Partida Rol por web

La actuación del tipo se nota bastante fuerte, y puedo ver claramente como Mary se ve intimidada. Me planto casi frente a ella y le miro fijamente.

A su juicio personal, porque está claro que nos está diciendo que cree que ha sido intencionado pero que la policía no piensa tal cosa, ¿hay algún sospechoso?

Y, respecto a la puerta blindada esa de que habla, ¿investigaron qué escondía?

Mientras hablo, extiendo la mano para acariciar la de Mary, intentando tranquilizarla.

El jefe de bomberos miro a Dietter más tranquilo, su enfado iba dirigido a el seguro y estaba bien dirigido.
Es que fue intencionado. dijo sorprendido que lo volvieras a preguntar.
No es asunto mio lo que hay al otro lado de la puerta añadió El fuego estaba extinto y ya había suficientes destrozos. Yo lo único que sospecho es que la incompetencia de ese policía es demasiado conveniente para el seguro.... volvió a mirar a Mary con una mirada reprobatoria.
Estese tranquilo por que mi informe no dirá otra cosa. No voy a dejar que le estafen.

Entiendo, pasaremos el informe a nuestra compañía de seguros. Muchas gracias por atendernos.

Me voy a ir, pero antes de salir me doy la vuelta un momento. Perdone, ¿me puede recordar donde vivía el señor Milliner? Creo que tenemos que hablar con él, y no me apetece andar mirando papeles y tal hasta encontrar su dirección.

Con su respuesta, tanto si me dice la dirección como si no, instaré a Mary a irnos. Tenemos que investigar esa puerta, está claro.

Su codigo postal y dirección creo que era en el mismo callejón, hay otro local aledaño, una especie de loft / garage dijo sin darle importancia. Pero no estoy seguro, los datos del dueño no son cosa de los bomberos, solo los datos del local del siniestro, es la policía la que tiene que contactar con él.

Teníamos lo que queríamos, y eso me daba miedo.

Cada paso que dábamos nos acercaba amas a meternos de cabeza en aquel jaleo de monstruos con colmillos afilados, hombres inmortales y amenazas de muerte. Por un momento se me pasó por la cabeza eso de "dejarlo todo atrás", pero creo que soy demasiado cabezona para eso y poder echarme atrás ahora mismo. Menos cuando aún había pistas al fondo del callejón. Literalmente.

No dije nada mas. Una sonrisa escueta y un ladeo de la cabeza dieron las gracias por mis palabras al agente de bomberos mientras salía yo primero, delante de Dieter. Y una vez fuera y cerrada la puerta, me permito el lujo de soltar con fuerza el aire que oprimían mis pulmones para respirar y no podía. Incluso una sonrisa queda de satisfacción se dirige hacia mi chico con la sola intención de decir...

- Bueno, no se si esto es bueno o malo. Pero tenemos pistas.- Desafortunadamente. Porque si no hubiéramos conseguido nada, puede...solo puede.. que me hubiera rendido, al final y... huido.- ¿De vuelta al Miliner?

Muchas gracias por todo digo al jefe de bomberos mientras franqueo la puerta a mi chica, invitándola a que salga antes. Una vez fuera la miro.

Solo estaba enfadado, cariño. No tenías nada que temer. No conmigo aquí, jajaja termino dándole un golpecito en el hombro, para intentar animarla. Al milliner, sí... me temo. Y, si no encontramos nada, a ese local de al lado.

Volvisteis agotados al milliner con aquellas indicaciones tan vagas el otro local solo podía ser uno. Había un enorme garage con una compuerta móvil de contrachapado para coches junto al milliner. La puerta estaba cerrada y empitrada en la compuerta había otra puerta peatonal.
Dentro del local, podíais ver por unas ventanas que estaban a la altura de un primero, que la luz estaba encendida. Os percatasteis de una sombra, como de si algo o alguien se moviera dentro. Cuando os oyo quien fuera que estuviera dentro se quedó quieto.
La posibilidad de encontraros con el risitas dentro se os paso por la cabeza y no fue vuestra opción favorita, tambiñén podíais mirar esa misteriosa puerta dentro del local que había soportado el incendio y los bomberos no habían tocado, dejadola cerrada con todo lo que hubiera dentro. Quizá era otro acceso a aquel local...
En ese momento sonó el telefono de Marie estrepitosamente en el callejón. Era jackob, tal como había prometido eran las 11 y estaba llamando.

-Joder!-Grité sobresaltada.

Casi se me cae el móvil al suelo del susto, y torpemente, lo apagué. El sonido de la melodía de "Star vs Evilforces" resonó en todo el callejón haciéndome pensar que la gente lo habría oido en 2 ó 3 manzanas a la redonda. Comprendí que nuestra posición había sido revelada, y que esa sombra bien podía ser muchas cosas o ninguna.

- Lo siento...- dije con cara de circunstancias.- Era Jackob.

Jackob había llamado y simplemente le había colgado. Le mandé un mensaje rápido : Ahora no puedo. Te llamo luego.

Suspiré frente a la puerta aquella. La posibilidad de intentar forzar la puerta de la trastienda, era otra opción, pero esas cosas seguro que se le daban mejor a Dieter. Yo que ivba a hacer ¿ Abrirla con una horquilla? Asi que me encogí hombros y me acerque a la puerta donde se supone vivia Milliner. Pegué la oreja para intentar escuchar algo al otro lado. despues Llame al tiembre.

- ¿Milliner? Soy Mary Anne. - Miré Dieter interrogante.- Dieter y yo necesitamos hablar contigo un momento. Es sobre... tus amigos. Es importante.

Tras unos segundos la puerta se abrió invitándoos a entrar pero no había nadie al otro lado. Mirasteis a la salida del callejón pensando en que hacer, si marcharos o quedaros, pero correr callejón arriba no iba a arrojar luz sobre ningún asunto, así que mirando os más indecisos que otra cosa, encontrasteis valor el uno en el otro para entrar.
Cuando entrasteis y avanzasteis al interior del garaje, la puerta se cerro de la misma manera que se había abierto, sola y misteriosamente.Estabais en un garaje, había varios coches y unas cuantas motos un par de bmws del ejercito nazi, unos cuantos citroen de principios de siglo XX y un mercedes deportivo de los 90 digno de una pelicula de James Bond.
Mas allá de la zona dedicada al garage empezaba un loft enorme y bastante lujoso. Aún inspeccionando con la vista el local escuchasteis el golpe de varias bolas de billar, en u na esquina, donde antes no había nadie había un hombre de espaldas jugando al billar.
¿Es que vosotros dos no dejáis de meteros en líos? pregunto, pero esta vez el risitas no reía.

La puerta se abre, y no veo que haya mucho por donde seguir. Podríamos intentar escapar, pero realmente queríamos buscar a ese que decían que era familia de Milliner, así que... si vive allí, deberíamos ir allí, ¿no?

Miro a Mary, y le pregunto con la mirada. ¿Deberíamos ir allí, no? No sé qué hacer. Finalmente, sujetando suavemente su mano, me encamino hacia la puerta abierta.

El sitio es enorme, espaciosos. Y lleno de lo que más me apasiona, los coches... o lo que más me apasionaba, pienso mirando a Mary. Aún así, en otro momento, este habría sido un paraíso para mi. Sigo mirando la zona, y veo el loft ese que hay al fondo. ¿Vivir entre estas máquinas? Hum...

El ruido de las bolas de billar me sobresalta, e instintivamente me sitúo entre Mary y el tipo que está jugando. Le miro y niego con la cabeza, levemente. Está claro que no,  sé... sabemos que estamos metidos en un buen lío. Uno muy gordo. Por eso os buscábamos, a ti o a tu amiga... queremos hablar... digo, intentando aparentar una seguridad que no tengo.

El loft tiene una decoración postmoderna, pero esta plagado de recuerdos históricos, hay medallas de la guerra, una bandera del reino unido enmarcada que domina la mayor parte del espacio. Fotos en blanco y negro, en algunas salen niños, viejos, y un joven se repite a lo largo de ellas en diferentes situaciones, entre otras vestido de soldado y otras fotos viejas con colores apagados que parecen tener un filtro sepia encima, nuevamente ese joven, pero ahora vestido de civil, con amigos, con amigas, pasándolo bien y riendo. La foto de un acorazado enorme en uno de los lados y una maqueta del mismo acorazado justo debajo.
Otro golpe de bolas de billar desde lejos.
Si os sentís más seguros hablando desde lejos, por futil que sea, hacedlo, por favor. dijo el hombre que dejó el palo en la mesa y se incorporó para miraros. Pero yo no me acercaría a mi compañera de la otra noche. Dudo que tenga una razón como yo para ser paciente. Imagino que queréis hablar de algo que puede ser de mi interés y ahora solo se me ocurre que podéis saber el paradero de un familiar mío. exigió el hombre, ahora que no se reía de aquella manera compulsiva daba aún más miedo.

AL principio tiemblo como un conejo cuando entramos allí, pero con Dieter de mi lado, lo demás no importa.

Me veo guiada por su compañía y por el saber que no todo puede estar tan mal si estoy a su lado. Pero al llegar al interior, veo a ese hombre y me estremezco. Un suspiro, que empieza por una inhalación, se queda a medio camino sin expulsar el aire, al ver que al final, hemos dado con lo que queríamos.

Dieter y ese hombre hablan. Veo que su rostro es igual de monstruoso que aquella vez. En realidad es como siempre, pero a mi me parece ver colmillos en su boca donde no los hay. Ojos inyectados en sangre donde solo hay ojos sucios. Garras donde solo hay...unas manos que sujetan el taco de billar. Puede que fuera mi imaginación pero entonces...

Me separo de Dieter como si algo me hubiera llamado la atención. Las fotos. En todas hay alguien que no debería estar. No al menos en distintas épocas.

-¿Quien es?- Digo tocando la superficie de a foto en la que se ve de soldado. No era posible, pero estaba allí. ¿Sería todo real, entonces? Me giro hacia el risitas sería, pese que aun noto como mis piernas tiemblan. - Puede.- Afirmo a lo de su familiar sin dejar de mirarle desde donde está el cuadro con la fotografía. -Qué sois...- pregunto en un hilo de voz.

De un familiar suyo... mierda, Milliner. ¿Y si Pasteur es quien lo ha secuestrado? Puede ser... al menos, sería una pista. Observo a Mary, parece interesada en las fotografías. ¿Qué le llamará la atención? Parecen simplemente imágenes sin más, decoraciones aleatorias. ¿Un soldado? Miro detenidamente qué tiene de especial ese soldado?

Su pregunta me pilla por sorpresa. No pregunta quienes son, sino qué son. Quiere escucharlo de sus labios... aunque Pasteur ya nos lo dijo. Pero bueno, quizá es una buena forma de empezar la conversación. Algo más intranscendente para luego meternos al meollo...

¿Saldremos vivos de este garaje? Sería irónico, morir en medio de un garaje sin ser motivado por arreglar un coche, de hecho sin mancharme las manos.

Las palabras de mary fueron como sangre en el agua para un tiburón, activaron al hombre que de repente parecía más feroz, su lenguaje corporal paso a ser el de un depredador, se inclinó levemente hacia adelante, bajó al cabeza y separó sus manos de su cuerpo para estar listo para usarlas si era necesario.
Somos... demasiado complicados y muy impacientes. dijo desde su lado de la sala, pero ya no estaba junto a la mesa de billar, estaba junto a la maqueta del barco, no habíais visto como se había movido o cuando, entre parpadeo y parpadeo había cubierto la mitad de la distancia que os separaba.. Y puede no es en absoluto una palabra que me guste, decid lo que sabéis y quizá pueda obviar lo interesado de vuestra aparición aquí y mostrar algo de gratitud. El hombre analizaba la situación y se notaba que no se fiaba un pelo de vosotros.

Muy bien digo, poniéndome nuevamente casi de forma inconsciente entre él y Mary, pues pongamos las cartas sobre la mesa. ¿Sabes que hay un cazador de vampiros en la ciudad? Uno poderoso, que lleva viviendo más de 200 años. ¿Y sabes que conocía el Milliner's? ¿Te parece que esa podría ser información que te interesase para negociar?

Le miro, intentando no demostrar miedo. Pero no es fácil, he visto lo que esto puede hacernos en cualquier momento, y temo que lo vaya a hacer muy pronto. Buf... qué mierda, pero tampoco teníamos muchas más soluciones, la verdad. Pasteur no nos dejó más soluciones.

El risitas se irguió mirando os confundido.
Ahora tenéis mi atención... dijo perplejo. Hizo un gesto circular con su mano indicándoos que siguierais hablando. ¿Quién?; ¿Como lo sabéis?; ¿Donde?; ¿Por que lo sabéis?; ¿Por que me lo dices? hizo una serie de preguntas ejemplificando la clase de cosas que podría encontrar interesantes saber mientras volvía a caminar hacia el fondo de la sala.Estate tranquilo... si quisiera que estuvierais muertos no hubiera convencido a mi amiga de que no entrara a sangre y fuego el otro día en vuestra casa... Milliner no me lo hubiera dejado olvidar en mucho tiempo.

-Pasteur- Solté sin mas mientras miraba de arriba abajo al vampiro.

Daba miedo, pese que dijera que no corríamos peligro. Miré de nuevo a mi alrededor para creeme a mi misma cuando pensaba en lo que iba acontar.

- Digamos que quiso...reclutarnos, sobre todo a Dieter, para ser cazador de ...vampiros. - Lo dije titubeante.- Eso dijo que eras. Que érais. - ¿Milliner también? No tenia ese aspecto tan amenazante como esos dos, al menos.- ¿Que hay de cierto en eso?

Afirmo a lo que dice mi novia. Novia en este extraño mundo en que nos hemos metido, pero novia al fin y al cabo. También me dijo, como intento para reclutarme, que vosotros respetábais vuestra privacidad, y que iríais a por nosotros... cosa que está claro que habéis hecho. Y no solo a por nosotros, y eso ha provocado que quisiera veros. Dijo que iríais a por nuestras familias y amigos. No podemos permitir eso... nadie sabe nada de vosotros, solo nosotros dos. No quiero... no puedo permitir... que hagais daño a mi familia y mis amigos por mi culpa.

Así pues, creo que podemos indicaros donde encontrarlo, o la zona por donde se mueve al menos, además de contaros cosas sobre él. Pero necesito, quiero, queremos... que dejeis en paz a los nuestros, que no saben nada de vosotros.

Y sí, no soy un iluso para pensar que pueda negociar con nosotros. Dudo mucho que a nosotros nos dejárais seguir con nuestra vida tranquilamente sabiendo lo que sabemos.