Partida Rol por web

Tras unos cuantos minutos de completo silencio por parte de los Saturninos o incluso de la propia Dra. Julie Langford, siendo el único ruido que estos podían escuchar era las aguas de una cascada y un gramófono, no del todo bien acompasado por los sonidos de los Splicers de Fort Frolic que aún seguían arañando la puerta, estos pudieron escuchar y ver algo distinto.

No, la puerta no se había abierto. Pero ahora estaban rodeados de tantos Saturninos como de numerosos eran ellos; todos estos portaban aquellas máscaras hechas con ramas secas, y todos ellos vestían aquellas túnicas manchadas de sangre y pintadas de blanco haciendo símbolos paganos.

Y sin mediar palabra, todos estos repentinos visitantes hicieron desaparecer a estos no-invitados a arcadia.

Con una nueva nube rojiza, casi todos ellos aparecieron de nuevo en el lugar, aunque ahora, al otro lado de las puertas cerradas de Arcadia. Al parecer estos Saturninos habían cumplido con su palabra y los habían dejado entrar; aunque también tardaron lo suyo en organizarse para hacer este rapto simultáneo. Pero... había algo... o mejor dicho, no había alguien.

Argus Konrad no estaba por ninguna parte...

Con una nueva explosión de aquella nube rojiza, todos los Saturninos volvieron a desaparecer dejando a aquellos individuos solos una vez más, aunque en esta ocasión en el lado correcto de la entrada; poniendo más espacio y más barreras entre ellos y los Splicers araña que los perseguían.

-¡Menuda panda de hijos de puta!. -Exclamó la voz del Saturnino que les había propuesto el trato- ¿Qué es en lo que habíamos quedado?. ¡Vamos!. ¡A ver si tenéis los cojones de decírmelo!. ¡Bueno, ya sé que no!. ¡Es por eso que si vosotros no váis a colaborar ya nosotros lo hacemos por nuestra cuenta!.

Este comentario parecía ser una amenaza, aunque a decir verdad era ya a "toro pasado".

-Joder que mala sangre tenía... -Dijo mientras, desde algún lugar, este escupía al suelo- ¡Ya os hemos cobrado vuestra "entrada"!. ¡Y porque estamos en fiestas!. ¡Que si no me liaba a lanzaros llamaradas que todo esto terminaba reducido a cenizas!.

Echando un vistazo en los alrededores, estos se encontraban en El Jardín del Té de Arcadia este es uno de los lugares más tranquilos de Rapture. Nada mejor para animar a las "Betties" (aunque ahora tenían una de menos) que un paseo nocturno entre las luciérnagas. Colinas suavemente onduladas, cascadas admirables, un riachuelo tranquilo, luz tenue y una atmósfera perfecta eran parte del encanto del Jardín de Té.

Y evidentemente, en aquel lugar se encontraba una niña adorable jugando a tomar el té en una de las sillas mientras el grandullón la custodiaba con un pequeño gorrito con una margarita y todo. Al parecer estos se lo estaban pasando bien y, por algún motivo, no les importaba que estuvieran los demás ahí... siempre y cuando no se les acercaran.

-¿Quieres un poco más Señor Pompas?. -Preguntó la pequeña mientras le servía con la tetera- ¡Está muy bueno!.

En esta ocasión el tipo de Big Daddy era claramente distinto, pues este ya no presentaba un taladro gigante con el que agujerear, sino una enorme pistola de remaches. Además de eso, algunos de estos eran vistos llevando explosivos, en concreto minas de proximidad que lanzaban y las colocaban para acabar con varios enemigos en caso de ser necesario.

Lo cual podría ser un gran problema para todos los presentes en caso de que este gigantón decidiera atacarles. Realmente era un enemigo formidable, aunque, por fortuna este se encontraba pacificamente jugando a tomar el té con aquella Little Sister.

Aquel Big Daddy echó una mirada a los presentes y su visor se puso rojo por unos segundos antes de que el carraspeo de la niña llamara su atención nuevamente; como si fuera un perro fiel, este giró su enorme cabeza a la par que volvía al amarillo habitual y levantaba la pequeña tazita entre sus dedos.

-. . . -Al parecer no iba a atacarles, para variar.

En la zona se encontraba una máquina expendedoras de El Ammo Bandito.

Las máquinas expendedoras de El Ammo Bandito se encuentran por todo Rapture. En concreto, venden munición para armas convencionales. La línea El Ammo Bandito es propiedad de Circus of Values. A medida que se avanza en Rapture, se encuentran disponibles diferentes tipos de municiones. Las cantidades de algunos tipos avanzados de munición en una máquina pueden ser limitadas.

En la zona se encontraba una máquina expendedoras de Circus of Values.

Circus of Values ​​es el nombre dado a las máquinas expendedoras generales que se encuentran en todo Rapture. Las máquinas contienen muchos artículos, desde comida hasta municiones. Hackear una máquina expendedora reduce los precios y, a veces, proporciona artículos que de otro modo no estarían disponibles.

• Jeringuilla de Eve: Recupera el uso de Plásmidos al completo. (Automático) -- 30$
• Merlot de Arcadia: +1 de Salud, pero pierde un poco de Eve. -- 25$
• Merlot de Arcadia: +1 de Salud, pero pierde un poco de Eve. -- 26$
• Merlot de Arcadia: +1 de Salud, pero pierde un poco de Eve. -- 27$
• Merlot de Arcadia: +1 de Salud, pero pierde un poco de Eve. -- 28$
• Merlot de Arcadia: +1 de Salud, pero pierde un poco de Eve. -- 29$
• Pastelito de Crema: Recupera algo de Salud 1d2 en caso de 2. - 13$
• Bolsa de Patatas: Recupera algo de Salud 1d2 en caso de 2. - 12$
• Pastelito de Crema: Recupera algo de Salud 1d2 en caso de 2. - 15$
• Bolsa de Patatas: Recupera algo de Salud 1d2 en caso de 2. - 20$
• Pastelito de Crema: Recupera algo de Salud 1d2 en caso de 2. - 13$
• Cigarrillos: Recupera Eve, pero pierde 1 de Salud. - 10$
• Puros: Recupera algo más de Eve, pero pierde 1 de Salud. -- 13$
• Puros: Recupera algo más de Eve, pero pierde 1 de Salud. -- 15$
• Puros: Recupera algo más de Eve, pero pierde 1 de Salud. -- 17$
• Botiquín de Salud: Recupera 2 de Salud. -- 50$

Situado en varios puntos a lo largo de toda Rapture, el Jardín de las Recolectoras es una máquina expendedora desde donde se pueden adquirir plásmidos y tónicos –y versiones mejoradas de estos-, además de mejoras de salud y EVE. También se pueden comprar tanto ranuras de plásmidos como de tónicos. Estas adquisiciones no se efectúan con dinero, sino que se necesita ADAM para recibir el producto.

- Plásmidos -

- ¡Enfurecer!: 120 ADAM

- Diana de Seguridad: 80 ADAM

- Trampa Ciclón: 80 ADAM

- Ráfaga Invernal: 100 ADAM

- Nube de Insectos: 120 ADAM

- No hay Tónicos -

Al parecer podían tener un paseo tranquilo por Arcadia, aunque esto no había sido de gratis, pues los Saturninos se habían llevado consigo dos vidas para hacer sus oscuros rituales paganos. Aunque eso era ya agua pasada, ahora podían tratar de comprar algo en aquellas tiendas, disfrutar de las vistas o simplemente sentarse y descansar en lo que Andrew Ryan consideró un lujo tan solo para unos pocos que puedan pagarlo. 

Ed estaba realmente decepcionado con los resultados de aquella votación y no lo iba a ocultar. - Ya van, no uno, si no dos miembros de mi escuadrón a los que matáis de seguido y sin miramiento. - dijo de forma muy seria, mientras compraba en la máquina expendedora. - Y la verdad es que me tenéis harto.

Dije que no os interpusierais y no matarais a mis colegas, pero entre mentiras, colar tres votos de última hora para no dar tiempo de reacción y en cierta medida, poco compañerismo con los hermanos de armas. - comentó esto último mirando a Rollingheart. - Habéis demostrado ser un estorbo activo para mi objetivo, el cual hasta el momento, solo había estado ayudando a todos, incluidas las Little Sisters.

Preparó su rifle para elefantes, apuntó al Big Daddy. - Pero no os preocupéis, os voy a dar una oportunidad de redimiros y que limemos asperezas, yo y los cinco que han votado a Beth, pues os espero ayudándome a acabar con esta bestia y dejándome salvar a la pequeña. - fue entonces cuando disparó, haciéndo enfadar al Big Daddy. - O al menos, voy a hacer que la falsa y mentirosa de Olivia, por primera vez en esta velada, diga la verdad respecto a que he sido egoísta al atacar a una de esas abominaciones.

      Bonito discurso tuerto, pero si no dejas que compremos municiones, difícil es que podamos dispararle cosas al bicho ese - señalando al grandote que acababa de poner furioso - Asi que...  -  cargar mi viejo trasto de guerra - espero que valga la pena todo esto. 

- ¡Ey ey ey! ¿Cuál es la prisa? - con cara de malas pulgas, Nina cargó su metralleta y apuntó con ella al Big Daddy mientras fulminaba a Ed Chasey con la mirada - ¡Oye, Ed! Se supone que esto va de ayudar a las Little Sister, pero siempre y cuando los Big Daddy no supongan un problema. Esa niña estaba feliz como una perdiz jugando con el Big Daddy. No veo que ni nos haya atacado ni nos haya impedido usar las máquinas. ¡Yo quería uno de esos malditos pastelitos de crema!

Volvió su mirada furibunda al recién cabreado Big Daddy y disparó una ráfaga de balas antes de volver a clavarla en el hombre de nuevo.

- ¿Acaso quieres que nos mate? ¿No has visto las armas de ese bicho? Que sepas que te ayudo esta vez sólo para que no nos mate a los demás... ¡y por el pastelito! Sino te dejaba aquí a celebrar una bonita fiesta de luces y colores con nuestro amigo metálico - cargó de nuevo la metralleta y se preparó para volver a atacar.

Cuando llegamos a una zona nueva, se encontraba un Big Daddy, el cual no parece agresivo, incluso puedo decir, que esta cuidando este lugar, que algún día va dar de comer la ciudad, considerando que no tenemos zonas de cultivos, por eso me aleje de este, para no molestarlo. 

Creo que no vamos necesitar disparar a este Big E.... Veo como Ed, inicia a disparar a la cosa, lo cual, inicio a caminar hacía atrás, para evitar el enfrentamiento. oK, ustedes están por su cuenta. 

A pesar de que aquel Big Daddy estaba tan tranquilamente tomando una taza de té con la Little Sister, este fue recibido por aquellos recién llegados con violencia y peor aún balas. En concreto los disparos de aquella pistola de elefantes de Ed Chasey que causaron un gran y sonoro ruido metálico revotando contra el casco metálico. Acto seguido, Spencer Rollingheart con la mejor arma jamás creada, disparó un virote del lanza arpones que se le clavó a la criatura en la pierna.

Por otro lado, la joven Nina Stuart también quería atacar al Big Daddy usando su arma y, mejor aún, las balas perforantes que esta había conseguido con anterioridad. Por lo que esta cargó con aquella nueva ronda de balas especiales para acabar con este tipo de enemigos acorazados y...

Por algún motivo, todas y cada una de estas balas terminaron encima de Lenora Overheart, la cual se encontraba tranquilamente haciendo sus cosas en el Jardín de té.