Partida Rol por web

El sombrero no tarda nada, sobretodo comparado con la selección de Deborah, en enviar a Zane a su casa.

- ¡Slytherin!

La profesora retira el sombrero de la cabeza de Zane, el cuál apenas había soltado de cualquier modo, mientras los Slytherin aplauden orgullosos de tener entre sus miembros al hijo heredero de los Knight. Cuándo éste se sienta y los aplausos cesan, la profesora llama al siguiente alumno.

- ¡Lewis, Anne!

Por supuesto que estaba claro maldito saco ajado... eso lo sabía todo el mundo...

Pienso lanzándole una fría mirada al sombrero, aunque no puedo sentir más que orgullo ante las palabras que me había dicho. Al contrario que a muchos al sombrero sólo le había hecho falta tocar mi cabeza para decidirse, soy un Slytherin sin ningún asomo de duda.

Me dirijo a la mesa esmeralda y plateada que aplaude, satisfecho de mí mismo y me siento al lado de Deborah, ya que había un hueco para mí, que al parecer había dejado para que me sentara en él.

El resto de la selección ya me da, a decir verdad... igual, yo he sido seleccionado y como la gran mayoría son basura acabarán en las otras casas, no obstante permanezco con la vista clavada en la selección para saber si iba a tener algún compañero más.

Seguí el coro de aplausos educadamente desde mi sitio. Después de todo, no es como si el resultado hubiera sido una gran sorpresa. La verdad, visto en perspectiva resultaba bastante decepcionante. Absolutamente cada uno de nuestros movimientos estaban ya meticulosamente planificados incluso antes de haber nacido. Cada decisión, cada aparente opción era tan solo un engaño, un juego, una pantomima. Puro teatro para el resto del mundo. Aquella sensación de perdida de control se me clavaba en el cerebro como un picotazozo de, valga la redundancia, como un picotazo de serpiente. 

Sacudí la melena de forma distraída haciendo lo que mejor se me daba hacer con todos aquellas molestas divagaciones: enterrarlas, encerrarlas en una estúpida cajita blindada y enterrarla bajo toneladas de vanalidad, arrogancia y férreo orgullo. 

Alcé la barbilla altiva, y sonreí encantadora como siempre. La profesora McGonagall había nombrado ya a Zane y como en el caso de Gray, su selección no auguraba mayores sorpresas...

En efecto. Nuevamente mis manos aplaudieron en armonía a la mesa esmeralda. La ceremonia se me estaba haciendo ridiculamente eterna.

Desde nuestra llegada al colegio, había sido incapaz de pronunciar palabra. Permanecí con la boca abierta admirándolo todo. Desde el cielo estrellado hasta las largas mesas engalanadas con sus respectivos colores. Mamá me había hablado de la selección de casa, pero al ver al extraño sombrero cantar no pude más que exclamar un silencioso "¡Guau!". Comenzó la ceremonia y uno a uno fueron pasando los niños al oír sus respectivos nombres. Aplaudí la decisión sobre todos y cada uno del resto de niños, pero la de Aelia, Irina y Dharma, fueron las que más me entusiasmaron ya que había compartido muchas horas de viaje con ellas.

Mis nervios iban in crescendo a medida que se acercaba mi turno. No paraba de jugar con las manos, las cuales estaban humedecidas por la tensión. ¿A qué casa iría?, la verdad no tenía ninguna preferencia, mamá dijo que eso no importaba realmente. Pero sí me gustaría estar con alguna de mis compañeras de vagón, para conocer a alguien...

En ese momento, las miradas del resto se fijaron en mi. Salí de mi embobamiento mental y miré nerviosa a la profesora que sujetaba el sombrero quien parecía apremiarme con la mirada. Habían dicho mi nombre y ni siquiera le había prestado atención.

Intentando parecer segura, recorro los pocos metros que me separan del taburete y tomo asiento, observando el enorme salón desde otro punto de vista. A lo lejos veo a Aelia, sonrío hacia ella y espero paciente.

Cuando Anne me sonrió, cerré mis ojos y le sonreí abiertamente. Yo estaba de los nervios también. Tenía ganas de que viniera a Ravenclaw conmigo, y poder hablar con ella tranquilamente, sin tener que temer por una posible rivalidad.

Cuando la profesora coloca el sombrero en tu cabeza, la voz que antes cantaba ahora resuena dentro de ti.

-¡Oh, vaya, hola niña! No lo creerás, pero recuerdo a tu madre y tu abuela. Increíbles en transformaciones y buenas estudiantes. Veo que tu mente está sedienta de conocimientos, así que sin duda... ¡Ravenclaw!

El sombrero decide la casa de Anne en menos de un minuto.

- ¡Ravenclaw!

Los estudiantes de su nueva mesa la aplauden y dan la bienvenida dejando a McGonagall seguir con la selección.

-¡Longwater, Jennifer!

¡Gryffindor!

- ¡Looper, Sophia!

¡Slytherin!

- ¡Lupin, Remus!

¡Gryffindor!

- ¡McGraw, Ryan!

¡Ravenclaw!

- ¡Melton, Zoe!

¡Slytherin!

- Niniadis, Donnie!*

Observé con atención la selección del joven Knight y pude comprobar que no me había equivocado... Zane iría a Slytherin. El sombrero casi ni le había tocado la cabeza cuando ya estaba gritando el nombre de la casa. Al igual que el resto de los que estaban sentados en la mesa de Slytherin, aplaudí la nueva incorporación y cuando él se sentó a mi lado le dediqué una tímida sonrisa.

- Se cumplen las previsiones...

Seguí prestando atención al resto de la selección frunciendo un poco el ceño. Éramos minoría los elegidos para nuestra casa.

-Por supuesto- Contesto a Deborah devolviéndole una sonrisa bastante fría, contemplo como McGonagall va llamando poco a poco a los estudiantes -Sólo somo cuatro para Slytherin por ahora...- Murmuro para mí mismo -Eso demuestra lo que hay en el colegio.

Además, ni siquiera conocia los apellidos de las dos chicas que habían sido seleccionadas, es algo patético... pero es lo que hay, si van a Slytherin por algo será.

-Esto se me está haciendo eterno...- Le comento a Deborah.

Aplaudí con todas mis ganas, todo cuanto me fue posible, al saber que Anne iba a venir con nosotros, le sonreí mientras aplaudía, haciéndome daño en las manos (cosa que no me importó) y mientras venía hacia la mesa me moví un poco, dejándole más sitio para que se sentara junto a Dharma y a mí. Por suerte, dos amigas mías iban a ir conmigo a las mismas clases, e iba a tener la posibilidad de aprender magia junto a ellas. La verdad es que estaba nerviosa, pensando en las clases que íbamos a tener en los próximos días, pero imaginaba que no iba a ser tan terrible. Si no, siempre quedaban mis amigas, que no venían de familias no mágicas. También aplaudí la selección del PNJ (xD) a mi casa, junto a todo el pleno de nuestra mesa.

Abrí los ojos como platos al oír las palabras del sombrero en mi cabeza. Finalmente, escuché con entusiasmo su decisión, "Ravenclaw". Me levanté de un salto y fui corriendo hacia la mesa azul y bronce, para reunirme con Aelia y Dharma. Íbamos a estar juntas, aprenderíamos juntas y nos divertiríamos juntas también. Los nervios dieron paso a la felicidad y la emoción.

Me senté entre las dos niñas, en el hueco que habían dejado para mi. Y tras saludarlas con entusiasmo, permanecí atenta al resto de la ceremonia.

"Bien, mi nombre!" Me puse de los nervios, otra vez, después de dar el primer paso. Noté todas las miradas de los alumnos de Hogwarts en mí (o al menos la mayoría...). Decidí ir corriendo y al tercer paso me pisé la túnica y me di de bruces contra el suelo. "Muy bien Donnie, era lo que necesitabas"
Me levanté rápidamente, limpié mis rodillas y me senté en el taburete. Suspirando mirando hacia abajo antes de que se me colocara el sombrero. No me importaba a que casa ir realmente, no me gustaban ninguna... consideraba que todos los allí presentes eran algo más que dos "atributos" destacables... "Bueno, a ver que pasa sombrero... no seas muy malo".

- Buf... demasiado. Tengo ganas de que pase ya y poder cenar algo para retirarnos ya a descansar. Me gustaría que fuera ya mañana para ver qué tal son los profesores y... la biblioteca.

En aquel momento llamaban al inútil al que le había picoteado su lechuza y se había caído al agua, Donnie había dicho la profesora, y para no perder su costumbre fue incapaz de llegar al sombrero sin tropezar.

- Ya tardaba en armar una de las suyas... ¿te imaginas que le toque con nosotros? -Mi cara denotaba el espanto que me causaba aquello.- El nivel bajaría en picado. -Aquella idea me aterraba

Sentía que todos pasaban de mi. Una chica y un chico vinieron también a Gryffindor y les salude algo tímida. Entonces llamaron a Donnie y atendí, tenía una gran curiosidad por saber a qué casa pondrían a tal loco personaje. Si lo ponían en Gryffindor seguro que me lo pasaría muy bien con él.
Vi como Donnie se dirigía hacia el sombrero y caía al suelo. Me levanté para mirar si estaba bien o no, entonces se levantó y siguió su camino. Me senté aliviada y me reí de lo torpe que era, me recordaba a mí, que también era muy torpe.

Cuando la profesora deja en sombrero sobre tu cabeza, puedes escucharle en tu mente... riéndose.

- La mejor entrada del año, sin duda. Y por lo que noto debes haberte caído al lago, ¿verdad? Bueno, bueno, a lo que iba.... Déjame ver. Eres un chico muy valiente y sueles defender a los que te rodean... Serías un buen Gryffindor. Pero también eres justo y honesto, y no hay mucha gente que pueda presumir de saber de verdad qué significa eso. A ver, a ver, déjame pensar...

Tras un minuto de silencio, el sombrero se decide. 

- Creo que te pondré en ¡Hufflepuff!

El sombrero tarda un par de minutos en dar la respuesta. Tras la glamurosa entrada con tropiezo y chapuzón incluídos de Donnie, alguno ya empezaba a bromear a quién le tocaría tenerle. Finalmente, el sombrero declara su decisión en voz alta.

- ¡Hufflepuff!

La mesa le da la bienvenida a su nuevo alumno y la subdirectora prosigue.

- ¡Norton, William!

¡Slytherin!

- ¡O'Rilley, Cyril!

¡Slytherin!

- ¡Petigrew, Peter!

El sombrero se lo piensa un par de minutos antes de mandarlo a Gryffindor.

- ¡Phillips, Roger!

¡Hufflepuff!

- ¡Potter, James!

¡Gryffindor!

- ¡Presto, Flavia!

¡Ravenclaw!

- ¡Prince, Charlotte!