Partida Rol por web

Pensé tarde que, quizá, tendría sus razones para estar encerrado en el dormitorio de los chicos. Tal vez, no quisiera, directamente, celebrarlo. Tal vez, ya tenía su particular forma de hacerlo, y no era con más gente, sino solo. Tal vez, ya lo estuviera celebrando con alguien. Tal vez, con una chica.

—Oh— dije al caer en la cuenta, mirando hacia el frente de manera perdida—. Claro.

Llegué tarde para detener la mano de Zoe estrellándose contra la puerta, y aguanté la respiración en lo que tardó en abrumarnos el silencio.

Mantuve la mirada fija sobre Zoe, pensando que, efectivamente, sí que estaba, pero acompañado.

—Pues, será mejor que…— pero me interrumpí en seguida al ver que la puerta, al final sí que se abría—. Oh— me limité a decir, mirando a Severus por la abertura que se había creado al abrir.

Pestañeé como una imbécil al ver que Severus estaba solo, contra todos mis pronósticos, y conseguí sonreír, saliendo de mi momentáneo shock.

—¿Que qué queremos?— pregunté, fingiendo incredulidad—. Severus, acabamos de ganar la prueba. Ven a celebrarlo—lo insté, sacudiendo la cabeza en dirección hacia la Sala Común—. Venga, liémosla. Nos lo merecemos— dije, asintiendo con la cabeza. 

Flavia acepta y la llevas de la mano a fuera.

Al abrir, ves a Susana nerviosa, que casi da un bote cuando la puerta se abre, mirarte con cierta vergüenza. Sus ojos parecen decir "en qué estoy pensando?".

Suelta una risotada cuándo le llamas "creep".

- Estaba oliendo a quemado y pensaba que se te estaban abrasando las neuronas de pensar.

Se aleja un poco de ti.

- No creo que involucrar a más gente sea la mejor de las ideas. No te lo tomes a mal, pero no me fio de tus amigos. Y de tus amigas, Lily es prefecta, así que ni de coña, e Irina es amiga de Donnie. Creo que tendremos que resolverlo los dos solos. No juega a Quidditch? Tal vez durante un entreno, podría pedirles entrenar con ellos y seguirle de cerca. No creo que digan que no a un estudiante de intercambio que no quiere perder la práctica. O en un partido, en su defecto, Hufflepuff Gryffindor, pero si est´s buscando la snitch tal vez no le prestes mucha atención, o al contrario: a él demasiada y a la snitch ninguna.

Severus os mira incrédulo, cómo si estuviese viendo un extraterrestre. Después se centra en Zoe especialmente.

- Tú piensas lo mismo? Creía que a ti tampoco te gustaban las fiestas y estar rodeado de idiotas. - le dice en un tono entre reprimenda y sorpresa. Zoe baja la mirada, incapaz de sostenérsela, antes incluso de que termine la frase. - Y a qué te refieres con liarla? - pregunta esta vez clavando su mirada en ti. - El comedor está lleno de idiotas, empezando por los que visten el rojo y dorado, no me apetece perder el tiempo ahí.Hay mil y una cosas mejores que hacer.

Pero, a pesar de sus palabras, no cierra la puerta ni se mueve del sitio.

Sin soltar la mano de Flavia, fijo mis ojos en los de Susana, acercándome hasta pasar mi mano por su espalda. La subo hasta llegar a su pelo, a su nuca, y tiro suavemente de él, forzándola a alzar el mentón y dejándola en una posición perfecta para darle un beso ardiente. Posesivo. Un beso que dice "eres mía y de nadie más", que espero disipe su miedo.

-^_Susana.- susurro en su oido ^{_{-Lo del trío era...no iba en serio. Jamás pensé que lo aceptases, me has sorprendido mucho ¿Es por mi o de verdad te intriga?. Si lo quieres, continuamos. Pero si no quieres...dilo ahora. Aclararé las cosas con Flavia. Tú decides.}}

Susana te mira casi furiosa.

- ¿Pretendes que me quede ahí mirando mientras le haces...esas cosas a otra? Se que no debería sentirme así pero... y sé que no podemos estar juntos, así que igual que tu me compartes...te comparto yo.

Te contesta susurrando, pero es bastante posible que Flavia os escuche. Si lo hace, se mantiene en silencio, sin intervenir o cambiar su expresión.

Sonrío a medias...¡Se puso celosa antes!

^{_{-Lo que digo es que si no quieres compartirme solo tienes que decirlo.-}} no lo digo, pero mi mirada no deja dudas. Solo me importa ella. ^{_{-Ya lo hablaremos. Ahora necesito follarte.-}} y no solo por sexo, sino porque es ella.

-Ve al embarcadero. En dos minutos iremos nosotros, así no se nos verá ir juntos.- le doy un pequeño pellizco en el culo y un guiño para que vaya ya. Nos pueden ver.

En cuanto se va, para hacer tiempo, beso a Flavia sin previo aviso.

-Si en algún momento quieres quitarte la venda, solo tienes que hacerlo. Nadie lo ha exigido ¿Vale? Solo me ha parecido lo más sencillo.- río algo nervioso -Aunque no lo parezca no soy un experto en trios, es mi primera vez. Y ha sido bastante improvisado el asunto.- desciendo por su mandíbula y su cuello hasta casi colarme en su canalillo. -Me pregunto si estaré a la altura...dejar satisfechas a dos pedazo de tias como vosotras...

La cojo en brazos para ir al embarcadero en cuanto pasa el tiempo que dije.

Le doy un puñetazo suave cuando habla de mis neuronas quemándose.

- Vete a la mierda-le digo riéndome.

Me apoyo entonces en una de las sillas de en frente del escritorio y comienzo a juguetear con el pelo, con gesto pensativo. 

- Cierto, no deberíamos meter a nadie...-le doy la razón-. No creo que te dejen participar en el entrenamiento estando el partido contra Gryffindor tan cercano. No es por vacilar pero... somos bastante buenos-digo con una sonrisa-. Puedes vigilarlo desde las gradas en alguno de sus entrenamientos. No es raro que haya alumnos allí durante los entrenamientos. Si participas, puede que te distraigas y no lo pilles bien... además, a ti no te gusta el quidditch, ¿no? En principio debería ser fácil... Durante el entrenamiento de Hufflepuff me escabullo a la casa y la registro, después vuelvo y me cuentas si has notado algo, o esperamos a que Donnie me diga algo. 

Susana asiente y se marcha con prisas, vigilando que nadie os haya visto. Flavia se ríe y acepta tus atenciones.

- Ya veremos...a  lo mejor me gusta más así. - dice sobre la venda.

Tal vez sea mejro que no se la quite, si lo piensas bien. La confianza que tu y Susana tenéis ellas no la tienen, y no sabes si podría hablar demasiado, o si le daría corte, o quién sabe.

Cuándo pasa el tiempo adecuado, os marcháis. Al llegar entrar en el embarcadero te das cuenta que hay un hechizo protector: al cruzarlo, notas como se activa, una pared como de cristal que se muestra un segundo antes de volverse invisible de nuevo.  Susana lo debe haber puesto para que nadie os pille.

- Los dos minutos más largos de mi vida. - oyes decir a Susana desde una esquina. - Aprovecha antes de que recupere el sentido común. - Susana, no sé qué te pasa, pero creo que te has vuelto loca.

Joni se queja de tu puñetazo entre risas.

- Pero cuándo me meto en algo, hago lo necesario, me guste o no. Pero vale, me parece bien, intentaré vigilarle de cerca en el entreno.  Cuándo es?*

- El sábado*-le respondo-. Además, no quiero que entrenes con ellos, vaya a ser que le pongas demasiado empeño, ayudes de verdad y el partido se alargue más de la cuenta.. No, no, no...-bromeo-. Que por cierto, espero verte agitando una bandera roja con un león...-le digo guiñándole un ojo. Me estiro y sigo hablando-. En fin, creo que ya esta todo aclarado...

Me incorporo, pensando ir hacia la puerta. Pero entonces recordé... pensé que había venido a la enfermería por lo de Donnie, tampoco recordaba que Saana o Kristoff estuviesen allí. 

- ¡Eh!-exclamo-, si no sabías lo de Donnie y tus compañeros no estaban en la enfermería, ¿qué hacías aquí?-le pregunto. 

-Eso es bueno, que estés ansiosa por lo que viene. Morena, te presento a Pelirrosa. Pelirrosa, aunque no la ves, ante ti está Morena. La mujer que va a hacer que te tiemblen hasta las pestañas de puro placer. Jamás has conocido a nadie con más ganas de sexo que ella. Podría decirle lo mismo a ella sobre tí...sois insaciables. Me tenéis asustado.- bromeo para relajar un poco el ambiente. Sería buena idea tener algo de alcohol pero...he caido tarde. -Morena, Pelirrosa, ahora me presento yo. Soy Brad vuestro, durante el tiempo que tengamos, amo y señor.- vuelvo a bromear -Más os vale portaros bien o seréis castigadas. Aunque...puede que sea lo que queréis.

Mientras hablo me muevo, desplazando a Flavia, hasta que me puedo sentar en el borde de una vieja pero recia mesa. Siento a Flavia sobre mí, mirando a Susana. Sus piernas quedan a los lados de las mías por lo que quedan abiertas. Su cuerpo, recostado contra el mío, comienza a notar las caricias de mis manos mientras le quito prendas de ropa...sin prisa, recreándome.

-Ojalá pudieras ver a Morena, menudo cuerpazo tiene...y si vieras como gatea hacia ti.- hago una seña a Susana para que haga eso, cosa que hace tras un pequeño e improvisado striptease. Está muy nerviosa, se nota, pero pone de su parte. Eso es bueno. -Es toda una pantera...toda una promesa...dime Pelirrosa ¿Qué debería ordenarle a mi esclava morena?

Para cuando Susana, cuya lencería me pone MUY difícil no tirar a Flavia a un lado y correr a arrancarsela a mordiscos, llega gateando sensualmente hasta nosotros hace "rato" que a mi compañera solo le queda la ropa interior -medias, braguita y sujetador- y que una de mis manos ha encontrado el camino a su interor con los dedos corazón y anular. Una y otra vez. Sin parar.

Uso mis dientes en su cuello mientras espero su respuesta. En ningún momento aparto mis ojos de los de susana...excepto fugaces miradas al cuerpo de mi diosa.

- Sí, mi capitán. - dice bromeando mientras hace un gesto militar con lso dedos en la frente. 

Ladea ligeramente la cabeza y enarca una ceja.

- Supongo que tu estado era peor de lo que creía si no ha sido obvio el porqué estaba aquí. Yo ya había salido cuándo tu equipo encontró la salida, y verte daba escalofríos. Tenías la mirada perdida y no dejabas de gritar, pero Brad tehabíalanzado unsilencius, con lo que la imagen era aún más grotesca. Admito que estaba un poco preocupado por ti... - dice encogiéndose de hombros - Se me está haciendo difícil hacer amigos en este colegio, así que tengo que asegurarme que los que ya tengo están bien. Además, quién iba a llevarme por ahí a hacer maldades si te pasa algo? Eh? - dice con un dedo acusador y una media sonrisa torcida. - Pero si te ha molestado, me iré. Creía que disfrutabas de micompañía... - añade encogiéndose de hombros y encaminándose a la puerta.

Sonrío de medio lado cuando me dice que estaba preocupado por mí. Me gustaba este chico, quizás no tanto como Sirius, por ejemplo, pero me gustaba de una manera distinta, no puedo comparar lo que siento por una persona o por otra. Y a decir verdad, solo conozco a Joni de unos días, pero conectamos bien. 

Cuando hace el amago de salir, le tomo del brazo para retenerlo y me acerco a él.

- Oh, no me digas que he llegado a tu frío corazón de nórdico-bromeo con una sonrisa divertida. Me paro frente a él y alzo la vista para mirarlo a los ojos-. Si al final vas a ser un osito de peluche y ese aspecto de tipo duro es solo una fachada-le guiño un ojo y río suavemente. Entonces me pongo de puntillas y le doy un beso en la mejilla-. Gracias por preocuparte por mí-le susurro, cerca de la mejilla. Me separo de él y me encojo de hombros-. Bueno, como dicen en el mundo muggle... bicho malo nunca muere. Aún queda mucho por corromper-añado con una sonrisa traviesa. 

- Gracias Charlotte.- Le digo con la mejor sonrisa que me sale. -No quiero molestaros, si tenéis que hablar...- Miro a ambas, pero me quedo unos segundos más mirando a Aelia.

Es entonces cuando vuelve a entrar Mia, Charlotte sale y descorren las cortinas de Dean.

- ¡Dean! No veas que cosa más extraña te ha pasado. ¿Cómo estás?- Digo acercándome a él.

Se deteiene antes de abrir la puerta, recibiendo tu agradecimiento.

- Es una lyendo urbana lo de que tenemos corazones fríos, lo que pasa es que los tenemos pequeñitos. - dice riùendose - Alguna vez has oído hablar del Kalevala?

Severus, por favor, pensaba mi mente, de manera incrédula, sin entender muy bien aquel comportamiento suyo.

Podía llegar a comprender por qué se aislaba de la gente, y por qué prefería estar solo que mal acompañado por, a veces, unas mentes inferiores, pero nosotras éramos su equipo. Habíamos salido los tres juntos de aquel laberinto, y nos merecíamos los tres una gran fiesta. A Zoe le subiría su autoestima, y a Severus le lloverían cumplidos. Se lo merecían. Era nuestro premio.

Lo contemplé con un deje de lástima en la mirada, preguntándome si tan poderosa era la razón que le había hecho encerrarse en su dormitorio en un día como hoy, y estuve a punto de preguntárselo, pero decidí no abrir la boca en ese sentido. Todavía me ganaba una mirada fulminante por su parte, y un portazo en las narices.

—Pues, liarla— dije, encogiéndome de hombros, sin saber muy bien el contenido de tal concepto, pero no era, seguro, estarse en el dormitorio sin hacer nada—. Yo qué sé: beber, comer, gritar, robar comida de las cocinas, encantar a alguien para divertirnos, yo qué sé— volví a encogerme de hombros—. Venga— lo animé, y miré también a Zoe—. ¿Dónde está la fiesta?— pregunté—. Seguro que nos están esperando. A nosotros— nos señalé—. A los ganadores— enfaticé, no sin un deje de orgullo en la voz.

Me lo quedé mirando con la cabeza ladeada, y estudiando su última frase. Mil y una cosas mejores que hacer.

—Pues, si hay mil y una cosas mejores que hacer— dije, mirando al muchacho—, ¿qué haces aquí encerrado? Vamos a hacer una de esas mil y una cosas— ensanché la sonrisa, y agité el puño en el aire—. Venga, Severus, dinos qué hacemos. Vamos a liarla— di una palmada, entusiasmada, y me los quedé mirando, expectante. 

Me río con él y niego la cabeza ante su pregunta.

- ¿Kalevala? Ni idea-le respondo-, ¿qué es? ¿Una leyenda? Me encantan las leyendas, aunque soy muy mala memorizándolas. ¿Qué es un kalevala? ¿Un monstruo? ¿Es muy peligroso? ¿Es como un dragón? En DCAO nos decían que en el norte había muchos dragones.-pregunto de forma acelerada. 

Hola Irina, Bien, algo cansado pero bien, ¿Cómo estás tú? ¿Está bien Donnie? Creo que se lo que ha pasado - digo recordando cada momento que vi mientras intentaba volver.

O tal vez era un sueño, pero bueno, solo espero que no haya pasado nada grave. 

Intento recolocarme para dejar sitio en la cama.

Siéntate y cuéntame todo lo que ha pasado, solo se que al entrar en la sala, me enfrenté a un boggart pero no supe como derrotarlo.

Joni se ríe.

- En Noruega tienen un buen número, en Finlandia no tenemos montañas así que no hay mucho dónde puedan hacer sus nidos, lamentablemente. Pero tenemos más de mil lagos, con criaturas aquáticas únicas. Si te interesan igual que los dragones, merece la pena una visita.

Se apoya en la puerta, con los brazos cruzados.

- El Kalevala es en realidad una recopilación de todas las canciones y poemas que forman la mitología finesa, así que en cierto modo es una leyenda hecha de muchas leyendas entrelazadas. En la mitad o más de las leyendas, el protagonista está buscando esposa, con lo que se demuestra que en el norte tenemos un corazoncito. También es cierto que está lleno de muertes, torturas y suicidios, pero una cosa no quita la otra. - dice encogiéndose de hombros - Lo más curioso del Kalevala es que es el legado que une a magos y muggles. Los muggles creen que es sólo mitología y leyendas, pero la realidad es que hay mucha verdad en ellas. Son historias sobre antepasados nuestros, magos, algunos de ellos poderosísimos, que vivieron en un tiempo dónde la magia era salvaje y libre. - su mirada se pierde mirando al techo, y se queda un ar de segundos en silencio, imaginando algo tal vez - Cuándo las personas más respetadas y amadas, temidas y odiadas, tanto en el mundo mágico cómo en el muggle, eran magos y brujas.