Partida Rol por web

Samantha había llegado a la clase, pero nunca se esperó que terminasen yendo al bosque prohibido. Ya había pasado tantas veces por el lugar que realmente le parecía muy conocido estar en aquél lugar. Observó al profesor hacer el primer conjuro, por lo que ella lo repitió;

Periculum

Una bengala de color azul oscuro, que brillaba muchísimo salió disparada directamente de su varita. Se notaba que Samantha tenía un tremendo dominio sobre los hechizos de defensa de las artes oscuras, algo sorprendente para una niña tan pequeña. Luego, al ver el siguiente conjuro del profesor, Samantha lo repitió;

Oriéntame

Y la varita, como si estuviese en demoníada, se levantó a gran velocidad, y casi de inmediato señaló hacia qué lugar estaba el norte. Sus conjuros eran muy potentes. 

Primera Parte:

Al llegar al salón dejo mi mochila en el pupitre y tomo asiento. Sin embargo, no puedo terminar de acomodar mis cosas cuando el profesor Macmillan nos pide que lo sigamos.

"Vaya clase de campo que interesante." - pienso mientras escribo una nota muy rápidamente.

Al llegar al linde del bosque instintivamente llevo mi mano a mi varita pues las historias que de él se cuentan no son nada agradables.

Conforme mis compañeros se van acomodando, empiezo a relajarme un poco, la verdad es que no es que tenga miedo de entrar en el bosque, pero tampoco quiero que alguna acromantula me coja desprevenido.

Mientras prestó especial atención a la clase, trato de mantenerme alerta ante cualquier amenaza. Finalmente cuando llega mi turno de probar el primer hechizo, me posiciono en medio del grupo y apunto mi varita hacia el cielo.

¡Periculum! - "Un hechizo bastante sencillo" - pienso mientras una pequeña bola de fuego sale de mi varita y estalla con fuerza pintando el cielo de rojo.

Segunda Parte:

Luego nos toco practicar un segundo hechizo, algo más complicado, pero en definitiva muy útil, así que decidí hacer mi mejor intento en aprenderlo, pero mi trasnochada estudiando runas me jugo una mala pasada.

¡Orientame! - digo mientras mi varita empieza a dar vueltas de forma algo descontrolada, al menos hasta que me concentro por completo en el hechizo y la magia empieza a fluir con normalidad.

Finalmente lo había logrado, mi varita apuntaba hacia el norte, lo que dibujo una enorme sonrisa en mi rostro.

Luego me senté en el césped para esperar que el profesor ponga fin a la clase.

Una vez terminada la clase, se acercó al profesor, y le preguntó;

Profesor Macmillan, la verdad, quería hacerle una pregunta. Verá, me he dado cuenta que los conjuros de Defensa contra las Artes oscuras son especialmente fáciles para mí, y realmente me gusta esta clase, por lo que quería aprender más. No sé qué libros servirían para mí, para aprender más fácil, por lo que quería preguntarle, ¿Podría enseñarme más cosas después de la clase, cuando el resto de mis compañeros se quedan? Me gustaría quedarme todas las oportunidades que pueda después de clase para aprender más, quizás, algún día pueda ser profesora de esta misma clase, y para eso, quiero aprender más.

Dijo, mirándolo con mucha seriedad. No se veía ninguna maldad en sus palabras, e incluso, alguien que lo escuchara quedaría con mucha sorpresa. Quizás lograría convencer al profesor de que la ayudase a cumplir mejor su destino.

Al finalizar la clase encuentras una nota en tu mochila.

Al final de la clase, te espero a orillas del lago, quiero mostrarte algo que quizá encuentres interesante.

Artemis

Leo la nota extrañada por haberla encontrado, aunque pronto esa sensación es sustituida por una gran expectación.

Lo siento, se me olvidó ticar lo de oculto. Ya volví a tirar.

Casi al final de la clase notas como Artemis deja algo en tu mochila.

Notas que, casi al final de la clase, Artemis parece estar buscando algo entre las cosas. Luego se levanta, coge sus cosas y se marcha con calma y aunque no sabed que es exactamente lo que estaba buscando, es evidente que no tomó nada que no le pertenecía.

Freddy decidió seguir a Artemis para ver que hacía, le parecía raro todo eso y no quería que su compañero se metiera en líos. Le preguntaría que pasaba y seguro que no era nada. Pero estaba preocupado.

Casi al final de la clase, te percatas que Artemis está deslizando un trozo de pergamino en la mochila de alguien, pero no sabes decir quién es el propietario de la mochila.

Luego lo ves marcharse como si nada hubiera pasado.

- Buenos días, profesor - saludé al profesor cuando entró.

Había llegado tranquila y sin prisas. Después de la comida me había relajado un poco y había salido con tiempo para llegar bien a clase. Después de haber llegado casi tarde a transformaciones no podía volver a retrasarme mirando a las musarañas.

Aquel día la clase del profesor Macmillan fue algo diferente. Me sorprendió cuando nos pidió que guardáramos todo en los pupitres, pero lo seguí expectante. Llegamos a las lindes del bosque prohibido, algo que cada vez despertaba más mi curiosidad, y nos enseñó un hechizo para pedir ayuda. Era como un faro para decir ''estoy en problemas, socorro''. Sencillo y útil.

Levanté mi varita y repetí interiormente el hechizo varias veces antes de repetirlo - periculum - y de la punta salió una bola de fuego que se elevó en el aire junto a otros y estalló en miles de partes. Junto a la mía otras más se alzaron y estallaron formando un increíble espectáculo.

- Qué bonito - dije encantada mirando al cielo.

El siguiente hechizo no fue tan vistoso, pero sí igualmente útil, una brújula mágica. Puse la varita en mi mano y pronuncié el hechizo.

- Orientame - la varita empezó a dar vueltas y paró en una posición que debía ser el norte. Comprobé que fuera la misma dirección que marcaba la del profesor y vi que estaba bien. Satisfecha, observé como mis compañeros hacían lo mismo.

Entre a clase y empecé a preparar mis cosas para la clase, en eso estaba, cuando el profesor pidió qué guardaramos todo y nos dirigió al bosque prohibido, había estado intentando no acercarme a ese lugar, había escuchado qué era el hogar de arañas gigantes.

El profesor empezó la clase, la cuál trató sobre hechizos a usar en caso de emergencia.

-¡Periculum!- apunté al cielo y pronuncie el hechizo, una bengala de color rojo salió disparada hacía el mismo y estalló en lo alto.

-¡Oriéntame!- intenté replicar, lo mejor qué pude, la floritura qué el profesor realizó, no quede muy convencido de qué se pareciera a la del profesor, pero logré realizar el hechizo.

Primer parte

Las clases al aire libre siempre fueron las favoritas de Matt en su anterior escuela muggle, así que se alegró bastante cuando el profesor los llevo fuera para continuar la clase.

Presto bastante atención a la explicación del profesor, los bosques y la noche le causaban escozor y solo el pensar encontrarse perdido en un le ponía la piel de gallina, tras la explicación y una breve ojeada a su libro de texto lo intento, giro su muñeca como vio hacerlo a su maestro y apunto al cielo

¡Periculum!

No tuvo el mismo tamaño que el hecho como ejemplo pues era pequeña y con un tono menos fuerte, sin embargo salió completo, la sonrisa de Matt se dibujaba grande en su rostro.

Segunda parte

Tras el éxito en la primer parte de la clase estaba lleno de confianza con sus ganas de aprender mas consulto su libro mientras explicaban como hacer este nuevo hechizo ,  se procuro poner mucha atención ya que esto lo podría sacar de muchos apuros dada su condición de despistado y su alta tendencia a perderse.

Agarro fuerte su varita, se concentró y exclamo con firmeza

¡Oriéntame!

Soltó su varita y esta empezó a bailar tal cual como había visto hacer a la del profesor , giro un poco más y de a poco se fue deteniendo apuntando en la misma dirección que la del ejemplo.

Matt salto de la emoción y llevo sus manos al aire

Su sonrisa se ensancho aun más

Escucho al profesor con suma atención, a fin a cuentas esta clase es mi favorita, colocándome en posición para realizar mi primera prueba.

-.Periculum.- e inmediatamente la señal de emergencia surge de mi varita, acción que me obliga a preguntar…

-.Profesor ¿qué probabilidad tenemos que esta señal sea solo una falsificación de nuestros enemigos, para que nos acerquemos para ser víctimas de una carnicería? ¿Hay algún método de averiguar “las verdaderas intenciones” del sortilegio?-. Pregunto con una enorme sonrisa al imaginar dicha fiesta caníbal…

En la segunda arte no tuve ningún problema en aprender el siguiente sortilegio, tomando en especial atención a la pregunta de Becket-. Abra que probar-. Pensé mientras vuelvo a sonreír con felicidad como mi vara apuntaba hacia el norte…

Kat se presento como era ya costumbre correteando y topando con la puerta del salon de clases ya que esta estaba cerrada. Se sobo la frente y abrio la puerta de manera delicada ya que no queria mas golpes o sorpresas, eso se esperaba.

No se esperaba acabar en las inmediaciones del Bosque Prohibido con propositos claramente educativos. Este lugar la emocionaba ya que esperaba encontrarse con un Unicornio, habia oido que ellos vivian por estos lugares. El hechizo le parecia genial, solo tocaba ver si podia hacerlo con su varita caprichosa, apunto a los cielos y conjuró:

-Periculum.....

En el acto su varita disparó una bola roja de fuego al cielo. Esto le facinaba, Kat se imaginaba poder disparar disparos de diferentes colores al cielo, desde violeta hasta naranja, quizas una rosa, si queria una de color rosa.

En medio de sus disparatados viajes mentales la pequeña escucho que el Profesor ahora enseñaba un nuevo hechizo. Como apenas presto atención a la explicación la pequeña imito de manera pobre los movimientos de muñeca del profesor y conjuró:

-Oriéntame....

Solo respondio el molesto sonido de trompetilla que salia cuando la varita fallaba. Kat fue hacia el profesor y le pregunto en tono dulce y gentil:

-Disculpe profesor Macmillan ¿puedo ir detras de ese arbol muy alto que esta en la lejania por un momento?

Sin esperar respuesta alguna Katherin se fue a donde le habia dicho al profesor. Ya detras de coloso vegetal lo siguiente que se pudo oir de Kat fue una serie de sartas de gritos y palabras antisonantes que rayaban en el insulto, la niña farfullaba molesta por el mal desempeño de su varita y así se desahogaba por el estres de tener tan rebelde instrumento. Ya sintiendose mejor consigo misma fue de vuelta con el grupo, hizo una gentil reverencia con su falda al profesor y le dijó:

-Mil gracias por permitirmelo, ya lo necesitaba.

Y sin decir mas la niña regreso con el grupo satisfecha por haberse desahogado.

Muy bien jóvenes, han hecho un gran trabajo, mis felicitaciones a a todos. Aquellos que por alguna razón no hayan logrado dominar alguno de los hechizos que les he mostrado, por favor acérquense para ayudarlos a lograr el conjuro, los demás pueden retirarse - dice el profesor Macmillan mientras invitaba a todos los alumnos a acercarse.

Una clase cerca del bosque prohibido, no sé sí será lo más emocionante del mundo, mientras explicaba el profesor miraba el interior del bosque con curiosidad ¿que clase de criaturas habian en su interior? Debiand e ser bastante peligrosas ya que estaba prohibido entrar en él para todos los alumnos...

Mis pensamientos son interrumpidos cuando llega la demostración del primer hechizo, levante la varita al cielo como habia hecho el profesor ...

-Periculum- digo y al instante una bola sale disparada de la punto de mi varita hacia el cielo.

El segundo hechizo es más complejo y pese a todos mis esfuerzos no logro que la varita se oriente hacia el norte como al profesor, así que al final de la clase me quedo para que me ayude con el hechizo

Tras terminar de atender a los rezagados el profesor Macmillan se acerca a Samantha.

Así que deseas profundizar en tus estudios de Defensa Contra las Artes Oscuras, pues bien me gustaría ver como manejas un hechizo básico de segundo año, si logras dominarlo te enseñaré otro.

Sígueme por favor. - dice el profesor complacido mientras te conduce al aula de clase

Ahora presta atención. Accio Dummy - dice el profesor mientras una marioneta se cerca hasta el desde un armario al fondo del salón.

El hechizo que voy a mostrarte te permite derribar a tus adversario con mucha facilidad observa. ¡Depulso!

Luego de un ligero giro de muñeca, el maniquí cae fuertemente al suelo, casi sin oponer resistencia, para luego reincorporarse lentamente.

Muy bien Riddle. Ahora tú.