Partida Rol por web

 Si había dos bandos, y había como una especie de rivalidad entre los alumnos, no podíamos fiarnos de absolutamente nadie. Y aquello me hizo fruncir el entrecejo, y cruzar mis brazos a la altura del pecho al ver a Diane pulular por allí.

No quise decir nada, para no delatar nuestra supuesta simpatía algún bando. Lo más sensato era parecer que no teníamos ni idea de lo que estaba pasando, o, al menos, que éramos neutrales ante esta nueva situación.

—Sí, nosotros también queremos irnos de aquí— respondí, tratando de sonreír a Diane, aunque sin éxito.

Cuando escuché la voz de Zoe, medité sus palabras, y pensé que bien podía tener razón. Si había alguna batalla, sería en la superficie. De momento, nosotros estaríamos seguros aquí abajo. Aunque fuéramos un poco como ratas cobardes.

Iba a abrir la boca para preguntar a Diane alguna cosa de las que sabía, si es que sabía algo, cuando oímos la voz de Brad. Me dio un vuelco al corazón, y miré a los de mi grupo con los ojos muy abiertos, preguntándome qué hacía él allí, si se había marchado hacía unos minutos.

—Ahh…— dije, comprendiéndolo. Brad venía a hacer amigos. Buscar fuerzas y unirlas a su causa.

Me llevé una mano a los labios, extendiendo un dedo para indicar que hubiera silencio, y así poder seguir escuchando lo que pasaba en aquella conversación. Quizá, nos enteraríamos de más cosas. Quizá, podíamos terminar muertos allí mismo.

Tras quedar completamente liberado, veo como Donnie queda inconsciente.

Donnie, noooooooooo.

Intento seguirlo.

¿Por qué nadie viene a ayudarnos? ¿Dónde están el director y los profesores? Eso es, la cámara, es posible que no sepan donde estamos.

Alzando la varita digo:

Pericullum

Noto que los pelos se me erizan, no por el frío... Al fin y al cabo el hechizo seguía haciendo efecto. Todos estaban muertos, no inconscientes... Muertos. Me acerco a la profesora sigilosamente y le susurro al oído. 

- Profesora... Soy Irina Arkho, no se asuste. Voy a ayudarla ¿Qué ha pasado?- Miro y me aseguro que esos hombres de negro siguen muertos. Aunque fuera invisible el miedo me recorría por todas las partes del cuerpo. Al menos Remus no estaba entre los cadáveres o no lo había visto de momento. La esperanza seguía viva en mi. No sé si sería seguro llevar a la profesora a la enfermería, el hechizo que me lo permitiría era demasiado cantoso y ni siquiera sabía si la enfermería estaría en las mismas circunstancias que la tienda en la que me encontraba. 

Los tritones que habían soltado a Dean empiezan a reirse cuándo este intenta lanzar chispas rojas. Mientras tanto, sus compañeros no se detienen llevándose a Donnie. Las chispas de Dean desaparecen antes de llegar a medio camino de la superficie, pues estáis demasiado profundos. De todos modoso, incluso si hubiesen salido a la superficie, estáis muy lejos de la orilla.

Los tritones vuelven a agarrar a Dean y esta vez el chico no puede deshacerse de ellos.

Tras unos minutos, empiezan a subir a la superficie y cuándo finalmente os sacan del agua vuestro casco burbujas desaparecen. Donnie recupera la conciencia en ese momento. 

Habeís salido al lado de un barco de aspecto antiguo pero realmente sólido, con unas velas con una marca que habéis visto alguna vez en los periódicos: Una calavera escupiendo una serpiente por la boca. Antes de que podáis acabar de comprender qué ocurre, notáis que estáis siendo elevados fuera del agua y aterrizáis en la cubierta del barco. Allí veis a Joni con las manos atadas a la espalda. Os quitan las varitas y os lanzan a su lado, dónde os atan también.

Estáis rodeados de personas enmascaradas vestidas de negro, pero también veis muchas caras jóvenes, no pueden ser mucho mayores que vosotros, aunque sus rasgos indican que no son ingleses.

- ¿Nombre? - os pregunta uno de los enmascarados.

Esperas varios minutos tras conjurar la escoba, pero no parece funcionar. Empiezas a desesperarte cuándo ves que alguien más sale del agua. 4 tritones arrastran a Donnie y Dean, quienes son elevados con magia y llevados a la cubierta del barco. No sabes qué ocurre, pero en esos momentos ves tu escoba acercarse. Nadie parece percatarse.

Sabes que has tenido una suerte irrepetible cuándo ellos dos han aparecido y la atención se ha centrado en ellos, si no, podrían haber visto tu escoba. Estiras el brazo cogiendo la escoba.

London contesta también a Diane:

—Sí, nosotros también queremos irnos de aquí— responde, tratando de sonreír a Diane, aunque sin éxito.

Parece realmente sorprendida de escuchar la voz de Brad de repente, pero asiente, cómo entendiendo que Brad busca aliados para salir de ahí.

La profesora abre los ojos, sin verte.

- ¿Irina...? - dice con voz débil. Parece no ser del todo consciente de quién eres. Pero unos segundos después la ves parpadear, comprendiendo. - ¿Queda alguno en pie? - pregunta con dificultad. - No puedo con todos...

Me hago visible, justo detrás de London y Zoe.

-Pues...propongo que no salgamos a la superficie sin más en mitad del lago. Hagámoslo por una zona más alejada. O podrían llovernos ataques por todos lados. Una vez fuera, cuando podamos ver que ocurre exactamente, decidimos que hacer y como hacerlo.

Tenía que intentarlo...-pienso tras esperar y no ver mi escoba por ninguna parte.

Entonces, veo que salen a la superficie un par de tritones más, me escondo como puedo pegada al borde del barco, por si acaso. Veo entonces que los tritones no van solos... Donnie y Dean suben con ellos. 

¿¿Qué?? 

Sin embargo, ese momento en los que son subidos, veo mi escoba acercarse... Ellos me sirven de distracción para que nadie se de cuenta de la presencia de mi escoba. No puedo decir que no esté agradecida por ello. Cojo la escoba y la mantengo arriba. Necesitaba impulsarme y levantar el vuelo... pero lo primero era lo primero, tenía que ocultar de alguna forma la escoba. La apunté con mi varita y murmuré:

- Encantamiento desilusionador-cuando veo que mi escoba se camufla con la madera del barco y el agua, asiento para mí misma. Esto era serio, estaba ante algo bastante más grande de mis conocimientos y habilidades, tenía que apañármelas con lo que sabía y, por una vez, intentar pensar antes de actuar.

Miré arriba, ahora necesitaba impulsarme, porque si no, no podría alzar el vuelo*. Me tumbé sobre el agua, dejando los pies en dirección al barco y coloqué la escoba entre las piernas. Apunté un par de metros aproximadamente por encima de donde estaba y conjuré:

- Carpe retractum.

Esperaba golpear la superficie del barco con los pies, lo que me daría impulso suficiente como para levantar el vuelo. No creía que escuchasen el golpe de los pies sobre la madera, pero si lo hacían y me salía bien la jugada... procuraría estar lo suficientemente lejos (e invisible) como para que no me vean. 

Cuando Brad llegó miré a Severus para ver como reaccionaba. Quería escuchar lo que él le respondía. No sabía que hacer, por lo que decidí no hablar hasta que alguien más lo hiciera. También miré a London y vi que ella me estaba mirando. Tragué saliva y seguí callada. 

Diane mira a Brad con urgencia.

- Mi hermana está ahí arriba, Brad. No pudo quedarme esperando.

Brad y el resto tal vez querían jugar a ser héroes o detectives, pero todo lo que le importaba a Diane era su hermana. Con un rápido movimiento de varita se camufla con su alrededor y con un nuevo hechizo sale disparada hacia la superficie.

Severus mira cómo Diane desaparece y luego a Brad. 

- Yo no tengo intención de salir por ahí, ni ahora.

"Y si los iméciles que había allí arriba necesitan ayuda, que se jodan." - piensa al recordar a James y Sirius. No le había ayudado nadie nunca, no iba a ser él el que fuese a salvarles.

- Voy a dar una vuelta por el lago para ver qué ha ocurrido.

Tú idea es brillante. Cualquier ojeador de Quidditch habría visto que la escoba era una extremidad más para ti, que tu instinto era innato, que lo llevababs en la sangre... Pero no había ojeadores. Y tal vez no tuvieses la oportunidad de encontrarte con ninguno nunca más.

Te elevas y no parecen darse cuenta del golpe, pues están todos concentrados en lo que ocurre en la cubierta.

Desde dónde estás puedes ver que hay una docena de magos con máscaras y ropas negras, pero también una veintena de chicos y chicas jóvenes, tal vez entre 15 y 18 años. En la cubierta, de rodillas y con las manos atadas a la espalda, están Joni, Dean y Donnie.

Unos segundos después, cuatro tritones más salen a la superficie sacando a Anne Lewis y Ryan. Los magos los elevna igual que hicieron con Donnie y Dean y les despojan de sus varitas, atándoles las manos a la espalda también.

Unos segundos después, escucháis ruido en el agua y dos magos enmascarados se acercan al borde. Con un hechizo elevan a Anne Lewis y Ryan, a quienes les quitan sus varitas también y maniatan a vuestro lado. El mismo emmascarado de antes repite la pregunta.

- ¿Nombre?

- Episkey.- Digo antes de responderle a la profesora Dekkers, apuntando a sus heridas.- Aquí están todos en el suelo, profesora... No veo a nadie en pie. ¿Quiere que la vuelva invisible por si aparecen más hombres de negro?- Le pregunto.- ¿Quienes son y porqué nos han atacado? 

Esperaba respuestas pero era consciente de que la profesora no estaba en condiciones. Y yo, por si acaso, permanecía en alerta. 

Abrí mucho los ojos al ver cómo Brad aparecía a nuestro lado, y me pregunté si aquel hechizo de invisibilidad le había resultado difícil hacerlo. Luego pensé que no era el momento ni el lugar para hablar de algo así.

—Subid, si queréis— dije, mirando tanto a Diane como a Brad, después de mirar a Zoe—. Nosotros nos quedaremos de momento aquí abajo, por lo que pueda pasar.

Entrecerré algo los ojos al ver cómo la muchacha del pelo rizado ascendía hacia la superficie, y deseé que no se llevara una desilusión al subir. No debía de ser fácil tener que aguantar con la incertidumbre de saber si un ser querido estaba en apuros o no.

Miré a Severus en cuanto respondió, y asentí a sus palabras, corroborándolas. Yo también prefería quedarme en el lago por el momento. Lo que ocurría allí arriba era todo un enigma, y, la verdad, no me apetecía descubrir su significado todavía.

—Brad, puedes quedarte, o ir al castillo, y ver qué pasa— sonreí, tratando de parecer preocupada, aunque, realmente, lo que me reconcomía era si todo aquello había saltado también en el Ministerio, y si mi hermano estaría bien.

Me rasqué la nariz con impaciencia, y miré a mi alrededor, buscando una especie de solución a todo lo que se había montado en un par de horas.

—Brad, ¿sabes qué es lo que está pasando?— pregunté—. ¿Qué decían antes aquellas sirenas o tritones o lo que fueran?— dije, ladeando la cabeza.

Niego, mientras veo alejarse a Diane. O, mejor dicho, la imagino hacerlo pues al hacerse invisible no tengo ni idea de donde está. Por lo menos no la verán nada más salir, probablemente. Diane arriba...Mia a saber donde arrastrada por su propio conjuro...cabeza loca como siempre.

-Creo que es mejor que nos quedemos juntos hasta saber que ocurre y podamos actuar en consecuencia, ya sea separándonos o manteniéndonos unidos...pero con una mejor idea de que ocurre y que hacer. La idea de Severus es lo que tenía en mente...además, tal vez encontremos tritones. Vosotros no podéis comunicaros ¿No?

Recuerdo la pregunta de London y la miro al responder.

-Saana y Kristoff les enseñaron algo. Un medallón ,creo. Están aliados...en lo que sea que intentan. Esos tritones negros no son de aquí, de este lago. Son mucho más hostiles que los del lago. Y nos atacaron cuando saana dijo que no eramos de los suyos. Tienen algún tipo de pacto...pero eso, haber tenido que mostrarles un objeto, me da a entender que ellos no son los cabecillas. Cosa que es obvia, pero está bien ratificar, sino simples infiltrados...quieren tomar Hogwarts o algo que hay en él, como mínimo.

Estaba recuperando la consciencia y no acababa de entender nada, esa marca... Me sonaba? Por qué nos maniataban? Estaba claro que el torneo había acabado. Miré a mi lado y Dean estaba bien y la pregunta resonó en mi cerebro haciéndome mostrar una mueca de dolor:

-Me llamo Donnie... Donnie Niniadis. Qué... ¿Qué está ocurriendo?

Irina no se encontraba en el barco... O al menos dónde yo pudiera ver. Eso era una buena señal o una mala?

El poder de tu conjuro es enorme, mucho más de lo que nunca hubieses podido imaginar. Tal vez eso confirma lo que dicen que los Gryffindor brillan cuando deben proteger a los que quieren.

La profesora gruñe y se incorpora un poco, ahora con la mente más clara. Entonces coge a Irina del brazo.

- Son Mortífagos Irina. Me temo que consiguieron sacar al director y la subdirectora de la escuela con algun tipo de engaño. Han tomado el castillo, o lo están tomando. - dice mientra mira las ventanas, dónde se ven destellos a veces. - Pero tienen ayuda dentro. Han sellado el castillo desde dentro. ¿Qué ha pasado allí abajo? Las cáamras dejaron de funcioanr y de repente empezaron a salir ellos desde el lago... ¿Dónde están tus compañeros, esán bien? - pregunta preocupada. - Ayúdame a levantarme...

Al salir del agua puedes ver que las gradas y las tiendas están destrozadas.A  Lo lejos ves también figuras inertes en el suelo, no demasiadas, pero tal vez algo más de una docena desde tu posición.

Preocupada por tu hermana nadas hasta la orilla, buscándola a ella y Ellen. No las ves, pero sí ves a la profesora Dekkers.A  su alrededor hay varios hombres de negro inconscientes (o peor). Parece herida. Habla con alguien, pero no ves quién. Tal vez lleva el mismo hechizo que tú.