Partida Rol por web

Mientras acunas a Artemis en tus piernas, tu cerebro empieza a trabajar a sobre marcha y te das cuenta que algo no va bien con el Gryffindor.

Artemis jamás clamaría por ayuda de esa manera, él es de los que plantan cara al peligro y protege a sus amigos con su vida, por más que estuviera al borde de la muerte, él nunca suplicaría por un rescate.

Y haría exactamente lo mismo que hizo cuando Kronos atacó por primera vez, intentar quedarse atrás por ustedes.

En ese momento notas que el cuerpo del Gryffindor se ccubre de escamas y con un rápido movimiento te desembarazas de él, a penas unos segundos antes de que un demonio serpiente te suelte una gran dentellada, la cual repeles con un ligero movimiento de varita gritando: Depulso.

No sabes cómo realizaste el hechizo, es como si por unos instantes no hubieras sido tu, sino alguien más, alguien con un poder abrumador y un instinto de protección casi asesino.

En apenas unos segundos, las tornas giraron de un modo macabro. Por fortuna, o por desgracia no se trataba de un malherido Artemis, sino un truco de Kronos para apresarla. A pesar de su cautela inicial, al ver que un amigo estaba en apuros había bajado casi por completo la guardia. Como puedo ser tan tonta, pero como saben darme dónde duele. Malditos..

De milagro logró reaccionar los suficientemente deprisa, para evitar la dentellada de aquella criatura escamosa. Recordó el incidente con aquel demonio que se hizo pasar por Dumbledore y apresó a Artemis en sus narices. Tendría que ser más lista si quería salir entera de allí. Piensa Allison, puedes hacerlo.

Debía actuar rápido, o acabaría muy pero que muy mal. Allison se alejó lo máximo que pudo de la criatura naga y se maldijo mentalmente al recordar que no había dominado aquel hechizo de hielo que tan bien le hubiera venido ahora. Pero no era momento para lamentarse, tendría que golpearle con lo que pudiera. 

- ¡Cómo te atreves a hacerte pasar por él! ¡¡Exordio!! - vociferó al tiempo que conjuraba un hechizo sagrado, estaba enfadada de haberse sentido engañada, aunque una pequeña parte de la bruja sentía alivio de que Artemis no estuviera al borde de la muerte. Esa visión había sido terriblemente dolorosa. Tengo que intentar mantenerme alejada todo lo que pueda, me pregunto si con Locomotor podría frenarlo...

Un proyectíl de llamas celestes impacta en el naga forzándolo a retroceder al tiempo que suelta un rugido de furia mientras intenta apagar las llamas para luego lanzarse contra tí a toda velocidad.

No tenía más remedio que evitar que aquel mosntruo se le acercase a toda costa, no tenía seguro el poder esquivarla en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, pero y si... - ¡Locomotor Wibbly! - dijo apuntando con su varita, no estaba segura de si sería más efectivo que un petrificus totalus, pero decidió poner en práctica las lecciones del profesor Macmillan.

No conoces Eldruin pero tiene que haber un modo para detenerlo, bueno, mientras lo tengas lejos todo irá bien. Pensó sin apartar la vista del naga, retrocediendo un poco más para ganar distancia entre ambos.

Tu hechizo impacta en el cuerpo del naga quién avanza inexorablemente hacia Allison para luego abalanzarse sobre tí con un tremendo salto, errando su diana por unos 20 cms.

Al caer al suelo el furioso naga sisea amenazodoramente mientras se yergue en todo lo alto con sus colmillo resumando veneno.

Hay quiénes dicen que las cosas hay que experimentarlas para ver hasta que punto funcionan. Otra cosa es intentar Locomotor Wibbly con algo que no tiene piernas para ser frenada, pero oye dicen que la intención es lo que cuenta. ¡Salvo cuando estás a punto de convertirte en comida de serpientes!

- ¡Lechugas! ¡AY QUITA! - exclamó con horror al ver la que se le venía encima, si es que a veces eso de pensar las cosas no era lo suyo. ¿Iba a ser esto una demostración de como la selección natural aparta a los inútiles que no saben discernir piernas de cola? Muy probablemente. Por algún azar del destino se había quedado peligrosamente cerca, aún tenía una posibilidad, pequeña pero no iba a quejarse. - ¡¡¡Incendio!!! - dijo casi sin pensar, pero estaba tan nerviosa que más que un ataque dirigido de su varita salieron llamas por doquier.

- ¡Juro que aprenderé ese dichoso hechizo de hielo si salgo de esta! - proclamó viendo que se le venía el mundo encima. Allison echó un vistazo por la sala de Duelos, por si podía subirse a algún sitio y ganar tiempo. Aunque sólo un milagro la sacaría de ahí. Y lo peor, es que los que están en apuros de verdad... Ojalá las chicas hayan logrado encontrarlos.

El ataque de Allison salió bastante desviado impactando justo el el escritorio del profesor Weasley, el cual se prendió en llamas.

 El fuego se propago rápidamente del escritorio a las bancas cercanas amenazando con devorar al Naga, quién raudo cual rayo dió un gran salto hacia atrás para ponerse a salvo. 

Al naga la idea de morir quemado no le agradaba mucho así que o mataba a la niña rápido o se largaba de allí antes de que el fuego se saliera de control, por lo que se preparo para lanzarse nuevamente contra la Hufflepuff.

Esta vez el naga salto lanzando un feroz rugido, pasando peligrosamente cerca de la cabeza de Allison.

Y ahora provocas un incendio, el señor Weasley me matará. Bueno si no lo hace esa cosa primero. O el fuego. Genial. Pensó mirando como las llamas prendían deprisa el lugar, aunque de lo malo malo, había ahuyentado al naga, no por mucho pero oye, era un comienzo.

Y el naga parecía incluso más cabreado, tenía que hacer algo, no podía seguir rehuyendo. Y no quería arriesgarse a pifiarla con otro encantamiento paralizador. - ¡Ni se te ocurra bicho! ¡Exordio! - espetó al tiempo que apuntaba al naga, con mayor firmeza sacudió su varita al tiempo que las llamas azuladas chisporroteaban amenazantes. Tenía que darse prisa o las llamas acabarían con ambos y eso tampoco era demasiado alentador..

Con un certero movimiento de varita logras golpear el cuerpo del Naga el cual se retuerce salvajemente en el suelo antes de ser consumido por el fuego sagrado. quedando inerte en el suelo. En custión de segundos, dónde antes había estado el naga, ahora sólo quedaban cenizas.

Luego de eso te resulta relativamente sencillo controlar las llamas y en el preciso momento en que te dispones a abandonar la habitación, las puertas de la misma se cierran y oyes la risa de Kronos quien parece querer que permanezcas en aquella habitación al menos un tiempo más.

La pelirroja soltó un hondo suspiro, no sabía ni como pero había logrado salir airosa de aquel peligro. Creí que no lo contaba, madre mía. Tengo que salir de aquí pero antes... Por medio de la magia consiguió hacer desaparecer el fuego del Club de Duelos. Otro problema menos, aunque tendré que pedirle disculpas al señor Weasley. Bueno, ya tendré tiempo para eso.

Se disponía a largarse de allí, pero claro nunca es tan sencillo, la irritante risa de Kronos hizo que Allison voltease los ojos, hastiada de los tejemanejes de aquel demonio. - ¿En serio? - dijo molesta mientras daba un pequeño puntapié a la puerta de madera. Y Alohomora sólo es útil si no hay magia de por medio, dudo mucho que ese demoniejo viniera hasta aquí en persona para encerrarme. Menudo fastidio..

Después de comprobar que no había modo de abrir la puerta, echó un vistazo por el salón intentando buscar algún otro modo de salir. ¿Alguna otra puerta? ¿Ventanas? Y sino pienso echar esa puerta abajo.. A mí no me encierras tan fácilmente, gusano.

- Y yo sin escoba, ¡ya estaría fuera de esta maldita jaula! - refunfuñó viendo que no había modo de salir de la sala.. ¿O tal vez sí? Total no perdía nada por intentarlo, no parecía que Kronos fuera a dejarla en paz así que era el momento de volver a improvisar. Vale, puerta ahí y mmm, ¡ajá! Con una de sus brillantes ideas en mente, la pelirroja arrastró hasta la puerta un banco de madera y apuntando con la varita exclamó.

- ¡Permutix! - dijo con una sonrisa, intentando cambiar la posición de la puerta y el banco de madera, si eso no funcionaba siempre se podía recurrir al fuego... Pero primero intentemos las cosas con cabeza.

Tu descabellada idea no tarda en dar resultado, y aunque en un inicio la puerta parece resistirse, al final termina cediendo.

Ahora la puerta se encuentra en el medio de la habitación y en su lugar hay una enorme banca que amenaza con desplomarse sobre ti.

Todo marchaba según el plan... Salvo por la posición del banco tras el hechizo. Y encima, se había quedado demasiado cerca. Cosas que pasan. - ¡Uala! - intentó hacerse a un lado antes de que el banco le dejase un buen chichón en la cabeza, o algo peor. 

Con un ligero salto a la izquierda Allison se libra del enorme banco que se precipitaba hacia ella y queda libre de la trampa que Kronos había preparado para ella.

Después de esquivar el banco con facilidad, Allison abandona al fin el salón de duelos, varita en mano mira a su alrededor intentando buscar algún detalle para reanudar la búsqueda de sus amigos. Quizá podría salir al patio principal por si se vislumbra alguna señal de socorro, incluso con un poco de suerte se topase con sus amigas.

Aunque pensándolo... Si yo he tenido la mala suerte de ser emboscada, ellas seguramente también se hayan topado con problemas, espero que estén bien. Uf, vamos Allison no te rindas, por Freddy y Artemis. Sin más dilación se encaminó a toda prisa en dirección del patio principal, sino probaría suerte en los jardines.

Cuando llegan al Club de duelos, lo primero que notan es que la habitación ya no tiene puertas, en su lugar hay una gran banca atravesando el dintel de la puerta.

Freddy sacó la varita y se preparó para lo que pudieran encontrar tras el dintel de esa puerta. Quizá alguno de sus amigos estaba en peligro en ese momento así que no debían demorarse demasiado.

-Prepárate-. Le dijo a su compañera y atravesó la puerta.