Partida Rol por web

Dar la vuelta no os lo aconsejo, os podéis topar de bruces con el ejército de Beth, de hecho lo más probable es que sus exploradores ya estén cerca, lo mejor es que aviséis a la ciudad, luego tenéis dos días de margen para seguir camino poniendo la ciudad entre vosotros y el ejército, es lo más seguro para todos y además eso nos daría tiempo para retrasar todo lo que podamos a Beth. No nos podemos ir sin que os comprometáis a avisar, tened en cuenta además que si arrasan la ciudad tampoco tendréis donde actuar mas adelante, es bueno para todos.

Parecen bastante convencido.

La mujer barbuda te coge la carta y se la da a uno de Los ancianos.
Se queda mirando el pergamino, no era tampoco lógico ir todos para luego tener que salir pitando, con los niños, carros y artículos del espectáculo.
Se quedó sentado un rato con el pergamino en mano.
La elfa desde la noche había meditado un par de horas y se había ido hacer guardia por los alrededores, pero no sé había dejado ver desde la noche.

Tal vez sea mejor ir el joven flautista y los demás esperarlo en la próxima colinatermino diciendo el viejo

Estupendo, ya podemos ponernos en camino nosotros ahora que se ha solucionado el problema de avisar del ataque, os agradecemos enormemente vuestra ayuda, os voy a escribir una recomendación para que vayáis a actuar a Ciudad Gris, la Hermandad, y yo Nürlane en su nombre, os invitamos a venir cuando queráis, siempre seréis bien recibidos.

Rápidamente en un pergamino escribió una carta-salvoconducto para que cuando fueran a Ciudad Gris tuvieran las puertas siempre abiertas y fueran recibidos con cordialidad, se la entregó en mano con un apretón efusivo al anciano y al flautista que iba hacer de correo le dio un abrazo y le dijo: Antes de iros permitidme que os proporcione todos los víveres y las armas y equipo que necesitéis. Lo acompañó al carro donde le entregó una espada corta y una daga, ropa de viaje y calzado adecuado, un arco corto y tres flechas, comida para dos días y una antorcha y yesquero.

No os detengáis si no es imprescindible, y saludad al Mayor de parte de la Hermandad de Ciudad Gris.

Se despidieron con cariño de los buhoneros que tan bien les habían tratado y cuando el sol empezaba a calentar subieron a la carreta y emprendieron la siguiente etapa del camino.

Me despedí de ellos y cuando todo estaba aclarado el chico marchó hacia la ciudad. Y los feriantes se alejaron hacia las colinas para esperarlo.

(No llego la media hora de la partida cuando apareció Shailla con la cara pintada y ropas manchadas).

Alcanzo a mis compañeros y me pongo en medio del camino de un salto, les lanzó las orejas de un huargos.
exploradores sie...te jine...tes, cazar uno y dos querer perseguir Chi..co, y cuatro estar emboscando carabanas humanas

pues tenemos un problema, solo tenemos un viejo caballo y varias opciones, nunca las cosas son fáciles por estas latitudes.

Lo primero es deshacernos de esos que te persiguen, vamos a conducirlos dejando un rastro hasta alguna cueva o agujero y cuando entren los esperamos fuera y los matamos desde lejos en cuanto asomen la nariz.

Buscaron un sitio adecuado, escondieron el carro y los caballos y dejaron comida y ropa de la que tenían puesta como cebo en un sitio que Shaila había descubierto en sus exploraciones, se ocultaron, camuflaron sus olores y esperaron.

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Si podemos, somos tres, uno que vaya a avisar a los feriantes, como lo mas importante es que el aviso llegue a la ciudad, si es preciso sacrifico la caravana antes que una ciudad entera, no tengo duda sobre eso, April, ve corriendo a prevenir a los feriantes, llévate el carro y reparte todas las armas que nos queden, que resistan todo lo que puedan mientras volvemos nosotros, tienen que estar cerca aún y Shaila y yo vamos a interceptar a los que van a por el correo ¡vamos, no hay tiempo que perder!

Shaila y Nürlane salieron corriendo como perros de caza dispuestos a todo mientras April se dirigía con el carro a toda velocidad por donde se habían ido los feriantes.

Ni lo pensé dos veces y puse al pobre caballo a correr todo lo que pudiese.
Esa media hora de ventaja, podría ser fatal.

Ni había parado durante la noche y al volver hacia la ciudad tras el chico se noto

Tirar correr y aguante NO 10.
Si no se saca el aguante -1 cansancio.
Si no se saca correr.
El chico ya está siendo atacado por el jinete orco.

Nürlane vio por el rabillo del ojo que Shaila se estaba quedando algo retrasada, decidió seguir corriendo al mismo ritmo porque la vida del flautista estaba en juego y pensó que podría entretener a los asaltantes mientras su compañera los alcanzaba, así que redobló sus esfuerzos mientras empuñaba su bastón preparando su magia para intentar dar el primer golpe.

Para cuando se llegó, el caballo del chico estaba destripado, el Chico con la frente ensangrentada en el suelo inconsciente.
Y el orco encima de él apunto de darle el golpe de gracia.
El huargo estaba a dos metros. Mirando vuestra posición os había olfateado.

Tiremos iniciativas.

El Huargo en dos saltos llega hasta la altura de la Elfa.
No contento con eso da una dentellada al aire para morderla.
Pero esta recula a tiempo y...

...Os toca ...