Partida Rol por web

El sábado Jackie continua sus esfuerzos

Cada vez va notandolo con más fluidez. El material del profesor es excelente, muy fácil de entender, y cada vez va pillando más el truco al asunto.
Apenas ha salido de su cuarto ¡Y lo va llenando cada vez más de pequeños objetos, convertidos en halcones! Poco a poco, la enmascarada de USA va haciendose con la forma, y juraría que ya es capaz de dibujar de memoria, y sin fallar un trazo, hasta la última pluma, el último hueso y el último órgano de un halcón

"Es fácil ¿Verdad Ingrid?" le dice a un clavo, que arrancó de la pared, y convertido en una halcón hembra.

"Caw!"

Había cuchicheos sobre cierto revuelo en la sala Común de Hufflepuff, pero Allison no prestó demasiada atención porque quería llegar al dormitorio cuanto antes, llevaba una porción grande de pastel de manzana del Gran Comedor, estaba envuelto en una servilleta de tela para que no se resecase. 

Entró en silencio en el dormitorio por si Merida estaba ya durmiendo, puesto que no quería interrumpir su sueño. Con cuidado dejó el trozo de pastel en la mesita de su mejor amiga. Sonrió para sí y antes de marcharse se acercó hasta la maceta con la flor arcoiris de su ventana. Sacando su varita murmuró. - Aguamenti. - de su varita brotó un pequeño chorro de agua, que aunque débil fue suficiente para regar la planta durante aquella semana. 

Listo, ahora sí. Vámonos a dar una vuelta por ahí. Pensó para sí misma mientras se marchaba con cuidado de no hacer demasiado ruido.

Después de un día la mar de movidito, la pelirroja tenía ganas de dormir y dejar pasar el día cuanto antes, pero mañana era martes y tendría que ir a devolver el libro. Como suele pasar, siempre que llega una fecha límite es cuando más intenta apurarse uno en ser productivo y hacer cosas.

Y eso mismo le ocurría a Allison que tenía intención de encontrar algún tipo de hechizo nuevo antes de irse a dormir. Además aprovechó también para intentar practicar los otros que había encontrado, hasta que lograse dominarlos. 

Aunque Firenza se le resistió en un principio, al cabo de media hora se creía capaz de poder usarlo correctamente, en el caso de Reparifors parecía que aquel era su día de suerte, o estaba muy concentrada, no lo sabía. Pero sentía que iba progresando a pasos agigantados.

Poción analgésica CD 16.- Sirve para calmar el dolor, por muy intenso que sea, aunque no constituye un tratamiento definitivo de la dolencia que ocasiona el dolor, permite que el paciente pueda ignorar la sensación de dolor haciendo más llevadero su padecimiento.

Se recomienda administrar con moderación, pues puede dar al paciente una falsa sensación de mejoría.

Tras darse una panzada de probar, Jackie, en su tiempo libre, consigue dominar por completo lo que los tres libros enseñaban.

Ha sido una panzada de estudiar, pero ¡Lo ha dominado!

Ya no es capaz solo de hacer halcones perfectos, sino que es capaz de hacer tambien jilgueros, ruiseñores, a gigantescos guacamayos, y finalmente, en un momento, se anima y hace a un águila calva ¡El ave nacional de los USA!

Y le sale una increible. Majestuosa como ninguna otra. Y se le posa en el brazo desnudo

Miércoles por la mañana, antes del desayuno.

Después de caer aquella noche como un tronco, con todo lo que había pasado el día anterior Allison se había propuesto una nueva rutina. Siguiendo el consejo de Hellen, practicaría cada día el Wizangan. No quería volver a repetir aquella desagradable experiencia nunca más, o al menos no, si no era verdaderamente necesario. 

Tras asearse y vestirse, se sentó en su cama varita en mano y tras respirar hondo se concentró en un pensamiento agradable, que le ayudase a canalizar con éxito el Wizangan. Vamos allá Allison, concentración y... 

Al poco sintió como entraba en un estado de relajación, se sentía ligera, como si nada pudiera interrumpir aquel momento. Se quedó así durante un par de minutos para luego abrir los ojos con una sonrisa. Iba progresando. 

Antes de marcharse al Gran Comedor, decidió aprovechar aquel estado de concentración para practicar otro hechizo útil que hacía tiempo que no intentaba. - Expecto Patronum. - de su varita surgió una espesa niebla plateada, y aunque la miró entrecerrando los ojos, todavía no lograba averiguar que forma tenía exactamente. Encogiéndose de hombros guardó su varita y se dirigió rauda para desayunar. ¡Tenía bastante hambre!

Okay, ya es miercoles ¡Tiramos a ver al profe!

Jueves por la mañana, antes del desayuno.

A pesar de la metedura de pata durante la clase de Duelos del día anterior, Allison se había levantado aquella mañana dispuesta a comerse el mundo. Y como tenía que emplear aquella energía de algún modo se propuso continuar con el repaso de varios hechizos conocidos.

Empezando por uno de sus favoritos del año pasado. Astral Lucet Revellum, en el momento que la pelirroja movió la varita un mapeado de astros y planetas se dibujó sobre su cabeza, al tiempo que la Hufflepuff esbozaba una sonrisa de oreja a oreja. Precioso tal y como recordaba.

Después siguió con un clásico, Avifors, aquel hechizo tan simple que tantos quebraderos de cabeza le había dado en varias ocasiones, sujetando una pequeña piedra, esta se transformó en un sencillo gorrión común que trinó una vez y salió volando por la ventana.

Luego siguió estudiando el hechizo que Mérida le había enseñado, ya que Hellen tenía interés en él no estaba de más practicarlo un poco más, encontraba la dirección del Comedor, las Mazmorras, y la Torre de Astronomía.

Tomando un pequeño respiro se vistió con los colores de su casa, y antes de marcharse a desayunar practicó los hechizos sanadores que había aprendido del libro de Madame Pomfrey. Satisfecha, se fue rauda al comedor.

(Por la mañana, después de las vacaciones navideñas)

Tras las vacaciones, Allison se levantó temprano para realizar su rutina de repaso, que mejor manera de empezar el año que intentando un clásico. Avifors. No es que pudiera transformar piedras en preciosos pájaros aún, pero al menos no había roto ninguna ventana por accidente, y el gorrión salió volando por la ventana trinando alegremente.

Después invocó la barrera de luz sagrada, una burbuja de luz que rodeó a la pelirroja, aunque no parecía particularmente grande bastaba para cubrir un pequeño radio a su alrededor. 

Lo siguiente.. ¡Ah sí! Regar la flor Arcoiris, y así lo hizo mientras miraba la bella flor con una sonrisa, aunque ahora debía pensar en otras cosas. ¡Claro! Los hechizos del libro de Madame Pomfrey, nuevamente practicó consigo misma. 

Primero Firenza, contra quemaduras, la cual resultó todo un éxito, notando una agradable sensación fría sobre la piel. Luego le tocó el turno a Ferula, que servía para inmovilizar extremidades. Este sin embargo aún lo notaba algo flojo, aunque claro no tenía nada roto así que quizás si que fuera más efectivo de usar en alguien con algún hueso roto.

Dándose por satisfecha y ya con el uniforme puesto y bien peinada. Procuró practicar un último hechizo antes de partir al comedor para desayunar y luego a clases.

Wizangan.. Pronunció mentalmente, mientras inspiraba por la nariz lentamente, espirando con suavidad mientras se concentraba en aquel círculo de setas que descubrieron juntas el verano pasado. Más contenta tras el ejercicio mental, salió de los dormitorios satisfecha consigo misma.

Martes por la mañana

Como de costumbre Allison siguió su ronda de práctica mañanera, consiguiendo unos resultados bastante notables. Después de arreglarse y cepillarse bien el pelo, fue deprisa al Gran Comedor para tomar el desayuno, portando su libro de herbología. Y luego marcharse al Invernadero con todo listo.

Es la noche.

Jackie considera su primer dia en Hogwarts despues de las vacaciones un desperdicio. No ha aprendido gran cosa útil, y no ha aprendido hechizos versatiles asi que decide sacar la vendita, la pequeña navaja, y practicar el hechizo sanador. Episkey.

Se hace un pinchacito, del que sale un poco de sangre. Lo justo, ni más ni menos.

Y empieza a probar, una, otra... otra vez
"Maldita sea ¿Por que no funciona?" dice frustrada. Tras varios intentos, desesperada, simplemente se pone una tirita y se acuesta a dormir.

Mañana será otro dia.

Miercoles, temprano antes del castigo de Bane

Allison había caído redonda la noche anterior, por el cansancio acumulado del día. Aunque a sabiendas de lo que le esperaba aquella mañana no tuvo demasiados problemas en despertarse. Y no porque quisiera, porque si hubiera tenido elección seguiría durmiendo pero algo le decía que era mejor no desobedecer a Bane o muy probablemente la sacaría a rastras de la cama.

Soltando un hondo suspiro y con cara somnolienta se vistió e intentó domar su melena rojiza, aunque sin mucho resultado. Antes de marcharse a toda prisa junto a sus compañeras hacia los Jardines, decidió hacer un repaso corto a sus hechizos matutinos.

A pesar de sus esfuerzos, la potencia era algo floja, seguramente por estar medio dormida. Decidiendo que era mejor no cansarse, fue casi a la carrera para no llegar tarde.

Después de despedirse de Artemis, Allison llegó hasta los dormitorios de Hufflepuff, de su baúl sacó su libro de DCAO y se dirigió entonces hacia los jardines para repasar con tranquilidad.

Quizás podría encontrar los hechizos que dijo Hellen, sino tendría que pedirle al profesor Macmillan que les enseñase la lección perdida. 

Miércoles por la noche

Después de un día agotador tras el castigo de Bane, se alegraba muchísimo de poder estar en su cama, las piernas aún le dolían un poco, pero esperaba que se le pasaran tras una noche de sueño reparador. 

Aunque antes de eso, decidió sacar una libreta dónde continuar las prácticas de runas antes de dormir. El cansancio se notaba cuando en uno de los dibujos, rasgó la página que usaba, junto con dos de las siguientes, teniendo que arrancarlas del cuaderno y empezar de nuevo. 

Por suerte, consiguió concentrarse lo suficiente para dibujar a la perfección un par de runas más, al final con constancia lo había logrado. La pelirroja dejó el cuaderno en su mesita y se quedó dormida casi al instante con una sonrisa en la cara.

Jueves por la mañana

Al despertarse estaba algo adormilada, pero eso era algo que no arreglase un buen desayuno. Tras prepararse, tomó su varita para continuar con su repaso diario antes de bajar al Comedor.

Satisfecha con sus avances, fue casi corriendo al Gran Comedor, ¡pensaba comer una torre de tortitas entera!