Partida Rol por web

La noche transcurre con miedo en el cuerpo y atentos a cualquier ruidos que pueda suponer que esos bárbaros han entrado en el templo. Poco a poco la noche va dando a su fin y con la llegada de los primeros rayos de sol un grito visceral y asustadizo os saca a todos de los brazos de morfeo. En la puerta principal podéis ver como la entrada esta abierta por lo que debéis bloquear el acceso e iniciar de nuevo la defensa antes las hordas bárbaras que os rodean. ¿Quien habrá sido la miserable persona que ha intentado abrir la puerta del templo para que os pudieran atacar?

Después de una corta pero agradable noche, Octavio despertó tranquilo por primera vez en varios días, sin embargo la aprente felicidad duro poco al descubrir que algun traidor no solo habóia intentado abrir la puerta para dejar entrar a los barbaros, sino que había arruinado los esfuerzos de todos del dia anterior. Pero esa obra dificilmente seria llevada a cabo por un sólo hombre, al menos 2 tuvieron que ser responsables de tal barbaridad.

Malditos cristianos asesinos. Esta vez la pagaran caro. Marco Antonio, tu que organizaste las defensas de la puerta, ¿notaste a alguien sospechoso, alguien capaz de dicha atrocidad?

Gaia se desperto. Un rayo de sol le dio en la cara, lo que no deberia ser normal, ya que habian tapado los huecos. Cuando vio la puerta abierta, corrio hacia ella, gritando y despertando a los demas.

-¡La puerta esta abierta! ¡Despertad!

Empezo a tapar la entrada como pudo, pero necesitaria la ayuda de los demas soldados que ya se estaban levantando.

Con el enojo Octavio perdio un poco los estribos que solo recupero al ver a Gaia tratar de cubrir la puerta. Ahora te ayudo, tratemos de cerrala  lo más rapido posible

Depues de mantener a raya a algunos barbaros que se acercaron a la puerta, Porcio Caton se tomo un descanso, durmiendo al lado de su esclava, al oir el grito de algo de la puerta, se levanto sobresaltado, corriendo a toda velocidad, toda la velocidad que su ya avanzada edad le dotaba, para ayudar a cerrar de nuevo la puerta y bloquearla.

¡¡ Por Todo los Dioses !! - dice ayudando a quien estuviese cerca de la puerta , para volverla atrancar -

Solo nos faltaba, que quien quiera que sea, dejara una brecha abierta para que los barbaros entraran.. -dice apresurandose en poner cuantas cosas puede en la puerta -

Marco Antonio aparece en la sala caminando con los brazos agarrandose el estomaga y usando la pared para apoyarse, cuando escucha los de Octavio y Gaia intenta correr pero solo logra dar unos pasos tambaleantes antes de caer de bruces y vomitar todo el contenido de su estomago MALDITOS SEAN!!! piensan mientras devuelve sin parar y sin apenas poder respirar.

Cuando temrina se deja caer de espaldas con los brazos extendido intentando recuperar el aliento y apenas lo logra susurra unas palabras No coman ni beban nada... logra decir antes de perder el conocimiento.

-¡¡Esto es una infamia!!- dice mientras se lanza contra la puerta, para que se cerrase con un ruido sordo y pesado. -Traed esos maderos! si es necesario, quitad las columnas, que tapiaremos esta puerta de una vez- dice ordenando inmediatamente.

Y al ver a Marco Antonio enfermo lanza con su vozarrón una orden más a alguien -Ayudad a Marco Antonio, necesitará expulsar todo el veneno... o lo que sea que haya comido- dice señalándole.

-Cobardes asesinos, locos de remate e indignos traidores, buscan la destrucción de los hijos de Roma aunque en el camino pierdan sus vidas!!- grita mientras los ecos rebotan por todo el templo. -Hasta aquí señores. Es el momento de usar lo que sabemos para descubrir a estos sospechosos, conspirando para que condenemos a romanos inocentes... o pasando de nosotros mientras se alejan del conflicto y de las miradas curiosas y acusadoras.-

-De nuevo es el momento de razonar, e imponer nuestra astucia sobre la de estas serpientes rastreras- dice Pompeyo el grande.

Oh por los dioses esto es muy pero muy serio. Digo alarmada mientras miro la puerta y la afirmacion de que Marco Antonio era quien le ha cuidado me impacienta, tenemos un enemigo mas peligroso del que creiamos pues ha intentado abrir la puerta para que todos muramos de una vez, ohh que terrible es todo esto... digo con sinceridad,  ¿quien habrá sido el canalla que mientras dormiamos intento abrir la puerta desde adentro?, y más aún, ¿quien habra sido el desalmado que sabiendo que dormitabamos querian que nos mataran mientras estabamos sin poder defendernos?...

Miro a mi amo mientras me limpio las lagrimas, esto es horrible, !horrible!

-¿Las puertas abiertas?¿Antonio envenenado? malditos traidores.-

Bruto corrió junto al general. - Antonio, Antonio. - lo colocó de lado y buscó su respiración. - ¡Alguien que atienda a Marco Antonio! - y corrió a ayudar a cerrar las puertas.

Erastes se despertó sobresaltado, y es que aunque no hubiera dormido bien por miedo se levantó al oír los gritos y fue a ver que pasaba. No solo tenían que preocuparse de los bárbaros del exterior, sino que habían traidores dentro de las puertas.

Luego oyó como alguien tenía problemas y se acercó a ver que le pasaba. El templo era un caos y la situación era incontenible, tenían que encontrar al que estaba provocando todo eso. Erastes iba a estar atento de la manera de actuar y de lo que decía la gente, esperando poder encontrar algún dato revelador.

Despierto aún pensando en lo injusto de las últimas muertas, era jóvenes hábiles y capaces que nos podrían haber servido de mucho en estos momentos. Sobre todo ahora con Marco Antonio enfermo. Los asesinos están siendo realmente hábiles y el último golpe, el de la puerta, ha sido el más astuto de todos, gracias a los dioses que no dio todo el resultado que debería de haber dado. Ayudo en silencio a cerrar otra vez las puertas.

-Oh, ¡Cállese ya, Egneo! Siempre el mismo discurso y sigue sin servirnos de nada. Nunca dice nada concluyente más que hay que desconfiar de los que callan, a su modo insufrible usted es el que más está callando- respiro un momento mientras pienso en las consecuencias que puedan traer mis palabras, cuando decido que ya nada peor puede pasarme continúo-. Y ahora ni se le ocurra decir nada sobre la insolencia del esclavo, después de haber defendido que aquí somos todos romanos. Ocúpese de su labor de soldado y asegúrese que no ha entrado ningún indeseable más en el templo.

Levi se levanta al oir los gritos de los demás al ver las puertas abiertas.

Yo ayudaré a cerrar las puertas.

Luego coje un tablón demadera del tacho, que estaba caido en el suelo y lo llevó a la puerta para tapar la entrada.

Cuando la consigue bloquear, se acerca a Marco Antonio y les dicen a los que están cerca.

Quizás no sea envenenamiento, sino mal estar. Su estado puede ser causado por el nerviosismo y la tensión a la que estamos sometidos. Y lo aunmetaría un gran ejercicio físisco... como el hecho de haber abierto las puertas... por ejemplo.

No quiero decir nada con eso, pero no me fio de nadie, eso le icluye a él y su "supuesto" envenenamiento. Puede estar fingiendo para que nuestras miradas se alejen de él.

 El problema es que no sabemos quien es quien, quien es el bueno, y quien el malo...  digo con rabia, cualquiera puede ser el culpable. Añado de manera simple, mientras observo la puerta y la actitud de Marco Antonio, el veneno debe matar no dormir, es muy raro.... muy raro.

 Ante los gritos de que las puertas yacen abiertas corro cargado de armas.

-¿Como es posible?. Malditos Infiltrados.

Mujeres, atiendan a Marco Antonio. Los demás apuraos con las puertas.

Tito Pullo se despierta sobresaltado sin recordar cuando se quedó dormido (tal vez cuando cerró los ojos "solo un momento" para descansar). Las noticias de que se necesitaban recomponer las defensas hicieron que se levantara rápidamente y, tras ver que su mujer y él estaban bien, se lanzo corriendo a cerrar las puertas empujandolas con el hombro ayudando a Octacio, Caton y Levi, que se afanaban por cerrar la brecha en las defensas que el día anterior estaban perfectamente al caer la noche.

Una vez cerrada y tabicada la puerta, se gira extrañado de que haya mucha gente y muchas voces pero pocos brazos ayudando listo para reprocharle a Egneo y Posca su palabrería (reprocharle a Cesar y Bruto que dieran ordenes era como reprocharle al sol que se retirara al atardecer), pero ver a Marco Antonio en el suelo cambia su orden de prioridades. - ¿Pero qué...? - pregunta extrañado mientras corre hacia él. Cuando Levi acusa a Marco Antonio, Pullo se gira hacia él - No digas cosas sin sentido Levi, ¿cómo va a resentirse así un veterano de la XIII Legión por el esfuerzo físico?  ¿Acaso no es más mas fácil pensar que los dioses le han protegido de un envenenamiento dándole una segunda oportunidad y demostranbdo que no es un cristiano? Claro, que también puede ser que Marco Antonio sea el Hombre Negro que nombra una leyenda egipcia que escuché cuando estuve allí con Cesar, Voreno, el mismo Marco Antonio... y tuve el placer de conocer a la reina Cleopatra. De todas formas, debemos andar con cuidado. Hay más peligros ocultos de los que creíamos y está claro que la palabrería no solo no nos lleva a ninguna parte sino que nos mete en problemas cada vez más graves. Hay que tomar la iniciativa y acabar con los asesinos, o moriremos todos mientras discutimos y lanzamos arengas.

 Completamente agotado y dolorido tras un dia de luchas y una noche sin dormir me levanto y corro hasta la puerta para acabar de bloquearla

Tan pronto como acabamos llega Marco Antonio aparentemente envenenado, pero lo último que dice Levi me escama

-que mejor modo de parecer inocente que simular ser una víctima- pero claro, podría ser ese misterioso hombre de negro del que habla Pullo.

-intentemos despertarle y que nos cuente mas claramente que le ha pasado, ¿hay algún medico aquí?-

La insolencia de Posca era diferente a la que atendería de forma normal, sonrío levemente -¿Que pasa Posca? ¿Acaso tan escaso es tu entendimiento que no eres capaz de entender mis teorías y mis sospechas? ¿Tan desesperante es eso para vos?- y levanta la mirada.

-¿No eras tu acaso hace unos días el defensor de no revelar sospechas para no ayudar a los asesinos? y ahora que lo hacemos con recelo, parece incomodarte... - y le mira -Hombre insensato! te contradices a ti mismo sin esfuerzo-

-O acaso... te predispone hacia mi que nadie más comparta tus sospechas? que solo tu me hayas votado y los demás Romanos no concuerden contigo? no aportas nada más que palabrería, pues quien no sea capaz de entender entre mis intervenciones, quizás quiera nombres para con su dedo acusatorio, culpar por desastres...- y se cruza de brazos.

-Eres como un niño pequeño, y tus pucheros de poco servirán.- y camina dejando las puertas bloqueadas atrás.

Mira a Tito Pullo con gesto sereno. -Veo poco probable aquello, pues, con la tensión de la invasión, había al menos una veintena de ojos abiertos anoche. Ningún cristiano que se precie podría haberse hecho invisible y envenenar a Marco Antonio- comenta -Pero bien has dicho, no podemos dejar de desconfiar de nadie.-

- ¡Deja las palabras de una vez, Pompeyo! Fuera puedes ser un gran general, pero aqui seres uno más. Además, si tanto sospechas de quienes se ocultan, deja en paz a los que dan la cara, como mi mujer, a quien votaste el tercer día a pesar de estar todo el tiempo aqui ayudando a los demás y vota a los que se quedan en la sombra, como Quitus Pompeyo, que se dedica a votar desde las sombras. No recuerdo haberlo visto desde el tercer día, antes de la votación, pero si que aparece para votar desde las sombras y luego retirarse de nuevo a ellas. Además, tu teoría sobre que nadie pudo actuar durante la noche está muy bien y me parece acertada, pero al amanecer la cosa cambió completamente, o si no, no habríamos encontrado las puertas abiertas. El envenenador habría actuado entonces, ya de día, cuando todos estabamos despertando o corriendo a cerrar la brecha en las defensas. Nadie come ni bebe de noche, asi que el envenenador actua de día*... y durante el día, nadie ha estado tan atento a las acciones de los demás como hemos estado durante la noche. Así que dejad de discutir de una vez y tomemos la iniciativa. Dejemos a Marco Antonio descansar y busquemos a quien ha dejado abiertas nuestras defensas antes de que regresen los bárbaros... o a saber que será lo próximo que nos tenga preparado.

Buena esa Tito Pullo, me acusas ahora solo por que vote en tu contra. ¿Preguntas que donde estuve el día de ayer? Pues me dedique a revisar puertas, ventanas y cualquier punto de acceso que los bárbaros pudiesen usar mientras los demás os dedicabais a parlamentar.

Cambiáis de idea cada mañana, en cambio yo estoy siendo consecuente con mis creencias y con lo que dije en el tercer día. Pienso que varios de vosotros estáis aliados en las sombras y que os unisteis para votar en contra de Levi, ese mismo día uno de todos vosotros Marco Julio Ticeron fue linchado públicamente y que casualidad que esa misma noche uno de sus votantes, Mascius, fuera asesinado.

Sigo pensando que los votantes del primer día en contra de Levi estáis aliados y sois los causantes de todo este alboroto, primero te molesto Espartado y acabó muerto, luego Mascius y también está muerto y ahora yo que he votado en tu contra soy el siguiente en la lista.

- Vacias palabras para quien pudo estar todo el dia de ayer viendo la mejor forma de forzar las puertas al enemigo. Si te he nombrado ha sido porque eso de desaparecer todo el dia y llegar a tiempo de las votaciones sin hacer acto de presencia me resulta de lo mas sospechoso. Como si no quisieras levantar sospechas. Y no, no lo digo porque me votaras, Herodes ya me votó antes que tu y no ha habido una palabra mia en su contra. Lo digo porque lo mismo que has aparecido a votar podias haber aparecido para hacer algo mas que esconderte, algo mas propio de una rata o un asesino que de un soldado. Y no retuerzas los hechos, ¿Desde cuando Mascius me ha incomodado? Usas tu lengua de serpiente para envenenar los oidos de los credulos y solamente apareces cuando se te acusa. Eso no habla muy bien de ti precisamente...