Partida Rol por web

 Ante las observaciones del enano Bannor asiente.

 - Convivo con estas personas.- Dice haciendo incapié en lo de personas.- Ahora, somos lo más parecido a compañeros que tendrás en los proximos tiempos.

 Tras llegar a la celda mira a Bilis.

 - Ella es Bilis.- Dice dirigiendose al enano.- Bilis, te presento a nuestro compañero de celda, le llaman Muñón.

Observo en silencio la llegada de nuestro nuevo compañero mientras habla el instructor azul, no quiero interrumpirle, que ya es bastante agotador tener al instructor azul entrenándome como para que encima, lo haga algo enfadado.. Una vez ha terminado de hablar, me decido a presentarme. - Si es la mitad de agradable que Tapón será un gran compañero, tan sólo espero que pueda sobrevivir y no le pase como a los que ya hemos perdido por el camino..

- Saludos Muñón, es un placer contar contigo en la escuela azul. - Digo con una sonrisa y mi acostumbrada cordialidad. No me paro demasiado, ya que tengo que seguir entrenando si no quiero ser una " manchita " roja en la arena.

No me da tiempo a hacer demasiado cuando aparece Marranoso. - No puede ser verdad lo que está diciendo - Desde mi pequeña estatura no le veo la cara al enorme dracónido, pero aún así, miro hacia arriba, alucinando totalmente tras su proposición.

- Yo emmm... señor dracónido - digo ya que me da miedo este ser al no querer nunca relacionarse con el resto de sus compañeros -  siempre se me han dado bien las acrobacias, pero cree de verdad que es buena idea?

- "Yo no tomé la decisión de aceptar tu contradesafío.

Y sí, tienes razón, elfo, tu victoria te ha dejado bien situado. Aunque has demostrado bastante a las claras el verdadero carácter de los de tu raza...

En cuanto a sustituir a Bizcochito... ¿tú sueñas? ¿Acaso durarías más de dos asaltos contra Champiñón?

Has ganado a la más débil de la Escuela Amarilla, pero no te autoproclames Campeón de Detritus tan pronto. Necesitarás unas cuantas victorias más para llegar a algo." -

Ignoro su comentario racial (no serviría de nada discutirlo) y evito hacer comentarios sobre su doble moral (él fue gladiador antes que yo y ahora está aquí por el dinero). Así que sonrío.
- Tienes razón. Sigo siendo el más débil de la Escuela. Seguiré entrenando.
"Y ya encontraré alguna forma de compensar mis errores... si sobrevivo".

Bilis miró al enano apodado Muñón y lo saludó con un movimiento de cabeza.

- No te daré la bienvenida a un sitio como este, sería como una broma de mal gusto. Lo más que se me ocurre es desearte suerte con tu nuevo destino. Y volvió a tumbarse en su lecho de paja.

No prestando mucha atencion al recien llegado y mas preocupado por entenderse con su futura compañera de combate Marronoso le responde a la mediana.

-Si, estoy seguro. Solo quiero que el instructor apruebe mi idea y me diga si es factible lo que digo. La verdad es que ese Champiñon de la otra escuela es un guerrero muy habil, sobre todo con esa ballesta que logro conseguir. Pero si podemos ganarnos una ventaja hay que aprovecharla. Ese tal legionario, el nuevo gladiador en la escuela amarilla, no me preocupa tanto ya que es un guerrero cuerpo a cuerpo como yo y no perderia contra el. Tu por el otro lado, en un combate cuerpo a cuerpo solo serias un estorbo, por eso es que necesito que llegues primera a la cima asi podras inflingir el mayor daño posible antes de que nuestros enemigos logren alcanzarte.

Anticipandose a la pregunta de la mediana y a su posible miedo Marronoso agrega tras una pequeña pausa.

-No te preocupes, yo estare contigo antes de que sufras algun daño considerable.

- "Marronoso, esa "estrategia" que propones es un verdadero disparate. Primero, porque no podrías lanzar muy lejos a Bizcochito, ella sola seguro que puede correr más rápido. Además, habría un serio riesgo de que ella se lesionase al caer, con lo que no podría ayudarte en el combate. Por último, te quedarías atrás cuando de lo que se trata es precisamente de que vayas tú delante abriendo camino mientras Bizcochito te cubre a distancia." -

Me vuelve a circular la sangre, que se me había helado, al escuchar a mi compañero querer lanzarme por los aires. - Con lo enormísimo que es fijo que podía volar durante dos días si me lanza - pienso viendo la enorme estatura y corpulencia del dracónido a mi lado.

- Señor instructor, cree que es buena idea que vaya con el arco? Si es así, seguramente flanqueen más fácilmente a Marranoso y viendo lo que nos toca, sería más conveniente que el dracónido se encargara de mi primo, que ya vio lo rápido que consiguió acabar conmigo..

yo...bueno...supongo que aún debo acostumbrarme a esta situación, pero gracias por acogerme así  contestó el enano a la Tieflin. 

Qué ironía...tanto tiempo pensando que estos seres eran meras bestias, y resulta que son más civilizados que los propios humanos...

Después llegó el turno de saludar a la mujer mediana, a la que parecían apodar Bizcochito.

No  entiendo nada...¿no se supone que deberé vérmelas contra vosotros en la arena? ¿cómo podeis llevaros tan bien?¿no sois enemigos? Siempre tuve la idea de que estos juegos bárbaros eran poco menos que sacrificios en loor del imperio humano...

Miro con una sonrisa divertida al recién llegado y como siempre, cualquier momento me parece bueno para conversar así que me decido a responderle..

- En principio, no solemos pelear entre nosotros y después de los combates en los que hemos participado, pues una cosa es lo que tengamos que hacer en la arena, por obligación, y otra lo que tengamos que hacer dentro de la escuela. Cuando sales a la arena, lo único en lo que piensas es en ver un nuevo día, sea cual sea tu adversario, mientras que aquí, a pesar de no ser el mejor lugar del mundo, tratamos de llevarnos bien, al fin y al cabo, tenemos que pasar muchas horas juntos y entrenar los unos con los otros.

Ya veo   respondió Muñón  En ese caso será un honor entrenar con vosotros. Aunque no veo cómo podría ayudaros... yo no soy un luchador, soy un...investigador. dijo dubitativo ¿En todo caso...contra quién lucharemos? ¿otra escuela?

Muestro una sonrisa divertida ante la respuesta del enano.. - ¿ Cuántos de los aquí presentes serían luchadores de verdad ?

- Tu eras investigador, yo pastelera.. Espero que eso sirva de respuesta a tu pregunta. Me llaman Bizcochito, aunque mi nombre es Dora. Y sobre las lizas.. normalmente peleamos contra la escuela amarilla, pero eso no quiere decir que nunca nos vaya a tocar pelear entre nosotros..

- "Bizcochito, la decisión de elegir un arma u otra puede ser fundamental. Herreforo te ha entrenado con el arco, yo en el cuerpo a cuerpo. Creo que con una daga podrías medirte de igual a igual contra tu primo, aunque si él usa una ballesta tendrá ventaja sobre ti hasta que le alcances cuerpo a cuerpo. El arco tiene mayor alcance, pero la colina puede obstaculizarte la visión hasta que ya le tengas demasiado cerca, y estés al alcance de su ballesta.

En cualquier caso, creo que Legionario podría ser presa fácil para cualquiera de vosotros. Los legionarios están entrenados para luchar en formaciones ordenadas y disciplinadas, no son nada cuando se las ven solos en combate individual. Además, el legionario típico combate tal vez una o dos veces al año en escaramuzas irrelevantes contra bárbaros, y un veterano como él habrá entrenado a lo sumo una vez a la semana durante los últimos años. Con seguridad está desentrenado y oxidado, mientras que vosotros dos estáis en plena forma.

Una posibilidad sería ignorar a Legionario, o derrotarle cuanto antes, para poder centraros los dos a la vez contra Champiñón. Sus técnicas de combate no son imbatibles y si recibe de lleno el ataque bruto de Marronoso se quedaría por los suelos o muy debilitado.

Tenéis que meditar bien vuestra estrategia.

Bizcochito, me gustaría que vieras en qué punto está el nuevo. Coged los dos gladius de madera y luchar un poco para qué veamos en qué nivel está en cuanto a forma física y capacidad combativa." -

Yo me llamo Harold respondió en voz baja al cortés ofrecimiento de Dora de decirle su nombre verdadero, justo cuando el instructor aparecía como por encanto.

Minutos después, Muñón se hallaba en el suelo, sudando a mares, y con la puntaa del gladius de Bizcochito sobre su nuez.

Vale...ya veo que tendré que entrenar todo lo que pueda o no sobreviviré ni un día.  suspiró el enano. Aunque tengo un par de ideas que quizá...  ¿podemos volver a intentarlo? Espera, déjame un segundo... decía mientras con un poco de su sangre, que manaba de un par de golpes sin importancia, escribía un extraño símbolo en la gladius.

Ya..a ver ahora qué tal dijo mientras se ponía de nuevo en guardia. Aunque el resultado del combate fue el mismo, en esa ocasión a Bizcochito le costó un poco más de esfuerzo derribar al enano, que a pesar de perder, sonreía como si hubiera ganado. ¡Bien! Puede funcionar, aunque aún debo pulirlo un poco...

Asiento ante las palabras del instructor azul, ya que sin lugar a dudas es quien más sabe sobre todo lo concerniente a la arena, eso sin contar, que al fin y al cabo, se supone que ahora es nuestro " dueño ".

- Entonces quizás lo mejor sea que salga a la arena con el arco, que Marranoso se enfrente a mi primo y yo me encargue del humano, antes de que se acerque a mí. De todas formas, estoy casi segura que si tienen que elegir entre " el enorme lagarto " y yo, van a venir primero a por mí..

Tras mis palabras, me dispongo a pelear con Harold. - Parece que no me equivocaba y todos los enanos resultan agradables. Incluso con la gladius de madera, mi vista se centra en buscar los puntos débiles del cuerpo del enano; golpear teniendo mi fuerza y mi tamaño sin buscar un buen punto débil es perder el tiempo y cansarte para nada.

- Me parece que te van a hacer sudar conpañero. - Digo tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse la segunda vez que acaba en el suelo. - Si te sirve de consuelo, yo no había peleado nunca, así que si yo he aprendido, no creo que tardes mucho en hacerlo tú..

- Así transcurre el Día de la Luna.

CUARTA MALDICIÓN DE ERATHIS 4480:

- Mañana siguiente.

- Bizcochito terminó de entrenar durante la noche. Se siente bastante más hábil y resistente que antes. Se pregunta si será suficiente para vencer al Sidraamarga.

- Marronoso sigue emperrado en su disparatado plan de lanzar a Bizcochito por los aires, y parece dispuesto a intentarlo en cualquier momento. Bizcochito por si acaso coge una daga de entrenamiento...

- Herreforo obliga a correr tres kilómetros a Muñón, que queda derrengado.

- Tapón está casi terminando de entrenar a Marronoso en la Carga Poderosa.

- Petaculos se siente ya un cazador más eficaz.

Otro día más y otro día más animada, la verdad es que nunca hubiera imaginado que levántandome aquí encerrada pudiera levantarme de buen humor, pero si " el escamoso " de la escuela amarilla obtuvo su libertad, quizás algún día pueda optar yo a ella, es tan sólo cuestión de mantenerme viva y tener paciencia, aunque sobre todo, lo de seguir viva.

- Buenos días! - Digo sentándome a la mesa con mis compañeros. - Esto de entrenar todos los días al menos consigue que duerma del tirón toda la noche y ya han desaparecido mis dolores musculares por la falta de práctica, que no las contusiones claro. - Comento tan sólo por mantener una conversación, como siempre, de rodillas en la silla del desayuno para poder comer a la altura del resto ( más o menos ).

Miro a Elessar y luego miro al instructor azul.

- Instructor, he estado pensando, que más o menos soy capaz de hacer lo mismo que mi primo en un combate tan sólo con una daga. Y si él consiguió ganar, bueno, quizás sea más útil con ella. Por lo que después de la prueba junto a Marranoso, quizás Petaculos - llamo al elfo por su apodo porque no creo ni que sepa su nombre - podría desafiarme por el arco y así podría usarlo él en la arena. Creo que Herreforo apoyará mi punto de vista de que el elfo podría hacer más que yo con un arco en la mano..

La miro perplejo. "¿Habrá olvidado que los desafíos por arma son combates a muerte?"
- Basta, Bizcochito. ¿Tu idea es que nos matemos en la Arena? ¿O es dejarte ganar con la esperanza de que sean benévolos contigo? Porque ya bastante he hecho como para participar en un combate mañado.