Partida Rol por web

La profesora McGonagall realiza un sencillo gesto con la varita que hace que las pantallas que han estado mostrando el desarollo de la prueba se pongan en blanco y den paso a los nombres y fotografías de los participantes, divididos en grupos.

- Esta prueba ha sido mucho más complicada que la primera prueba. Aquí se han puesto a prueba vuestros conocimientos en distintas materias, vuestra habilidad para evaluar las situaciones que se os presentas y enfrentaros, o no, a ellas. Además, se ha valorado la estrategia y el trabajo en equipo, puntos imprtantes en los juegos. Es por esto que el hecho de que una persona de un equipo saliese no se le da la victoria al equipo completo. Cada persona que ha llegado a la salida consigue puntos, y esos puntos van bajando con el siguiente que sale. Es decir, si tres personas - un grupo entero, por ejemplo - salen a la vez del laberinto, las tres conseguirán la misma cantidad de puntos. La siguiente persona que salga, menos, y la siguiente, menos. Esto hace que aquellos que optan por el trabajo en equipo puedan conseguir los mismos puntos al salir, pudiendo suponer un total de más puntos que estando separados. Por otro lado, optar por una estrategia individual tiene también sus ventajas, haciendo que por ejemplo los grupos tras vosotros consigan menos puntos. Si por ejemplo lso tres meimbros de un grupo salen en primera, segunda y tercera posición ganan menos puntos en total que si salen los tres los primeros, pero hacen que el resto de grupos reciba menos puntos. Por supuesto esto no lo sabíais cómo es normal con las pruebas, lo que si que conocéis son los valores de los jeugos y con ellos deberíais hacer vuestros planes. Estos son los resultados.

Las fotos y nombres de la pantalla se mueven. Las caras de London, Zoe y Severus se mueven y se colocan en lo más alto de la pantalla.

- Habiendo salido los primeros, y los tres juntos, cada uno consigue 10 puntos. ¡30 puntos en total!

Las siguientes fotos en moverse son las de Ryan y Anne.

- Ryan y Anne, del mismo grupo, salieron casi al mismo tiempo por casualidad, ya que venían de diferentes puntos. Esto quiere decir que consiguen 9 y 8 puntos respectivamente. 

Las siguientes fotos en moverse son las de Jonni y Kristoff.

- La misma situación. Nuestros invitados de Dumstrang consiguen 7 y 6 puntos respectivamente.

Las siguientes fotos son las de Brad, Mia y Diane. 

- En grupo de Brad, Mia y Diane salió en conjunto. Su compañera Mia no habría podido seguir sola y no la dejaron atrás. Gracias a ello consiguen 5 puntos cada uno, 15 en total.

La siguiente foto es la de Sanna, la chica de Dusmtrang.

- Estuvo muy justo ya que salió apenas unos segundos tras el grupo anterior. Nuestra invitada de Dumstrang consigue 4 puntos, que sumados a los 13 puntos de sus compañeros, hace que tengan un total de 17.

La siguiente foto es la de Aelia.

- Uno de los últimos participantes en salir, Aelia consigue 3 puntos que sumados a los 17 de sus compañeros deja al grupo con un total de 20.

Las fotos de Sirius, Peter y James son las siguientes.

- Y el último grupo en encontrar la salida, en grupo, consigue 2 puntos por miembro, 6 en total.

Las fotos de el resto de grupos se colocan debajo. Lamentablemente ninguno gana puntos.

- Con esto se concluye la segunda prueba. Sin embargo, queremos recordar a los grupos participantes que las pruebas no van a ponerse más fáciles. Aquellos que quieran abandonar, pueden hacerlo. No es un deshonor conocer tus límites, pero es estúpido ponerte en peligro por no conocerlos. Cómo de costumbre, los invitados que han venido a ver las pruebas así como los participantes y estudiantes podeis disfrutar de un pequeño refrigerio. Los carruajes de vuelta a Hogsmade para los visitantes salen dentro de una hora y media.

La luz me ciega, pero avanzo lentamente para evitar que me haga demasiado daño en los ojos. La noto cálida y cercana, poco a poco, mi visión se va adaptando a las formas y sombras que hay a mi alrededor.

Estoy en mi casa, en el salón, parece ser por la mañana, por la claridad. El intenso olor del café llega hasta a mí y la voz de Helen llamándonos... Creo que nunca me he alegrado tanto de oír su voz. Escucho pasos en la escalera, los de mi padre, parece sano y salvo, tranquilo... como si todo lo que hubiese pasado antes, no hubiese pasado. Y me doy cuenta de que, precisamente es eso... nada de lo ocurrido es real. 

Era un boggart, estoy en Hogwarts, en las pruebas. Lo recuerdo todo... ¿cómo pude dejarme llevar por algo así? Me siento tan idiota... ¿Y si hemos perdido por mi culpa? Siento angustia, no me gusta perder, menos aún por mi culpa. 

Abro los ojos, escucho barullo fuera, quizás hayan terminado ya las pruebas. Estoy en la enfermería, y escucho voces tras las cortinas. Me incorporo lentamente y me siento en el borde de la cama para luego inclinarme un poco y apartar la tela que me separa de la gente. 

-Vaya churro de puntuación...al menos pasamos los tres, ya es algo. Pero a este paso no ganamos ni hartos de vino...- suspiro bajando del podio. -Enhorabuena Severus, Zoe, London, tenemos un duelo pendiente ¿eh? ¿O te estás escaqueando?- sonrío mientras me alejo.

Voy en busca de Mia...quiero ver como está. Aunque miro al público para saludar si es que alguien me mira.

Desde el mismo inicio de la prueba me había parecido muy curioso su transcurso. Tras los que podrían fácilmente definirse como los veinticinco minutos más aburridos de los últimos años para mí, al fin había algo de acción. Habría resultado una verdadera lástima perderse el “tan apoteósico final de esta segunda prueba”, si hubiera permanecido quieta esperando al final de la misma como ya se me había pasado por la cabeza en un par de ocasiones durante el transcurso de la misma. Sin embargo, el poco tiempo que restaba para el final de la prueba me impidió disfrutar de lo que con toda probabilidad hubiera sido un divertido combate contra los cangrejos de fuego, el boggart, y contra el lazo del diablo.

A decir verdad, en aquél momento creí haber tenido un golpe de suerte bastante importante. De esos que sólo se tienen un par de veces en toda una vida. Por primera vez en mucho tiempo, mi propio instinto había superado a mi inteligencia en velocidad, y siendo la segunda incapaz de clasificar la criatura en el archivo de mi bestiario, el primero se anticipó y atacó a la criatura como si fuera aquello que nadie sabe qué aspecto tiene en realidad: un boggart. Realizando una retrospectiva más adelante en el tiempo aquello había tenido más sentido de lo esperado, pero en aquél momento me pareció realmente imposible relacionar ambos conceptos. “Supongo que existen ocasiones en las que se hacen las cosas bien por pura inercia, sin pensar en causas ni consecuencias”. La transformación del boggart, súbita, momentánea e inesperada puso de relieve mi celeridad a la hora de realizar el conjuro y no permitió al monstruo asustarme lo suficientemente rápido. Para ser honestos, prácticamente ni me di cuenta.

Cuando estaba al tocar de la puerta (en lo que muchos podrían considerar el acto de fe más estúpido de la historia de las pruebas dada la peligrosidad del evento en sí), habiendo pasado el peligro de unos cangrejos que, probablemente atónitos, no podían creer cómo sus chorros de fuego no me habían chamuscado la piel, algo se enroscó en mi tobillo y me hizo darme de bruces contra el suelo tras hacerme perder el equilibrio. “Ay... Tan cerca y a la vez tan cerca”, pensé, antes de autoconvencerme a mí misma de que aquél no era el final de la prueba. “No hay que rendirse”, y un zapato y segundo después, alcancé la puerta.

“Ya estoy aquí”, pensé, sarcástica, cuando abrí la puerta y me resbalé debido a la ausencia de zapato, desplomándome boca abajo (de una forma algo patética, también hay que decir) en el suelo entre los vitores de la multitud. Vi a London aplaudir y sonreí de forma sincera hacia ella en agradecimiento. Me sentía orgullosa de haberla terminado, con el orgullo tocado pero no derrotado completamente, hasta que me sobresalté. Por un momento pensé que la prueba no había acabado y me revolví, varita en mano, al oír la explosión a uno de mis lados, que me hizo agarrar la varita con fuerza. La tensión se liberó en una divertida sonrisa dirigida al grupo que de tan estridente y ostentosa forma había hecho acto de presencia en la estancia. Si una cosa quedaba clara era que aquellos muchachos eran una auténtica caja de sorpresas. Por mucho que le molestara aquello a Severus, la imaginación del grupo que detestaba (por razones obvias, también hay que decirlo) hacía que no pudiera esperarse nada de ello, y eso era en parte lo que los hacía un grupo tan singular.

“Justo a tiempo, pero demasiado tarde”, medité con desgana. Las preocupaciones que tenía en mi interior, por no ser capaz de encontrar la salida y/o de quedar en la última posición se esfumaron como el humo que deja un relámpago al morir en tierra firme al ver la sonrisa que me dirigió Charlotte. Me parecía increíble cómo podía sobrecogerme un gesto tan natural. Tan sólo pude devolverle la sonrisa a ella y Diane (que se encontraba junto a ella).

Tras ver cómo escapa la melena color platino de mi vista y deja en mí una nueva sensación de embriaguez momentánea, el reparto de puntos no me dejó satisfecha. Nada inesperado, claro. “Qué imbécil eres, Aelia. ¡Tendrías que haber caído en ello antes!”, me lamenté al ver que los puntos iban repartiéndose y conseguía la desdeñable cantidad de tres puntos para mi equipo, algo bajo mi punto de vista inaceptable, sobretodo si lo comparaba con los nueve y ocho de Anne y Ryan, pero que si los sumaba a los de ellos nos permitía conservar la segunda plaza si se contaba por equipos. Miré a mis compañeros con una mezcla de resignación y pesar. Nada me fastidiaba más que defraudar a mis amigos o a mí misma, y en esta prueba había realizado ambas conductas. —Gracias, Lily —murmuré dulce a la chica, en agradecimiento por cuidar de Anne y traerla a mi lado. —Lo siento Anne. No he estado a la altura, no se me ha dado bien —murmuré al situarme al lado de Anne. Si bien ellos habían llegado a llamarme capi durante el inicio de la primera prueba me sentía, de los tres, la que menos galones poseía para ostentar ese título. —Habéis estado muy bien, y yo demasiado lenta aquí. Si no hubiera sido por vosotros... —dejé la frase a medias. Ella podía interpretar con suficiente precisión cuán agradecida me sentía con ellos por haberme sacado las castañas del fuego así como lo mal que me sentía conmigo misma por haberles fallado. Miré a London, Zoe, y Severus, y asentí con la cabeza, mientras sin emitir ningún sonido creaba las palabras “Buen trabajo” en mis labios, curvados en una sonrisa. Repetí el gesto con Brad. Al fin y al cabo, no tenía nada en contra suya. Por otro lado, me encantaba que London se hubiera adaptado tan rápido al curioso ritmo "escolar". No la conocía mucho, por desgracia, pero parecía una bruja extraordinaria.

Cansado de tanto laberinto veo como se llevan a Dean, parece ser que el boggart pudo con él. Miro a Irina, que está a mi lado. Desde que nos separamos no había hablado con ella y me preocupaba. Antes de hablarle le revolví un poco el pelo con sin ser muy bruto:

-Oye... cómo os ha ido en el laberinto? Yo no quiero volver a ver un cangrejo de fuego en mi vida... -digo acompañando esto último con una sonrisa.

Me fastidiaba no haber conseguido puntos y estar de los últimos, pero lo importante es que ninguno de nosotros estábamos realmente graves y sabía que ninguno de nosotros nos echaríamos atrás en la tercera prueba pese a las palabras de McGonagall.

Mi temor de ser los últimos se había hecho realidad, pero noté que no me importaba tanto como me pensaba. Felicito con un gesto a los ganadores y me acerco al grupo.

- Genial , en serio. No sé cómo lo habéis conseguido tan rápido, vais a ganar seguro.- Le digo a London sonriendo y echándole una leve sonrisa a Severus. - Tenéis a un gran mago entre vosotros,eso es un gran soporte ¿Eh? - Digo, obviamente refiriéndome al slytherin.

Veo como se llevan a Dean, el pobre... No sé que le habrá pasado cuando nos hemos separado. Ha sido tan poco tiempo... ¿En un minuto que le podría hacer sucedido? Busco con la cabeza a Mia, la cual no la localizo por ninguna parte mientras Donnie me pregunta.

- Bueno, ha ido lento. Discutíamos mucho que puerta elegir en vez de improvisar más, y no hemos marcado las puertas hasta después de cruzar unas cuantas...- Digo sin mirarle, buscando aún a Mia con la mirada.

Me acerco a Remus, al cual le doy un abrazo super enorme.

- Como me gustaría que estuvieras participando, contigo me siento más segura de mi misma.- Le digo dándole un fugaz beso, ya que mostrar cariño en público no nos gustaba a ninguno de los dos. - Por cierto ¿Sabes dónde está Mia?

"Pero... qué le pasa ahora...?"
Irina parecía estar pasando de mi como si estuviera enfadada. Pude ver como después de contestarme con desgana iba con Lupin, cómo no.

Miro el panorama, no parece muy alentador y me doy cuenta que soy de los pocos alumnos que... dan igual. Me rasco la cabeza y doy un vistazo de 360º. No veo a Mía por ninguna parte... y me gustaría hablar con ella. Por lo que deduzco los que no están aquí deberían estar en la enfermería o algo así, así que sin darle muchas más vueltas me marcho por donde vi que se llevaban a Dean.

Ves a Susana aplaudiendo, como al resto. Te saluda con la mano izquierda donde ves brillar su anillo. Lleva una sencilla túnica oscuracon un bordado en mangas y cuello... Y a su lado está su marido, quién te mira con el entrecejo fruncido antes de decrile algo a su esposa. Ella parece nerviosa, lo ves porque evita mirarle mas de un segundo a los ojos y utiliza muvho sus manos. Tras unos segundos de intercambio de palabras el marido parece satisfecho con la explicacion pero coge de la cintura a Susana para llevarla a la mesa con los aperitivos.

- ​No seas tan dura contigo misma Aelia, la prueba era dificil. Nosotros salimos hace algo mas de 5 minutos, y London y su grupo un par de minutos antes. Creo que todos fuimos demasiado a lo loco y dejamos demasiado a la suerte.

Severus gruñe, por llamarlo de algun modo, ante el comentario de Irina y se aleja marchándose del comedor. Nunca ha sido el alma de la fiesta.

Remus devuelve el abrazo a Irina.

- Y a mí también me gustaria. Nunca me habia mordido las uñas y viendoos en la prueba ya no me queda ni una uña viva. - bromea - ​Pero ya sabes que la parte de organizar se me da mejor que el campo de batalla, y que con tantas clases y siendo prefecto...Por cierto Donnie, has pasado por tres  las cuatro salas con cangrejos, has batido el record. Y Mia está en la enfermería. Aquellos derrotados ante un boggart están allí. Con Dean han sido cuatro...

Dharma y Flavia detienen su conversación un segundo al verte.

- Boggart tambien? -te pregunta la prefecta. - Es increible que puedan proocar eso... no quiero cruzarme con uno nunca más en mi vida... - se estremece al recordar el encontronazo. - Como puede existir algo asi?

En ese momento Charlotte entra llevando a Dean con ella. Tiene la mirada perdida y estaria ggritando si ho fuese por un obvio hechizo silenciador.

- oh, ya estais recuparadas. La poción de la señora Pomfrey es increíble. - Dce mientras se lleva a Dean con cuidado a una última cama. Le sienta con cuidado y le da una dosis de la poción. Casi al instante, Dean se duerme. Charlotte cierra las cortinas y se acerca a vosotras. - Esos boggart parecían temibles. El hechizo que os ponía en trance era aun peor. Desde las ppantallas solo os veíamos depiè, pero como si estuvieseis teniendo una pesadilla. Era escalofriante , la verdad, sobretodo porque no sabíamos a qué os enfrentabais.

Casi voy a apartar la mirada del público cuando la veo. Es curioso como parece que no haya nadie más en cuanto la veo. Aunque hay más gente no sabría decir quienes están a su alrededor, atrae mi mirada como el fuego a una polilla.

Le sonrío y saludo, y mi sonrisa se amplía al ver el anillo en su mano izquierda. Quiere que vaya, aunque esté su marido. Su marido...mi sonrisa se congela y desaparece, aunque lo disimulo bien, cuando lo veo. Mientras hablan aparto la mirada y sigo hacia dónde se encuentra Mia. Aunque vuelvo a mirar, lo justo para ver como se la lleva con el brazo en su cintura.

Susana...Me vuelves loco. Nunca me había sentido así.

Sigo andando.

Todo está oscuro, es cómo si no existiese nada a tu alrededor. Aún así, puedes caminar perfectamente a través de la oscuridad. Caminas sin encontrar nada, sin saber a dónde vas o si te estás moviendo. No tienes ninguna referencia para poder saberlo. Sin embargo, sabes qué buscas. Tus hermanos, tu padre, e incluso a su mujer. Algo en lo más hondo de ti te dice que les ha pasado algo muy malo. No sabes el qué, pero la sensación de desasosiego y la presión que notas en el pecho sólo puede indicar que están en peligro.Corres durante minutos, horas, no sabrías decirlo. No sabes si avanzas o no, o si simplemente el tiempo pasa. Pero cuando empezabas a perder la esperanza, ves una luz al fondo. Es diminuta, apenas visible, pero está ahí.

Donnie y Brad se van de la sala en la dirección que Charlotte se llevó a Dean. Jonni, el chico de intercambio, también se va mietras sus compañeros de equipo celebran con otros estudiantes.

Tras avanzar unos metros os dais cuenta de que ambos vais a la enfermeria. Pocos segundos después, Joni os alcanza.

- Esta Mia bien?

-No lo sé. No creo que sea nada especialmente serio. O eso espero...pero bueno, a eso vamos, a verla. La enfermera dirá, si no ha despertado aún. Me atrevería a afirmar que le alegrará que vayas averla, Joni.

Los miro a los dos. ¿Lo habrán hecho mejor que yo?

-¿Qué tal os ha ido dentro? Puntuación aparte.

Vaya, parecía que Mia era famosa... tres chicos en su busca.

-Bueno, según Lupin he batido el récord del torneo en cuanto a encontrarme con cangrejos de fuego se refiere. Tres salas de cuatro, no está mal eh? Mi único alivio es que Irina y Dean han salido a salvo, aunque el boggart hubiese podido con Dean... se pondrá bien.

De repente me doy cuenta que hablo mucho.

-Y qué tal vosotros?

Solté todo el aire que pude cuando vi que Ellen estaba bien. Tras la charla de la profesora Mcgonagall rodé los ojos, pero el gesto fue más exagerado al escuchar el comentario de Brad ¿Cómo podía ser tan estúpido? No lo entendía, de verdad que no le entendía ¿Lo único que le importaba era ganar? ¿Y nosotras? Apreté la mandíbula tanto que sentí cierto dolor, pero esta se soltó un poco cuando Aelia me sonrió, cómo pude hice un gesto con la cabeza y se la devolví.

Eché a caminar hacia la enfermería, por una parte aquello había acabado y pesase a quien le pesase... No quería volver a ver esa maldita prueba en toda mi vida ¡Había sido lo peor! No solo eso, si no que me había hecho sentir que hacía mucho no sentía. Mientras caminaba en dirección a la enfermería me di cuenta de que me dolía todo el cuerpo, y no había una sola zona que no se resentiese.

"Tengo que hablar con él" Apuré mis pasos para alcanzar a Brad.

Ante la reacción de Severus me pongo un poco triste. Aunque entiendo perfectamente que no quiera juntarse conmigo por ir con James y Sirius de vez en cuando.

- Creo que a mi también se me daría mejor organizar, visto los resultados...- Le digo a Remus mientras le cojo la mano y observo sus uñas. - Muy mal, seguro que luego te duelen.- Le digo medio en broma y medio en serio. - Voy a ir a ver a Mia y Dean ¿vale? Nos vemos en un rato.- Añado despidiéndome de él con un beso en la comisura.