Partida Rol por web

Horus - II

Habitaciones (Cap. X)

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25/03/2018, 18:42
Mike Yaddow

-Bueno, bueno, no te pongas así, era solo una broma, creo que con un solo brazo podré apañarme. Jajaja.

Mike rió divertido ante la reacción de Sean, le recordó cuando a veces gastaba una broma a Mel o a Sam y no les sentaba muy bien, pero sabía que pronto se les pasaría. Pronto comprobó que el francés ya había olvidado el enfado y se ponía a observar lo que iban encontrando. A Mike no le parecía exactamente una cancha de baloncesto pero si que tenían cierto parecido, en otras circunstancias le hubiera gustado ver un partido e incluso participar, pero en su estado era imposible.

-¿Porqué crees que nos lesionaron tío? ¡Tenían miedo de que les diéramos una paliza a su juego! Y Estel también, aunque mejor el fútbol americano, menudos placajes hace...

Eso le hizo darse cuenta que las heridas que tenía Estel eran por su culpa y no recordaba haberse disculpado con ella tras lo sucedido, desde luego le debía una.
Siguió escuchando a Sean, que era un tipo muy observador y se fijaba en todos los detalles, había descubierto la pista de "baloncesto" e incluso se había detenido a contar el número de columnas que tenía aquel pórtico, cosa que a Mike ni se le había pasado por la cabeza.

-¡Guau! Si que deben gustarles si.

Mike miró las columnas, había muchas, suficientes para ni intentar contarlas, se fiaba de Sean, si el francés decía que allí había cien columnas para el americano había cien columnas.
Por fortuna para ambos Mike había jugado muchos videojuegos donde el tema de la esclavitud y la conquista estaban al orden del día, eso compensaba su poco conocimiento de la historia aunque a veces podía introducir conceptos que nunca habían existido en la vida real.

-Tienen que serlo. -Era más una esperanza sobre la cual sustentar su plan que una certeza.- No tío, nada de contratos, en esta época no era así. Simplemente las tribus más fuertes atacan a otras más pequeñas y a los que se resisten los matan, al resto se los llevan y les obligan a servirles gratis, yo creo que es así. -Necesitaba algo para reforzar su argumento, así que acudió a lo que conocía.- ¿Jugaste al Age Of Empires XX Online? Y no, no es nada porno tío, yo también lo pensé la primera vez, al parecer es una manera de decir veinte. A mi no me mires, cosas raras de los de los videojuegos. El caso es que pasaba lo mismo, tu llevabas una pequeña tribu y tenías que hacerla avanzar en el tiempo, primero tenías lanzas y arcos y terminabas con naves espaciales en el último nivel, el caso es que si algún enemigo te vencía tu morías y tus aldeanos y soldados pasaban a formar parte de su tribu como esclavos. Yo creo que esto es lo mismo. -Mike pensó en la idea de Sean. Quizás allí no habían llegado todavía los españoles, pero si habían contactado con alguna de las tribus de esclavos quizás alguno supiera hablar español.- ¡Es una gran idea! Hacemos un gran equipo juntos, por eso te necesito, tu tienes un gran carisma con las mujeres y estoy seguro que sabrás convencerlas. Y también necesitamos que sus maridos, hermanos, padres... que los hombres esclavos se unan, ellos serán fuertes, siempre se les deja los trabajos más pesados.

El plan iba cogiendo forma y estaba seguro que pronto conseguirían montar una "resistencia" entre los esclavos, de ahí a derrocar a Pacal y sus hombres había un paso y de eso a volver a casa otro más.
Entonces imitó el gesto de Sean y olisqueó el aire, olía a carne, pero no a cualquier tipo de carne.

-¡Sam! ¡Mel! ¡Barbacoa! ¡Vamos Sean, nos están preparando una barbacoa! -Mike aceleró el paso tanto como les era posible para ir ganando terreno frente al resto.- ¡Ey chicos! ¿Lo estáis oliendo? ¡Una barbacoa!

Mike avanzaba decidido y sonriente, una barbacoa era algo que levantaba el ánimo a cualquier americano.

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26/03/2018, 14:06
Melyssa Yaddow

Mel se había mantenido callada durante todo el tramo que les había llevado hasta allí.

Ahora, el olor a comida cocinada estaba despertando un rugido en su interior. Notaba las paredes de su estómago reverberar mientras todo su ser le pedía comer a gritos. Tenía hambre. Mucha hambre. Y no se había dado cuenta de cuánta hasta que habían llegado allí y  había captado el olor.

Ni siquiera la escena de Omar ofreciendo su culo había conseguido relajar a Mel un poco. Seguía preocupada, agobiada por todo lo que estaban viviendo y por cómo saldrían de allí.

Pero tenían que ir paso a paso, y lo primero era comer algo. Si no estarían demasiado débiles para nada. Dejó que el resto del grupo guiara, y retrasó su paso para caminar a la altura de Mike y Sean. Agachó la cabeza y caminó en silencio. No estaba tan animada como su hermano.

Por un momento, su cabeza se montó la paranoia de que lo que olían no era exactamente una barbacoa... y se preguntó si ellos serían la comida... Hasta ahora habían sospechado que iban a sacrificarlos pero... ¿Y si simplemente se los iban a comer? No recordaba que los incas o los aztecas fueran caníbales... pero claro, ella no era una experta en historia.

- Venga... vamos a comer algo, que me muero de hambre. - Respondió a su hermano. Miró a Sean cojeando y le entraron algunos remordimientos. - ¿Necesitas más ayuda o te vale con Mike? - Preguntó. Su hermano tenía el brazo hecho mierda, pero era alto y fuerte, y Sean podía apoyarse en él. Quizá sería más fácil si podía apoyarse en ella u otra persona en el otro lado.

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29/03/2018, 23:44
Sean Dunne

Sean se puso un poco nervioso cuando Mel se fue acercando hacia él. Un goterón de sudor frío le resbaló por la frente... Claro que podía ser cosa del esfuerzo de llevar doscientos metros andando a la pata coja.

Regla treinta y cuatro, tío. Regla treinta y cuatro. Yo jugué al Age of Empires XXX Online, y sí era porno. Chsssst-mandó callar a Mike-, silencio de radio. ¡Silencio de radio!

Silencio de radio era jerga. Se decía cuando no puedes hablar por radio porque el enemigo podría estar escuchando. Por si acaso el americano no lo entendía, Sean usó un idioma que Mike pudiese entender... Bueno, casi.

¡Shoot up!-dijo, en lugar de shut up.

Hoooola, Melmmmmh...-prolongó el nombre, jugando con su lengua dentro de la cavidad bucal-¡¿Qué tal?!

Contacto físico por compasión. Mel le estaba ofreciendo a Sean justo lo que su mitad irlandesa buscaba, y su mitad francesa tampoco le iba a poner peros a un frotis accidental. Sean se agarró a Mel de unas maneras que no tenían nada que ver con las que sufrió Mike. Con el americano se apoyaba en el hombro, pero a la americana la tomó por la cintura.

Gracias por el ofrecimiento, Mel. Eres justo lo que necesitaba. Oye... tu hermano y yo tenemos un plan, y te queremos metida en el ajo. ¿Te apuntas?

Bueno, técnicamente Mike no había dicho que fuese un secreto, por muy en voz baja que lo estuviera contando todo. Además, por mucho que Sean pudiese convencer a las esclavas, el parisino ni se pensaba acercar a los maridos y los hermanos de estas. Eso significaba que necesitaban otra partenaire, una femenina, que llevase esos temas. Y al parecer, esta mañana Lottie se había levantado con el pie izquierdo, y hoy no dejaba que su hermano la vendiese por un camello, la muy especialita.

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30/03/2018, 17:43
Mike Yaddow

Mike estaba a punto de contestar a Sean, quien le había advertido rápidamente del acercamiento de su hermana e indicado que se callara, después dijo algo extraño.

-¿Qué dices de disparar? Tío el Age of Empires XX no era un shooter. -Así quizás podía aclarar su duda y hacer pensar a Mel que estaban hablando de video juegos.- Tiene que ser otro juego. ¿Sabes que a Mel y a Sam les gusta jugar a la Play Station?

Mel ayudó a Sean en el otro lado y entonces este, derretido por la ternura de su hermana e incapaz de mentirle le confesó lo que estaban haciendo. Llegados a este punto, si tenía que saberse, era mejor que Sam también participara, ella era muy lista y seguro que tenía ideas muy buenas.

-¿Sam, tu jugaste al Age of Empires XX? -Su amiga era muy buena jugando a videojuegos, en algunos se le hacía imposible ganarla.- Estábamos hablando de videojuegos y de... un plan. -Mel y Sam terminarían apuntándose, al igual que el resto. ¿Qué remedio les quedaba? No iban a dejar que los malos se salieran con la suya, no al menos sin luchar. Claro que si Mike les exponía su idea seguramente ya tendrían prejuicios antes de escucharla. Como si todas mis ideas fueran tan malas... Bueno, históricamente la mayoría lo habían sido. Pero esta vez no. En cualquier caso quizás fuera mejor que lo expusiera Sean.- Cuéntaselo tu, no podrán resistirse a tu encantador acento francés, estoy seguro.

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30/03/2018, 20:58
Charlotte Dunne
Sólo para el director

Ummmm ¿eso es carne asada?

Sí, tenía toda la pinta. Una sabrosa carne a la brasa. ¿Tendrían que pagar por ella? Aquella pregunta le surgió inmediatamente. Quizás antes no hubiera pensado en eso pero, tras el comentario de Estel indicando que quizás no eran considerados con deferencia, la posibilidad era razonable. ¿Y qué tenían para pagar por la comida? Absolutamente nada en ese momento.

No, no voy a preocuparme por eso ahora. Quizás no sea necesario. Y no los voy a preocupar a ellos. Si tenemos que pagar por eso, ya se nos ocurrirá algo.

Se dio cuenta de que el pensamiento de que no tenía hambre no era mucho más que eso. Un pensamiento. Pero el olor acababa de darle vida a su estómago, estaba salivando y eso no dejaba duda sobre las razones.

Se permitió relajarse mientras andaban. Por ahora todos estaban bien y, más o menos, parecía que todos estaban alerta sobre donde estaban. Aunque Sean y Mike le preocupaban. Sabía que si se daba media vuelta y esperaba a Sean la echaría de su lado, más ahora que se había agarrado a Mel. Sonrió divertida al ver como hablaba con ella. ¿Cómo tenía esas ganas incombustibles de ligar con todas? Supuso que el día que no lo viera hacer algo así debería preocuparse, así que ahora supuso que no tendría que hacerlo y dejar que él llegara por si mismo al edificio en el que se estaba cocinando la comida. Allí ya le preguntaría como llevaba la pierna. No le extrañaría que la pobre Mel lo aguantara hasta allí pero que a la mínima posibilidad huyera espantada del desparpajo francés de su hermano. Algunas veces eran tan directo que asustaba a las féminas que no querían nada con él. Pero claro, a las que sí querían algo con él les faltaba tiempo para caer rendidas a sus pies. Mel le parecía del segundo grupo. Ya le tocaría animar a su hermano más tarde. Si no encontraba a otra chica con la que pasar al ataque, claro.
Su hermano, acompañado por los americanos y por Oliver estaban a un poco de distancia. ¿Era aconsejable comentar ahora con Estel y con Omar que también tenían que tener en cuenta a Nathan cuando hablasen del tema de esa presencia?

Revivió su encuentro con Nat y se dio cuenta de algo que se le había pasado por alto. Nat había tenido miedo de que alguien les escuchara pero, ¿alguien del grupo o... alguien aparte de ellos? Ella misma había supuesto que los estaban viendo y escuchando así que tal vez Nat tenía razón y tenían que llevar aquello más discretamente. Decidió que esperaría a estar completamente a solas con ellos en un sitio seguro o bien decírselo al oído a Estel y a Omar de la misma forma que Nat había hecho con ella. Sí, sería lo mejor. Así, si casualmente se enfadaban con ella por haber comentado eso con alguien aparte de su pequeño grupo de toda la vida, el enfado quedaría en petit comité. Además, si era alguien que realmente necesitaba ayuda, eso quería decir que no era del bando de Umayma. ¿Sabían ellos que Estel, Nat y ella tenían la capacidad de escuchar su llamada de socorro? Quizás no había sido buena idea hablar aquello tan libremente en la habitación de Estel. Más tarde lo hablarían, sí.

Decidido aquello, volvió al momento en el que él la abrazó. ¿Cómo sería bailar con él? Ella era un verdadero pato pero algo le decía que él sabría llevarla, hacer que por una vez ella fuera capaz de bailar algo sin tropezar o perder el equilibrio. Algo abrazados. Algo lento. La fuerza firme de su brazo en torno a su cuello, sus cuerpos totalmente pegados, le decía que con él podría. Esa sensación no se la había transmitido ningún chico. Vale, de acuerdo, ¿cuántos habían querido bailar con ella? Nat no tenía muchos competidores en ese ámbito. Aquel pensamiento la hizo sonreír. Si siempre salía corriendo cuando veía a uno con ganas de hacerlo no le había dado muchas oportunidades a casi nadie, había que ser sincera con una misma. Pero lo de bailar en público le daba grima, por eso le extrañaba estar pensando justo en aquel momento, en aquellas circunstancias, en bailar con Nat.

Un baile en la terraza del The Peninsula Paris, en pleno verano. La música sonando en el salón principal, pero han abierto las cristaleras que dan a la terraza y la gente ha salido también fuera, al fresco de la noche, a disfrutar de las vistas de Paris y la Torre Eiffel en buena compañía. Bailar bajo las estrellas, con una copa de vino en la mano... porque si no ¡no lo haré! Es una música lenta pero alegre, el buffet ha sido bastante bueno, así hacemos que el vino no me maree. Sean se ha perdido ya con alguna chica, Estel está hablando con algún diplomático importante en alguna esquina de la sala, Omar está lejos, en algún lugar en el que no me pueda ver y se sienta tentado de venir junto a mí, tomarme por la cintura y darme un beso en los labios delante de Nat para “reclamarme” como supuesta novia y fastidiarme el plan como tantas veces ha hecho cuando no le gustaba mi acompañante.

Rió para si misma. Era una escena demasiado bucólica y perfecta, y totalmente imposible. En la realidad porque no iba a pagarse una cena con baile en ese hotel ni muerta si estuviera en su época y porque ahora, simplemente, estaban a años luz de esa posibilidad. Tendría que empezar a cambiar el escenario. ¿Habría bailes en aquel sitio? Tenía que hablar con Estel para que le diese unos conceptos básicos sobre aquella cultura. Sobre todo si las mujeres tenían algún tipo de prohibición o algo similar que, sin darse cuenta, pudieran incumplir. De siempre las mujeres habían sido consideradas inferiores en casi todas las culturas, así que aquella no tenía por qué ser diferente. Tenían que estar preparadas y alerta. Y buscar una forma de salir de allí lo antes posible. Solo tenían una vida para hacerlo. No pudo evitar acordarse de sus padres ¿se habrían dado cuenta ya de lo que había pasado? ¿Podrían hacer algo ellos desde allí? ¿Desde Egipto?

Una imagen le vino, como una fotografía. Los padres de Omar de viaje en Mexico, descubriendo una nueva tumba, una conjunta. Un análisis rápido de los restos confirmaba que era de un grupo de personas jóvenes, pero curiosamente, no tenían adn típico de la zona. Y curiosamente no tenían la edad que presuponían deberían tener unos restos tan antiguos como los que acababan de descubrir. ¿Cómo reaccionarían los padres de Omar al saber que habían encontrado a su hijo y a sus amigos en aquella tumba? ¿Y los suyos? La imagen aparecía clara en su retina, aunque solo estaba en su imaginación. Pero igual de rápido que apareció, ella misma la borró. Pensar aquello le daba a Umayma una posibilidad más de ganar y no le iba a dar esa oportunidad. Nunca se la daría. Tenía que haber alguna forma de volver y la iban a encontrar.

Respiró hondo y siguió caminando volviendo a la escena de la terraza del The Peninsula Paris. La usó de comodín para relegar a un segundo plano la escena de la tumba.

Algún día bailaré allí, Umayma. Lo prometo.

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02/04/2018, 19:51
Udjat

Llegáis a la entrada del edificio del que emana el aroma a asado. Hay dentro una nueva galería con columnas, que puede verse desde la puerta, y dos largas alas a lado y lado.

Es enorme, todo allí parece enorme. Y casi desierto.

Pero pronto os dais cuenta de que hay largos bancos de piedra, y algunos nativos sentados o deambulando. En los bancos hay cestos y platos de cerámica, recipientes todos ellos repletos de comida. Los nativos, nobles y sacerdotes por su aspecto, comen allí mismo, alguno sentado o echado, alguno de pie. Algunos esclavos traen más bandejas, y vasijas con vino o bebidas, copas metálicas y cuchillos. No hay manteles ni servilletas ni nada parecido, pero junto a la entrada hay una pica llena de agua con un montón de lienzos de hilo cuidadosamente doblados al lado.

En el centro del lado opuesto, en una especie de parrilla sobre brasas ardiendo sin llama, se están cocinando varios animales pequeños, y un costillar más grande. Más esclavos están al cargo, untando las piezas con manojos de hierbas impregnados de aceite.

De pronto, escudriñando los rincones del lugar antes de decidiros a dónde ir, veis sentadas en una esquina a dos mujeres que reconocéis sin duda: La rubia de aspecto nórdico, y la morena. Ambas las que acompañaban a la pequeña Enara ante las puertas en la Ceremonia de la Pirámide de Kukulkan.

La mujer morena os ve, y se levanta como con un resorte. Os hace señas para que os acerquéis, y os sentéis con ellas.

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02/04/2018, 20:14
Udjat

Os habéis quedado algo rezagados a causa de la dificultad de Sean para andar. Vuestros compañeros han entrado ya en el edificio del que emana el aroma a asado, pero vosotros seguís cruzando hacia allí, charlando animadamente e ideando planes.

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05/04/2018, 16:05
Charlotte Dunne

Después de bromear con Omar, Lottie se quedó en silencio mientras caminaban en busca de ese sitio misterioso en el que les iban a dar de comer. Era fácil, solo había que seguir los rugidos del estómago de Nat, y creía que el de Omar igualmente, y el olorcillo a carne cocinándose.

En un momento dado, si Omar o Estel se fijaban que la conocían bien, verían que no estaba allí con ellos, sino en otra parte, lejos de allí mentalmente hablando. Dándole vueltas a algo en su imaginación, ya fuera problema, intentando resolver cualquier cosa o miles de posibilidades más. Pero, la mirada perdida en el horizonte y una sutil sonrisa, la traicionaban a los ojos de sus dos amigos.

Cuando llegaron al edificio del que parecía que salía el olor, entraron. Lottie se quedó la última del grupo, como siempre hacía cuando se entraba en algún sitio nuevo, evitando así ser el centro de atención de los presentes. Ante ella se abrió un edificio enorme donde, al principio, no detectó nada que le llamara la atención. Había esperado una especie de comedor estudiantil, como cuando estaba en la universidad. Una serie de bancos en plan zafarrancho militar indiscriminado donde encontrarían a mucha gente desayunando o almorzando, pero el sitio era totalmente diferente a lo que había pensado que se encontraría. De hecho, era todo de piedra y ella se había imaginado todo en madera y tardó tiempo en ver donde estaba la comida, porque oler sí que la olía e, indiscutiblemente, estaban en el sitio correcto aunque sin la afluencia que ella esperaba.

-Vale, allí tenéis la carne y hay cestas con más cosas… y creo que esto de aquí son ¿servilletas o mantelitos? -se preguntó, sorprendida y un poco desubicada, viendo las telas dobladas minuciosamente junto a la pica de agua en la entrada-Alguien nos reclama para acompañarlos-Informó a sus amigos cuando vio a la morena levantarse nada más verlos y hacerles señas-Creo que nos interesa bastante ir con ellas, ¿no? Y no solo para que nos digan lo que se come aquí. Vamos.

Echó a andar hacia ella mientras que no dejaba de mirar alrededor, buscando a alguien con la mirada. Realmente no esperó a que ninguno la siguiera, tenía tan claro que quería hablar con ellas que ni siquiera se le pasó por la cabeza que ellos no quisieran o que, incluso, vieran algún tipo de engaño o treta en aquel intento de acercamiento. Un instante antes de llegar junto a las chicas, se volvió hacia Nat. Negó un instante, señalando el camino que habían hecho hasta allí dentro de aquel edificio con una rápida mirada- No, parece que no está aquí -se encogió levemente de hombros y se volvió hacia las chicas. Dudó un instante, ¿la entenderían? Había supuesto que ellas eran de su época pero ahora, delante de ellas, la duda la invadió. Y si no lo eran ¿cómo se iban a entender? Pero solo había una forma de saberlo-Hola, me llamo Charlotte.

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05/04/2018, 20:43
Melyssa Yaddow

Mel miró a su hermano como cuando eran más pequeños y le pillaba en una mentira fragante. Estaba tendiéndole una trampa. Seguro. Su mirada pasó de Mike a Sean, pero finalmente no frunció el ceño ni se mostró enfadada.

Dadas sus circunstancias había decidido intentar ser abierta de mente, y procurar buscar cualquier opción para escapar de ahí. La lógica había perdido todo su sentido. Se encogió levemente de hombros... ahora que Sean le agarraba de la cintura, en lugar de rodear sus hombros, podía hacerlo.

- Está bien. Contadnos vuestro plan... Espero que no sea una de vuestras locuras... o una chorrada. - Eso último lo dijo mirando a su hermano. - Si creo que tiene la más mínima posibilidad de funcionar, os prometo que contaréis con mi ayuda. - Afirmó.

Pero alzó un dedo interrumpiendo cualquier posible contestación por parte de la pareja de críos. 

- Pero primero, sea lo que sea lo que tenéis en mente... Vayamos a comer algo por favor. Me muero de hambre y necesitamos coger fuerzas... - Eso por no añadir que si el plan dependía de ellos tres y Sam... lo tenían crudo. Sean y Mike estaban heridos, y ni Sam ni ella tenían mucha fuerza física... aunque eran ágiles, rápidas y de mente aguda...

Giró la mirada y se dirigió a Oliver, que estaba rezagado con ellos.

- ¿Tú te apuntas? - Preguntó al chico, que parecía abstraído en sus pensamientos. - Sé que dijiste que ibas a buscar a Fadil... pero si surge una oportunidad de escapar y a estos dos se les ha ocurrido un increíble plan maestro... Podemos contar contigo, ¿verdad?

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05/04/2018, 21:37
Sean Dunne

¿Eso de querer saber en qué consistía el plan antes de apuntarse prematuramente y a ciegas no era como hacer trampas? Era como quién pregunta en un concurso qué hay en las cajas antes de quedarse con una. La gracia está en hacer las elecciones de la vida llevados por el ímpetu y la irreflexión. Si no, no es vida. Es una de esas películas de personajes Mary Sues que siempre les sale bien todo. Es la ficción y la ilusión de que todo tiene sentido.

Espera... ¿Tengo que explicar el plan yo? Qué vergüenza voy a pasar...

Sean no se refería a que la situación fuese tan embarazosa que le pusiese en un compromiso. Era más bien el equivalente de la falsa modestia de alguien que dice que lo suyo ha sido suerte, tras mostrarse como un portento habilidoso. Es decir, no tenía mayor problema en decírselo a Mel. En inclinarse hacia su oreja suavemente, quizás retirar su pelo moreno con la mano y desvelarle el arma secreta: "niña bonita", dicho en español, como gran llave de la rebelión, la conquista y el bajado de taparrabos de las esclavas más guapas, y con la máxima melosidad con la que se puede uno camelar a Mel. No, podía susurrarle al oído "niña bonita" a Mel sin problemas. Pero con "qué vergüenza" Sean esperaba despertar interés en Mel, crearle espectativas de que lo que estaba a punto de revelarle era tan extraordinario como Mike y Sean habían elucubrado.

Pero primero Mel quería comer, así que ni niña bonita ni gaitas.

Bueno, luego os cuento, entonces. Como dice Mike tiene que ver con el Age of Empires XXX. Pero XXX no es porno. Significa veinte, ¿verdad, Mike? Como en el siglo XXX, o como el poema de los XXX cañones por banda, o como cuando sueltas "XXX a echar unas partidas al Age of Empires a mi casa". No avanzaré más información. Pero si pensáis que plantar fuego a todos los edificios de piedra de este sitio es un plan cojonudo, la idea que hemos tenido Mike y yo os va a parecer una puta genialidad en comparación.

Sean siguió, a su ritmo, en dirección a la churrasquería. Sin embargo, parecía que Mel le prestaba más atención a Oliver... Y eso que Lottie siempre le decía a Sean que él era la persona que más llama la atención de toda Francia, pero ni con esas.

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07/04/2018, 09:00
Oliver Booth

Abstraído en sus pensamientos era una buena forma de decirlo. O más bien, una forma cordial. Para ser sinceros, sobrepasado por los acontecimientos era una forma mucho mejor. Quizás por eso, a pesar de tener ganas de estar junto a Nathan, había preferido retrasarse un poco, acompañar y ayudar a los que acompañaban al rezagado Sean. Oliver escuchó como Melyssa le preguntaba y, la verdad, tardó un par de segundos en contestarle.

Joder, puta mierda, ¿qué plan podían tener cuando con toda probabilidad no estaban en su época, sino bajo los designios de una especie de diosa loca o de sus servidores? ¿cuándo desconocían el idioma, la cultura, los motivos? ¿cuando era imposible hablar con ellos y el único dato que manejaban, además de su peculiarísima forma de llegar, es que les habían inyectado "algo", algo que no podía ser bueno?

- Ey, escuchar nunca es malo, ¿no?- se encogió de hombros intentando dar a su voz cierta dosis de optimismo que estaba lejos de sentir- Aunque ya os digo que si por algún milagro tenemos un plan viable, creo que no podemos apuntarnos sin el resto. O sea... los demás me caen bien, pero si me largo sin Natan estoy seguro que se las arreglaría para llegar a donde estuviera solo por levantar la cabeza, mirarme con ojos tristes, y asegurarme lo tremendamente decepcionado que se siente- las palabras vinieron acompañadas de una descripción bastante perfecta de Nathan, seguida de un meneo de cabeza- En fin, que sí, que claro que estoy interesado en irme de este lugar. No es nuestro lugar. Pero comer algo no creo que sea mala idea. Pero dime, Mel, ¿tú has pensado alguna cosa?, ¿o tú Samantha? Porque estaría bien escuchar opciones. No creo que ellos tampoco sepan nuestro idioma y, en todo caso, estamos bastante atorados aquí. Cualquier idea por loca que sea será mejor que los pensamientos que se pasan por mi mente, en serio.   

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08/04/2018, 08:49
Mike Yaddow

Bien, si su hermana y Sam estaban dentro del plan todo tendría más posibilidades de salir bien, al final la idea de que Sean fuera el que expusiera el plan había sido buena, el francés sabía como manejarse en esas cosas y por la mirada que Mel le había dedicado a su hermano estaba claro que no esperaría mucho de sus palabras.

-Sí, veinte o veinticinco, por ahí tío. -No sabía que manía tenían algunos de poner palitos y X para poner los números de los juegos. ¿Tan difícil era poner 20? Así que no sabía que eran números romanos ni lo que significaban, tan solo que era un toque retro de algunos diseñadores.- Nada de locuras Mel, Sean y yo hemos aprendido la lección, esta vez es algo mucho más elaborado, ya verás.

Finalmente Sean no pudo relatar el plan, pero solo el avance que había hecho daba muchas esperanzas a Mike de que aquello podía funcionar. Sin embargo Oliver no parecía tan positivo, sintió que debía animarle.

-¡Eh! ¡Por supuesto! ¡El plan es para todos tío, no vamos a dejar a nadie aquí! Solo queríamos saber vuestra opinión antes de hacerlo público, no queríamos dar falsas esperanzas a nadie. Pero tenéis razón, será mejor que lo hablemos todos juntos mientras comemos. Ya se que la situación es jodida Oli, pero vamos a salir de aquí, ya verás.

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09/04/2018, 13:25
Oliver Booth

Oliver se encogió de hombros ante el optimismo de Mike.

- Ey, tio, puede ser. No quiero ser un moñas ni nada de eso, ni poner cara de capullo. No es cosa de ir lloriqueando por las esquinas. Pero ES jodido. De hecho, estoy acojonado con lo bien que aguantáis todos la presión. En mi caso, pienso, si no estoy chillando como una puta nena (con mis disculpas para las nenas)- dijo mirando a las dos chicas del grupo con una sonrisa descarada y encantadora a la vez- es porque ya vivo de prestado. Entre las borracheras y las drogas siempre pensé que lo normal es que lo hubiera palmado antes y, para ser sinceros, esto se parece mucho a un viaje psicodélico especialmente lúcido. Lo se, lo se- dijo alzando la mano como si pretendiera interrumpir una más que posible protesta- Esto es real, bla, bla, bla. No es una locura de drogas. Debo centrarme. Debo ser positivo. Todo eso. Aunque lo cierto es que por un lado lo que tengo ganas es de aprovechar que el sitio es precioso y tomármelo como una especie de "descanso en mitad de la gira". Cosa que no haré porque este sitio, a pesar de las apariencias, es chungo. O guarda algo chungo para nosotros.

Sonrió, divertido.

- Va a ser una gira cojonuda, y unas canciones cojonudas cuando salgamos de esta vivos.

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09/04/2018, 22:58
Sean Dunne

Sean miró a Mike con desaprobación, con una de esas miradas que dicen: "tú ya no molas, colega".

Cuando dices que el plan es para todos, Mike... ¿Te refieres a que también es para Fadil?

No quería pensar mucho en ello, pero no le importaría dejar a Fadil varado en el tiempo sin un ordenador para jugar al Age of Empires XXX. Es lo menos que ese capullo se merecía. Pero desde luego era un tema peliagudo, que afectaba a las consciencias de los más piadosos. Seguro que Lottie se oponía a abandonar a Fadil, y seguro que los dos hermanos terminaban discutiendo por ello.

Es igual... Oliver, ven aquí. Te voy a enseñar una cosita sobre la presión. Yo he jugado partidos de baloncesto universitario muy decisivos, tengo mis propios ritos y supersticiones para contrarrestarla. Por ejemplo, coges la radio y sintonizas el dial más bajo. Luego vas subiendo, cinco segundos en cada canción, hasta que encuentras una melodía que te llama, que te elige. Y la escuchas mientras te vas poniendo las pilas. Tum-túm, tumtumbidumbipum, chacachacaaaa... Yeaaaaah... Y apagas la radio al finalizar la canción.

Luego le pedimos una radio a uno de estos zulús, que seguro que tienen, no te preocupes. Cuando en una casa no hay televisión, es que tienen alguna radio escondida en alguna parte. Es de primero de sabiduría popular.

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10/04/2018, 18:14
Mike Yaddow

Antes de contestar a Oliver le pareció importante aclarar otro tema que Sean no había interpretado bien.

-No no, tíos. Cuando me refiero a todos digo los de nuestro grupo. Fadil nos vendió, nos engañó y permitió que nos hicieran esto. Si no le hubieran engañado estaría tranquilamente disfrutando de su venganza. Lo siento pero yo no soy tan benévolo como el resto, prefiero dejarlo al margen.

Una vez aclarado ese punto importante se unió a Sean en el intento de subir los ánimos a Oli, al fin y al cabo eran colegas y uno no dejaba tirados a sus amigos.

-Sean tiene razón, bueno en casi todo, no creo que tengan radios aún, los mayas aún no llegaron a estudiar ese árbol tecnológico. -Dijo usando la jerga del juego que sabía que el francés comprendería a la perfección.- Pero podemos cantar nosotros... ¡Eh tío! ¿Tu tocas la guitarra, no? ¡Seguro que esta gente tiene alguna por ahí! ¡Eso te animará! Se como te sientes, en realidad todos pensamos lo mismo que tu, pero no podemos rendirnos, sería como perder el partido antes de jugarlo y si hay alguna posibilidad de salir de esta la encontraremos. Todavía te queda mucha vida por delante y muchas giras que hacer Oli, ya verás. En cuanto comamos algo seguro que ves las cosas de otra manera. Por ejemplo Mel hasta que no se toma un café es mejor no acercarse por la mañana. ¿Los mayas tienen café verdad? -Dijo con un tono entre la preocupación y la burla mientras miraba a su hermana.- Yo no se como se lo monta esta gente, pero no parecemos muy prisioneros, salvo porque casi me arrancan un brazo, pero por lo demás nos tratan bien. ¿No? A ninguno de vosotros le han hecho daño, claro que si es verdad eso del tatuaje y lo de la droga... Entonces es mejor que encontremos una cura. En Miami conozco un sitio donde hacen unos tatuajes de miedo, muchos de mis amigos iban ahí, claro que lo importante para nosotros es que también te los quitaban. Quizás aquí también haya un sitio donde quitarse el tatuaje.

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11/04/2018, 16:36
Jugador de Pelota

Mientras vuestros compañeros del grupo que iba más adelante desaparecían en el interior del edificio donde posiblemente estaban cocinando, otro grupo de hombres, éstos nativos, llegó al trote hasta donde estabais, el campo de pelota. Eran seis en total, todos ellos vestidos con un escueto taparrabos, aunque llevaban en codos, caderas y rodillas protecciones de cuero, algunas con marcas de haber sido rozadas con frecuencia.

Uno, quizá el mayor y más robusto, llevaba en la mano una bola que parecía de caucho, negra como la pez, de casi un palmo de diámetro. 

Cuando llegaron a vuestra altura se detuvieron, y se os quedaron mirando, indecisos. Empezaron a hablar entre ellos, y pronto pareció que discutieran entre ellos. Uno de los más jóvenes se adelantó y se puso a hacer monerías metiéndose con Sean, simulando una cojera y dando grititos y llorando. 

El hombre que los capitaneaba seguía serio, pero no le amonestó. Otro se fue hacia Mike, tocó su propio hombro y adoptó una pose de fuerza, señaló el hombro de Mike y lloriqueó también.

Se estaban burlando de vosotros. Aunque ninguno se acercó, ni miró siquiera, a ninguna de las dos chicas.

Entonces el hombre con la bola en las manos se dirigió hacia Oliver. Le miró de arriba abajo, cerciorándose de que no estaba en la situación de los otros dos. 

Le dijo una retahíla de palabras con voz grave, ininteligibles, pero por sus gestos quedaba claro que se refería a sus piernas, hombros y resto de cuerpo, asintiendo: Oliver estaba ileso. Por tanto...

Levantó la pelota hasta ponerla frente a su cara, entre ambos. Y con un gesto de cabeza le retó a jugar con ellos.

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11/04/2018, 16:55
Sirvienta

Te despiertas después de haber dormido un montón de horas, o esa es la sensación que tienes, porque entra en tu habitación una mujer pequeña y parlanchina. Aunque no se le entiende una palabra. La siguen un par de chicas con lo que parecen trastos de limpieza, y entiendes que te están echando fuera, porque quieren adecentar tu cuarto. 

Lo primero que ves entre brumas es un pequeño montón de tela blanca doblada junto a tu cama, en una especie de mesilla. Una túnica, seguramente. O sábanas.

Por la ventana que tienes cerca entra un chorro de luz que te indica que ya es más del mediodía. Por tanto, debe de ser el día siguiente de la Ceremonia, el día después de vuestra llegada. Te incorporas, mirando a tu alrededor.

La cama, o lo que fuera en lo que estabas echada, es un armazón de madera que contiene un jergón de tela a modo de saco relleno de heno o paja suave y olorosa.  Las paredes están estucadas en color rojo, y encima hay colgados tapices de alegres colores, trenzados en fibras vegetales la mayoría. También algunas pinturas murales, representando escenas de campo, frutas y aves.

No hay más muebles, sólo una pequeña lámpara de aceite, un cuenco de cerámica o de barro con lo que parece agua, y el tocado de plumas que te impusieron ayer, a los pies de la cama, colocado con esmero.

La mujer sigue hablando y te empuja hacia la puerta, para que salgas. Sólo se detiene para que decidas si te cambias la túnica, que te señala con un gesto, o si sales tal y como has dormido.

Por la ventana puedes ver la plaza de la pirámide de Kukulkán, y ves que estás en la hilera de columnas que ya viste ayer, cuando llegaste. En la zona de las habitaciones.

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11/04/2018, 19:10
Oliver Booth

Hay que joderse.

En un primer momento Oliver había pensado discutir las palabras a Mike y a Sean. La cosa era fácil: no es que él fuera un llorica, y no necesitaba darse ánimos. Pero, ¡joder que él fuera quien tenía que enseñarles lo que era la realidad! Mandaba narices. Precisamente él. Para morirse.

Y entonces la cosa pasó a ser realmente estúpida. Porque había que ser un puto retrasado para aceptar jugar a un juego al que se desconocían las reglas, y del que nada se sabía en una cultura de la que Oliver no tenía la más mínimo idea. Coño... al final sí hubiera debido prestar más atención a las clases de historia. Aunque para ser sinceros, la aplicación práctica de las clases seguía siendo mínima.

Salvo que una puta sirviente de una jodida diosa enloquecida y enfadada te secuestre y te mande a otra época y lugar, claro, entonces es utilísima.

Tonto de él, tenía que haberlo sabido. Como ahora sabía que debía decir que no. Hacia falta ser idiota, e irresponsable, para decir otra cosa. Pero se habían reído de Mike. Y de Sean. Y tal vez ese era el puto problema. Se habían reido de ellos, y era cierto que él no estaba herido. Los miró, serio de repente, y miró fijamente a los ojos del tipo con quien hablaba.

Iba a hacer el ridículo. Seguro. Aunque bueno... era una pelota. De algo tenían que servir los partidos con los amigos, y las estupideces, y las canchas. Coño, si tenía razón, estos no debían tener ni seguro médico básico. No podían estar tan en buena forma como parecía.

Quizás el problema era ese. Que hacía falta ser muy, muy inconsciente, para decir que sí. Casi sin darse cuenta Oliver asintió con la cabeza, y extendió la mano, agarrando la pelota para comprobar su peso. Si había que jugar a lo que fuera, joder, jugaría.

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12/04/2018, 12:10
Jugador de Pelota

La bola en cuestión casi te hizo doblar la mano. Pesaba por lo menos cuatro kilos, ¡era maciza! De caucho, parecía.

El hombre te siguió mirando a los ojos, serio, y no hizo acción ninguna que indicara que había captado algún sentimiento por tu parte. Asintió también, y se separó un paso. Se giró hacia los demás, que esperaban sus indicaciones. Señaló a los dos que se habían burlado de Sean y Mike, y luego a un tercero, el más joven. Los tres empezaron a hablar entre ellos, más bien descontentos.

Entonces señaló a uno de los dos que quedaban, y le hizo un gesto claro de que quedaba fuera. Éste protestó, a gritos, pero él le atajó con un gesto seco. El otro bajó la cabeza, pero se acercó a ti, y te tendió sus protecciones de cuero. Te mostró como colocarlas, a regañadientes, pero lo hizo.

Había formado dos equipos de tres hombres, y tu jugarías en el de los dos hombres que aparentaban más experiencia, contra el de los más jóvenes pero también más impetuosos e inexpertos.

El que quedaba fuera tomó la pelota, y esperó a que te prepararas.

El que capitaneaba se palmeó los codos, las rodillas, las caderas, la espalda y las nalgas. Asintió. Luego señaló sus pies, sus manos y su cabeza, e hizo claros gestos de negación. Luego te mostró la línea central del campo. Los tres jugadores del otro equipo, que se habían colocado sus protecciones, se colocaron en una de las mitades que la línea separaba. Te señaló la otra mitad, donde se colocó junto con el tercer miembro de tu equipo.

Y luego hizo un par de cosas que no dejaban lugar a dudas. Señaló la bola, y el suelo. E hizo como que se derrumbaba, perdedor. Y luego señaló el círculo de piedra que había en cada campo, y el gesto de colar la pelota por él. Y levantó los brazos, ganador.

Luego te escudriñó, a los ojos, muy cerca, de nuevo. Preguntó algo con su voz grave, no le entendiste las palabras, pero sí la intención:

-¿Has comprendido?

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12/04/2018, 23:03
Dawn

La mujer no respondió enseguida, en vez de eso miró a su alrededor buscando, recorriendo con la mirada cada palmo de la enorme estancia. La mujer rubia no había reaccionado antes, y tampoco lo hizo ahora. Seguía con comiendo con expresión ausente.

Cuando se hubo cerciorado de lo que fuera que tuviera en mente, por fin la mujer cogió a Charlotte del brazo, sin miramientos, y la sentó a su lado.

Se acercó a ella, y con un tono de de voz tan bajo que nadie, excepto ellas tres, pudiera llegar a escuchar lo que decía, empezó a hablar mirándola fijamente.