Partida Rol por web

El ascensor baja lentamente en el bloque de viviendas sin que nadie te interrumpa, plantas y plantas pasan por delante tuyo donde puedes ver luces de anuncios, carteles publicitarios y gente preocupándose de sus asuntos.

Cuando llegas a la calle la lluvia repiquetea en tu mascara mientras notas la humedad acumulándose en tu ropa y equipo, sin embargo, hay pocos transeúntes a tu alrededor ... parece que la lluvia haya hecho que todo el mundo se escaquee como cucarachas al encender una bombilla.

Una furgoneta gris esta aparcada delante del edificio. Algo vieja, con la pintura gastada y algunas marcas de corrosión. Dentro hay una persona abstraída en sus pensamientos ... o eso te parece, pues en realidad no puedes ver su rostro oculto bajo una mascara de cerdo.

Cuando empiezas a moverte en su dirección capta tu presencia.

Cuando el hombre detrás de la mascara del cerdo observa a alguien golpea la parte interior de la furgoneta para avisar a sus pasajeros. Continua lloviendo y ya se ha mojado lo suficientemente antes. La puerta corredera de la furgoneta se abre revelando a dos personas mas en su interior.

Quien abre la puerta es una mujer llevando una mascara de cuervo y con una pistola en la falda, por detrás suyo hay alguien con una mascara de oca que parece buscar sentarse de nuevo cómodamente mientras coloca una escopeta a su lado.

Se forma un pequeño silencio mientras la persona recién llegada, llevando una mascara de cabra, observa el panorama.

Cerdo hace un gesto para que suba mientras enciende el motor de la furgoneta.

Mientras aparece una tercera persona dudo si saludar y ser más afable que con la córvido, pero acabo de sentarme con una escopeta entre las piernas mientras me oculto bajo una máscara de oca, camino de una muerte segura, y puede que no me parezca lo más apropiado. A ver si esta no monta un número como la chica de personalidad múltiple de la pistola.

- Asiento con la cabeza al cabeza porcina y subo - 'Demasiada lluvia, estoy calada hasta los huesos' - Pienso y me acomodo en la parte de atrás, junto a la oca - Hola - Saludo de manera tosca mientras intento acomodarme una vez se ha dispuesto el ánade, intentando ajustar un objeto vertical dentro de mi chaqueta vaquera.

Ya que saluda no voy a ser tan maleducada, un poco de simpatía en medio de una película surrealista podía ser de agradecer.
- Hola.- Contesto haciéndolo extensible a la cuerva también. Me llama mucho la atención comprobar que todas somos mujeres, si tenemos el mismo objetivo queda claro que los Pistoleros no son especialmente amigos de nuestro género, no sé si quería saber más sobre su historia o no...

-Hey ¿Como que a ella le saludas y a mi no? Espero que no sea por lo de amenazarte con eso de sacarte los ojos, solo lo decía con puro cariño y amor.- Dije mientras cerraba la puerta tras nosotros y me sentaba de nuevo. Una enmascarada mas, y aunque no había hecho preguntas y había entrado en el vehículo, no parecía conocer al resto o tener mas idea que yo, no, mas bien sonaba como si no le importase, como si... Nada importase jamas.

-Bienvenida a la fiesta, querida. Mi nombre es miss Cuerva, me gustaría ofrecerte un poco de te y azúcar en estos tiempos difíciles que corren, pero me temo que solo tengo filos afilados y pólvora que ofrecer.- Señale a las herramientas en la parte posterior de la furgoneta, hachas y pistolas en su mayoría.- Servios sin miedo, no es de mi propiedad, pero siento en mi pico que es un buffet libre dispuesto para nuestro grupo de ¨amigas.

- Hola, disculpa. A mi me puedes llamar Cabra - Respondí a la cuerva - No tengo el estómago para buffets libres pero con gusto miraré qué hay en el menú - Dije en tono sarcástico y eché un ojo rápidamente a la selección que me ofrecían para volver mi mirada a la cuerva, y esta vez en un tono algo más relajado y frío - Té y azúcar estaría bien, pero tal vez al acabar lo que tengamos entre manos, para calmar la adrenalina más que nada

El conductor continua a lo suyo y una vez la puerta se cierra se pone en marcha. No parece muy dispuesto a dar conversación mientras conduce en el mas absoluto silencio.

En la parte posterior, tal como mencionó cuerva, hay todo tipo de armas de matanza. De hachas a palancas, pistolas, bolsas de plástico llenas de munición y alguna que otra escopeta. Todo parecen ser armas bastante usadas y desgastadas por el uso, pero al menos están limpias.

Unos minutos mas tarde lleváis a un nuevo destino. Cerdo simplemente para, se pone cómodo y se pone a esperar mientras abre un paquete de chicles y hace un gesto con la mano ofreciéndoos la posibilidad de tomar uno.

Pasan varios minutos antes de que el hombre no vuelva a moverse al ver a alguien.

El ascensor baja lentamente en el bloque de viviendas sin que nadie te interrumpa, plantas y plantas pasan por delante tuyo donde puedes ver luces de anuncios, carteles publicitarios y gente preocupándose de sus asuntos.

Cuando llegas a la calle la lluvia repiquetea en tu mascara mientras notas la humedad acumulándose en tu ropa y equipo, sin embargo, hay pocos transeúntes a tu alrededor ... parece que la lluvia haya hecho que todo el mundo se escaquee como cucarachas al encender una bombilla.

Una furgoneta gris esta aparcada delante del edificio. Algo vieja, con la pintura gastada y algunas marcas de corrosión. Dentro hay una persona abstraída en sus pensamientos ... o eso te parece, pues en realidad no puedes ver su rostro oculto bajo una mascara de cerdo.

Cuando empiezas a moverte en su dirección capta tu presencia.

Cuando el conductor capta la presencia de una nueva persona acercándose a la furgoneta da un par de golpes para avisar a los de detrás. La puerta corredera se abre a un lado mostrando que el vehículo ya lleva a tres pasajeros, cada cual con su mascara de animal ... cabra, oca y cuerva, que pueden observar a una nueva figura bajo la lluvia que lleva una mascara de oso panda.

- Vamos a ser la envidia de los músicos de Bremen, claro que nuestros instrumentos va a ser lo último que oiga nuestro público.- Bromeo para tratar de rebajar la tensión reinante en la parte posterior de la furgoneta. Al ver a la panda recuerdo unos dibujos asiáticos que veía de pequeña, protagonizados por un panda adicto al bambú y un mono que era su mejor amigo. Supongo que era normal recordar momentos felices cuando casi podías notar el hedor de tu ptopia muerte a la vuelta de la esquina.

Entro, tomo asiento y aguardo con celo el arma sobre mi regazo. En absoluto silencio observo casi con aparente desinterés a los otros pasajeros, antes de fijar la mirada hacia la nada delante de mi y quedarme a la espera. No entiendo el chiste. ¿ Era un chiste ? Da igual. Cierro los ojos tras la máscara y me relajo, gozando del leve traqueteo de la furgoneta circulando por la ciudad. Por fin ... me digo a mi misma, acompañando el pensamiento con un leve y reconfortante apretón a mi arma.

La furgoneta se pone en marcha sin que Cerdo diga nada mas. Conduce varios minutos en silencio con el unico acompañamiento del limpiaparabrisas mientras sigue la carretera que llega hacia Old Town, en el distrito de Base de Cayambe.

Base de Cayambe es el único distrito adyacente al distrito Chakana, donde está ubicado el monumental ascensor orbital que da sombra a toda la gigante metrópolis. Como tal entráis en lo que podría parecer como una zona "portuaria" con montones de edificios industriales, almacenes y fabricas que se han ido adueñando de las zonas habitables donde se pueden ver antiguos edificios residenciales que han perdido el lustro.

El trafico aquí es denso, hoppers que os pasan por encima volando a toda prisa, y carreteras saturadas de tráficos y anuncios brillantes que se reflejan en los cristales de vuestro transporte.

-Os ... dejaré ... en ... el antiguo ... hotel california.- Dice por primera vez Cerdo con su maltrecha voz.

Parecía que tenia serias dificultades por hablar y tenia que hacer un sobre-esfuerzo para que sus susurro fueran audibles.

-Es el ... destino que ... me han ...- se detiene un poco para ajustarse mejor el cuello. - ... indicado.-

Llega un momento en el que el conductor toma una salida y se separa del trafico, en los consiguientes segundos este se va reduciendo hasta que llegáis a las capas mas bajas de la ciudad y el trafico se reduce un montón. Finalmente entráis en una zona industrial medio abandonada con montones de pintadas y grafitis en las paredes de calaveras y pistolas.

La furgoneta se detiene delante de un antiguo hotel abandonado bajo una de las carreteras que sobrevuela vuestras cabezas. El edificio de cinco plantas podría ser grande en circunstancias normales, pero aquí quedaba empequeñecido por el resto de edificaciones posteriores que le dieron sombra.

El conductor se gira un poco hacia vosotros y señala la puerta del edificio con ventanas tapiadas con tablones o cristales rotos. La entrada del edificio está abierta pero los logos pintados de los Pistoleros no son mensajes de bienvenida.

-Esperaré ... aquí ... fuera.-

Supongo que había llegado el momento. Bye, bye life, bye bye happiness, hello lonelyness I think I'm gonna die. Una cancioncilla antigua, puede que de la época de mis abuelos o antes que una vez escuché en una película y ahora volvía a mi, no parecía mal tema para tararear antes de lanzarme a las fauces de los Pistoleros, tratando de llevarme al máximo número posible de ellos por delante. 

- Yo te maldigo, Oliver Grundi.- Mascullo por lo bajo. - Pues tu me mataste hace 20 años.

Antes de bajar me lleno los bolsillos con toda la munición para escopeta que puedo introducir en mis bolsillos y el espacio sobrante de mi bolsa de mi riñonera de herramientas, pruebo si soy capaz de sostener el cañón de la escopeta llevando los puños americanos puestos en la mano izquierda y cargo el arma que llevo, antes de girarme a mis compañeras.

- ¿Alguna de vosotras es estratega o algo así? Es mi primera vez, y me da que si entramos como pollos descabezados puede que nos matemos las unas a las otras antes de lograr nuestro... Objetivo...- Al decir esta última palabra me quedé pensando si yo sería la única suicida y me habían llevado allí simplemente para ganar tiempo al resto. Realmente eso no cambiaba nada, pero si había otro cometido en esta locura, estaría bien saberlo.

- No, no tengo ninguna experiencia en ese campo - Respondiendo al comentario de la oca, mientras mi mente se dispersa en las posibles opciones para poder entrar - 'Maldita sea, si te veo ahí... ¡Me deleitaré destripando tus entrañas!' - Pienso para mi y cojo otro cuchillo de la selección que se nos ofrece y lo guardo en la bota izquierda, cubierta por la pernera del pantalón.

Rachel: Gh0st, explora la zona y busca cualquier punto de acceso dentro del edificio, si hay camaras de trafico o similar cerca de la zona, haz un análisis de la ultima semana y haz un recuento del numero de objetivos dentro de la zona y un reconocimiento facial de ellos.

Gh0st: Si, Rachel... ¿Entonces vamos a hacer esto?

Rachel: Si, vamos. Y mientras estemos en el campo de batalla, llámame Cuerva, por si acaso.

Gh0st: Cuerva...

Cuerva: ¿Si?

Gh0st: Hazles arrepentirse de haber nacido.

Cuerva: Con gusto.

-Nula experiencia, pero he jugado mas de un videojuego de combate táctico, y la primera regla es obtener información de tu enemigo antes de confrontarlo.- Dije mientras cargaba y preparaba la pistola, o mejor dicho, mientras me cargaba y preparaba para lo que iba a venir.- Tengo ojos explorando la zona, dentro de unos segundos os diré que me ha sido revelado ¿Tenéis un comunicador personal o algo para poder hablar entre nosotros? Si no, recomiendo actuar como un grupo y no separarnos. Si queremos enviar al infierno a esos cabrones, debemos actuar como un singular espíritu de la venganza, uno con múltiples cabezas.

En mis sueños, este escenario se había repetido mil y una veces, en mi vida diaria, había jugado juegos y simulaciones preguntándome como podría haber sobrevivido con Jade aquella fatídica noche. Esto no era mas que una pesadilla hecha realidad, solo que... Ni en mis mas salvajes sueños, pensé que iba a encontrar otros con mi sed de venganza, una ventaja que nunca había considerado.

¿ Será de fumar ? ... No lo creo. Me pregunto al escuchar la voz del cerdo. A lo mejor solo es un pobre desgraciado al que la muerte le acarició la garganta pero no le arranco el esófago.

Aguardo mi turno para bajar de la furgoneta y miro a los alrededores. No se que esperas ver. ¿ Un comité de bienvenida ? Solo hay ruido de voces. Gente hablando cerca de mi, con sus voces distorsionadas por las mascarás que lo disfrazan todo de juego. Quito el seguro de la escopeta. habiendo comprobado con anterioridad si esta cargada. Acaba resultando una acción que me resulta curiosa y extrañamente familiar a la vez que reconfortante, pero no me molesto a sorprenderme por ello.

¿Alguna de vosotras es estratega o algo así?

¿ Estrategia ? ... Les metes el cañón de la escopeta en la boca, aprietas el gatillo y a por el siguiente, hasta que llegue tu turno.

... he jugado mas de un videojuego de combate táctico, y la primera regla es obtener información de tu enemigo antes de confrontarlo.

Yo no he jugado. Vamos.

¿Tenéis un comunicador personal o algo para poder hablar entre nosotros?

Niego con la cabeza mientras mis pies se dirigen ya a la puerta. Todo cuanto necesito lo tengo ya en mis manos. Sopeso nuevamente la escopeta y me doy cuenta de que mis manos no sudan. En absoluto. Había soñado esto un montón de veces y siempre había creído que estaría mas nerviosa ... Para nada. El pulso es firme.

Parece que Panda no tiene paciencia para esperar a que Cuerva pueda reunir algo de información del local y antes de que pueda descargar mapas o conseguir imagenes ya está de camino a la puerta.

A la hora de la verdad no tiene muchos problemas por llegar y cuando cruza las destrozadas puertas puede llegar a ver el interior de lo que antes era el Hotel California de Old Town. Un hotel de tintes muy veraniegos y alegres que - dado su deshuso y abandono - ahora tiene un aspecto mucho mas tétrico, con colores desgastados, alfombras ennegrecidas y papel de cae de las paredes.

La entrada lleva al vestibulo, que anteriormente tenia una gran lampara colgante y que ahora está totalmente destrozada y repartida por el suelo junto sinfin de latas aplastadas, papeles y otros deshechos.

Des de el vestíbulo se puede acceder a un pasillo mas al norte que lleva a la antigua cafetería/restaurante o a recepción que está justo delante de las escaleras. Mas al sur hay un pasillo que lleva a los ascensores y mas adentro del edificio.

Hay unos cuantos pandilleros aquí, con sus vistosos colores de pandilla, tatuajes luminosos y emblemas de los pistoleros que apenas son a tiempo de reaccionar antes de que Panda simplemente cruce la puerta levante el arma y dispare.

Todos estaban hablando amistosamente entre ellos mientras se pavoneaban, miraban su móvil o holgazaneaban sentados en el mostrador. Son una mezcla de hombres y mujeres de aspecto ecuatoriano.

Cruzo el umbral de la puerta y oigo música y siento un agradable calor y veo luz liberadora  sobre muertos que aun no saben que están muertos. No se quienes son, ni tampoco me importa. Tan solo levanto la escopeta para apoyar su culata en el hombro y descargo plomo sobre un par de desgraciados sin nombre.

Buenos días, hijos de puta ...

Siguiendo mi disparo, van mis pasos llevándome hacia los cuerpos sangrientos.