Partida Rol por web

La noche se despejó y el alba empezaba a mostrar los primeros claros en la aldea. La noche había sido muy tranquila y todo el mundo empezaba a despertarse temprano pues la temporada de mercado no había hecho nada más que empezar. Las mujeres recogían los destrozos de la comilona que hubo la noche anterior para tener aseada la plaza para los peregrinos.

El día ennegrecía por momentos, juntándose nubarrones negros. Parecía que iba a haber tormenta. Se apreciaban relámpagos y el día se puso más que feo. Vientos muy fuertes en la aldea y temor por la sangre de los aldeanos corrían a partes iguales.

De repente, se abrió un claro entre tanta nube. El claro bajaba desde las nubes, a una velocidad horrible, hasta estamparse contra el suelo. Después de notarse un temblor, empezó a verse clara una figura...

¡INFELICES! Soy el mensajero de mis súbditos las bestias de Castronegro. Esta noche hemos decidido hacer un sacrificio en mi nombre. Después de cada noche, al alba, bajaré para sacrificar a uno de vosotros hasta que sólo quedemos mis seguidores y yo. Mis fieles súbditos han tomado una decisión, y yo la ejecutaré de inmediato, para mandar al elegido al otro mundo para el resto de la eternidad.

De repente, el Dios de los lobos clava su mirada en su víctima. Raudo, desenfunda su garra mortífera, enseñando sus afiladas uñas. Con una velocidad imperceptible, más rápida que la mirada de los allí presentes, el Dios corre para pararse delante de su primera víctima. Pone la mano en el pecho de la persona, como si quisiera arrancarle el corazón y ésta atraviesa el pecho de su objetivo.

El Dios lanza una mirada estupefacto a la que debería ser su víctima...

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Maldita seas Ciguaco. Esta vez has ganado el asalto, pero os juro por mis protegidos que ganaremos la batalla.

Muchos de los allí presentes ya saben qué ha ocurrido. Otros, sin embargo, están tan anonadados que no saben exactamente de qué va la cosa y luego están los más despistados que aplauden pensando que todo era un montaje de los magos para empezar el día de mercado con un espectáculo para animar a la gente.

La figura del Dios se funde con el destello, con los ojos inyectados en sangre por la rabia. El destello sube y las nubes empiezan a dispersarse para dejar paso a un sol radiante, aunque no caluroso pues se acercaba la época de las nieves...

Las telas que cubrían los puestos para protegerlos de los mangantes empiezan a desaparecer poco a poco y las calles empiezan a ser transitadas y los más preocupados por lo que ocurrió se reúnen para comentar lo ocurrido...

Buenos días habitantes de Castronegro. Soy el cuervo parlante de vuestra Diosa. Ella me ha asignado a uno de vosotros, para que me envíe. He sido destinado al que, a ojos de esa persona, es una de las bestias que intenta cometer asesinatos en la aldea.

Mi dueño actual cree que Travis Touchdown es uno de los hombres lobo, por tanto, durante el día me quedaré a su lado, para que todos recordéis el mensaje que intenta dejaros vuestro compañero.

Joder, que pasada, troncos. ¿Alguien me explica que ha pasado aquí?

Tom corre hacia la plaza del pueblo, no se quiere perder ni una: 

Está claro que los hombres lobo han tratado de asesinar a Ciguaco...
Otros sospechan de Travis... 

- Tenemos que pensar qué ha pasado... Hay asesinos entre nosotros y deberíamos empezar a hablar para ver quién puede haber sido. ¿Alguien tiene alguna pista de lo que ocurrió esta noche?

¡Oralé! ¿Que les hice yo a estos lobitos malos para que quisieran matarme? Sólamente soy una extrangera que vino en busca de ingredientes que no existen en mi país. Que lindo cuervito que sabe hablar. ¿Sabes decir "Trigo"?

Vinganna no daba crédito a lo ocurrido. La jóven Ciguaco había sido víctima de un ataque, pero sin duda sus poderes la habían protegido. ¿Qué poderosa magia tendría a su disposición la bella muchacha para protegerla de esa manera?. La mujer del bosque no dudo ni un instante en acercarse a Ciguaco y saludarla.

- Me alegro que el ataque haya fracasado y todavía te halles entre nosotros, Ciguaco. Pero, ¿cómo has hecho para protegerte de esa manera?, ¿puedes usar tus hechizos para protegernos a todos?

La pelirroja mujer sabía que no habría hechizo alguno que los protegiera a todos, pero preguntando al menos podía iniciar una conversación. Mientras tanto, miró a Travis desde lejos y levantó una ceja mientras lo observaba en silencio.

Caramba, cabello de mole, no se por que decis eso. Soy la hechicera de mi tierra, pero no soy tan chipocluda. No se que Dios o Diosa me protegió, pero le felicito. Hubiera dado las gracias y dormido junto a las estrellas si no me llega a proteger.

Adán había pasado la noche descansando tras un duro viaje. Al día siguiente, tras levantarse y bajar para desayunar, vió una figura que amenazaba a una de las habitantes del pueblo queriendo quitarle su vida. Afortunadamente, perplejos por lo que estaba ocurriendo en ese momento, no se tuvo que lamentar la muerte de la mujer.

Después apareció un cuervo el cual explicó que había sido envíado allí por alguien del pueblo para desenmascarar a un hombre lobo. Tras dar el nombre del posible hombre lobo, se posó a su lado.

Adán, se acercó a los que estaban allí, entre ellos la afectada Ciguaco.

-Que cojones era eso? que ha pasado? Es una suerte que no te haya pasado nada.

Dirigiéndose a Tom. -No se chaval, pero si que deberíamos hablarlo y solucionar esto antes de que se demasiado tarde.

A la finalización de los oficios de la mañana, el corro de beatas acude a ponerme al día de los sucesos de la noche. Una extranjera ha sido atacada por los lobos, salvando la vida milagrosamente, se empieza a hablar de sospechosos. Una vez más, la maldición de Castronegro se cierne sobre nosotros, dirijo mis pasos hacía la plaza para recabar información de primera mano, los corrillos habituales, en los que se deforman los hechos, intento ver a las autoridades locales o la mujer que ha sufrido el ataque, esperemos que el Señor nos ayude a superar esta prueba.

Pensé que todo había sido un sueño del alcohol... Un mal sueño. No entendía nada de lo que había ocurrido. Primero un ser extraño, y luego un cuervo parlante. No tenía sentido preguntar qué había pasado. Tenía más sentido hacer otra pregunta.

-¿Por qué ha ocurrido esto? ¡Castronegro era una ciudad de buenas personas y pacífica! Y ahora, va y aparece esto. ¡Todo en una sola noche! Alguien... ¡alguien ha traído la desgracia a Castronegro! -busqué con la mirada- ¡Travis, Travis Touchdown! ¿Dónde está ese Travis?

Despierto apenas descansado con sed. Tendría que salir de la cama. 

Me dispuse a dirigirme a alguna taberna para saciarme, y de pronto me encontré con bastante gente, que hablaba sobre algo de un cuervo que les había dicho que casi matan a una joven. ¿Será efecto de las drogas esto que me están contando? ¿Puede ser verdad?

Según dicen no pasó nada. Pero me junté un poco más a ellos para ver si podía enterarme de algo más. ¿Travis? ¿Desgracia? ¿Lobos? Todo esto parecía de otro mundo, de uno de los de ficción. 

Joder si lo llego a saber me quedo en la cama... Cuando aparecio el pájaro estuve a punto de ensartarlo y asarlo vivo en el primer fuego que encontrase, pero mientras trataba de agarrarlo pense que eso no ayudaría mucho a mi imagen.

Salgo con la cabeza alta y mirando fijamente a los ojos a todo el que cruza mi mirada. Si alguien me acusa que al menos lo  haga con la entereza de hacerlo a la cara.

- Yo soy Travis Touchdown. Y soy tan hombre lobo como tu hombre hada. Por amor de Dios ¿Se puede saber quien demonios dice que soy un Licantropo? Que tenga valor y me lo diga a la cara. Hay pocas cosas peores que apuñalar a traición por la espalda.

Mierda, ¿y ese perro?

No puedo creer lo que mis ojos ven, si fuera por historia diría que Anubis ha venido a visitarnos.

¿ Y Anubis porque quiere matarnos?

Felicia saca un libro y comienza a leer

Anubis es el Dios de los muertos. "El que preside la tienda divina", que es el lugar de embalsamación; o el de "El que está sobre las vendas". Es el dios de la momificación que acompañaba al difunto ante el tribunal. llamado también "El que cuenta los corazones", ya que Anubis imponía las manos al difunto para quitarle el corazón y llevarlo al juicio, donde será pesado bajo su vigilancia.

Creo que he leido suficiente, los lobos vienen por nuestros corazones, pues seguro tienen un negocio de transplantes de organos...

Los ojos de la niña no pueden mostrar mucha sorpresa.

No quiero que se roben mi corazón...

Escuchando a Felicia, que había hecho un interesante comentario, me acerqué a ella para ver el libro que estaba ojeando. Ciguaco conocía bien la cultura egipcia, ya que sus ancestros habían desarrollado y aprendido técnicas similares. Y aunque era un misterio como esas dos culturas tenían vínculos en común con tantos kilómetros de océano de por medio, era indiscutible que ese vínculo existia. Bravo chamaquita. Estas ducha en historia. ¿Te late? Ten lomo y sé teflona. Por que si esos lobitos feos quisieran traficar con órganos, los tuyos son así como pequeñitos y no les servirian de mucho. Además, ese valedor que me protegió, seguro que protegerá a una chamaca lista como tú si se ve amenazada.- la dice Ciguaco poniéndose en cuclillas y sonriendola.

¡Qué alboroto! Salgo del pajar que me cobijo aquella, mi primera, noche en Castronegro. Me dirijo hacia el gentío y escucho con gran asombro lo que se cuenta. Por tanto las leyendas son ciertas...
Todos hablan y pocos escuchan. Me dirijo al joven Tom y le pregunto:

- ¿muchacho, puedes tu aclararme que paso?

No entendía muy bien lo que había pasado. ¿Una luz llegando desde el cielo? Desde luego que lo primero que pensé fue en algún tipo de magia creada por algún hechicero del lugar; algo así como un espectáculo de bienvenida  turistas o buhoneros. Pero nada de eso: una figura lobezna había venido e intentado acabar con alguien... esa tal Ciguaco... ¡Ciguaco!, una mujer con pinta de hechicera... No no no.. no puede ser..., la idea de haber provocado ella tal enigma era a priori improbable.

¿Y ese cuervo? Muchas preguntas me hacía yo, y miraba a todos lados por dos razones: una para ver quién de ellos no sería quien dice y otra porque mi comprador no había aparecido en toda la noche... Tenía preparada su poción, y la compraba a buen precio...¿Le habría pillado ese dios de los Lobos en la noche? Ojalá que no.