Partida Rol por web

En realidad se puede repetir sólo cuando por alguna razón en especial lo indico o previa solicitud.

De todas formas, la segunda tirada fue muy buena pero como no sacas DCAO no puedes identificar la criatura que atacó a Artemis, pero si puedes deducir que se trató de un único atacante por las rasgaduras a la altura del pecho.

Escuché todo lo que nos contaba en silencio, analizando cada cosa, hasta que Artemis habló de su libro. Me lancé a mirarlo con mucho interés. Me apasionaba aprender nuevas cosas, especialmente las más peculiares. 

- ¿Para combatir la oscuridad? A ver, a ver... ¿cómo lo encontraste? Yo encontré otro libro en las mazmorras...mmh, bueno, ya hablaremos de eso más tarde y nos lo contarás todo, Artemis. Cuídate, también te queremos mucho - dije abrazándolo y despidiéndome con la mano mientras salía de la enfermería junto a mis compañeras hacia el Gran Comedor.

En el tercer piso, Allison caminaba a paso ligero pero sin correr hasta la Enfermería, una vez delante de la puerta, tocó la madera con los nudillos antes de entrar. - Con permiso... - dijo mientras cerraba tras ella y buscaba con la mirada a Madame Pomfrey, y luego desvió la vista hasta la camilla dónde debía reposar su compañero Artemis. 

Al posar tu vista sobre la cama de Artemis notas que ésta se eencuentra vacía. Lo que te llama mucho la atención.

Sin embargo, no tardas en escuchar una discusión al final de la estancia.

- De ninguna manera vas a ir al comedor sin supervisión muchacho, aún estás débil y debes descansar. - dice una voz grave y algo autoritaria.

- Tendrás que atarme a  esa cama si quierse detenerme, ya me vestí y pienso marcharme ya mismo. - replica la voz de Artemis.

-No me fuerces a dejar tu uniforme hecho girones. ¡Vuelve a la cama en este instante o si no te aseguro que voy  a hacer que te arrepientas de haber salido de allí! - dice la voz gruesa en un tono mucho más amenazante.

De pronto ves la sombra de un hombre alto quien parece estar apuntándole con su varita a un niño.

Al no encontrar a Artemis reposando en su cama, el corazón de Allison se encogió por un instante, pero enseguida pudo oír al muchacho hablando, aunque no estaba solo...

Aquella voz que parecía masculina paró en seco el impulso que la pelirroja sentía de ir corriendo al encuentro de su amigo, se fue acercando con cautela a pequeños pasos captando parte de la discusión que mantenían. ¿Quién será..?

Armándose de valor se acercó aún más, hasta estar a unos pocos metros, tras aquel hombre tan alto. - Disculpe... ¿Artemis va todo bien..? - dijo la niña intentando no sonar intimidada, con toda la calma que pudo reunir preguntó para atraer la atención, y evitar que la discusión fuese a más. No me gusta nada esa amenaza... Pero... será para hacerle volver a la cama, ¿no? No puede ir en serio... Pensaba Allison, mientras miles de ideas rondaban su mente, para intentar mantener la compostura de que tan sólo era la advertencia como de un padre severo regaña a un hijo que intenta salirse con la suya.

Todo bien Allison, mi bisabuelo y yo teníamos una pequeña discusión es todo. Ahora creo que será mejor que nos vayamos a cenar antes que vuelva a intentar meterme a la cama a la fuerza. - respondo mientras observo a Allison con una sonrisa.

"Esta vez perdiste bisabuelo, ahora si que no podrás usar la varita, jejejeje."

Eres terco igual que tu padre, eso viene del lado de la familia e tu abuela sin duda, esa chiquilla si que es necia a veces. - dice el viejo en tono de resignación mientras intenta guardar su varita rápidamente.

Sin dudas el viejo alquimista es muy intimidante, pero sabe reconocer la derrota.

Toma llévate tu medicina y más te vale tomarla cada ocho horas porque de lo contrario tus heridas no sanaran por completo. - dice el viejo mientras le ofrece un pequeño frasco a Artemis

Pero sabe a moco de troll... - protesto brevemente antes de ser fulminado por la mirada de mi bisabuelo. Una mirada que conocía muy bien y que hacía que se me congelara la sangre.

Está bien. - asiento mirando al suelo cual cachorro regañado, mientras tomo el frasco y lo guardo en mi bolsillo.

Allison será mejor que nos vayamos antes que mi bisabuelo cambie de opinión. - digo mientras me acerco a mi compañera y la tomo del brazo para salir de la enfermería. 

No olvides venir a verme mañana después del almuerzo para ver como va tu progreso. Jovencita, por favor haz que ese cabeza dura tome su medicina hoy y mañana, después ya será problema de mi nieto hacer que Artemis cumpla con su tratamiento. - añade el viejo mientras los ve salir de la enfermería.

El temor inicial que sentía al no saber bien que ocurría se disipó rápidamente al ver que se trataba del bisabuelo de Artemis, entonces estaba en lo cierto y su pensamiento anterior se confirmaba.
Ver como ambos reñían sobre tomarse el medicamento y su testadurez, logró sacar una sonrisita a la niña ante la "entrañable" escena, pero la imponente figura de Nicolas Flamel hizo que fuese breve.

No tuvo mucho tiempo de reaccionar al ser agarrada por el brazo de su amigo para salir de la enfermería, pero logró responder al anciano antes de ser arrastrada hacia la salida. - ¡S-sí! ¡Cuente conmigo señor..! - respondió, no pensaba negarse ante la petición del hombre. Y además, ella quería que Artemis se recuperase cuanto antes, aunque tuviera que convertirse a la fuerza en su "enfermera" particular, siendo pesada para hacer que se tomase su medicina, lo haría. 

Entonces, al imaginarse cuidando de Artemis como su enfermera hizo que se ruborizase, hecho que se acentuó al ser tomada por el brazo de su amigo en ese instante, pero no se quejó e intentó disimularlo como pudo. Ay, ¿por qué siempre pienso estas cosas tan raras? ¡Y encima con él a mi lado! ¡Rápido pregunta algo para distraerte!

- Uhm.. Artemis... ¿Puedes caminar bien hasta el Gran Comedor..? - preguntó Allison mientras caminaban juntos en la dirección que su amigo marcaba. 

Sí, ya estoy bien, mi bisabuelo es el mejor alquimista del mundo, pero es un viejo gruñón, jejeje. - digo al salir de la enfermería.

Ahora vamos a cenar que ya no aguanto la comida de la enfermería. 

La verdad es que me sentía muy bien, aún me escocían un poco las heridas del pecho pero no era nada que no pudiera resistir, además con la medicina de mi bisabuelo a la mano no habría ningún problema, salvo por el sabor.

"Moco de Troll" - pensé mientras arrugo un poco el ceño y pongo marcha hacia el comedor.

Al llegar a la enfermería lo primero que notan es que la señora Pomfrey no se encuentra presente, en su lugar se encuentra Hermione, quien al ver las heridas de la pequeña Kat se sobresalta un poco, per tras un par de segundos recupera rápidamente la compostura.

Tranquilos ya paso todo, ahora déjala aquí en la cama que yo me encargo de atenderla hasta que regrese la señora Pomfrey. - dice la experta del Ministerio mientras saca su varita y la apunta hacia el pecho de Kat.

Chicos por favor, necesito privacidad así que todos detrás de la cortina. - dice mientras corre la cortina que se encuentra al lado derecho de la cama de Kat.

Una vez que todos se encuentran al otro lado de la cortina la escuchan decir: "Vulnera Sanentur, Vulnera Sanentur"

- Haga lo que pueda, por favor - le pedí ansiosa.

Poco después, comencé a tranquilizarme al ver que estaba en buenas manos. Di un par de paseos por la enfermería, pero vi que no iba a conseguir nada quedándome allí. Tenía que descubrir qué había pasado.

- Chicos, voy a mirar qué ha pasado en el resto de la escuela, mientras curan de Kat, por si hay alguien más que necesite ayuda o si descubro algo - dije acercándome a la puerta y abriéndolo despacio para salir.

Madame Pomfrey no se encontraba en la enfermería, pero una mujer con porte y actitud muy segura recibió a la pequeña. Una vez la pequeña en manos de esta mujer, Cameron sabía que todo saldría bien, no podía estar seguro de por qué, pero lo sabía.

-Vulnera Sanentur, Vulnera Sanentur- Repetía en su mente el joven con sorpresa. -Si yo supiera hacer eso podría regresar a ayudar a los chicos- Nuevamente recordó el joven a aquel grupo de chicos que le hiciera compañía en las calle hace pocos meses.

La situación era algo incomoda para Cameron. El joven había logrado pasar más o menos desapercibido durante sus primeros meses aquí, pero ahora de repente estaba en medio de este grupo que aparentaban ser amigos de toda la vida. -Amigos..- Pensó un instante antes de escuchar las intrépidas palabras de la niña a su lado.

-Grrrr, ¿esta niña quiere terminar como la pequeña en cama o qué?- Cameron volteó a mirar hacia la chica de chispeantes ojos mientras soltaba un suspiro.

-Te acompaño.- Si iba a meterse en problemas, que Cameron esperaba que no, sería mejor si estuviera con alguien.

Sorprendido todavía de haber llegado sin apenas rasguños a la enfermería, Freddy escuchó a la señorita Granger conjurar su hechizo de sanación.

- Sería interesante aprenderlo, quizá en otra ocasión- pensó escuchaba a Janelle decir que iba a ver si podía ayudar.

- Es buena idea.- Respondió sin dudarlo, el demonio había sido parado por los profesores, pero era posible que hubiera algún problema en algún otro sitio. Y esperar era muy aburrido.

Preparó la varita y siguió a la chica para auxiliarla en todo lo necesario.

Los demás ya se habían decidido de que iban a ayudar y yo también quería ayudar pero mis habilidades no eran lo suficientemente fuertes, además alguien tenía que quedarse a esperar a Katherin para que despertara.

-Ustedes vayan, yo me quedaré a esperar que se recupere, no queremos que se despierte sin un amigo ¿verdad?- les dije al resto dispuesto a perderme la acción con tal de que Kat no despierte sola si se recupera antes de que se acabe el caos. -Y chicos... tengan cuidado.- Después  de eso me senté viendo como el resto corrió a ayudar, esperando a que Kat despertara y que nadie más saliera herido.

Aún en su inconciencia Kat podia escuchar en parte lo que estaba pasando, habia cosas que hacer, el demonio todavia estaba por ahí dando problemas. Ante esta desesperación la niña intentaba moverse pero el dolor y la debilidad se lo impedian, la unica evidencia de esto en el mundo real era que la pequeña movia la cabeza como si tuviera una horrenda pesadilla.

Queria seguir peleando, queria ayudar, ese demonio que se le figuraba como un perro gigante muy feo debia caer.

Tras acompañar a Janelle hasta la puerta de la enfermería Cameron decide volver rápidamente a la sala común para intentar evitar un regaño de la profesora McGonagall quien parecía bastante consternada con toda esta situación.

Tras atender las heridas de Kat, quién poco a poco va recuperando la conciencia, Hermione se dirige hacia dónde se supone debían estar los compañeros de Kat sólo para encontrarse con su sobrino.

Y bien Connor. ¿Qué hacías fuera de la cama y en dónde están tus compañeros? Quiero respuestas claras y no trates de pasarte de listo conmigo jovencito o se lo diré a tu madre.

Vaya lío, en parte me imaginé que alguien preguntaría porque nos despertamos pero hubiera querido evitarme el momento incomodo, en fin que se le va a hacer. -Perdóneme, estaba en mi habitación durmiendo cuando oi un ruido súperfuerte afuera, me levante a investigar y me encontré a Katherine y a Jane cerca de la sala común Gryffindor.- dije con un tono entusiasmado y a la vez preocupado, no quería meterme en problemas ahora.

-Ahí  nos encontremos con un demonio con cabeza de cabra que estaba atacando a los demás, entonces Kat salió herida y venimos hacia aquí, no he visto al resto de mis compañeros en todo esto, no estoy en problemas ¿o sí?- le respondí a la tía Granger, me imagino que todo lo que dije no suena muy verídico, pero siendo sinceros han pasado cosas más raras aquí.