Partida Rol por web

Astronomía, que desperdicio no hay nada allá arriba que pueda ayudarlos a vencerme, justo en este momento estoy por divertirme de lo lindo con dos ovejitas perdidas en su rebaño, la pregunta es ¿En dónde están ese par de gamberros que se fueron de pinta? y lo más importante ¿Llegarán a tiempo para salvarlos? - pregunta el demonio con una sonrisa diabólica en sus labios.

Llegué a clase dispuesta para una buena clase de astronomía. Las últimas clases me había ido muy bien y esperaba volver a obtener una buena calificación. La clase comenzó como siempre con la profesora Sinistra explicándonos lo que íbamos a hacer aquel día cuando de pronto pasó algo inesperado y aterrador.

La palabras de Kronos me dejaron helada. Rápidamente observé la clase y vi que faltaban Artemis y Freddy. Sin pararme a pensar, miré a mis amigos.

- Rápido, separémonos, hay que encontrarlos - dije saliendo corriendo hacia la puerta - y que alguien avise a los profesores. Iré a mirar al lago y los jardines para ver si están allí, a veces están allí practicando en los descansos. 

Mientras atendían en clase, ocurrió algo horrible... La profesora Sinistra no terminó su frase cuando se quedó paralizada de repente, al tiempo que el infame Kronos se les aparecía ante sus narices. Y traía unas noticias aún peores. - ¿Profesora..!? - espetó con un gesto de terror, mientras no tenían más remedio que escuchar el discurso de aquel maligno ser.

Fue entonces cuando se fijó en quienes no estaban presentes en clase... Oh no, no por favor. Todo estaba sucediendo demasiado rápido, tenían que darse prisa. Janelle ya estaba poniéndose en marcha, debían ser raudos. - ¡S-sí! - exclamó recobrando la concentración en el problema que tenían entre manos. - Iré al Club de Duelos por si alguien los ha visto irse hacia algún lado, ¡podemos reunirnos luego en el patio principal! - dijo con nerviosismo mientras sacaba su varita y corría hacia la ventana de la torre. 

- ¡Periculum! - conjuró apuntando hacia el cielo, con la esperanza de que la señal fuera visible desde el exterior de la torre. Las manos le temblaban y casi falla el hechizo, pero logró que aquella baliza roja saliera despedida de la punta de su varita. Espero que alguien lo vea y ayude a la profesora. Bueno, ahora centrémonos en esos dos. Tú puedes Allison.

Más decidida, se dispuso a seguir el plan acordado e intentar cubrir el máximo terreno posible para encontrar a sus amigos. - ¡Id con cuidado! - gritó al tiempo que salía por la puerta abandonando la torre de Astronomía.

Como siempre en clase de Astronomía, mientras la profe se pone a hablar, mi mente va dando vueltas sin prestar excesiva atención hasta que todo cambia. La profesora se queda congelada y, Kronos, ese demonio apestoso vuelve a aparecerse.

- ¡Otra vez tú! - digo, levantándome como activada por un resorte, varita en mano.

Pero, mientras va hablando, me doy cuenta del problema, igual que mis amigos. Artemis y Freddy no están aquí. Allison y Jane empiezan a salir corriendo.

- ¡Esperad! Dejadme probar una cosa. - cierro los ojos y me concentro en Artemis, en encontrar, en donde sea que esté su paradero y ejecuto el hechizo que crée - ¡Dirígime!

Lanzo el conjuro esperando que la varita me señale donde se encuentra nuestro amigo.

La Rubita iba a su bola con rumbo a su asiento, iba distraída pues varias cosas le preocupaban, menudo lío para una niña de 12 años.

La clase empezó bien y con un rumbo normal, sacar los telescopios y todo lo demás, como autómata Kat siguió la indicación e iba a sacar el suyo pero algo paso, como si el tiempo se detuviera para la Profesora esta quedó petrificada, confundida intento ver que pasaba mas la voz de Kronos retumbo con fuerza delatando su autoría en esto.

-Por el amor de Dios, ¿No puedes buscarte algo mejor que hacer?-Musitó Kat con la voz irritada, mostrando que no estaba de buen humor.

El ente diabólico no andaba con juegos, río y amenazó con malicia que había algunos de sus amigos en peligro. Dando un vistazo rápido vio que Artemis y Freddy no estaban. Apretando los dientes se puso de pie rápidamente y exclamó:

-Yo iré a la Biblioteca, esos dos podrían estar investigando cualquier cosa.

Dicho esto salio corriendo hacia la biblioteca del colegio, deseando que ellos estuvieran ahí.

No estaba para aguantar Astronomía, aunque tampoco como para perderme la clase a pesar de que la consideraba un auténtico suplicio a la altura de Historia y Herbologia. No obstante, había descubierto algo interesante sobre la profesora Sinistra tras tanto tiempo, siempre nos mostraba fenómenos que estaban ocurriendo o que pronto se darían, así que en esta ocasión seguramente Marte estaría haciendo de las suyas o andaría próximo.

Pero iba a quedarme con las dudas, pues Kronos decidió ese momento para atacar de nuevo y avisarnos de que iba a cebarse con Freddy y Artemis. ¿Estaría mintiendo y sería todo una estrategia para separarnos? Parecía una buena opción, además tenía las mismas opciones que simplemente dispersarnos para tomar a Mengele. Sólo podía recurrir a mi instinto.

Eso es trampa muchacha y así no juego yo, bueno yo sí, pero ustedes no, pues me lo hacen aburrido. - dice la voz del demonio mientras la varita de Merida se agita violentamente en el aire y emite un estridente pitido que los fuerza a todos a taparse los oídos.

De pronto escuchas una voz lastimera y muy aguda que parece no provenir de ninguna parte más que de tu propio interior.

¡Noooo, déjame en paz! ¡Tengo que cumplir con mi propósito! ¡Quítame tus garras de encima monstruo! - chila la voz mientras tu varita se retuerce violentamente en el aire.

¡Ayúdame por favor! ¡Me está matando! - gimotea la voz mientras vez unas pequeñas grietas en la madera de avellano.

¡Sé que no me oyes! ¡Pero necesito ayuda! - lloriquea la voz mientras tu varita trata de ejecutar el conjuro. En ese momento vez como tu magia fluye a través de la varita forzándola a actuar, mientras un aura oscura intenta asfixiarla.

Luego de sus reacciones al pitido los pongo en escena.

Mientras corría hacia la puerta, Kronos soltó un estridente pitido que me hizo llevarme las manos a las orejas para tapármelos. Saqué mi varita y lo apunté como pude.

- Incendio - aunque sólo fuera para despistarlo para que dejara de emitir aquel pitido, pero tenía que hacer algo.

El conjuro impacta en la varita de Mérida, pero se disipa en el aire sin hacerle daño, al tiempo que Jane y Kat salen de la habitación.

Inmediatamente me tapé los oídos ante tal estruendo, ¡cómo si alguien pudiera aguantarlo!, pero una vez cesó pase a centrarme en la situación y hacer una apuesta.

Freddy y Artemis podían aguantar lo que fuera que Kronos mandara contra ellos y a malas, alguna de las chicas les acabaría encontrando, por lo que sólo quedaba una opción.

- Vamos Mengele. Seguro que te mueres por diseccionarlo.

Le reto a hacer un paso en falso y actuar en favor de ese "gran progreso", o darse cuenta de que debería hacer en realidad, fuera lo que fuera, estaba preparada para enseñarle de lo que era capaz.

El rubio muchacho miro con cierta admiración la figura demoniaca que se presentó en el salón, había que reconocer que dichas criaturas, nacidas del mismo caos, son fascinante y misteriosas.

El no dijo nada simplemente se mantuvo sereno para luego comenzar a escribir en un pergamino diferentes apuntes sobre diferentes teorías, inventadas por él, sobre los efectos que puede producir un ente de la naturaleza de Kronos.

Al momento que Greystoke abrió su boca, Alexander siguió escribiendo como si nada hubiese sucedido-.No sé qué sospechas tienes de mi zorra-. Dice aun manteniendo su pluma en el pergamino-.Solo veo que tus conclusiones siguen igual de sesgadas que siempre, intuyes que tengo algo que ver con esto, pero no tienes evidencias, solo prejuicios de alguien que dice las cosas que piensan a destajo, solo veo fobia a lo diferente… lo que le pase a ti, a tus amigos, etc. Me es indiferente por lo tanto no tengo la obligación de participar en su patética busqueda… considérame solo un observador de estos acontecimientos… tan peculiares-.sonríe cínicamente mientras mira nuevamente al enorme demonio-.Además ¿diseccionar a un mestizo y a un mago cualquiera? Por favor tengo cosas mucho más importantes que ensuciar mis manos con mierda-. Sentencia, mirándola directamente a los ojos.

La respuesta de Mengele me produjo una sensación extraña, pues a pesar de sus insultos y menosprecios, me había encontrado que estaba sonriendo al Ravenclaw.

- Me parece justo, pero yo no me refería Olson y Riddle... sino a él.

Señalo al demonio satisfecha, más que nada por haber confirmado quién andaba tras Kronos. Seguro que necesitaban estar en el castillo o sus alrededores para poder invocarlo, ya sólo necesitábamos averiguar dónde.

- Diles que voy a por ellos.

Amenazo la imagen del demonio mientras salgo del aula a paso decidido. Era cuestión de tiempo encontrarlos.

-.Ohhhh interesante-. Susurra el pálido joven mientras observa como Hellen parte ardua fuera de la habitación para luego seguir con su boceto, admirando con detalle la imagen del archidiablo.

Mientras el rubio hablaba, en su mente, daba órdenes a las tropas de diablillos para que apoyasen en la creación de desorden dentro de la academia, asegurando que su sigilo es la máxima prioridad.

Los líderes de bandada como Amalek y Akibel no deben entrar en combate directo, solo usen sus esbirros como carne de cañón si es necesario, busquen informacion de los poderes de los alumnos y sus hechizos empleados…

Que los oscuros actuen como perras miedosas y tambien ayuden en la observacion, obviamente si encuentran a alguien en aprietos exterminenlo.

Mi señor, no es muy recomendable inmiscuirnos en esta pelea, pero si ese es su deseo enviaré a mis diablillos a causar pánico por allí.

Pero no le recomiendo desafiar al señor Kronos. - responde el diablo mientras se pone manos a la obra.

- Akibel obedece al amo. - dice una segunda voz chillona en tu cabeza.

mmmmmm… tienes razón, estos demonios de alta clase son muy impredecibles… en ese caso manténganse al marguen y solo pasen al modo de recopilación de información. Que el grueso de las tropas sigan el plan original que planteamos en el bosque… tienen autorización de eliminar sujetos solitarios que se adentren en aquellos territorios… y si lo pueden atraer a la gran hez… mucho mejor.

¿Algun problema con la escala de mando?-. pregunta el hechicero a secas

- Ninguno mi señor. - dice Amalek

- Ninguno mi amo. - dice Akibel