Partida Rol por web

Tras unos cuantos minutos de completo silencio, finalmente las puertas al "Fleet Hall" se volvieron a abrir, pudiendo permitir a estos invitados especiales acceder a su interior desde el Atrio. Eso sí, acompañado con el hecho de que estas se abrieran, una leve melodía de música clásica empezó a escucharse desde el interior.

-Ya es hora. -Dijo de forma solemne Sander Cohen a través de la radio- Por favor, pasad... pasad... tomad una máscara y disfrutad del espectáculo... a esto lo llamo yo, "La Polilla que teme a la Luz"...

Aquel grupo tuvo que acatar las órdenes de Sander Cohen, pasando al interior de aquellas instalaciones y tomando una de las máscaras que estaban a su disposición, colocándoselas sobre el rostro, estos avanzaron hacia las gradas para ver aquella función en la que este artista estaba trabajando.

Las luces eran ténues, pero se podía ver con claridad a una Little Sister encerrada en una jaula en el escenario, esta estaba llorando y gritando aterrada, pero sus quejas apenas eran audibles debido al volumen de la música; si uno se fijaba un poco más, podría ver como aquella jaula se encontraba al rojo vivo, siendo calentada desde abajo por una gran bombona a modo de sartén y la pequeña niña daba saltitos tratando de evitar las superficies quemadas, dejando que la piel de sus pies descalzos se desprendiera en cada salto.

Y al lado de esta niña, se encontraba el Dr. Marcus Jeritza, en una gran rueda de hamster gigante, y a medida que este más corría, más fuego insuflaba aquella máquina a la jaula; aunque había una pequeña trampa y esto era el collar de perro que este tenía alrededor de su cuello que lo obligaba a continuar andando hacia delante puesto que si no, terminaría por ahorcarlo o desnucarlo.

La niña estaba completamente desesperada y aunque es parcialmente cierto que estas pequeñas apenas se les puede dañar y tienen una tolerancia al dolor alta debido a las grandes drogas que se les inyectaron, esta pequeña estaba sufriendo horriblemente bajo aquella premisa de una obra teatral.

-¡Señor Pompas ayudame!. -Clamaba por su padre- ¡Me duele!. ¡Me duele mucho!. ¡Señor Pompas!. ¿Dónde estás?. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ayyy...!.

Al sonido de la música, un Big Daddy hizo aparición en escena de la mejor manera que tenía, y esto era cargando directamente desde el Backstage contra las maquinarias que habían encima del escenerio; rompiendo aquella rueda gigante empujando al Dr. Marcus Jeritza contra la jaula al rojo vivo, aplastándole varios huesos y dejándolo tendido sobre la llama viva mientras este se prendía fuego. Y en cuanto a la niña, esta, ahora más a salvo, aún dentro de aquella jaula simplemente sollozaba, aunque sus quejas duraron poco al ver al Big Daddy delante de ella.

Y si por si eso fuera poco, las cortinas traseras del escenario se volvieron a abrir para revelar que detrás se encontraba una Vita-Cámara, de la cual, completamente desnuda, caía no otra que Aberash Mbaba, aquella mujer asesinada durante la visita al "Rapture Grand Carnival". - Al parecer también era parte de la obra de teatro.

Aquella obra había dejado completamente perplejo a Oliver Ripley, al punto que este simplemente no se podía creer qué era lo que estaba viendo; encima de aquel escenario había contemplado no solo como torturaban a una pobre Little Sister, sino que además estaban expuestos a un asesinato por parte de un Big Daddy y aún peor a la DESNUDEZ de Aberash Mbaba.

-¡Esto es intolerable!. -Dijo mientras se quitaba la máscara y se dirigía al pasillo de salido- ¡Todo esto es una enorme pérdida de tiempo! ¡Una tontería!. ¡Esta obra es una mierda!. ¡Y estoy harto de todos vosotros!.

El comentario de Oliver Ripley, hecho en ese preciso momento, quizás no había sido el más acertado, más aún cuando estaban tratando con un artista de renombre como era Sander Cohen, por lo que no era de extrañar que mientras este hombre trataba de abandonar las instalaciones dos bots de seguridad lo siguieran y lo rociaran con una substancia blanquecina que rápidamente cubrió todo su cuerpo.

En cuestión de segundos el hombre quedó atrapado por completo en lo que parecía ser una estatua viviente, al menos de momento, pues dentro de poco este terminaría por asfixiarse en su interior.

Era evidente que a Sander Cohen no le agradó demasiado aquel comentario negativo, probablemente porque la crítica no había sido planteada de forma constructiva... o porque tenía un mal caracter para recibir algo que no fueran alabanzas y halagos por parte de su público. Sea como fuere, ahora había dos invitados menos y uno más...

-¡Malditos críticos!. -Exclamó Sander Cohen encolerizado desde la radio, hasta que, se detuvo por un segundo- Un momento... vosotros... vuestra mirada... ¿¡No os gusta verdad!?. ¡Puedo sentirlo!. ¡No tengo que ser juzgado por ninguno de vosotros!. ¡No tengo que ser juzgado por NADIE!. ¡PUES QUE OS DEN!. ¡QUE OS DEN PUTOS CRÍTICOS!. ¡ESTO ES LO QUE OS DIGO A TODOS VOSOTROS!.

De la nada uno de esos polipos rojizos que todos habían visto antaño del plásmido "Enfurecer" acababa de chocar directamente contra un Big Daddy tranquilo que trataba de usar su taladro para liberar del interior de la jaula a la Little Sister.

Con un grito/gruñido aterrador, esta bestia se giró hacia todos los presentes que se encontraban en aquellas instalaciones y se dispuso a cargar contra ellos, sin importarle quién. El tan solo quería acabar con todos ellos.

Y dos torretas aparecieron en los palcos. Así como dos bots de seguridad que, al parecer, estaban del lado del Big Daddy. Al parecer a Sander Cohen no le gustaba nada las críticas.

Aquello era horrible, pero por suerte no fue el primero en hablar de lo contrario ahora seria él el muerto en vez de un tipo que ni conocía. El problema era que la función no termina hasta el el Big Daddy caiga muerto y supuso que era buen momento para sacar su arma y apuntar a la gran mole.

Oculto entre las sombras observo con horror como una de esas little sister pende en el aire llorando en una jaula, eso sólo significaba que otra de esas montruosidades estaba por llegar.

Y allí estaba con su poderoso taladro dispuesto a despedazar a cualquiera que se cruzara en su camino y lo peor de todo era el dantesco espectáculo que daban los cadáveres colgados en lo alto.

¡Mierda! Esto se va a poner horrible mejor me mantengo oculto o seré despedazado. - pienso mientras observo con atención lo que está por acontecer.

Creí que.... creí que íbamos a ver un espectáculo de verdad. Había entrado al salón cantando y todo. Pero aquello... era un espectáculo, sí. De sadismo y crueldad. Cohen era un enfermo. Se lo diría a todo Rapture cuando volviese a casa.

Al ver al Big Daddy y a las torretas... no había margen a esconderse. Así que tiré la máscara al suelo para ver mejor, tomé la extraña arma que me había encontrado en mi maleta, y abrí fuego. Yo, Beth Whistle, disparando... ¡quién me lo iba a decir! 

En una pausa de la ráfaga de disparos, me volví hacia el grupo. ¡Ed Chasey! ¡Espero de tí que liberes a esa niña de nuevo!

Ed estuvo tentado a hacer algún comentario sarcástico durante el día durante lo bonito que le parecía aquella colaboración y el restablecimiento del status quo a través de la elección por acabar con un enemigo común... Pero lo vio redundante, ya que ya dijo en varias ocasiones que solo esperaba librarse de aquél empate tan feo, además de no elegir a alguno de sus Vatijägers, a los cuales no iba a fallar.

Pronto empezó un muy macabro espectáculo por parte de Cohen, algo que ya se esperaba, pues estaba bastante mal de la cabeza, desde siempre, incluso antes de que aquél lugar se tornara tan funesto como es ahora. Su egocentrismo y forma de ver el arte eran la mar de particulares, pero lo que hizo rechinar los dientes de Ed fue, ni más ni menos que ver como torturaban a la pequeña. - Cohen... - murmuró para sí mismo, lleno de puro odio, con la impotencia de no poder hacer nada.

Como era ya habitual con aquél grupo en el que se encontraba, todo se desmadró y ya no solo el Big Daddy estaba enfurecido con ellos, si no que habían más bots con ganas de fiesta y esta vez no contaban con la opción de usar el poderoso confort de Don Dinero.

Escuchó las palabras de Máscara M y tras ver que ella tiraba su máscara al suelo, hizo lo mismo. - Algunos no estaban conformes con acabar con los Big Daddys, ni liberar a las Little Sisters, ahora esas mismas personas se ven en la obligación de luchar para defenderse de él o rezar para que no las escojan como objetivo de su furia.

Cogió su rifle, aún sin apuntar. - Como diría Ryan, aquél por quien estáis dispuestos a tolerar el esclavismo y la tortura infantil porque es parte del sistema. "¿Qué distingue al hombre libre del esclavo? ¿Dinero? ¿Poder? No. El hombre elige. El esclavo obedece." - fue entonces cuando apuntó y sin dudar, disparó a aquella enorme bestia. - ¡Yo elijo cambiar lo que no me parece correcto!

La persona de la máscara P se quedó mirando a las musarañas.

La persona oculta tras la máscara J se limitó a encogerse de hombros y disparar tímidamente al Bigdaddycool.