Partida Rol por web

No tienes que pedir permiso, solo debes mantener presencia militar en un cuadro 3 meses para dominarlo y añadirlo a tus propiedades, demostrando que eres capaz de defenderlo. Nada mas. 

Eso sin contar que al estar lord Tully enfermo, toda desicion diplomatica es lenta como mucho.

Si, puedes ordenar el campamento, o la empalizada, mientras tengas los recursos de entrada. No necesita haber nada antes.

Puedes, cuenta como espia noble si lo mandas al castillo,o como espia pueblerino si solo vaga por las tierras . Eso tambien afectara tanto la dificultad de capturarle como los datos que pueda conseguir. 

La vicisitud se tira desde el turno 4 y ahi vemos, pero sus efectos se sentirian de inmediato o al turno siguiente a mas tardar. 

Podrias hacer todo eso en un mismo turno. 

Militares

Unidad de Caballeros mueve a (32 O) con orden de mantener presencia militar. Comanda: por Ser Algué

Unidad de Arqueros mueve a (34 O) con orden de mantener presencia militar. Comanda: por Arnau Oakenfist

Unidad de Guardia Personal guarda el castillo.

Unidad de Guarnición y Barcos de Guerra guardan el pueblo de Villa Argenta.

Civiles

-Inicia proyecto de empalizada en región 32 O, junto a los caballeros. Coste de 2 de Defensa.

Diplomaticas

-Envia espia a las Tierras de Cutlass, Marc Ríos a ver que dicen sus gentes si están contentas o no, tropas que se mueven por ahí, etc.

Tus hombres se desplazan y toman posiciones sin inconvenientes en donde les fue indicado, seguido de los obreros que construiran una empalizada. 

Asimismo, Marc se despide con una sonrisa, viajando a investigar a estos vecinos... los Cutlass. Curiosamente ellos mismos te envian un mensaje. Curioso...

  Lord Veremón fue apercibido de la llegada de una misiva, llegada des de la Casa Cutlass, ya es toda una casualidad ya... quizás sea una treta para ganar tiempo, quizás sea una Casaa debilitada que espera ganar tiempo para fortalecerse? Un pacto de no agresión... puede serme útil por el momento. Si lo rompe quedaraán mal ante lord Tully y el resto de los lores, mientras tanto puedo ir ampliando mi influencia por las tierras cercanas y mantener frescas mis tropas para hacer frente a esos malditos piratas de las Islas del Hierro.

 Recibió al mensajero y le ofreció descanso mientras estudiaba la misiva y redactaba una respuesta.

 En el segundo turno envío la respuesta a la casa Cutlass (mensaje puesto en la escena pertinente, pon la casa como destinataria si no se pierde por el camino entre emboscadas y demás).

 El resto del turno aguardo el mensaje de Marc Ríos y mantengo la atención sobre las acciones emprendidas durante el turno 1.

Los trabajos continuan favorablemente. Por el momento hay estorbos, y tus soldados disfrutan del campo. De MArc, ni noticias, aunque todavia es temprano... Su cuervo deberia llegar esta semana, o al menos un mensajero. 

 El tercer turno lo paso buscando hijos e hijas con mi Atractiva esposa, administrando justicia a los vasallos y viendo como van llegando dragones a mis arcas ;).

Un navio de las islas de Hierro llega a tus aguas! Al tener tus naves en puerto, no recibes mas advertencia que cuando esta a la vista de este. Tienes 6 horas para decidir que hacer.

Lleva la bandera de la casa Sokol

 Voy con la flota, junto a mi guardia personal. Repartidos veinte hombres en cada navío de guerra. Mi barcoluengo se avanza para parlamentar.

 - Soy lord Veremón Oakenfist, señor de estas tierras. 

 Dice solmene desde la cubierta del navío.

 - Y ningún hombre de las Islas del Hierro es bienvenido en mis dominios. Marchaos.

 Tras lo cual permanece a la espera de que partan.

El mismísimo señor de ésta tierras era quién se había acercado a parlamentar con lo que aparentemente era la totalidad de su flota, o eso deduje al ver toda una unidad naval dispuesta a arrasar con el Tornado e imaginándome que su señor no habría escatimado esfuerzos en repeler un barco aparentemente hostil. Afortunadamente, yo no era "ningún hombre de las Islas del Hierro" a los que se había referido Oakenfist, por lo que me acerqué hasta la borda para asegurarme de que pudiera oirme pese a los ruidos del mar.

- ¡Lord Oakenfist! - grité para que pudiera oirme y por extensión verme, aunque de seguro que no se esperaba la presencia de ninguna niña abordo y menos que fuera ella quién dialogara con él - ¡Soy Sanja Sokol! ¡Traigo pan y sal para compartir con vuestra persona si me permite desembarcar!

Indico al tiempo que alzo un zurrón, dejando bien claro que me había tomado la tradición al pié de la letra.

 El entrecano lord no mudó su severo semblante.

 - No permitiré que ningunaembarcación llegada de las Islas toque la tierra que me fuera dada en custodia.- El hombre miró a la niña.- Ya sea esta comandada por un hombre o una mujer, anciana, joven o niña. Lárgate con los de tu calaña. O por los Siete que lo lamentaréis.

 El hombre parecía tener un profundo dencor con las gentes de las Islas del Hierro y no parecía que fuera a razonar, no sin mucho esfuerzo.

- ¡No quiero dejaros cómo alguien que no respeta las tradiciones mi señor, pues no es nigún ejército el que llega a vuestras costas! - señalo entre gritos para hacerme oír - ¡Pero si mi marcha es lo que queréis repetidlo y pondremos otro rumbo!

Eso haría mella en él o en sus hombres y le obligaría a cambiar su decisión o todos los presentes sabrían que Veremón Oakenfist habría temido a una niña que unicamente buscaba su hospitalidad.

 El riviero miró a la puta cría con desprecio.

 - La única cosa que ha llegadao a estas tierras viniendo de las Islas del Hierro ha sido muerte y saqueos.- Dice con un tono gélido de voz.- Yo mismo participe de la muerte del primogénito de Balon. Y lo repetiría pese al alto precio que pagué por ello.

 Maldice el señor Oakenfist, especialmente mirando a los marinos capitaneados por la niña.

 - Pero si te empeñas en parlaamentar te escucharé, pero no tocarás mis tierras, si quieres ven a mí navío para parlamentar, si no es eso lo que buscasa puedes largarte donde vuestro profaano diós os lleve.

- ¡No soy tonta mi señor! - ingénua sería un calificativo más exacto - ¡Buscaré otro puerto donde desembarcar y no os incomodaré más con mi presencia! ¡Y para el futuro tenga presente que no todos los hijos del Hierro siguen las Antiguas Costumbres!

Luego de este feo momento, el barcoluengo se retira, dando la vuelta... 

Cutlass

Cantidad de tropas: 320 espadas, el mismo numero que tu en tierra. Sin embargo desde luego no tiene navios.

Defensas. una fortaleza, del mismo tipo que la tuya.

Ley. Sus tierras son bastante tranquilas y controladas dentro de lo que cabe, lo mismo que lograste aqui.

Marc te añade que es casi como estar en casa, tantos parecidos, salvo la vision del rio en lugar del mar. 

- ¡No soy tonta mi señor! - ingénua sería un calificativo más exacto - ¡Buscaré otro puerto donde desembarcar y no os incomodaré más con mi presencia! ¡Y para el futuro tenga presente que no todos los hijos del Hierro siguen las Antiguas Costumbres!

- No seré yo quien insista en mantener parlamento. Pero que sepas que los Oakenfist no quebrantamos nuestra palabra. Si te he dicho que escucharé, escucharé, para regresaros a vuestro barco después. En estas tierras damos valor a nuestras palabras.

 Tras eso aguardó ver desaparecer a los isleños.