadie de movía entre la multitud durmiente, el rompedor y cazador cargó sus frustraciones contra la pija heredera del Sultán, la princesita hipócrita que lejos estaba de ser la delicada flor del desierto que presumía. Sin menor remordimiento, con sus dientes apretados y la mirada llena, de odio y lágrimas amenazando con derramarse, disparó aquél control contra Jasmín,  quién por dos veces había levantado la mano para que su amada Vanellope dejara el plano de la existencia. Si de él dependía… no habría una tercera vez.  Quizás eso les señalara como asesinos quizás no, no sabía si caerían a la mañana siguiente fuesen cuales fuesen sus acciones, pero al menos se llevarían a cuantas pudieran por delante de esas harpías.

Turno de noche. Ya sabes lo que toca :P

Ala, a matar XD

A cazar!

Estuvo mal matar al Pato, y dejar el sobrinito tan triste. Que no se diga que estoy falto de corazón.
Mato a Luis xDDDDDDD