Partida Rol por web

Lo último que dijo Okabe-san me molesto y la miro sutilmente con intensidad. -Como estás tan segura, de que Shiro-chan será la que reviva, puede que te toque a tí, o  a mí, incluso a la traviesa Chazu-san. Como puedes estar tan segura. Me trono los dedos de la mano, me dio un impulso de enfado, pero pensé primero antes de actuar. -Ahhh*suspirar*.- Lo mejor va a ser calmarnos y estar apacibles. En el último momento, Okabe-san dijo algo. Shiro-chan, no debe regresar, sería un gasto innecesario.

Cambió los aires. -Ya que tenemos bastante tiempo, o incluso la eternidad por medio, Okabe-san ¿te importaría hablarme de tu pasado?. Me siento más abierto, y no siento vergüenza ni pena alguna, pero sigo siendo el mismo de siempre. Espero su respuesta.

Hama no se molesta en responder a la primera pregunta de Itaro. A sus ojos, es demasiado evidente que la opinión de los vivos sobre ella no debe ser especialmente buena. Después de todo, murió sin poder ni defenderse de su asesina. Normal que prefieran resucitar a alguien con capacidad de matar, por encima de una inútil como ella.

Pero el chico cambia de estrategia y le pregunta de manera más apacible por su pasado. Pero hay una palabra en especial que la estresa por encima de las demás. "Eternidad". ¿Cómo no lo había pensado antes? La chica se levanta de repente, y empieza a mirar en todas direcciones. La lugar en el que están parece extenderse hasta el infinito, más allá de donde le llega la vista. Y parecen ser los únicos que están ahí. "Tiene que ser una broma... ¡Tiene que ser una broma!".

—¿Así que esto es lo que pasa cuando mueres? ¿La nada, por toda la eternidad? ¡Prefiero ir al infierno!

Hama está mirando a Itaro, todavía pagando su mal humor contra cualquiera que se le ponga por delante.

—¿Y tú quieres saber sobre mí? Tienes suerte, acabaré rápido. Mírame. Cada cosa que he intentado en mi vida me ha salido mal. De adolescente, no iba a ningún lado con mi vida, así que me metieron en los yakuza. Mi familia pensaba que así aprendería disciplina, pero ¡ja! no lo consiguieron a tiempo.—se señala el ojo herido con asco.—Y es un poco difícil hacer ciertos trabajos si no puedes calcular distancias bien, así que me relegaron. 

Se le escapa una mirada de reojo a Shiro, dándose cuenta de lo que acaba de confesar. Que no habría sido capaz en ningún momento de defenderse contra el ataque de nadie. Que le habían pillado de farol de la peor manera posible. A la mierda. Ya es demasiado tarde para rectificar, así que solo queda seguir hacía delante.

—Estuve partiéndome el lomo por conseguir volver a ser de utilidad. Años de trabajos degradantes, de suplicar, de idear posibles negocios... ¡Tanto tiempo perdido! Acabe encontrando algo en lo que era buena. Forense. Me gustaba, ¿pero mereció la pena? Mírame. Me sirvió para que la CGG se fijara en mí, sí. Y llena de esperanza, le prometí algo a mi familia. Para justo seguido morir de una manera vergonzosa.—alza la mirada hacía Itaro, clavando su mirada en la de él. Con los puños todavía tensos, se detiene un segundo a tomar aliento.

—Tendría que haberlo visto venir. Pensar que ahora voy a por arte de magia "revivir"—acompaña la palabra haciendo el gesto de las comillas con las manos— es engañarme a mí misma. Ni voy a revivir, ni merece la pena que lo haga. ¡No soy un ghoul, ni una loca armada con un cuchillo venenoso, ni un experto en matar ghouls como tú, ni...

Su mirada de repente se fija en Komani Chazu. Como si acabara de caer en su presencia. Entrecierra los ojos y la escrutina unos segundos, mirándola de arriba a abajo.

—...ni lo que sea que sea ella.

Y tras acabar con su numerito, se volvió a cruzar de brazos y miro a Itaro desafiante, aunque no podía esconder la manera en la que su cuerpo temblaba. 

—¿Contento?—apenas masculló. 

Supongo que es suficiente. Al escuchar todo lo que ella dijo, mi mente cayo en un estado de neutralidad por un momento olvide mi odio. -Fuuuu. *suspirar* No se que decirle. La miro fijamente por unos segundos, la mirada ya no tenía profundidad o intensidad, eran unos ojos de compasión. Me acerco lentamente a ella con la guardia baja. -Perdón, si te moleste en algo que te dije, creo que... no tocaré más el tema si no es de tu agrado. Mi rostro sigue siendo igual de inexpresivo, solo que sutilmente sonrío. -Quien diría que la primera persona que me hablo en el trabajo, terminaría conmigo aquí. Observo al infinito fondo del plano y por un momento volteo a mirarla. -Esperaba a que Ying-kun, fuera el que llegará aquí pronto. Observó a la imagen de los vivos. -Si te digo la verdad, extraño algunas cosas, pero en el fondo creo que ansiaba la muerte.

Es extraño, pero una vez se ha desahogado, Hama se siente ridícula. Mira a su alrededor. Es la mayor, y sin embargo, ahí está, gritando a un chico que no tiene nada que ver con sus desgracias.

—Olvídalo, soy yo la que no debería ponerse así. Está siendo un mal día.—"Y ahora, toda una mala eternidad". A pesar de que su voz todavía denota molestia, parece que su postura se relaja un poco y su mirada baja al suelo, agotada. Nota como el tono del chico sigue afable, buscando su simpatía con lo que parece una pequeña broma.

—Pues sí. Parece que te he pasado mi mala suerte.—y fuerza una pequeña sonrisa. Después de la bronca que le ha echado, es lo menos que puede hacer, aunque no puede esconder su cansancio. Sigue escuchándole, tomando nota de sus comentarios. No los entendía todos, pero quizás dentro de un tiempo, empezara a entender mejor al chico.—¿Por qué querrías morir? Míranos. Al menos vivos uno se puede divertir. Puedes hacer de todo: bromear, fumar, apostar, pelear, jugar... Todo lo que se te ocurra. Pero aquí... Aquí no hay nada.

Le vi el rostro un tiempo, mientras escuchaba sus respuestas. No creo que me hayas pegado, alguna clase de mala suerte. Su intento de sonrisa forzada, me da la impresión de que algo ocurre por su mente. Posteriormente da su respuesta hacia mi comentario, me expreso solo un poco controlando mis pensamientos e ideas. -Escuchame, un momento. Le digo con suavidad, colocando mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta. -Okabe-san, nunca has sentido... Las palabras me cuestan expresarlas, así que corto un momento y sigo.-Que quisieras mantener tu estado como estás, me refiero a tu juventud o tu salud. Morir de enfermedad y viejo, me parece triste. Miro al suelo y una de las flores que hace transición entre un rojo cuando abre el capullo. -Mi forma de ver la vida, siempre ha sido así. Es mejor morir Joven y sano. Hago otra pausa. -Que en tu últimos momentos. La idea de ser extrañado o llorado, me entristece... y me produce a su vez una idea de que no valgo lo suficiente para ser recordado. Eso es solo una fracción de mis pensamientos. Levanto la mirada y vuelvo a desviarla a un lado de este infinito lugar. -Además, no crees que es mejor...Así. Vuelvo a endurecer mis pensamientos, esperando su respuesta.

Franken Stein había muerto y con ello un nuevo muerto se unía al mundo de los muertos, habitado, curiosamente, por otros muertos que también habían muerto.

En medio de tener a Okabe-san, esperando su respuesta. Veo como una forma semi-transparente agarra forma, para mi no tan sorpresiva vista,era solo Franken Stein. -Bienvenido. Digo con mi aparente tranquilidad y frialdad. -Esperaba a alguien más, pero no a ti. Haber si tuvieron suerte. Me levanto y acerco a el nuevo allegado. Saco las manos de mis bolsillos y los trueno, como parte de una cinta de intro en Tekken. 

Con un gesto, consultivo le señalo, y posteriormente, me vuelvo a acomodar en el centro de todos. En que estará pensando, supongo que sentirá la clásica sorpresa, cuando reaccione, pero... Aún no reacciona. Creo que todavía se está condensando su Alma en el cuerpo Astral. Debió descuidar un poco su concentración, espiritual. Me quede sentado al fin y al cabo a poco de Okabe-san y solo miro a Franken-kun fijamente.

Franken Stein no tardo en aparecer en un nuevo lugar, uno que no le era familiar, pero tenia claro que no era lo que se supone le habían contado sobre el otro lado. Y sabia que estaba en el otro lado porque aun recordaba el dolor de no ser asesinado por Shiki Kijima. -Chh! Me hicieron un George Stinney- Se agarro la zona de las entrañas y bufo ligeramente, pero no se doblo, al contrario. Al ver a una de las caras conocidas allí presente, comprendió que no seria el único y que ese sitio tal vez fuera un purgatorio al mas puro estilo cristiano.

Su rostro recupero la sonrisa, una sonrisa que nunca quiso mostrar alegría y se acerco a Itaro Kohano, para agarrar sus hombros con sus manos.

-Bravo amigo. Tu venganza acabo con uno de ellos. -Lo miro sin pestañear. -¿Por que tu eres quien mato a Komani Chazu verdad? Una Ghoul comprobada por mi eficaz maquina. -Ahora que estaba muerto, ya no tenia sentido ocultar sus habilidades. -Ojala el resto fuera como tu y no se dejaran ahogar por los Ghouls y estúpidos con prejuicios, por que sin mi allí para desenmascararlos están condenados.

-Dime, ¿Ademas de muertos hay alguien mas por aquí? -Si había humanos y ghouls en el mismo purgatorio, porque no entidades superiores o mirones simplemente.

Hama escucha con atención a las palabras de Itaro. Asimilando y reflexionando sobre cada una de ellas. Cree captar cierta tristeza en su voz, quizás la causante de que se tome su pregunta en serio. No habla completamente convencida, pero lo intenta:

—Entiendo lo que dices. Pero todavía había muchas cosas que quería hacer. Mucho más dinero que ganar, que gastar de cualquier manera. Y seguir trabajando. Tengo todavía tantos temas por explorar. ¡Tantos nuevos cadáveres que iba a poder analizar! ¡Nunca había estado tan cerca del cadáver de un ghoul!—y sonríe, por fin una sonrisa genuina, aunque fugaz.—Entiendo lo atractivo de vivir rápido y morir en la cumbre de la vida... pero sentía que justo ahora sabía qué quería hacer. Morir tan cerca de cumplir todos mis planes, y acabar en este limbo tan diferente a lo que quería que fuera mi vida...

Se queda callada, quizás replanteándose la manera en la que ha hablado. ¿Seguro que se sentía así? Era un poco difícil tener las ideas claras con la situación en la que se encontraba. Y más aún cuando una distracción aparece. Franken. Hama le observa seria desde su posición, sin importarle que le viera con la camisa rasgada y los tatuajes de yakuza asomando por debajo.  observar antes de actuar. Pero ante lo que dice, no puede evitar girarse de golpe hacía Komani Chazu.

—¿¿Qué es qué??

¿¿Una ghoul?? Antes se lo había preguntado, oero había sido más por pura prudencia. ¿Es posible que hubiera acertado sin querer?

Las cosas que Fraken-kun me dijo me dejaron con ganas de más. -Vaya, entonces no era solo un tiburón que me traje cuando me mordieron. Lo digo con mucha tranquilidad en mis palabras, mi mirada se pone más gélida cuando volteo a ver a Chazu-san. -Franken-kun, dime como estas tan seguro de lo que dices. Mi cuello se volteo con tanta fuerza como si no tuviera vertebrás. -En fin, bienvenido, al otro lado. Después de un rato le explico todo lo que yace aquí incluyendo la neblina que refleja las imágenes de los vivos.

Me pongo más serio. -Ya sin rodeos Franken-kun, como estás tan seguro de que Chazu-san es Ghoul. Son estos pequeños momentos, casi inexistentes en los que quisiera estar vivo, y comer caramelos de cereza para sentirme más calmado. Veo como Okabe-san reacciona a lo que Franken-kun dice. -Okabe-san, detente ahí. Interpongo mi brazo frente a la dirección de Chazu-san. -Calmate por un momento. Le digo con calma. Puede que Franken-kun quiera simplemente alterarnos, pero en cuyo caso tenga razón, ya se a quien esperaré hasta el fin de los tiempos.

Se me escapa una sutil sonrisa, pero mi cara automáticamente vuelve a su normalidad Inexpresiva y fría. Sería algo interesante. Espero a ver que dirá Franken-kun.

 Komani se distrajo de la conversación y se puso a corretear por aquel purgatorio oscuro y tenebroso en el que se encontraban. Aunque no pudo irse demasiado lejos, ya que el espacio en aquel lugar parecía ser bastante relativo y difícil de medir. Poco después volvió con el grupo, solo para encontrarse con que el próximo sujeto que llegaba allí luego de ser asesinado Franken Stein. Que, ni lento ni tonto, aprovechó para acusar a Komani de ser una ghoul... ¿una "ghoula"?

 La chica bromista se ríe en silencio, mirando a sus compañeros con una sonrisa confiada.

- ¡PFFFF! ¡Patrañas, digo yo! No me digan que le van a hacer caso a este tipo, que fue votado por todos sus compañeros como un ghoul, kukuku. Díganme de alguien que inspire menos confianza que él...

Observo con atención como el chico se ponía delante de la mujer tatuada. -No sabia que los miembros del CCG necesitaban protección y menos si ya han muerto, pensé que la caballerosidad también lo había hecho que curioso. -Stein parecía mas interesado en la actitud de Itaro que en sus preguntas que ya habían sido respondidas, pero comprendía que no todo el mundo tenia una compresión optima.

-Debemos practicar mas la cognición amigo. Como ya he dicho use mi maquina, una que utilizo en las noches, mientras los demás duermen, para analizar al sujeto elegido y ella fue mi primer sujeto ha analizar. -Señalo a Konami que para entonces se estaba acercando y como buen visionario Stein sabia claramente a que venia. -Y dio positivo en Ghoul. -Sonrió con todos los dientes.

-Y antes de que hagáis otra pregunta mas... os la responderé. Ya estoy muerto y no seré revivido, como presupongo que puede suceder con alguno de vosotros, después de todo me han enviado aquí sus amigos y demás borregos sin inteligencia. Por lo que no pierdo nada en sincerarme con vosotros y al menos daros un buen chute de dopamina, si es que eso es posible siendo... ¿Espectros? -Aun había mucho que analizar de aquel lugar. -Hasta tenia una hermosa libreta donde apuntar mi hallazgos y trasmitirlos si fuera necesario. MMm... lastima, me gustaba usar mi pluma. Así que, no gano absolutamente nada mintiendo, por lo que no miento. Después de todo ¿Que gano acusando a otra muerta? -Se llevo las manos a los bolsillos y alzo la mirada.

-Y decirme ¿Como funciona eso de poder ver lo que hacen los vivos? ¿Es el don de alguno de vosotros? ¿O hay alguien mas que lo esta haciendo? ¿O es un extra inherente del lugar? -El mas allá era fascinante, de momento.

El brazo de Itaro se interpone entre Hama y Komani. Tal pequeño gesto es suficiente para que salga de la sorpresa. Se pasa las manos por la cabeza, peinándose los mechones sueltos hacía atrás, y suspira, relajando su cuerpo.

—No te preocupes. ¿Qué crees que voy a hacer, matarla?—le dice a Itaro, pero a pesar de sus palabras, sigue observando fijamente a Komani. ¿Entonces así es como lucía un ghoul? ¿Podría seguir con sus investigaciones a pesar de que sus cuerpos ya no eran materiales? Y cuando deja que su mente vaya a lugares más imaginativos y oscuros... se pregunta si siquiera estarían a salvo ahí. ¿Podrían sentir dolor, o incluso morir una segunda vez? Algunas de las extrañas palabras de Itaro le desconcertaban, claro que podría ser todo un malentendido... Se frota la barbilla y se queda pensativa.

—¿Franken, un ghoul? Todos hemos visto que apenas han habido argumentos contra Franken, por lo que es más probable que su muerte sea a causa de la poca información que los vivos tienen, y por estadística, es mucho más fácil que sea un humano antes que un ghoul...—Hama no mira a nadie mientras habla, parece que más bien se lo dice a sí misma aunque el volumen de su voz es suficiente para que todos la oigan. Se queda callada, pasa la mirada por todos, deteniéndose en Franken. Parece que va a decir algo más, pero finalmente desiste y añade:

—Sobre lo de poder ver lo que hacen los vivos, no tengo ni idea de por qué es. Al menos, cosa mía no es.

Pero sus palabras la han preocupado. ¿Sería posible que en algún momento dejaran de ver lo que hacen los vivos...? La idea no le hacía mucha gracia precisamente...

Al escuchar, todo lo que dijo Franken-kun y Okabe-san me hicieron pensar. -Es momento, supongo, Kuro-chan, espero y veas esto. Levante los brazos hacía arriba, como si un ángel fuera a recogerme.... y bajo lentamente los dedos apuntando a ciertas personas. -Escuchen, que tengo que decirles algo. Digo en voz baja, Me pongo más serio, y mi mirada podría retener y congelar hasta la persona más ruda.

Hama desvía la mirada de Komani y Franken hacía Itaro cuando le escucha hablar. Frunce el cejo al oírle hablar y actuar. ¿De qué estaría hablando?

—¿Cómo? ¿Qué has descubierto?—pregunta antes de proceder a callarse para enterarse bien.

Me acerco en una tercera capa Astral, que es imperceptible para algunos. Esos seres, me enseñaron muchas cosas, bastante útiles. Me acerco a Kuro-chan y me la subo en los hombros. Espero y no le moleste. Me acerco a Okabe-san y Franken-kun y toco sus pechos con el dedo medio.

-Si hacen lo mismo que yo, podremos hablar. Espero que podamos hablar bien así. -Kuro-chan puede escucharme también. Me dirijo a ellos y sin cosas en la lengua, les respondo honestamente. -Ya que Franken-kun hablo de sus habilidades yo también diré las mías... Yo tengo la habilidad de hablar con los muertos en el plano de los vivos, solamente por las noches. Sintiéndome un poco más Molesto, sonrío con algo de sadismo. -Mi otra habilidad, pues ya la comprobaron. Con eso dejado claro, quiero saber más de ustedes, todo lo posible. -Si me revivieran aunque lo dudo, podría hablar con ustedes en este plano, como si estuvieran vivos. Aunque se que eso no pasará.

William E. Sullivan había muerto y con ello un nuevo muerto se unía al mundo de los muertos, habitado, curiosamente, por otros muertos que también habían muerto.

La chica panda parecía molesta por las insinuaciones de que otros podían resucitar en vez de ella. ¡Aún con todo ella pudiendo tener la mejor de las habilidades! ¡Una increíble falta de moralidad! ¡De hecho si le resucitaban era lo primero que iba a hacer!. ¡Matar a la persona que le dijera su "salvador"!. Y si había suerte a tantos otros como pudiera o hubiesen.

¡ Estoy deseando salir de aquí y cargarme a alguien más !

¡ Preferiblemente un Ghoul para no volver !

¡ Y viendo cuántos somos aquí, los Ghouls abundarán allá!

El nuevo no me importaba demasiado, pero lo que dijo Kuro-chan era cierto, y las posibilidades de que el final de esos humanos era prácticamente catastrófica. -Tienes razón, Kuro-chan. Siempre quise tener una hermanita, seria bastante atrevimiento acariciarle su cabeza. Controlo la ternura que me da Kuro-chan, y en parte, me pongo bastante más feliz. Pero... Cierro los puños y volteo a mirar en dirección a Komani-san, que está algo distante. Quiero que lo que dijo Franken-kun sea cierto, deseo esperar a que seamos tangibles... y ahorcarla y torturarla hasta el fin de los tiempos. Mis ojos con su profundidad e intensidad, que no se notaba en mi ordinaria manera de ver a las personas, se volvió algo captable.

Bajo a Kuro-chan de mis hombros, con su toque dado.

-Ganamos seis a uno. -Respondió a Kuma antes de que las acciones de Itaro, llamaran su atención.
Cuando menos eran curiosas y como otros el también alzo la mirada hacia donde miraba aquel extraño espécimen, sin observar cambios en el otro lado. -Si realmente puedes hablar en el otro lado, nadie parecer escucharte. -Es lo único que diría, pues sabia que a veces las llamadas les toma tiempo y quien sabe si este hecho tan esotérico como el lugar donde estaban no lo fuera igual.

Y aunque repara en la llegada del Mimo no dijo nada, después de todo no era mas que un normi mas, ya no eras un espécimen de interés, puesto que creía saberlo casi todo de él. -Que decepción. -Aunque sus pensamientos era otro cantar.