Partida Rol por web

La dentellada que recibió Alastor en el costado fue terrible, punzante, peor que cualquier machetazo de goblin o de osgo que hubiera podido recibir. Sus ojos se cerraron y comenzó a ver el túnel lleno de hierba que todos los medianos veían al final de sus vidas.

-Arvoreen, pronto me reuniré contigo... -pensó

Pese a ello, su alma inmortal rehusaba abandonar su cuerpo mortal. 

—Ah, no. Tú no te vas. Ven aquí. ¡No he terminado contigo!

Ghagha saltó y se acercó una vez más al monstruo asqueroso. Estaba listo para otra ronda de golpes. 

Hizo falta que el Sujeto 03 hiciera un movimiento exagerado de brazos para que Ghagha se diera cuenta que tenía el arma de uno de los tripulantes. Primero se acercó a él para apropiarse del arma y luego se lanzo contra la rastrera masa para propinarle un fuerte golpe.

La criatura sintió el ataque y por el gruñido que hizo no pareció gustarle demasiado. Se giró otra vez al bárbaro y le dio un mordisco igual de desgarrador. Los dos fornidos combatientes estaban tirados por los suelos, luchando por sus vidas, pero quizás por poco tiempo ya que la criatura parecía más interesada en consumir los cuerpos que en perseguir al resto de los intrusos.

Al ver caer al pelirrojo grandullón, Mardak se dio cuenta de que aquel combate estaba cada vez más complicado. La asquerosa criatura parecía casi inmune a los golpes, y sus afilados dientes eran mucho más mortíferos de lo que podrían parecer. Por un segundo, el joven pensó en correr a ayudar a los dos caídos, pero entonces fue consciente de su desnudez, y no solo de cuerpo, sino también de componentes para su magia curativa.

—Mierda, ¿alguna idea? —inquirió mirando a Morthos, situado a su lado. Sin muchas opciones dadas las situaciones, Mardak volvió a mirar a la masa informe de bocas y ojos, y finalmente tomó una decisión. —Morthos, ese pelirrojo es nuestra mejor baza. Creo que puedo ponerlo en pie otra vez, pero hay que despistar a esa cosa, así que cualquier cosa que puedas hacer será buena.

Acto seguido, le bardo se puso en marcha, avanzando cauteloso hacia la criatura y los dos caídos. Y mientras se movía, siguió gritando, —Tu, cosa repelente, si, te lo digo a ti, masa de mocos andantes!!  ¿que pasa, a parte de fea eres también sorda? —esperando que con sus gritos e insultos, aquella cosa se centrara en él y no en comerse a su recién conocidos compañeros.

 03 al ver al grandote caer, corre inmediatamente a por la ballesta mientras la criatura… "Marina" a sus dos víctimas. Al llegar a la intrincadamente futurista pero intuitiva ballesta. 03 apunta a la abominación y dispara, clavando firmemente un perno metálico en su retorcido cuerpo.

Tras echar una rápida ojeada al artefacto no dedicó demasiado tiempo en pensar como funcionaba, bastaba con saber que al presionar el gatillo aquella cosa disparase algo.

En lugar de salir un proyectil afilado de la boca del cañón, el artefacto contenía energía eléctrica y capaz de proyectar un disparo del mismo elemento. El monstruo pareció sentir la dolorosa descarga de este último ataque.

En cuando el arma se enfriara unos pocos segundos podría repetir el ataque, siempre que el luminoso vial que se encontraba en un lateral del arma estuviera lleno de aquel líquido especial, que por lo visto era la munición o el combustible del objeto.
 

El grandote pelirrojo tambien cayó ante el ataque de la bestia multibocas... Por un instante se me pasó por la cabeza salir huyendo de alli y dejar a los demas a su suerte. Pero lo mas probable es que acabase mueriendo solo en algun otro rincon... Los necesitaba tanto como ellos a mi. 

- Tengo alguna... - Le dije al mediano cuando me preguntó. - Preparate para ayudarles si huye.- Me sabia mal por el otro tipo mas alejado, porque si conseguia que le afectara mi conjuro a plena potencia el bocón se dirigiria de cabeza hacia él...

Empecé a entonar unos susurros ininteligibles concentrándome en el bocón que le destrozarían la poca mente que le quedaba al ser. 

El plan de Morthos pareció surtir efecto y la criatura puso poca o ninguna resistencia mental. Estaba tan desquiciada tras la mutación que era poca voluntad la que debía doblegar, ni con la suma total de las personas que lo formaban.

Se había alejado de las dos victimas demasiado como para retroceder, y su objetivo ahora era el Sujeto de pruebas 03, quién más daño le hizo en un solo ataque. Intento darle un fuerte mordisco, pero se sentía demasiado aturdido para acertar su ataque.

La huida de la criatura logró arrancar una mueca de satisfacción del joven bardo, que se volvió hacia el brujo para asentirle antes de volver a centrarse en su cometido, estabilizar a los dos caídos.

Con tres rápidos pasos se colocó junto a Ghagha y Alastor, y a sabiendas de que tenía unos pocos segundos para actuar, pues la criatura podía volverse en cualquier momento, centró todos sus sentidos en los heridos, evaluando cuál de ellos necesitaba sus cuidados antes. Decantándose por el mediano, pues estaba en peor estado, se arrodilló junto a este y buscó la herida para evaluar su gravedad, descubriendo que si bien el mordisco había sido profundo, este no acabaría con la vida del guerrero. Tras apretar la herida para limpiarla de babas, con sus propias manos pues no disponia de nada más, y cerciorarse de su profundidad, Mardak, asintió. 

—Bien, te pondrás bien, Alastor. Ahora veamos al grandullón... 

Mardak casi saltó del sitio cuando empezó a retirar la brea del monstruo de la herida. De uno de sus antebrazos empezaron a salir unos tentáculos de metal flexible, terminados en una especie de ganchos. Del antebrazo de Alastor salieron otros iguales, que buscaban conectarse a los de su compañero.

Cuando estos se unieron el bardo pudo controlar de forma parcial el cuerpo de su compañero caído, obligando a que el corazón siguiera latiendo y acelerar el proceso de regeneración. Era consciente de cada célula implicada en la sanación, como si fueran nano-autómatas diseñados para la tarea.

Alastor abrió los ojos y tosió sangre. Estaba vivo gracias a aquel pequeño hombre que parecía mediano pero que no lo era.

-¡Gracias, gracias!

El mediano miró a su alrededor, el bicho lo había cubierto de brea asquerosa y a su lado estaba el bárbaro, que también estaba malherido y tumbado. El único que parecía aguantar al monstruoso ser era el raro del grupo, el flacucho. 

 03 estaba confiando al otro extremo del pasillo disparando a la criatura, solo necesitaba unos disparos más y esta pesadilla había terminado. Pero la criatura había sido espantada en su dirección por el brujo, muy seguramente para usarlo de carnada mientras los demás huían, que otra razón para enviarle la criatura?

 03 no tenía muchas opciones, podía intentar seguir disparando y esperar a sobrevivir, dios sabe cuantos ataques más… O intentar sobrevivir uno y correr a una distancia segura. Si ellos van a utilizarme de carnada, por qué yo no podría hacerlo también?

El hombre calvo echó a correr, arriesgando su vida una vez más. Sorprendentemente evitó por segunda vez el ataque de cualquiera de las múltiples letales bocas del monstruo.

Alastor, recién curado, hace lo mismo con el bárbaro. El mediano, que aprendió primeros auxilios en Zazesspur durante su estancia en la milicia. Le quitó las babas del monstruo y oprimió las heridas para que cesara la hemorragia. Luego comenzó a golpear el enorme y peludo pecho de Ghagha, reanimandolo.