Partida Rol por web

Traté de lanzarle un Leviosa para hacerlo volar pero no logro nada. Intento otra vez para robarle a Cameron el banco y estrellarlo contra su fea cabeza de cabra pero es inútil. ¡Esa cosa es demasiado fuerte!

Me detengo un momento a pensar. Estoy asustada, escuchando a todos pelear contra los minions del demonio. Escucho la puerta y me giro asustada esperando otro monstruo pero son nuestros compañeros de Ravenclaw que sin dudarlo vienen a ayudarnos. Una de ellos ataca a uno de los diablillos.

Me concentro. Recuerdo exactamente lo que nos dijeron en la clase. Cierro los ojos, ensayando el movimiento de varita. Los abro. Miro al diablillo màs cercano. Respiro. Muevo la varita y…

- ¡Impedimenta!

La estrategia de Cameron resulto ser un completo éxito. El enorme demonio desvío un momento su atención de Artemis dándole tiempo suficiente para que éste se arrastrara fuera de su alcance.

Por otro lado, la llegada de sus compañeros pareció traer aire nuevo a la batalla reavivando el ardiente espíritu de los Gryffindor quienes se lanzaron a por todo contra los invasores.

Tanto Freddy como Cameron lograron causar serias magulladuras al demonio quien tuvo que cubrirse el rostro para no bloquear el potente ataque de Freddy.

Sin embargo, lo que parecía un acierto para el demonio fue uno de sus peores errores, dado que al obstruir el mismo su visión no pudo ver el enorme sofá que Artemis lanzó contra él dejándolo aturdido.

Mientras tanto Daphne logró paralizar a un diablillo lo suficiente como para que un estudiante de tercero acabara con él con un hechizo congelante.

Mientras tanto el joven Potter empezó a organizar a sus compañeros de escuela para poder controlar la plaga de diablillos, quienes estaban causando demasiado caos entre las filas de los estudiantes de Gryffindor, más por su número que por su tenacidad.

Katherin incluso logró desarmar a un diablillo que había estado a punto de atacar Daphne desde su punto ciego con un arma improvisada.

En ese instante, el Demonio decidió retroceder pues la situación se le estaba llendo de las manos. Al parecer perder su lanza lo había puesto en una situación desventajosa ante los valerosos Gryffindors quienes le plantaron cara con el arrojo que siempre caracterizó a su casa.

Sin embargo, fue la aparición de los refuerzos lo que inclino la balanza en favor de los defensores, pero esto aún estaba lejos de acabar, aquel demonio sólo estaba magullado, pero aún tenía suficiente energía para contraatacar y recurrió a una de sus armas más letales.

Lanzando un rugido atronador que empezó a dejar a varios estudiantes paralizados de miedo. 

Con mucho esfuerzo logro sobreponerme al aterrador rugido y apoyándome contra la pared apunto mi varita contra aquel ser y grito.

Estoy harto, estoy harto de que los de tu clase quieran convertirme en una maldita botana ¿Qué teneís contra mi? Eh. FILIPENDO.

Aunque el pulso me tiembla y la puntería me falla, el hechizo es todo un éxito. - "Espero que eso baste para cerrarle la boca." - pienso mientras mi conjuro causa estragos donde impacta.

Los vientos de la batalla habían cambiado repentinamente a favor de los jóvenes estudiantes. Cameron sentía que en parte había logrado resarcir aquel error que casi provoca un serio daño en Artemis por parte del demonio, pero esto no había terminado. Un terrorífico grito de la criatura trajo consigo el miedo a muchos de los jóvenes estudiantes. Cameron, tal vez todavía emocionado por su acertado uso de la magia, resistió la intimidación de la bestia, y decidió seguir confiando en su varita para intentar frenarla antes de que hiciese más daños.

-¡Filipendo!- Grita el joven, agitando su varita con mayor confianza en sus habilidades.

Luego se movió para colocarse de escudo entre los enemigos y algunos de los estudiantes que habrían sucumbido al terror del demonio.

Freddy por fin había conseguido impactar al demonio, pero se había despistado un momento y cuando el demonio gritó le cogió por sorpresa. El aullido demoníaco le dejó bloqueado.

Nunca había escuchado nada tan horripilante. Un sudor frío comenzó a brotar de sus poros y un sentimiento que nunca había tenido se apropió de su corazón.

¿Sería esto el miedo?

Miré los diablillos que quedaban y les apunté - diffindo.

Todo era caos desde que entramos y habría que solucionarlo de alguna manera. Pero al escuchar al demonio grande me quedé paralizada y no supe que hacer.

Vaya problema en el que se metió ese demonio, no sé cómo fue que llego aquí pero no llegará a conseguir nada, o eso espero.

-Muy bien chicos, ahora solo debemos.....- sin darme posibilidad de hablar la criatura lanzó un grito desgarrador, por alguna razón no me afectó, tal vez allá sido porque estaba al 110% de energía pero no me preocupe por eso. Por lo que si me preocupe fue por el resto, a una parte tampoco le afectó pero a otra si y mucho.

-Pero que.. pagarás por eso cabra endemoniada. FILIPENDO!!- grite al darme cuenta que al menos Freddy y Jane (los únicos que llegue a ver) quedaban paralizados de miedo por el chillido de ese monstruo.

La pelea estaba siendo feroz, todos daban lo mejor de si, incluso Katherin quien aprovecho para desarmar a uno de esos diablillos que queria atacar a uno de los Griffyndor's con un cuchillo improvisado hecho con un hueso. Pero se le acababa la suerte, la bestia gruño furiosa dejando a varios aterrados, incluso a su amiga Jane quien Kat estaba segura tendria mas valor que la cazarecompenzas Mimiru. Algunos se asustaron pero no Katherin, ella estaba "curada de espantos" debido a un perro del vecino grande y feo que le ladraba con agresiva crueldad cada vez que ella iba y venia de la escuela muggle. Acostumbrada como estaba a los gruñidos de una bestia tonta Kat no se intimido, al contrario, apuntó con su varita a los diablillos que purulaban por el lugar y conjuró:

-Flipendo...

Hecho el ataque Kat sentia que podia hacer algo mas, apuntó nuevamente hacia la mesita de centro hecha de madera dura y conjuró:

-Wingardium leviosa...

La mesa se elevó varios metros en el aire, lo cual Kat aprovecho para lanzarsela a la cabeza de la bestia con la intención de cerrarle el hocico. Odiaba a los perros, pero odiaba mas a los montruos feos.

Aunque el feroz rugido del monstruo dejó fuera de la pelea a varios estudiantes, también hizo salir huyendo a la mayoría de los diablillos, pues la cobardía de esos seres no tenía parangon.

Sin embargo la astucia de Katherin puso fin a la tensa situación. Pues la pesada mesa que la pequeña Ravenclaw lanzó contra aquel demonio fue más que suficiente para cerrarle la boca, permitiendo así que los defensores pudieran recuperarse.

Desatando así la ira del demonio sobre Katherin.

TE HARÉ PEDAZOS MOCOSA TONTA. - rugió aquel ser que con cada segundo que pasaba se convertía más en una bestia salvaje que en un ser pensante, mientras cargaba contra Katherin, lanzándole un feroz zarpazo.

El plan habia salido bien, ahora la bestia tenia la boca cerrada y con eso dejaria de hacer tanto ruido esperando que así los demas se animaran a luchar. Todo iba bien, pero entonces la bestia se enfureció mucho y vio a Kat como su blanco, yendo sobre ella con un fuerte zarpazo, el golpe fue tan brutal que arrojo a la niña varios metros. Katherin estaba muy herida pero aún podia ponerse de pie, siendo posible gracias a que su aterrizaje fue encima de unas cortinas rojas de seda que adornaban la pared. El mareo era horrible, sentia que estaba sangrando de alguna parte la cabeza, su vista se nublaba y queria vomitar, pero no se iba a detener, Jane, Artemis y los demas contaban con ella.

Reuniendo fuerzas apuntó hacia la bestia con su varita y conjuró:

-Flipendo....

Hecho el disparo Katherin se desplomo de rodillas hacia el piso mientras respiraba cansadamente, le estaban fallando las piernas y queria descansar.

A Freddy no le estaba gustando el combate. Había sentido miedo por una vez en su vida y ahora Kat estaba herida y el demonio la atacaba. No iba a permitirlo.

Sin pensárselo dos veces apuntó su varita al demonio y le gritó -¡Maldito saco de pus, dejala en paz!. ¡Enfréntate conmigo si crees que puedes vencer!, cogió aire y remató el hechizo !Filipendo¡

Cuando Cameron observa el horrible daño que la bestia había causado sobre la menuda niña, éste inmediatamente recordó a aquellos chicos y chicas con los que vivió en las calles alguna vez. De hecho, la pequeña que yacía inconsciente era muy parecida a la niña que Cameron salvó en aquella ocasión en que terminó arribando a Hogwarts.

La bestia era peligrosa sí, y había que combatirla sí, pero por esa misma razón Cameron no quería arriesgar a que la pequeña estuviese ante la presencia del maligno ser.

-Chicos os lo encargo. Yo me ocuparé de la pequeña.- Exclamó Camero antes de correr hacia la niña inconsciente para sacarla de aquella peligrosa posición e intentar tomar rumbo a la enfermería.

Definitivamente, estaba enfadada. Aquel monstruo había conseguido dejarme paralizada de miedo y había hecho daño a mis amigos. ¿Se pensaba que iba a salirse de allí de rositas? Sí, claro.

- Buen movimiento, Kat.

Grité al ver que hería a Kat y corrí a ponerme entre el monstruo y ella. No podía permitir que la volviera a pegar - maldito bicho abusón, déjala en paz - apunté al demonio con la varita y grité - ¡flipendo! - con toda la concentración que pude.