Partida Rol por web

- Al día siguiente, el Instructor Azul ordena que los heridos sigan descansando. Los curanderos los visitan muy a menudo y los tratan con ungüentos y hierbas.

- El Instructor Azul habla con Bizcochito y Marronoso, les dice que ambos son los mejores luchadores de la Escuela y que por tanto van a representar a la Escuela Azul en el Desafío del Rey de la Colina en el próximo día de la Sangre de la semana entrante. Les explica que en ese desafío suele haber un montículo fortificado en el medio de la Arena y una bandera que hay que proteger o arrebatar, según el equipo en el que se esté. De todos modos el desafío nunca es igual, por lo que deben estar listos para esperar lo inesperado. El Instructor pasa el día y parte de la noche entrenando intensamente a ambos.

- Herreforo le dice a Petaculos que se tome el día libre.

- "Vaya Bilis, estás hecha unos zorros. ¿Eso que toses es sangre? Vaya, parece que sí. Quemaste al enano, lo hiciste bien. Claro que ese enano es todo un perdedor, no tiene nada que hacer en la Arena. ¿Qué será lo siguiente? Ah, sí, languidecer en tu celda por lo menos dos semanas más... Parece que no has sido elegida para el próximo espectáculo. ¿Por qué será?" -

- "Bien, hoy quiero que dejes el arco y te concentres en el gladius. Veamos, muévete así, un, dos, tres, cuatro. Ataque, parada, ataque, parada. Avance, retroceso... Muy bien, lo que haces mejor que la mayoría de legionarios que conozco y eso que antes de estar aquí eras una civil que no sabía nada de manejar un arma. Creo que lo tuyo es un talento natural, Bizcochito." -

- "Marronoso, es posible que durante el Desafío del Rey de la Colina de la semana que viene tengas que cargar colina arriba, algo especialmente difícil, especialmente en un montículo hecho de arena y tierra suelta. Todo lo que entrenes ahora te será útil en el futuro, así que quiero que cargues y golpees con todas tus fuerzas una y otra vez contra ese estaferno de hierro. A ver si logras partirlo en dos." -

Miro a Herreforo confuso, no entiendo por qué recibo este trato "especial". Aún me siento algo mal por el desafío, pero ya no puedo cambiar lo que hice.

- Herreforo, estoy bien. Puedo seguir entrenando.

Herreforo parece concentrado en observar a Bizcochito como entrena con el Instructor. Cuando Petaculos se presenta para entrenar a duras penas le hace caso y la única vez que le mira se adivina en sus ojos un deje de desprecio:

- "Vuelve a tu celda y duerme si quieres. Tómate el día de descanso." -

- "Es voluntad de tu Señor que perseveres y sobrevivas. Considera el hacerlo como parte de tu nuevo deber." -

El espíritu de un enano fallecido mucho tiempo atrás se aparece en un vivido sueño a Tapón, para después desaparecer. Algo le dice a Tapón que este envidado de los dioses ha ido a ayudar a otra persona especial.

- El resto del día del Sol transcurre con normalidad.

CUARTO DIA DE LA LUNA DE ERATHIS 4480:

- Da comienzo un nuevo día en la Escuela Azul.

- Casi a regañadientes, Herreforo retoma el entrenamiento de Petaculos, parece que el Instructor Azul le ha ordenado hacerlo.

- Tapón está físicamente más recuperado, puede volver a supervisar el entrenamiento de Marronoso.

- Bilis todavía se siente físicamente destrozada y pide descansar tumbada en la paja un día más. Los curanderos aconsejan también su descanso.

- El Instructor Azul se concentra en el entrenamiento de Bizcochito, a la que al parecer considera la gran bbaza de la Escuela para el Desafío del Rey de la Colina de esta semana.

- A media mañana llega a la Escuela Azul un grupo de seis legionarios bajo bandera judicial.

- Portan a un preso encadenado, un enano, que ha sido adjudicado a la Escuela Azul por el Juez Adolfus el Sabio.

- Los Legionarios entregan el esclavo a los guardias de la Escuela y le dan la documentación al Instructor Azul, después se retiran.

Estaba molesto por cómo Herreforo parecía que quería quitarme de en medio. No pensaba quejarme, pero por suerte al final tuvo que ceder y continuar con mi entrenamiento.

"Así tendré la mente ocupada".

- "¡Maldición! Otro enano... Aquí dice que eres un estafador..." - Dice mirando los papeles del Juzgado.

- "Bien, eso ya no importa. Tu vieja vida ha quedado atrás, y este es el inicio de una nueva. Una nueva vida de Gloria y Honor en la Arena de Detritus... A partir de ahora tu nombre es Muñón, si lo olvidas o desobedeces serás azotado. Tenemos a una Tiefling que te dejaría gustosa la espalda en carne viva a cambio de un buen bistek." -

El Instructor se vuelve hacia la Arena de Instrucción, donde Tapón está aconsejando a Marronoso tras una carga poco afortunada en la que el gigantesco dracónido por poco se hace daño.

- "¡¡Tapón!! ¡Ven aquí! Marronoso ya sabe lo suficiente como para practicar solo.

Este es Muñón, vuestro nuevo compañero. Enséñale la Escuela y su jaula para dormir y explícale todo cuanto necesita saber." -

El Instructor regresa a donde está Bizcochito, bebiendo agua que le ha traído una criada y descansando un momento.

- "Vamos, Bizcochito. Ya has descansado suficiente. Ahora levanta otra vez esa gladius y cúbrete de mis ataques. Y uno, dos, tres, cuatro..." - ¡Clank, clank, clank, clank! ¡Zas!

 Tapón mira al recien llegado.

 - Hola hermano, parece ser que compartiremos suerte durante un tiempo, unos días por lo menos.- Habla de forma pausada, mesurando las palabras.- Me llaman Tapón, sigueme, ten mostraré nuestras celda y la parte por donde podemos movernos en este cmplejo.

Tras ver al nuevo gladiador llegar, Marronoso continua con sus actividades de entrenamiento. Desde que escucho el nombre de la prueba y la breve descripcion que le dio el instructor Marronoso estuvo pensando en una tactica para afrontar dicho combate. En un momento de descanso y aprovechando que el instructor tampoco estaba ocupado el draconico se acerco a habalr con su señor.

-Instructor, creo que tengo una buena estrategia para el combate de la semana proxima. Si no me equivoco usted dijo que la prueba era de escalada verdad, y como buen guerrero con experiencia que soy se muy bien que los arqueros tienen ventaja sobre los objetivos que estan en bajada con respecto de ellos. Yo creo que si bizochito puediese subir a la cima del monticulo de arena primera podria facilemente atacar a nuestros adversarios mientras me da tiempo a mi de llegar junto a ella. Ahora estoy seguro que se preguntara como es que bizcochito podria llegar arriba antes que todos, bueno yo pense que quizas podriamos hacer una prueba de "lanzamiento de bizcochito". Paso a explicarme mejor, mi fuerza es descomunal comparada con la de los demas guerreros en esta y en la otra escuela, y estoy seguro que si me empeño, a un ser de tan diminuto tamaño como es bizcochito, podria lanzarla bastante lejos. Me gustaria hacer una prueba en la que los sirvientes hagan una torre de paja lo mas alta que puedan y yo lanzar a bizcochito con todas mis fuerzas para ver que tan alto puede llegar. Estoy seguro que podria ahorrarse mucho tiempo y llegar arriba antes que nadie para aprovechar su ventaja como arquera. Que dice instructor, quiere poner en practica mi idea y vemos que tan alto puedo lanzar a bizcochito???

El guerrero espero la repuesta del lider de su escuela, tal vez pensaria que es una estupidez, o tal vez pensaria que es una idea brillante. Lo sabria en un momento, el intructor no se andaba con rodeos.

Todo resultaba extraño para Harold. Su vida había dado un giro completo en tan sólo unas horas, y aún no terminaba de creer lo que le había ocurrido.

Sin embargo, allí estaba, rodeado de bestias extrañas sedientas de sangre, con un instructor dispuesto a darle como diversión...¡a una asquerosa Tieflin!

Harold movía la cabeza a un lado y a otro como si pudiera despertar de un mal sueño, pero allí seguía todo. 

A partir de ahora tu nombre es Muñon dijo secamente el instructor.

Hah...que imaginación, seguro que ha puesto nombres así a todos y está orgulloso de ello

En ese instante, le encomendó a un tal Tapón que le enseñara el lugar. Como se temía, Tapón era el nombre de mofa que le habían asignado a otro enano. Pero al menos era un camarada enano.

Hola...yo soy...bueno supongo que ahora soy Muñon. le contestó a su saludo De verdad...¿convives con esas criaturas? preguntó señalando con la cabeza al dracónido y a la tieflin. Esto es tan confuso...yo no hacía daño a nadie...

- De todos los demonios que rondaban el bosque, me fue a tocar el más inútil. Y uno además con tendencia a derribar puertas abiertas. Vamos, uno que me ofrece su ayuda justo cuando no la necesito, cuando prácticamente  tenía la victoria en la mano. Así que no me vengas con tus sarcasmos de tres al cuarto, que tu utilidad hasta ahora ha brillado por su ausencia y si aún sigo viva, desde luego no te lo debo a ti.  Así que vuelve a tus pasatiempos y déjame descansar.

Sin embargo, Bilis a pesar de su bravata se sentía insegura. Y por primera vez sentía que la tentación de ceder al ofrecimiento del demonio crecía.  Y esa vez no era el poder lo que la tentaba, sino el miedo que la espoleaba. Sabía que sus oponentes en la Arena se estaban haciendo cada vez más fuertes, y no pasaría mucho tiempo antes de que fuera incapaz de vencer a ninguno de ellos, si no lograba ella también mejorar sus habilidades. Y si bien odiaba la idea de ceder a su demoníaco mentor algo le decía que no lograría sobrevivir demasiado tiempo en los combates si no se hacía más poderosa. Cerró los ojos. Dejaría la decisión para mañana, de todas formas aún estaba demasiado débil para intentar cualquier cosa.

Tendida en la paja, Bilis miraba el húmedo techo de piedra de su celda. Ya iban para dos días que yacía allí tumbada recuperándose de sus heridas y perdida en sus reflexiones. La sacaron de su ensimismamiento unos ruidos en la sala común. Era el Paladín con …¿otro enano? Así que había un nuevo inquilino en la escuela azul  Se incorporó sobre un brazo mirando al recién llegado. Otro enano, sí, y que no tenía mucho aire de guerrero ¿cuánto duraría este?  Saludó con una inclinación de cabeza a Tapón que parecía hacer de cicerone mostrándole al recién llegado las distintas dependencias.

Durante el entrenamiento, y cuando nos quedamos a solas, me encaro con Herreforo.

- Si tu enfado conmigo es por el contradesafío, ¿por qué me permitísteis lanzarlo? Además, ha beneficiado a la Escuela: gané un combate, le quité el arma a la sanadora, y la dejé fuera de juego para que no curara al rival de Bilis.

Para quitarle gravedad al asunto y recuperar la "familiaridad" saco un tema de conversación de las pocas que había tenido con él.

- Y la prueba del Rey de la Colina... Correr, trepar... Debería ir yo. Si tuviera mi arco...

Observo al recién llegado cuando el Instructor lo presenta. "Otro desgraciado. ¿Qué habrá hecho para estar aquí?"

No parecía luchador. "Quizá le vaya bien, como a Bizcochito".