Partida Rol por web

Supongo que él o ella es Skaa. Mucho gusto, soy Artemis, lamento mucho no hablar parsel, pero confío en que me entiendas. Soy amigo. - digo muy despacio mientras observo a la serpiente con cierto nerviosismo y curiosidad, al tiempo que intento no hacer movimientos bruscos para que no me salte encima

La serpiente observa al joven Gryffindor mientras sisea algo y se desliza hacia los pies de Hellen parándose entre ambos.

Pareceee agadableee, pero huelo suuu miedo y algo mássss, apesta a halcón... - sisea Skaa mientras se aleja de Artemis con un poco de recelo.

- Y yo a pantera. - replico a su observación - Además, teme que intentes morderle.

Respondo algo a la serpiente antes de agacharme y apoyar mi mano en el suelo para que pudiera trepar por mi brazo. Una vez lo hace, me reincorporo y comienzo a acariciarla.

- Le gusta que le muestres respeto - explico a Artemis - No tanto que huelas a pájaro.

Añado sin importarme en absoluto los comentarios de la serpiente y quedando algo pensativa.

- Necesito pasarme por la biblioteca, ¿vienes?

Pregunto recordando que debía localizar un libro en ella.

Lo siento, no puedo evitarlo, supongo que por más que me bañe no me lo puedo quitar. Jejeje. - respondo rascándome la nuca.

Pues vamos, quizá aproveche y busque algún otro libro de runas.

Con una sonrisa algo forzada, saludé a la mujer. No es que le tuviera rencor, pero haberme visto envuelta en medio de su diversión y haber soñado despierta con algo que ni si quiera sabía tendría algún día me molestó ligeramente. Jugar así con los sueños de la gente era muy feo.

- Hola, Oesed, creo que no volveré a visitarte a no ser que sea necesario, con una me basta - dije con voz tirante y agitando la mano sin entusiasmo.

El espejo es peligroso, géntil pero peligroso, si alguna vez quieren venir a esta habitación no lo hagan solas, mientras más grande es su ilusión, más le cuesta contrlarla y mientras más fácil es librarse de ella. - les digo a mis amigas mientras las aparto un poco del espejo mientras el espíritu hace un puchero.

Kat ¿Estás segura que quieres convertir este lugar en un cuarto de práctica? - pregunto con amabilidad.
 

Al ver nuevamente semejante sueño Kat solo pudo negar con la cabeza a la pregunta de Artemis, no iba a arriesgar a sus amigos con semejante espejo encantado. Saludando secamente al espejo con una cabezada Katherin se volteo hacia donde estaban sus amigos y les dijó:

-No, no practicaremos aqui. Pense que seria un buen lugar para practicar en privado pero viendo que nos puede volver a engañar mas de una vez es mejor no arriesgarse.

Dicho esto dio reverencia al espejo a manera de despedida y le dijó:

-Nos vemos señorita Oesed. Ojala no muy pronto espero.

Kat no dijo esto con ira o enojo en su voz pero si sentia cierto recentimiento por el artefacto magico, este le habia dado dulces sueños pero al mismo tiempo habia jugado con su corazón. Le habia dado una visión donde Fred era normal y eso la entristecia mucho, ella sabia en su corazón que Fred no la perdonaria por lo que le hizo, jamás.

Muy bien, salgamos de aquí entonces chicas. - respondo mientras escolto a mis amigas hacia la salida, sin preguntarles absolutamente nada sobre su visión.

Tras cruzar la puerta abrazo a mis amigas y cierro firmemente la puerta, esperando que nadie más encuentre este lugar.

"Debo encontrar la forma de sellarlo por seguridad." - pienso mientras me aparto un poco de las chicas.

Chicas, si alguna vez quieren volver aquí, no lo hagan solas. Prométanmelo por favor. - les digo con una sonrisa amable.

Asentí efusivamente, desde luego no volvería a esa sala, no quería volver a ser engañada. No a menos que Artemis viniera con nosotras.

- Tranquilo, no pienso pisar este lugar sin ti ni loca, a no ser que sea cosa de vida o muerte - juré solemnemente.

Tras terminar ambas de comer, paso a recoger a Domnique y la traigo a uno de los sitios más secretos del castillo.

- Hola Oesed ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar en concreto? -

Pregunto tras saludar a nadie, pues no había nadie más en la sala, y apoyándome después en la pared.

Hellen conduce a Dominique a una vieja habitación que parece un antiguo anfiteatro, en el centro de la misma hay un hermoso espejo con marco de oro.

Tan pronto las niñas ingresan a la habitacíón una voz dulce y melosa empieza a llamarlas por su nombre.

Cuando Jackie se para frente al espejo, una densa bruma aparece frente a ella sin revelar nada aún, es como si el espejo estuviera sondeando la mente de la tejona para atraparla en su fantasía más profunda.

Contemplo las nieblas infinitas

"Wow, que bonito" digo fijandome en el entramado. Cómo las volutas se mueven, se desplazan y se reasamblan. Una danza indescriptible en si misma. Imposible de comprender en plenitud. Imposible de recordar o de retener. Cada vez que me fijo en un detalle, siento que hay mil otros que se escapan, por cada area de mi campo de visión.

O mejor dicho, de mi limite de atención

"¡Concentrate, chica fea!" me digo a mi misma "¿Eres una bruja o no? Tu voluntad es tu herramienta ¡Centrate!"

De pronto Jackie se queda de pie cual estatua frente al espejo con la mirada perdida en el vacío.

El espejo te muestra una imagen verdaderamente idílica, eres tu, estás rodeada de amigos y la máscara de hockey yacía a tus pies rota, ya no la necesitabas más.

No  muy lejos de ti están tus padres abrazados y felices, quienes te observan con orgullo.