Partida Rol por web

Dijiste "Jackob" y dio un respingo nervioso poniéndose tieso como un palo mirándoos sobresaltado. Acto seguido se relajó al ver que eras tú, Mary.
Mary... dijo levantando la mano a modo de saludo y acercándose, se quedó a dos pasos estudiando a Dieter a tu lado. Pues busco a una amiga que ayer me dejó plantado, íbamos a ir al teatro pero yo llegue tarde y ella se fue. aclaró pero luego miro al teléfono que tenía en la mano. O eso creí, ahora iba a ir a la poli, he encontrado su teléfono en el callejón, así que tengo miedo que le halla pasado algo.Luego como si por fin analizara la escena añadió¿Estáis bien, tenéis mala cara? Como si os acabaran de dar una muy mala noticia.

- ¿Amiga?- Pregunto intrigada. Costaba imaginarme a Jakob fuera del periódico, y mas con una cita.

-Oh, disculpadme.- Dije recuperando levemente la compostura al darme cuenta que no los había presentado.- Jakob, este es mi novio. Dieter.- Dije sin tapujo ninguno.- El es Jakob Benko, un compañero del periódico, el Berliner. - Carraspeé un segundo. -Bueno, mi jefe mas inmediato en realidad. Solo soy una becaria, de momento- Sonreí ante aquello.

- ¿A quien buscabas? ¿La conozco?- Pregunto a Jakob mirando intrigada al móvil que acababa de recoger. - No se que ha podido pasar aquí...Buscábamos al dueño del local, era conocido nuestro. Pero verlo todo así, destrozado...- suspiré.

Me acerco al tipo para tenderle la mano, ahora ya más tranquilo. Encantado de conocerle, Jacob.

Lo cierto es que nos gustaría saber qué ha pasado aquí, digo, señalando con la cabeza el local del Milliners destrozado, pero ha sido impactante verlo así.

Dejo que ellos dos sigan hablando, pero miro fijamente el callejón detrás de él. Temo y deseo a la vez que aquella sombra que vi cuando seguía a Mary se haga presente en cualquier momento. No tengo más pistas, no sé donde más podríamos buscar, no sé qué más podamos hacer. Joder...

Inconscientemente, ofrezco mi mano para sujetar la de Mary. Solo ahora resuenan en mi cabeza sus palabras, que analizo realmente. ¿Su novio? ¡Su novio! Una sonrisa, imposible de detener, hace acto de aparición. Ni con todos estos problemas puedo evitarlo.

Durante unos minutos te alteras, das voces, pero acabas entendiendo que la única respuesta que obtendrás sera el eco de tu voz y el silencio, o nadie escucha o a nadie le importa lo que tengas que decir.
Pero cuando por fin te calmas comienzas a darte cuenta de algunas cosas, pequeñas diferencias respecto de la noche anterior que hasta ese momento no te habías fijado.
Escuchas roedores caminando por la sala en que te encuentras, o por entre las paredes, quien sabe. La oscuridad parece menos oscura y tras unos minutos te das cuenta de que Milliner no respira, pero lo que es mas asombroso, si no vas a hablar tu tampoco sientes la necesidad de respirar.
No parece que haya una tercera cama con Marie en la sala, al menos desde donde estas no hay linea visual para ti de ella.
¿Esto es una pesadilla? pregunto en un susurro Milliner al despertar, probablemente a causa de tus gritos.

Tomó la mano de Dietter con un apretón firme, pero le ignoró mientras se hinchaba como un pavo real al ser etiquetado como su novio por parte de Mary, Jackob miro hacia el local quemado.
Yo me he sorprendido tanto como vosotros. reconoció con cierta angustia Puedo preguntar cuando vaya a la poli a poner la denuncia de desaparición por Marie; es una amiga mía, nos presento Norberta (otra amiga) y bueno... la cosa fue a más y se estaba empezando a volver habitual y... formal. Dijo aquello ruborizándose y violento, se le notó cuando cortó las explicaciones de golpe.
Pero una buena reportera podría preguntar a los bomberos, ellos serán menos celosos que la poli sobre lo que apreciaron aquí, mientras yo hago la denuncia y veo que me cuentan. dijo mirando a Mary. ¿Que te parece? ¿Nos vemos a las 11 para intercambiar impresiones? como solía hacer en el periódico reoriento la situación hacia lo que había que hacer evitando entrar en terreno personal. No obstante su determinacion por averiguar que había ocurrido no os venía mal.
Aunque su novia había desaparecido, estaba calmado a nivel analítico de un modo que resultaba frívolo.

Entrecerré los ojos y pude ver... ¡que veía! Aquello era extraño, y más cuando vi que Milliner no respiraba pero había hablado... ¡como yo!

–¡Milliner! ¡Estás vivo! –eso era una pequeña alegría, no se veía por ningún lado a Marie –algo va mal, no estamos respirando ninguno... eso quiere decir –guardé un instante silencio por lo que aquello implicaba –¿Somos vampiros? ¿Dónde se ha quedado Marie? –estaba atada y no podía moverme pero quería comprobar tocándome los colmillos como en las películas.

Intentsate, con alguna de tus manos, llegar a la boca pero las correas de hospital impidieron que separaras apenas 15 cm las manos de los bordes de la cama manteniendolas a la altura de la cintura. Te retuvieron con un tirón firme que indicaron que no se moverían, ni tus manos tampoco.

Miliner no contesto a tus preguntas
Estamos jodidos chica.¿Donde está tu escolta personal? Ese que tes eguía a todas partes.... preguntó milliner, que como tí comenzó a mirar hacia todas direcciones y a forcejear con las correas, cuando él lo hizo su cama se quejó con sonidos metálicos, pero solo consiguió moverla levemente, mientras él seguía allí, encima de la cama, retenido.

De repente escuchaste unos pasos mas pesados que los de los roedores. Otra cosa cuadrupeda se acercó a vosotros, los esfuerzos de milliner por liberarse atrajeron la compañía de un curioso guardián. Uno de esos perros de ojos rojos y negro pelo azabache, entró dentro del circulo de luz desde la oscuridad con las orejas muy levantadas y él si que os enseñó los colmillos con un gruñido alertandoos que no tenía mucha paciencia.
Milliner se quedó muy quieto cuando vio al animal, como si se tomara la promesa de dolor que ese gruñido emitía muy en serio.

Milliner se quedó quieto, quietísimo, hasta que el perro se relajó y volvió a donde fuera que estaba en un principio.
Parece que solo podemos hablar y no demasiado alto... suspiró milliner presa de la resignación ¿Que pasó escaleras arriba cuando subiste con él? se interesó milliner.

Pude leer entre lineas algo sobre la relación que tenía Jackob con la desaparecida.

- Vaya, lo siento por tu chica.-

Siempre pensé que yo misma le hacía tilín. Por otro lado agradecí que no fuera así. Esto sería mas violento que lo normal, habiéndole presentado a Dieter. Tampoco quería pelea de gallos.

- Es una buena idea.- Asentí cuando sugirió lo de ir a preguntar a los bomberos.- Aunque imagino que lo que provocó el fuego sería un bidón de gasolina y una cerilla. - Podía equivocarme. ¿Esperaba algo sobrenatural en el fuego? Lo que estaba claro es que el Milliner estaba destrozado, y con ello nuestras pistas de encontrarlos. - Creo que se llamaba Milliner.- añadí para que supiera su nombre cuando fuera a la policía.- Daremos una vuelta mas y...si, creo que a las 11 sería buena hora. En el parque que hay cerca del Berliner, ¿vale?- También era un sitio cercano a nuestra casa.-Suelo ir por allí alguna noche, para relajarme y pensar.- Apreté la mano inconscientemente a Dieter para que no se opusiera a ello.

Si no le parecía bien la opinión prefería que me lo dijera sin estar Jackob delante.

Iba a decir algo sobre lo de andar investigando esto, sobre que tenemos otros problemas, incluso sobre la cita con el tipo este a las 11, pero simplemente el sentir la mano de Mary en la mía me lo impide. La miro y asiento.

Entonces supongo que nos veremos luego, ¿no? Veamos qué averiguamos cada uno, y ojalá sea algo.

Suspiro. En fin, supongo que si investigamos sobre Milliner igual conseguimos algo... ¿no? En cualquier caso, no tenemos mucho donde seguir buscando y, aunque me gustaría ir con mi familia y asegurar su bienestar, tampoco puedo abandonar a Mary. Mierda...

Si Jakob no dice nada en contra, me alejo con Mary buscando un sitio para hablar de qué podemos hacer ahora.

Jackob asintió:
Si el fuego fue provocado sabrán quien lo investiga, que aseguradoras están en ello, si sabemos las aseguradoras, podemos hablar con los investigadores de estas; no siempre cuentan cosas pero a veces si y todo lo que sepamos de milliner será bueno. Negó con la cabeza mientras se obligaba a parar a respirar Sabes muy bien como va todo esto... además no estamos en el trabajo. Nos vemos luego. Cuidaros ¿Vale?
Sin más y se alejo desapareciendo pro la entrada del callejón dejando os solos con el olor a hollín y las cristaleras del Milliner calcinadas.

Estaban sucediendo cada vez cosas más raras, pero la visión del perro me aterró y decidí hacer caso a Milliner, bajé el tono de voz, primero respondí a su pregunta —Galindo no está, lo despidió mi padre —nunca pensé que lo echaría de menos, era un juego el escapar de él y ahora desearía que viniera.

Giré la cabeza hacia un lado, como repasando todo lo sucedido, tratando de evitar que viera las lágrimas que me llenaban los ojos, después la volví de nuevo para mirarlo, estaba cansada ya de contar esta historia así que la resumí aún más —le conté lo que hicimos, el pub, el medallón y luego que mi padre recibió una paliza, que tenía un medallón distinto y que quería huir a Sudamerica. Había un lobo muy grande que me hablaba directamente en la cabeza —miré con cierto temor a Milliner, —mi padre dijo que eras un terrorista —de repente me di cuenta de algo —Me indicaron que te dijera que no se rechazan regalos, y me desearon suerte en la eternidad —resoplé —me voy a volver loca —sin darme cuenta volví a elevar el tono de voz —¡es todo culpa tuya! —grité enfurruñada para instantáneamente arrepentirme y mirar atemorizada al perro de ojos rojos.

¿Te parezco acaso otra cosa que otra victima? dijo Milliner con una risa ahogada de resignación. Una noche contigo y mi vida a la mierda, casi 200 años evitando convertirme en uno de estos pirados y aquí estoy muriendo por matar a alguien y beberme su sangre... ¡¿Y te he echado la culpa?! evidentemente estaba tan irritable como tú.

Un chirrido de una rueda mal engrasada os hizo callar. El doctor se acercó empujando otra camilla(con una rueda que giraba sobre si misma atascada dificultando su avance), con Marie encima, igualmente atada como vosotros, pero a diferencia vuestra ella estaba inconsciente.
había salido de una habitación al fondo del sótano que por lo que pudisteis ver mientras la puerta se volvía a cerrar parecía un quirófano.
Se acercó empujando la carretilla hasta dejarla junto a vosotros, luego se dedico a alinearlos a los 3 con Norberta en el centro.
Veo que están despiertos. Bien... eso es bueno, el proceso cada vez es menos traumático. dijo aquello satisfecho.

El perro se volvió acercar al acercarse también el doctor, se sentó en el linde de la luz y pudisteis ver como meneño con una cadencia constante la cola al ver a su dueño.

Observo el Milliner, con cara pensativa, muy pensativa. De pronto, me giro a Mary, con un brillo en los ojos, como si se acabara de encender alguna bombilla en mi cerebro y su luz estuviera apareciendo en mi mirada en estos momentos.

Mary, ¡no todo está perdido! ¿No recuerdas que Milliner te dijo, antes de marchar aquella noche, que el tipo de las risas era familiar suyo y que no convenía que le siguieras? Sí, ¿qué dijo que era? Sí, un primo lejano. Igual podamos seguir esa pista, buscar alguna indicación ahí dentro o preguntar en la compañía de seguros.

¿Tú qué dices? De pronto me doy cuenta... ¿estoy contento por saber cómo podemos encontrar a un asesino que igual quiere acabar con nosotros? Pues sí, porque espero salvar a mi familia con ello.

Olvidé las palabras de Milliner simplemente resoplando.

Cuando apareció el tipo loco con Marie sentí un pequeño alivio, ¿Le habría hecho lo mismo? —¡Marie! —exclamé al verla, giré la cabeza hacia ella, pero estaba dormida.

Iba a abrir la boca hasta que vi aparecer al perro, tragué saliba y seguí con los ojos sus pasos, en presencia de este tipo loco parecían más tranquilos.

—¡Qué nos has hecho! —demandé, acto seguida reflexioné un poco, —por favor, suéltanos —.