Partida Rol por web

Dharma se sienta con Anne enfrente de Aelia y un chico rubio mayor, saludando con educacion.

En esos momentos Diane abandona el comedor.

- No creas: los colibríes, con esos picos, podrían dejar ciego a tu oponente. ¿No crees? El hechizo de opugno, si no recuerdo mal, está en el libro de encantamientos de tercero... o tal vez cuarto. No lo recuerdo bien, pero seguro que la bibliotecaria sí. El de avis no lo encontrarás en los libros de texto pero sí en el libro "Invocando animales", o algo así... Irma te puede decir que libro es seguro. - mira a Aelia por unos instantes - Pero tú quieres alguien que te los enseñe, ¿verdad?

Asentí un par de veces rápido con la cabeza, viendo cómo Dharma y Anne se sentaban conmigo. Las saludé con la mano brevemente y bajé el tono a un susurro, para que solo me pudiera oír el chico raro de mirada soñadora. -La verdad es que sí. Creo que con mucha, mucha práctica podría aprenderlos sola pero creo que no me conviene, sería mucho mejor si me echara alguien una mano. Es más fácil con profesor, supongo.- Suspiré, preparándome una tercera tostada. ¿Tres? Nunca solía comer tanto, pese a que podía decir que no moría de hambre durante cada comida. Tosí un par de veces, cubriéndome la boca con la mano y me serví un vaso de agua, que me bebí rápidamente. -¿Conoces de alguien que pudiera y además de eso quisiera ayudarme? Yo solo conozco a Nathan, pero no quiero que me llame pesada.-

Entro al comedor muriendome de hambre, aunque voy a tener que comer deprisa. Tras sentarme espero impaciente la respuesta de la chica.

Probablemente quiera irse con los otros, como planeaba ayer. Pero bueno...

Me sirvo un buen cuenco de cereales y la observo, expectante.

-Por cierto Anne, luego tienes que venir a ver al mejor perro del mundo mundial. ¿Eh?

Sonreí al saludo de Aelia, que aunque corto, ya por lo menos contestaba al saludo, no como los anteriores días. Quizás sólo tenga días raros... 

-La verdad es que me encantaría ir con vosotros.- dije con una tímida sonrisa, ya sentada en la mesa, echándome una tostada en el plato y untándola con mermelada de frambuesa. 

Esperando a ver qué decían y cómo reaccionaban tanto Anne como Brad, me di cuenta de que Aelia estaba cuchicheando con un chico mayor. 

¿Por eso pasará tanto tiempo perdida por ahí? ¿Estará siempre con los mayores? 

Me llevé la tostada a la boca y le di un bocado. Estaba realmente deliciosa. 

Escuché a Irina con atención y sonreí, al menos ella se sentía como yo, ¡qué alivio! 

Respecto a la pregunta de Zane, no puedo evitar sonreír de forma traviesa y ponerme recta como un palo, poniendo las manos a mi espalda, como se pone mi hermano Jack cuando quiere explicarme algo. Es muy gracioso imitarlo, con suerte, estará mirando y podré ver la cara que pone.

-La verdad es que aún no lo tengo claro...-le digo-...pero pienso averiguarlo. Esto es como un experimento de ciencias.-finalizo mi respuesta con un guiño juguetón.

Me siento a desayunar mientras Irina habla con Donnie y saludo a mis otros compañeros de casa.  

Cuando llegué corriendo al Gran Comedor me faltaba al aire, por lo que me senté en la mesa de Gryffindor y me serví un vaso de agua hasta que recuperara el aliento. No tenía hambre por lo que me comí una galleta y dejé el resto. 

Estaba perdido en mis pensamientos, en el concurso y en como serían el resto de las clases, cuando me doy cuenta de la hora en la que estábamos.

Miro a mis compañeros de clase y les digo:

Se hace tarde, deberíamos irnos a clase si no queremos perder más puntos.

- Bueno... el problema es que los chicos más mayores están liados con los TIMOS y los EXTASIS, y dentro de poco con los juegos. Yo podría hacer un hueco, pero sólo si me lo pides por favor... - contesta a Aelia bromista - Pero no tengo tanto tiempo libre. Tal vez podrías hacer un club de conjuros, o de duelo, y buscar un mentor y compañeros con los que practicar, si no.

- ¡Uy, es verdad! ¡Vamos a clase!- Digo metiendome dos bollos rellenos de chocolate de golpe en la boca. - No fiebo fega tafde el pimef dia- Me levanto de la mesa con la boca llena y salgo corriendo.

-Pues perfecto. Dharma, Anne y yo, un equipo. ¿Dónde había que apuntarlo? Podemos hacerlo ahora antes de ir a clase, si os parece. Y ¿Queréis hacer algo después? No sé...algo.

A esas horas las ideas estaban aún dormidas. Al menos en mi caso. Pero quizás ellas tuviesen algo en mente.

Quizá practicar otra vez el casco burbuja...

-¿No lo hay ya? Me sorprende... ¿Cómo se forma un club de duelo? O uno de conjuros, me da un poco igual. Quisiera saberlo.- Murmuré, suspirando poco después. Me gustaba la idea, creía que podía ser divertido formar un grupo de duelos. Parecía ser, de todos modos, que acababa de quedar excluida del grupo Anne-Dharma-Brad. No importaba. Es más, quizá hasta me hicieran un favor. Estaba obligada, con eso, a conocer a más gente. Bajé un poco más mi tono de voz, asegurándome que nadie más pudiera oír lo que decía, por si ya no era suficiente. -¿Me ayudarías a hacer esas dos cosas? Me refiero a los hechizos y a explicarme cómo puedo hacer u organizar un club de duelo aquí...-

Me quedé mirando con una sonrisa a Brad.

-¿Se te olvida que hasta después de la hora de la comida no tenemos clase? - La verdad es que teníamos un horario digno de envidiar. -  Creo recordar que hay que echar un pergamino con los nombres de los integrantes del equipo en esa urna de ahí. - señalo hacia los relojes de puntos. - Pero... Se podían apuntar hasta cuatro personas en el mismo grupo. ¿Queréis preguntárselo a alguien más? 

Miré hacia la mesa de los Hufflepuff algo tristona. Anoche tanto Diane como Lion habían rechazado mi oferta de hacer grupo juntos y la verdad es que me había dolido un poco, sobre todo el brusco cambio de actitud de Lion, que se dedicó a ignorarme. 

Esperando la contestación de Brad y Anne me volví a concentrar en untarme una tostada con la misma mermelada de frambuesa, a la vez que rellenaba mi vaso de zumo de naranja. Y seguí desayunando. 

El chico mayor de Ravenclaw asiente a Aelia. 

- Los clubs se los tienes que presentar a algun profesor que te interese como tutor o al jefe de la casa en su defecto, quién se encargaría de pasarlo al claustro de profesores y el director para aprovarlo rechazalo. Escribes en un pergamino de qué se trata y qué se necesita y los posibles interesados si ya los tienes. - mira entonces al reloj al fondo del comedor y se levanta - Tengo que ir a clase, supongo que con todo lo que te he dicho tendrás cosas que asimilar o que hacer. Hasta luego.

Anne, por su parte, contesta a Dharma.

- El director dijo que en casos especiales, cómo que ya no quedaba nadie con quién hacer equipo. Si quieres que seamos 4 podemos esperar, al fin y al cabo queda mucho tiempo. Si vemos que los números no cuadran, podemos ser 4.

También en esos momentos entran Zoe y Debbie, de Slytherin, para tomar un rápido desayuno ya que no les queda mucho tiempo. Entre 5 y 10 minutos después muchos estudiantes han abandonado el comedor para ir a clase, entre ellos los de primero de Slytherin y Gryffindor.

Saqué un pedazo de pergamino y comencé a escribir en cuanto el chico se levantó, apuntando qué era lo que necesitaba para organizarlo todo. No recordaba el nombre de nuestro tutor, pero no importaba, ya que había visto a Debbie entrar en el comedor. Me levanté como un resorte y fui hacia la mesa de Slytherin, despidiéndome de los alumnos que tenía cerca nuestro (véase Dharma, Anne y Brad) y recogiendo todo lo que me pertenecía de una forma algo apresurada y me aproximé a Debbie. Al estar a unos cinco o seis pasos de ella me paré y le llamé la atención de una forma cautelosa. Cuando la tuve, miré a Zoe un momento, con una mirada entre indiferencia y desprecio, y esa mirada se serenó un poco al volverla a Debbie. -¿Podríamos hablar un momento?- Dije, simplemente, intentando que Zoe no captara la sutileza y viera que no quería hablar con Debbie delante de ella.

Enarqué una ceja extrañada con aquella interrupción. Iba con el tiempo justo así que lo que hice fue terminar el zumo que me estaba bebiendo y despedirme de Zoe. Nos vemos en clase, le susurré mientras recogía a toda prisa mis cosas. Después me acerqué a Aelia intentando mostrarme indiferente, pero tenía que reconocer que sentía mucha curiosidad. ¿Qué podía querer aquella chica de mí?

- Dime, ¿qué quieres? Pero... podríamos hablar mientras salimos del comedor. Es que tengo clase ahora y voy un tanto apurada, no me gustaría llegar tarde.

Asentí, encaminándome poco a poco hacia la salida, acompañándola hacia la salida. -Verás, hay dos cosas que te quiero comentar, y ambas serían un poco en... Como lo diría mi padre, en petit comité. Resulta que no conozco a nadie de mi clase- Dije, señalando a la mesa de Ravenclaw sin señalar a nadie en concreto, aunque estaba claro que iba por Dharma, Anne, y Brad. -Y además, no parece que vayan a ayudarme mucho a desarrollar mis capacidades, o al menos eso parece desde mi punto de vista.- Añadí, mostrando algo de ambición, sonriendo misteriosamente. -Sé que no nos conocemos apenas, pero pienso formar un grupo de estudio, un "club de conjuros", y me gustaría incluirte entre los integrantes del mismo. Fuera de eso...- Comencé, retirándome un mechón que me molestaba mientras caminaba junto a ella. -No tengo grupo para los Juegos Escolares y me gustaría formarlo contigo, porque parece que sabes bastante acerca de la magia y... Quizá con alguien que conozcas tú, en realidad no tengo un grupo en mente, pero si no me veo sola y eso no me gusta. Además, puede ayudarnos a aprender, ¿no?- Ahora mi sonrisa se tornó divertida, y muy natural, entrecerrando incluso un poco los ojos al subir los pómulos.

EDIT: Tras eso, ya no tenía nada que hacer, así que salí del lugar.

Irina me había dado una colleja, pero como era normal en mi, no me percaté hasta que se fue. "Se la tengo guardada..."
Seguía dolorido y comí poco. No me apetecía mucho comer nada. Me quedé sentado, viendo como los Slytherins y los Gryffindors iban yéndose a clase mientras en el Gran Comedor empezaban a quedar solamente algunos Hufflepuffs y Ravenclaws.
Ya quedaba poco para entrar a clase, la media hora más de descanso se agradecía... me eché más agua, la sed no se me había pasado aún... sediento aún después de ese vaso, me levanté y fui a por mi libro para historia de la magia, había decidido esperarme en la puerta, aunque fuera sentado en el suelo...

- Eh... bueno... gracias por pensar en mí.

Desde luego aquello sí que me había extrañado, pero en cierta forma me sentía halagada.

- Iba a formar grupo con Zane pero aún nos falta alguien más. Por mí no hay problema, pero se lo comentaré a él si no le importa ¿vale? Después te lo digo.

Llegaba tarde a clase así que no me quedó más remedio que despedirme rápidamente de ella.