Partida Rol por web

- ¿Habéis oído? Ha dicho una contraseña... ¿qué creéis que hay ahí?

Me volví a mirar a mis dos compañeros en aquella "aventura".

- ¿Probamos a entrar? Igual nos encontramos con algo interesante....

- Yo no lo he entendido...Pero el chico aún está... - justo antes de que termine la frase el chico sale y se aleja hacia el otro lado del pasillo, con lo que al parecer no hay monos en la costa. 

Zoe apreta los labios y se encoge un poco.

- Por mí vale.

Me quedo pensativo unos momentos, hasta que finalmente veo como el chico sale de ahí.

-Vamos a ver...- Murmuro.

Me acerco a la puerta y susurro -Frescor de limón.
 

Seguí a Zane, el cual parecía que también había escuchado la contraseña como yo, y esperé a lado de los dos a ver qué ocurría.

El picaporte gira ante la contraseña nombrada y la puerta se abre. Necesitáis entrar dentro de la sala para poder realemnte apreciar lo que hay en ella, lo cuál resulta bastante sorprendente. Es un baño enorme con una piscina de varios metros cuadrados en el medio, la cuál al parecer actúa como bañera. La piscina esta rodeada por decenas, tal vez un centenar de grifos de oro de evidente lujo. ¡Hay incluso un trampolín a uno de los lados de la piscina! Al mirar hacia arriba podéis ver que una enorme lámpara de araña es la encargada de iluminar la habitación. Las ventanas están cubiertas con cortinas blancas impolutas y la pared opuesta está coronada con un ventanal* en el que una sirena de colores se peina sentada en una roca en medio de un lago.

Al mirar arriba veis que la mayor parte de la iluminación es gracias a una enorme araña colgante del techo, aunque hay también candelabros de luz tenue en las paredes libres, todas de mármol blanco. Tal vez lo menos impresionante de la habitación es un par de puertecitas que seguramente dan a un par de inodoros, lo que explicaría porque el otro alumno apenas tardó un par de minutos en salir.

- Waw... - dice Zoe claramente sorprendida. - Este baño no se parece en nada a nuestras duchas. Qué lujoso... Seguro que bañarse ahí es super relajante.

- Es... increíble... Desde luego quién use este baño tiene muchísima suerte. ¿Lo podrá usar cualquiera? Aunque si no nos han hablado de él lo dudo mucho.

Desde luego era espectacular, la cantidad de grifos, aquella bañera que más parecía una gran piscina, como si parte del lago lo hubieran trasladado allí y, algo que me llamó muchísimo la atención, aquella vidriera con la representación de la sirena. Era hermosa y sus movimientos mientras se peinaba eran gráciles y acompasados. ¿Hablará?

- Vaya... ¿hola?

La sirena deja de peinarse para mirar con curiosidad a Debbie. Tras unos segundos de observar a la niña cómo si de algo extraño se tratase, parece reparar en la presencia de los otros dos niños. Los mira con la misma curiosidad y después suelta un ruidito que parece una especie de ronroneo antes de volver a peinarse. Tal vez no puede hablar como los cuadros, o tal vez hable sireno. Los libros que hablan de sirenas siempre explican que no hablan los idiomas de la superficie, sino su propio idioma. Bueno, los libros mágicos, claro. Si alguna vez leyeseis una historia de sirenas muggle todo cambiaría, pero por supuesto, su fuente sería la imaginación no el estudio.

Zoe contesta algo tarde (aunque dad la sorpresa puede ser comprensible) a la pregunta de Debbie.

- Teniendo en cuenta que necesita una contraseña no creo que sea para todos... Tal vez es de algún club, o algo así. - dice sin demasiada convicción en la última parte de la suposición.

-Pues yo pienso volver, estos baños son mucho más adecuados para mí...- Digo, pero ahora lo que había que hacer es bajar a cenar... pero me acordaré del sitio y la contraseña para regresar pues como todo baño tiene un pestillo... así que podría colarme.

-Venga, volvamos antes de que cojan mis platos preferidos...- Digo dando media vuelta.

Los pasillos estan llenos de estudiantes que vienen y van, pero ninguna cara conocida.

Cuando llegué al pasillo dejé de correr, mientras caminaba iba en dirección a la clase que tenía esa mañana, pero mi cabeza iba por libre, no podía dejar de pensar en que me sentí bastante triste ¿Me quedaría sola para los juegos? Suspiré de manera pesada, mientras pensaba en que quería escribir a mamá, necesitaba desahogarme con alguien. Mientras caminaba por el pasillo alcé la vista hacia los cuadros, observándolos con calidez, en realidad no dejaban de parecerme de lo más graciosos ¿Cómo lo haría? Quiero decir ¿Cómo harían para estar ahí dentro? Hice una muequita de no saber, mientras sonreía. Me paré frente a uno, para observarlo en silencio, no tenía la intención de molestar, por lo que tampoco saludé, ni llamé su atención. Mientras estaba allí clavada un montón de gente me rondaba de un lado a otro, seguramente ellos también tendrían clases.

- Hmmm...¡Hola! - escuchas que alguien te dice por detrás. - Eres...Diane, ¿no? Me parece que no hemos hablado mucho, y ya va siendo hora teniendo en cuenta que compartimos habitación... - te dice la niña tendiéndote la mano.

Brinqué sorprendida al escuchar una voz detrás de mí, girando rápida miré a la niña y sonreí ampliamente, haciendo que mis hoyuelos apareciesen en mis mejillas. Sin pensármelo dos veces agarré su mano con decisión, saludándola cómo el abuelo me había enseñado tantas veces.- ¡Un placer! En realidad sí, soy Diane... Creo que duermo en la cama que da con la tuya. ¿Elle? o... ¿Ellen? No recuerdo muy bien tu nombre, la verdad que últimamente mantengo más conversaciones con mi gato y mi planta que con la gente ¡¡ Es caótico !! -Solté su mano, para volver a llevarla a mis libros, sujetándolos perfectamente contra mi.- Disculpa que nunca me haya parado a saludar, la verdad es que normalmente salgo tan apurada de los dormitorios que... No miro quien está ¡¡ Pero sé que existís !!

- Ellen, pero si me llamas Elle también está bien. Y sí, estoy a tu derecha, pero estaba un poco nerviosa estos primeros días, ¿sabes? Nunca había estado en un colegio, estudiaba en casa, y no conocía muchas niñas de mi edad... Me ha costado horrores hacer esto, ¿sabes?  - dice mientras se ríe de una manera graciosa y dulce - Tenía tanta vergüenza... Pero te había estado observando y pareces tan alegre y simpática... ¡Uy! Osea, no es que sea una acosadora o algo así... No me refiero a que te siguiera por el colegio, osea... ¡Ay! - dice la niña intentado nerviosa que la frase no suene tan "rara".

-¡¡Cálmate!! Reláaajate... Respira muuuuy despacio y de manera profunda.-Mientras decía eso, movía mis manos, haciendo los gestos correspondientes para darle más carga a mis palabras. Tras eso, volví a tomar una pose normal y sonreí.- No debes precuparte ¡¡Eso sí!! Cuidado que muerdo muchísimo, muy muy fueeerte....-Comentó divertida, dejando ver que solo bromeaba con aquella frase.- ¡Es broma! No muerdo ni un poquito, la verdad es que más que morder... ¡Hablo! Hablo de todo y mucho, da igual de qué... Pero hablo. No me gusta el silencio, es tan aburrido que hasta el crecimiento del perejil es más divertido.-Torcí mis labios, para después sonreír de nuevo, posando mis orbes café en los de ella.- ¡¿Verdad que no fue tan grave?! Debiste acercarte antes... Me hubieras ahorrado el mantener conversaciones fallidas con mi planta. Creo que es un poco tímida, porque habla tan poco... O quizás es que sea mudita. Quién sabe.-Hice una pequeña "O" con mis labios.

La chica se relaja y empieza a reir a medida que hablas.

- No me equivocaba, eres muy divertida, Diane. Y creo que desgraciadamente sí: tu planta es muda, igual que la mía. Tendremos que aprender lenguaje de signos de plantas.

-¡Oh, vaya! Quizás sea eso... ¡Nosotras no hablamos el idioma plantil! Ahora entiendo porque mis conversaciones no eran fluídas.-Por el tono que usaba, parecía muy convencida de lo que estaba diciendo, pero en realidad solo bromeaba.-Aun que pensándolo bien... Creo que nunca escuché hablar de ese idioma ¡Quizás sea secreto! -Me llevé una mano a los labios, cubriéndome la boca, mientras abría los ojos completamente.-Seguro es de esos secreto... Que nadie debe saber ¡Incluso el libro en el que está grabado el idioma seguro está custodiado por un gran dragón negro de ojos centelleantes! ¡Woah!.--Mis ojos hicieron chiviritas ilusionados por mi fantasía. Siempre me gustaba eso, irme a mi propio mundo y indagar.

- ¡Jajajaja! Seguro que sí. O tal vez podemos descubrirlo... A lo mejor mover una puntita de la hoja es sí, mover dos es no... Inclinarse hacia delante es hola y hacia atrás adiós. - empieza a decir la niña siguiendo el juego, divertida y casi con tanto entusiasmo como tú. - Tenemos muchas plantas en la sala común, seguro que podemos hacer una investigación decente.

-¡Qué gran idea! Cómo no se me ocurriría antes... ¡¡Es fantabulosa!! ¡¡Magnífica!! ¡¡Increiblemente brillante!!.-Exclamé realmente emocionada por la idea. La verdad era que aquello no era más que una tontería de niñas pero... ¿Y qué? La gracia era que nosotras disfrutásemos.- Podríamos pedir a la profesora Sprout ser sus ayudantes, así podríamos ver muchas plantas, quizás alguna de ellas controle nuestro lenguaje por ser ancestral ¡Y pueda ayudarnos! ¡Oh, que genial!.-Aclaré mientras daba pequeños saltitos que no me hacían mover del sitio, pero que si demostraban mi excitación por la situación.- Me pregunto... Si ellas harán lo mismo por conocernos a nosotras. Hm...