Partida Rol por web

Desde que Lord Gwyn había llegado a las festividades se había mantenido en su imponente carpa, llena de sus lujos y comodidades acompañado de la dama Astraea su fiel esposa. No tenía ninguna intención de salir de allí y cruzarse con los grandes señores y sus problemas. Sabía que mientras más lejos estuviera de ellos menos inconvenientes tendrías y eso era lo que Gwyn mas quería, tranquilidad. ¿Acaso no habían sido maravillosos sus años como señor? Sin embargo muchas veces uno no busca los problemas, los problemas solo lo encuentra a uno.

-Mi señor, la dama Daenyra se encuentra en la puerta de la carpa- Dijo uno de los guardias.

-Ponte los pantalones y arréglate un poco el cabello. Escucho decir Daenyra a la dama Astraea. Mientras salía de la carpa.
-Es un gusto recibirla mi señora.- Dijo la mujer con una reverencia. Si bien ella era la segunda al mando de su casa también era vasalla de los Baelralys y debía mostrarle respeto a sus señores.
-Mi marido estará con usted en unos minutos, gusta algo de comer o de beber?

La más joven de los Baelralys sonrió divertida mientras que saludaba con una reverencia.- Ay, pero mi señora, yo no he venido a hablar con Lord Gwyn, sino a sacarla a vos a bailar y disfrutar un poco de los festejos ya que vuestro marido no se digna a hacerlo.-

Aunque fuese una mujer de pequeño tamaño, se mantuvo muy digna y estirada mientras el ofrecía su brazo como si fuera ella un caballero.- ¿No le negaréis a vuestra anfitriona un poco de vuestra compañía?-

Lady Astraea sonrió a lo dicho por su señora. -Es cierto, mi marido pocas veces me saca a bailar en público pero sospecho que el tipo de "danza" que le gusta bailar con migo no es propia de ser realizada a ojo de todos.- Dijo en complicidad.

-Sera una salida de mujeres, de paso podremos compartir algún que otro chisme que anda corriendo por ahí, escuche algunas cosas de Lord Sunglass que valen la pena saber.-

Daenyra se ruborizó ante la insinuación de Astraea, ella seguía siendo muy virgen y esas cosas todavía la incomodaban como la primeriza que era.

- Ejem, sí claro, me alegra saber que la llama del amor no se apaga después de tantos hijos- ¿sus padres serían igual? No, no quería pensar en eso... Intentó borrar la imagen embarazosa que se había formado en su mente

- Oh sí, me encantaría que me contase de las cosas que se ha enterado. Yo he escuchado que vuestro hijo Lautrec ha quedado prendado por la joven Leng... ¿Va a haber boda?-

La muchacha fue guiando del brazo a Lady Mallaerys camino a la feria.

-Jajaja pobre, el chico esta embelesado con la mujer de Leng pero no puede comunicarse con ella. Hace un rato fue a pedirle a la chica algún pañuelo o alguna prenda para las justas.- Contó la dama.
-De momento no creo que haya nada, no han podido hablar si quiera ya que las veces que Lautrec fue con esa intención terminaron haciéndose señas sin entender que se decían. Mi corazón siente que este será su primer desencanto amoroso.- Dijo empatizando con su hijo

-Fuera de eso tal vez los Mallaerys estaremos festejando alguna boda dentro de este año. Esperamos que Bastian y Lucatiel consigan candidatos durante esta fiesta, rezo a los siete para que lo consigan.-

Compartió las risas con Astraea imaginándose la frustración del pobre Lautrec.

- Bueno eso tiene fácil arreglo. Estoy segura que habrán traído algún traductor o alguien que conozca ambos idiomas. Solo hay que pedirle que traduzca alguna frase clave, ya sabéis, del tipo 'Sois la flor más hermosa de todo Essos', '¿Queréis pasear a mi lado?'... Y cae fijo.

A propósito... ¿Sabéis qué hacen aquí? Bastian me dijo que era por un negocio de serpientes gigantes...-

-Tiene un traductor pero a Lautrec le da vergüenza decir cualquier cosa en frente del hermano de la joven y espera a que este se vaya para acercarse a la chica. Lógicamente el traductor sigue al hermano, que charla con varias personas y él se queda solo con ella haciendo pantomimas.- Contó. -Pobrecillo, me enternece su inocencia. De corazón me gustaría que su amor prospere pero sé que esas cosas no suceden más que en los cuentos.- Agregó

-¿Serpientes gigantes? pregunto confundida. -Se que son los nuevos socios comerciales de tu padre pero no se que negocian, supuse que especias o algún producto extraño. Bastian seguramente te dijo lo de las serpientes para tomarte el pelo. A veces mi heredero tiene esas actitudes de niño, como cuando le gustaba alguna niña y le tiraba del cabello para llamar su atención. Se me hace que le debes gustar y ante esto debo preguntar ¿Tiene mi hijo alguna chance contigo o serán dos los corazones que volverán rotos a nuestro castillo?

Estaba pensando qué estrategia seguir para conseguir esas traducciones cuando Lady Astraea la sorprendió con el comentario sobre Bastian.

- ¿Qué? ¿Bastian? No, os equivocáis- estaba bastante segura que el heredero de los Mallaerys no sentía nada por ella que no fueran ganas de incordiar.- Creo que hasta o puedo afirmar que le gustan todas las mujeres menos yo. No mi señora, entre su hijo y yo hay una buena amistad nada más. Aunque la verdad es que, como bien decís, tendría que aprovechar los festejos para buscarle un buen partido.

Decidme, ¿hay alguna heredera que pueda interesaros? Yo podría, sutilmente, intentar arreglar un encuentro entre ellos...-

-Me alegra saberlo, lamentablemente somos una casa muy chica como para poder aspirar a una Baelralys.- Dijo sin rodeos. -Lo de buscar pareja se lo dejamos a ellos, intentaremos dar con alguien que les guste de verdad y si no se puede entonces intervendremos yo y el Lord para conseguirle un buen matrimonio. Lautrec ya lo hizo y creo que a razón de la charla que estamos teniendo entiendo que tengo que intervenir y tratar de arreglar yo o su padre un matrimonio.- Comento dándose cuenta de que estaba dejando muchos temas en manos de sus hijos y que el joven Lautrec ya había encontrado a la mujer que le gustaba. -Bastian es un misterio, no sé que le gusta en realidad pero confío en que cumplirá la tarea de encontrar a alguien con quien pasar la vida. Para Lucatiel tengo cientos de oferta, ella es muy bonita realmente pero no se decide que quiere hacer. Supongo que su intención es jugar a la hermana menor un tiempo más antes de tomar las responsabilidades de un matrimonio, no la culpo todos la mimamos mucho.-

-Pues yo creo que, aunque se tenga más dificultades al ser una casa menor o no ser un heredero, aún sigue habiendo posibilidades.- Más la valía pensar así siendo la última hija de la familia.- Pero tenéis razón que un matrimonio salido del amor seguramente será mejor que uno pactado ¿Cómo fue con vuestro esposo? ¿Estabais enamorada? Mirad el caso de mis padres. Creo que Lord Baelon estaba con otra mujer antes de ser prometido a mi madre. Eso debió ser muy complicado. Vuestro esposo ha sido amigo de mi padre toda la vida ¿Nunca os contó qué pasó en aquel entonces?-

-El mío fue un matrimonio pactado como la mayoría pero por suerte mi padre se intereso en buscarme un candidato que fuera de mi agrado. Puedo decir que me case con Gwyn y luego me enamore de él. No puedo pedir mejor marido, fui bendecida por los dioses.- Dijo contando su sencilla historia.

-¿Te refieres a Maia? no estaba aun comprometido con mi marido cuando eso ocurrió pero luego me contaron la historia. Si, tu padre se enamoro de esa mujer y se fue a casar con ella. Para colmo mi marido era el compañero más cercano a tu padre en esa época y tu abuelo le dio una paliza terrible por permtir que Baelon se casara. Poco falto para que lo condenaran a muerte pero supongo que ocurrió algo milagroso que lo salvo de su terrible destino.- Contó.
-Pero todo duro muy poco, fue un amor fugaz e intenso. Mi marido presencio la boda, el quiere mucho a tu padre y supongo que no quería para nada a Maia, ella lo alejaba siempre de Gwyn y se robaba la atención de su amigo. En fin. La boda fue hermosa, era un palacio enorme en Lys todo blanco y decorada con flores por todos lados. Maia era hija de un hombre poderoso de la isla, no sé muy bien que rango ocupaba pero sé que gobernaba una región grande así que la fiesta duro como una semana y tuvo todo tipo de lujos. Luego Gwyn tuvo que volver por pedido explicito de tu abuelo y le molieron los huesos, por eso suele usar ese bastón que lleva a todos lados. Pero bueno, como te dije todo termino pronto en menos de un año Maia estaba muerta, tuvo complicaciones con el embarazo. Solo por esa razón volvió a esta isla Lord Baelon, esa muerte te permite estar hoy aquí hablando con migo y a mis hijos buscando pareja por ahí. De seguro tu abuelo hubiera matado a mi marido y yo nunca lo hubiera conocido.

Así que efectivamente se había casado... Un escalofrío le recorrió la espalda.

- Vaya, siento lo que le ocurrió a vuestro marido, él solo pecó de lealtad hacia su amigo ¿Estuvo presente en la muerte de Maia? ¿Qué fue del bebé?-

Ya estaban acercándose a las carpas donde los feriantes exhibían sus espectáculos y poco tiempo le quedaba a la joven para tocar temas tan delicados como ese. También tenía miedo de decir demasiado y que al final todo le estallase en la cara.

-Mi marido ya perdono a tu abuelo hace muchos años. Incluso el anterior señor Baelralys estaba tan arrepentido cuando se calmo que le regalo a mi marido un caballo bellísimo y el bastón que usa, que te diré en secreto que dentro tiene una pequeña daga de acero Valyrio.- Contó la mujer.
Según mi marido tu abuelo era un gran sujeto y solo perdió los estribos por la impotencia y la presión. Pero eso es una historia del pasado.

-Como te comenté mi marido estaba preso en ese momento y tu padre jamás dijo nada al respecto pero suponemos que la criatura murió por que volvió solo. Pero de todos modos su amor por la isla de Lys nunca se desvaneció ya que con frecuencia viajaba allí. Obviamente mi marido ya no lo acompaño a esos viajes. Quería seguir conservando la pierna buena para caminar por sus campos cuando heredara.

Había querido resolver el tema de Dhalia sin presionar a su padre, pero iba a ser imposible. Maegor se negaba a participar aunque ella pensaba que era el idóneo para tratar el tema con su padre, su madre estaba demasiado herida como para pensar fríamente, y la de Lys sabía guardar bien el secreto. Además estaba el tema de esos negocios con los de Leng de los cuales nadie sabía nada. Era como si Lord Baelralys tuviera una vida paralela. Al final sería ella la que se tuviera que enfrentar a Baelon, no había otra.

- Bueno- dijo cambiando de tema para hacer la velada más agradable a Lady Astraea- entonces sois un claro ejemplo de que los matrimonios concertados no son tan malos, así que quizás debáis vos elegir la pareja de vuestros hijos. ¿A quién eligiriáis para cada uno?¿Seguro que aceptaríais que Lautrec se casara con la de Leng? Esa isla está muy lejos y no podríais verle tan a menudo.-

Llegaron al primer puesto, uno de dulces y Daenyra se pidió unos dátiles.

-Podria decirse que estas en lo cierto, pero fue un buen matrimonio porque mi padre y mi madre se esmeraron mucho en encontrarme a alguien idóneo. De otra forma no creo que hubiera tenido un buen resultado.- Contesto la mujer. -Así que eso suma un punto en favor de la idea de que vaya a hablar con aquella mujer. Tal vez si yo me meto y la investigo bien puedo ayudar a que este matrimonio sea más probable. La brecha del idioma sera un problema pero supongo que tendremos que contratar a un traductor mientras ellos aprenden a comunicarse.- Respondio Astraea mientras señalaba unas galletas de limón y entregaba por ellos un penique de cobre.
-Todo esto me hace pensar que te preocupa tu posible matrimonio arreglado. ¿Quieres descargar tus pesares con migo? preguntó la mujer con amabilidad encendiendo su lado materno.

-No, bueno... Al no ser la heredera mis padres no me meten ninguna presión al respecto. No creo que les importe mucho con quien decida casarme. Pero tampoco os voy a negar que tengo algunas dudas que no me atrevo a preguntar a Lady Elaena- su madre era tan seria y daba tanto miedo, que ciertos temas no se le pasaban ni por la cabeza mencionarlos.

Daenyra cogió de la mano a Lady Astraea como si fueran amigas de toda la vida y la llevó a la zona donde había música, baile y bebida. Primero se pidió un par de copas, y ya con ellas en la mano y con la música como telón de fondo, se atrevió a seguir con la conversación.

- Hay un chico que me gusta. ¿Qué debo hacer? ¿Hasta dónde debería llegar? ¿Vos llegaisteis virgen al matrimonio? ¿Cómo debe ser la primera vez?-

Lady Astraea siguió a Daenyra hasta la zona de mayor algarabía y bebió de la copa que le ofreció la joven. Le sorprendió la soltura de la joven que había dejado atrás todo decoro y la había arrastrado a aquel lugar. No podía decirse que la dama Astraea estuviera molesta ya que toda esa escena le parecía de lo más entretenida.

-Recién me contaste que creías que tus padres no tenían interés en cual fuera tu pareja de matrimonio. Supongamos que fuera así ya que dudo que Lady Elaena deje esas cosas al Azar, pero hagamos de cuenta que es como dices. Entonces: ¿qué problema hay en que seas feliz con el hoy? El asunto de llegar virgen al matrimonio es más que nada para que ninguna noble le encaje un bastardo al señor con el que se casa. Luego la religión lo tomo como propio y vendió esa idea de castidad. Sin embargo tengo que hacerte una fuerte advertencia. ¿Cómo sabes que tu amado te prometió todo solo para quedarse con tu virtud?- Preguntó la mujer tocándose bajo el ojo derecho para acentuar la advertencia. -Recuerda que aunque sea todo un ritual religioso de la región seguimos viviendo bajo sus reglas y si el sujeto te toma y te deja serás mal vista por todos y te condenaran para alimentar su superioridad moral.- La mujer hizo una pausa para que Daenyra dijera lo que le había dicho. -Ten cuidado si vas a dar ese paso, si estas completamente segura que es el hombre con el que te casaras entonces procede sino guárdate para el matrimonio.-

No le había aclarado muchas de sus dudas aunque una cosa sí que resaltaba; esperar al matrimonio. No le daría más vueltas. Aquella mujer parecía tener un matrimonio feliz así que seguiría su consejo. Veía un poco injusto que el hombre pudiera hacer lo que le diera la gana y la mujer no, pero quién era ella para cuestionar las tradiciones ancestrales.

- En fin, dejémonos de hablar de mi aburrida vida y contadme esos cotilleos que me prometisteis cuando comenzamos el camino. Decidme, ¿de qué os habéis enterado? -

¿Te refieres al chisme de Lord Sunglass? preguntó con entusiasmo. -Veras escuche por ahí que parece que le encanta ir a los tugurios más recónditos de desembarco del rey para golpear a las putas y paga un penique por cada golpe de puño. Uno y medio por una patada, además hace que sus sirvientes lo miren.- Conto con emoción la mujer. -Algunos ya lo llaman "El mataputas" porque se le fue la mano más de una vez con alguna de las pobres mujeres.- Agregó
 Daenyra se dio cuenta de este modo que el rumor inventado por ella y el Príncipe había pasado de boca en boca retorciendo más aquella pequeña historia.
-Cuando Lucatiel se entero de esto estaba tan emocionada que daba saltitos por toda la tienda, ella sabe que podrá cambiar ese rumor por otro igual de jugoso. Así que por favor no lo divulgue mucho.-