Partida Rol por web

Ginnei intentó que no se fuesen, pero ellos siguieron en silencio hasta perderse. Me respondió sin decirme mucho, pero lo más probable es que tampoco entendería aquel asunto de las monedas:

"Creo que Ginnei es un chico muy raro, buena persona a veces y a veces no, con un arma muy rara y ese asunto de las monedas. Muy raro."

Pero me encojo de hombros restándole importancia al asunto y a lo sucedido pues todos estamos bien y eso es lo importante.

De pronto, uno de los jóvenes se devuelve y nos habla, ofreciéndonos formar un equipo. El rubio le responde de mala manera, por lo que le reclamo:

 - "¡Cállate, tarado! ¡Si no has salvado a nadie, ha sido ella!"

Le digo mientras apunto a la mujer de las armas de fuego. Solo ha peleado con una momia como yo y eso no ha servido de nada. 

Miro al recién llegado y le respondo:

 - "Yo si quiero unirnos. Justo nos faltaba un refugio y no sabemos nada de cazar."

Me rasco la nuca mientras me río, pues la verdad es que tendríamos que intentar encontrar un lugar y ver como cazar a los lobos sin saber realmente como hacerlo. Probablemente esto nos facilite a todos la vida, pues ellos nos ofrecen lo que nos falta y nosotros le brindamos protección. Me parece un trato justo.

Enarque una ceja cuando vi que el muchacho volvía, pero no comente nada. Ginnei parecía estar explicando brevemente la situación cuando se giro hacia el, pensaba que iba a responder cuando se volteo a mirar hacia mi. ¿Enserio quería que diera yo la respuesta?

Chasquee la lengua en síntoma de molestia.- Creo que lo deje claro, no tengo problema en protegerlos si lo piden, pero que no intente enmascararlo como un trato. Ni si quiera ha dicho que tienen un refugio, ha dicho que tienen "modos de hacerlo". Joder, si quiere ayuda que intente no manipular con las palabras a la gente.- Apostaba a que parte del grupo directamente había entendido que tenían un refugio seguro. No me gustaba aquella manera de tergiversar las palabras y, para colmo, me había molestado realmente que dijese que nos "ayudarían" a conseguir el objetivo de aquella prueba. El chaval tenia una equivocación de conceptos con respecto quien estaría ayudando a quien.

Ginnei me regaña por tratar mal al rubio. Lo que dice es cierto, por lo que le miro bajando la cabeza y haciendo una mueca de puchero, le respondo:

 - "Está bien, pero ese par no me gusta nada."

Miro al rubio y me disculpo:

 - "Lo siento por llamarte así."

Entonces escucho como Mary comienza a hablar acerca del chico y su propuesta. La miro con los ojos bien abiertos mientras expone. Cuando termina, estoy completamente convencido de que no entendí nada de lo que dijo, lo que quiere o le molesta, por lo que mantengo silencio mientras conversan entre ellos, poniendo atención pero no interviniendo. Al fin y al cabo, ya dije que estoy de acuerdo con unirnos, aunque Ginnei sepa algo de caza, como me corrige.

-Le están dando demasiadas vueltas al asunto, que importa si la chica es una kurata y por eso va a volver tras ella el vendado, después de este encuentro todos nosotros estamos en la mira de esa momia,
especialmente Tetas que fue la que le disparó. Si quieren unirse haganlo, pero hagan su parte para conseguir esos lobos-dijo seriamente Mugen.

-Por fin, una mujer más en el grupo- pensó mientras sonreía mirando al vacío.

Me levanto rápidamente del suelo de mala gana para encarar al niño tocapelotas, solo dice gilipolleces, no sé cómo lo aguantan. –Si usaras tu inútil cabeza para pensar sabrías que estáis vivos gracias a que hemos llegado nosotros tres...– señalo a Muguen, Nero y finalmente a mí. –No por la rubia suicida, pero paso de explicar nada a un idiota como tú– había llegado a una conclusión con eso del Nen, se me da bien analizar combates, de lo poco que se me da bien cuando implica pensar, y puede que estuviera en lo cierto.

Por mí parte la cosa iba a ir a mayores, pero me freno con la intervención de Ginnei. –Está bien, pararé, pero mantén a tu mascota mejor atada– dejo caer la pulla hacia Niño acompañándola con una de mis clásicas sonrisas burlonas y me centro en lo otro, en el grupo compuesto solo por inútiles. –Yo paso de ir con ellos, he visto locaciones más interesantes desde el árbol, pero si queréis ir lo aceptaría– contesto siendo más comprensivo de lo que debería, esos tres nos costará la vida de alguno, seguro, pero no puedo quedarme solo tan pronto.

-Tch- Nero chasqueó la lengua. Los ánimos comenzaban a acalorarse, y aún cuando sobrevivieron al 484 podrían perder el examen si terminaban todos dispersos. Aún no conocían la fuerza de los lobos, pero si cazaban de a 6, tendrían ventaja numérica siendo 9.

Miró a Ginnei, si no hacía algo pronto el grupo se separaría o peor, terminarían disparándose entre ellos. Dio un paso al frente y encendió un cigarro. -No vi que fueran buenos en combate... Espero que tengan habilidades que nos sean útiles en otros ámbitos- Dijo un poco seco. En verdad le molestaba tener que cuidar de otros, ya para eso tenía a Ginnei, pero quería tener cerca a Akemi, era un don juan, y no se podía hacer nada al respecto

Suspiré y lancé una mirada algo más seria a Tadashi. Mis palabras sobre mantenernos unidos no le habían impedido lanzar otra puya al chico, esperaba que quedase claro que me estaba hartando/aburriendo de todas esas absurdas disputas. Ya había corregido al niño cuando no lo había hecho bien, ¿iba a tener que tratarlo a él como tal?

- Bueno, dejando de lado disputas que no llevan a ningún lado. -comencé- Ella ha dado la respuesta correcta: ya has visto que varias personas pueden estar interesadas, pero vas a tener que ser más específico con lo que podemos esperar. Por lo que a mí respecta, me parece que de momento la pelota está en vuestro campo ya que os hemos salvado de 484 y luego os he curado. -añadí a lo dicho, dejando ahora en manos de Nakamura el que aclarase el cómo nos iba a ayudar...

"Tener los medios" para hacer un refugio era poca cosa, de momento.

Parpadeó nada más.

Ante las variopintas recepciones que obtuvo y sus distintos tonos. A medida que se alejaba del momento anterior en que ocurrió la situación poco a poco se iba calmando, volviendo a ser el evaluador de personas común y corriente pero capaz por encima de todos estos cabezas de armas y solitarios sacados de películas, si bien completamente incapaz exactamente no como lo eran todos estos tipos sacados de ficción en donde él mismo era, bueno, como era. Así, suspiró largo y tendido a medida que se golpeaba las mejillas propias, incluso cuando el sujeto ese poco menos que le escupe en la cara. Le faltó eso, ciertamente. Toca subir su juego si quiere quedar como un macarra de los malos.

- Mi compañero, Kairen, sabe cómo hacer refugios para que los lobos no nos huelan, el nuestro funcionó por varias horas sin que nos olieran siquiera al menos hasta que ocurrió lo del grito cuando Akemi buscaba cosas y la atraó el Shish-... 484, el de las vendas. -Se rascó alrededor de la nariz como si nada, como si esto no fuese nada, porque no lo era, mirando a señor "Ojo-Monedas" entonces.- Correcto, a la señorita de pelo rubio y largo con rifle y a tí os debo algo por salvar a Akemi y luego a mí en particular. Sin embargo...

Tomó aire de nuevo. Cansador pero necesario. Tenía que hacerlo no por sí mismo sino por... Oh bueno.

- Si no trabajamos juntos ese tipo recuperará su poder ese, "Nem", "Nenm" o como sea, y pasaremos por esta trifulca de nuevo. Última chance, usted dirá, señor.

Se inclinó de cabeza con respeto ante Ojo-Monedas (Ginnei) y ante la señorita sniper (Mary) para luego mirar a don espadachín pervertido (Mugen) y al joven niño musculoso (Niño), sonriéndoles levemente.

- Ustedes dos, bueno, si gustan esperen por acá conmigo, que estáis dentro. Pronto deberían llegar ellos aquí...

Tal cual. Se dedicó a esperar entonces más o menos, mirando los alrededores del lugar por si había algo interesante a que vinieran sus dos colegas entonces que ya deberían estar por llegar, o ahora o en un rato, seguro.

Mugen llama a la chica como una "Kuruta", y no sé qué es eso pero, a esta altura, ya no me extraña nada. Me pregunto si soy yo el tarado o algo por el estilo, pues no entiendo ni mierda de lo que dicen a veces. Bueno, no me importa mucho la verdad pues para eso existe preguntar:

 - "¿Qué es una Kuruta y una momia?"

Entonces el rubio me responde, por lo que arrugo el ceño mientras le escucho, pero me contengo de responderle. Solo le levanto el dedo del medio cuando me llama mascota, pero paso también de él por el momento.

Nero dice algo que es cierto, a la que Ginnei apoya. Asiento con la cabeza hacia el recién llegado y espero su respuesta, la que se hace esperar un poco pero no es muy clara. Pero finalmente nos ofrece a Mugen y a mí a quedarnos con él a pesar de lo que piense el resto, a lo que niego enérgicamente con la cabeza antes de responder:

 - "Somos un grupo nosotros, solo me uniré si el grupo entero acepta. No me gusta romper mi palabra. Gracias de todas formas."

Así que me quedo esperando, la respuesta del resto, viendo si nos volveremos un solo equipo o si seguiremos nuestros caminos por separado. Me gustaría unirme a ellos, quiero conocer a toda la gente que pueda, pero si el grupo decide lo contrario, acataré conforme. En eso me comprometí y lo cumpliré.

Siguiendo un camino dejado por Nakamura, Akemi y Kairen caminaban hasta llegar a donde todos estaban. No pudo escuchar mucho, solo las últimas palabras de Ginnei, Nakamura y Niño.

Caminó firme y decidida, como si nada hubiera pasado. Kairen iba detrás suyo con sus brazos en posición para sujetarla si caía. Observó a Nakamura y soltó un -No quiso escucharme, le dije que debía reposar...-

Akemi avanzó hasta el centro del grupo. Inclinó levemente la cabeza en señal de agradecimiento y habló -Siento que les debo la vida, a todos... Como bien dijiste- Dijo mirando a Ginnei -La pelota está de nuestro campo... Somos solo tres, y por lo que pude ver mis compañeros no saben pelear- Los observó a Kairen y Nakamura con una sonrisa, como si no le molestara tanto -Pero han arriesgado su vida por mí, y apenas acabo de conocerlos... Sí, no son buenos en combate, pero si peligran sus vidas ellos no los dejarán, harán lo posible por ayudarles incluso si eso le pone en riesgo...- Volvió a voltear a Ginnei -No me gusta tener deudas, así que les guste o no, viajaremos juntos, y pagaremos nuestra deuda. Si alguien cree que son inútiles, es porque no puede ver lo valioso que es, que alguien de la vida por ti...- Sus ojos se volvieron rojos y su voz aumentó levemente a decir esto último... Cerró sus ojos y respiró profundo... Al abrirlos ya eran azules otra vez.

Observó a Niño. -Mis ojos... Se ponen rojos cuando siento emociones fuertes... Hace tiempo existía un clan lleno de gente con ojos como los míos, pero fueron todos asesinados... Ahora sus ojos se venden en el mercado negro como si fueran simples joyas...- Dijo en un tono triste. Nuevamente sus ojos comenzaban a ponerse rojos... -Ahora el clan está extinto, miles de personas asesinadas por la codicia de pocos... Y todo por culpa de un niño... un niño de nuestro propio clan...- Comenzó a respirar para tratar de calmarse, no quería que sus recuerdos alteraran sus emociones, buscaba siempre que las emociones quedaran de lado a la hora de analizar las situaciones -Ohh!! Lo siento!! No es que odie a los niños sabes?? Es que me pongo de los nervios a veces je!- Dijo ya más tranquila -Cómo te llamas??- 

La chica y el otro joven aparecen antes de que el joven responda. Habla con más sinceridad y me explica lo que es, así como el asunto de su clan y lo que les sucedió. Bajo la vista, después de haber visto el cambio en sus ojos, mientras murmuro:

 - "Así que eso es ser Kuruta. Y ella es una de las últimas."

La historia del asesinato y la venta de los ojos me parece algo increíble. La idea de que gente mantenga esos ojos como si de joyas se tratase me parece macabra y muy alejado de mi realidad. No consigo explicarme por qué alguien querría ver a diario los ojos sacados de personas que fueron brutalmente asesinadas. No me cabe en la cabeza.

Pero lo que me llama más la atención es que indique que todo fue culpa de un niño.

Su pregunta acerca de mi nombre me saca de mis pensamientos. Le respondo bajando un poco la cabeza, más que nada por un poco de vergüenza:

 - "Yo... no... tengo un nombre. Nunca me pusieron uno. Me han llamado escoria, basura, mierda y de otras formas. El capitán del barco que me trajo acá me llamaba Niño, pues es la única forma que me habían llamado que no fuera un insulto."

Levanto la cara, un poco triste pero sonriéndole mientras la miro a los ojos. Me agrada ella, es amable y sincera, pero seguiré al grupo con el que ya me comprometí, aunque decidan mantenerse alejados de ellos, lo que espero que no pase.

Akemi se sorprendió con el comentario de Niño, como era posible que no tuviera nombre?? o que le llamaran de esas formas!! Era solo un niño pequeño... -Su vida debió ser un infierno...- El semblante de la muchacha se volvió triste, se sentía mal por lo que Niño contaba, y aunque no quería, le creía... No era difícil creerle viéndole el cuerpo y el rostro, tenía un cuerpo horriblemente magullado y entrenado, que niño de esa edad puede llegar a eso sin haber sido entrenado bajo las más duras condiciones?? No dudaba tampoco de sus ojos, que expresaban una profunda tristeza y soledad...

Puso su mano en la cabeza del niño y se agachó para estar a su altura y verlo a los ojos, y con la mejor sonrisa que pudo, le dijo -Si no tienes nombre, entonces tendremos que darte uno!! Que tal~- y tras alargar esa palabra puso su dedo índice en su mentón mientras observaba hacia arriba, pensando en que nombre podría ponerte -Qué tal Hiroki?♥- Dijo con un tono cariñoso, como el de una madre a su hijo. -Significa "gran fuerza"... Estoy segura que tu vida fue difícil, pero has tenido la fuerza y el coraje necesario para salir adelante... Y esa misma fortaleza de corazón es te hizo ayudarme... Te vi desde arriba jeje- Dijo a modo de broma tratando de reir -Eres una gran persona Hiroki, gracias por tu ayuda!- Dijo para finalmente besar su frente y levantarse nuevamente.

Lanzó una mirada al grupo, ahora parecía seria y decidida a todo. -Mi nombre es Akemi, un placer. Ellos son mis compañeros, Nakamura y Kairen-

Todo aquello empezaba a desarrollarse con demasiada lentitud.-Chicos, hacer lo que queráis, pero vámonos de aquí.- Cada minuto que pasábamos en aquel lugar las posibilidades de que 484 o los lobos aparecieran eran mayores y, por el momento no tenia intención de enfrentarme a ninguno de ellos.-Mire como Akemi y el chaval empezaban  conversación.- Siento romper el momento emocional, pero creo que será mejor que lo haga yo antes de que os salte un lobo.

Era curioso, al final aceptaba ayudarlos, pero no había sido por sus palabras, si no por su aspecto. La muchacha estaba herida, eso significaba sangre lo que significaba olor para los lobos. Podríamos usar sus heridas en algún momento como cebo.

-Dijiste que desde el árbol viste lugares para hacer un refugio ¿no?.- Le dije a Tadashi.- Si nadie tiene un plan mejor, vamos al que te parezca mas optimo, nuestros nuevos compañeros se encargaran de preparar las trampas de las que se enorgullecen.-Me quede pensando durante un momento, si los cachorros de esos lobos adquirían los poderes cuando crecían según en que ambiente se criaran… ¿Eso estaría limitado de alguna forma? Si podían adquirir las capacidades que quieres podría ser interesante hacerse con un cachorro.*

Veo el desarrollo de los acontecimientos sin moverme de mi posición, atento a cómo se desarrollan las cosas. Parecía que Akemi tenía un fuerte sentido del deber, y eso me hizo sonreír levemente. Bien, todo iba saliendo conforme a lo que había pensado, más o menos. Quitando que esperaba que Akemi tuviese unos compañeros más competentes en defenderse, pero bueno.

- Bien, Akemi-chan. -le dije con una sonrisa más pronunciada, con las mismas palabras que me gustaría recibir de ser el caso contrario- Por mi parte, aceptaré la ayuda que me quieras dar hasta que consideres que estamos en paz... Además, así puedo tener vigilado que tus heridas no empeoren jaja. -concluí con una pequeña risa. Después hablé al resto y les dije- Bueno, encantado de conocerlos, soy Ginnei. Creo que todos ya tenéis una cierta idea de mis capacidades a éstas alturas, así que por mi parte sigamos la recomendación de nuestra tiradora... ¿Qué has visto ahí arriba, Musculitos? -le dije, adoptando otro mote por no saber su nombre.

Nero se acercó a un arbusto cercano, todo esto le parecía absurdo y hasta aburrido. De paso pensaba regar las plantas. Cuando se acercó al arbusto y sacó su amigo, el arbusto se volvió blanco y con motas verdes. No era un arbusto, era un lobo!!

Los lobos parecían poder adaptarse al entorno, de forma que sus pelos tomaban el color del area, como un camaleón. Sin aviso alguno y sin que Nero pudiera reaccionar siquiera a guardar su amiguillo, el lobo saltó propinándole un fuerte mordisco en el brazo. Para su suerte, no acabó con su amiguillo cercenado

Recordando que el lobo era venenoso, entendieron que el veneno de aquella bestia corría ahora por las venas de Nero. En cuanto se prepararon para la batalla, comenzaron a notar como el entorno cambiaba de color a blanco, un grupo de 6 lobos en total los habían rodeado. Tres lobos eran blancos con rayas azules, los otros tres eran blancos con rayas verdes...

Con la presencia del 484 lejos, los lobos se acercaron a comer la carne de los cadáveres, pero... Por qué no llevarse algunos premios extra al nido??

Me sigue sin gustar nada Nakamura, y su compañera no es una excepción, me crea bastante desconfianza que sea de ese desaparecido clan, nos puede generar muchos problemas. Pero el grupo parece aceptarles y toca ir con ellos, una auténtica putada que debo pasar por alto, esto de ir en grupo es una mierda, una muy grande.

–He visto sitios interesantes, que sirvan para un refugio depende de nosotros– contesto a la rubia antes de corregir a Ginnei cuando me llama musculitos. No me disgusta que lo haga, pero prefiero mi nombre si puede ser. –Me llamo Tadashi– le digo en un tono que se podría interpretar como amable, aunque juraría haberme presentado ya, no importa, no cuesta mucho decir un nombre.

–Recuerdo haber visto cuatro sectores interesantes– comienzo a rascarme la cabeza para ayudarme a pensar. –Uno era una llanura, una llanura en mitad de un bosque no es lo que buscamos ahora mismo, aunque puede ser interesante en el futuro. Otro sitio que evitaría es un árbol tan grande como una montaña, es un lugar fácil para usar como punto de reunión. También hay una zona cubierta totalmente por nubes negras, ese sitio puede ser interesante, es difícil que nos vean allí, pero a saber que hay dentro. Y por último el lugar al que iría de estos cuatro, una zona con muchísimos más árboles que ninguna otra– hago una breve para tomar aire antes de dar el apunte final. –Cuando decidáis donde ir decirlo y me subo a otro árbol para saber donde ir, al tener que movernos rápido he perdido la orientación– iba a sentarme nuevamente mientras pensaban donde ir cuando todo vuelve a tornarse peligroso.

Rápidamente desenfundo mis dagas para ir a ayudar a Nero, aunque por el color del lobo y lo que nos dijeron al empezar la prueba puede estar medio muerto. Joder, vamos de mal en peor. –¡Los peligrosos son los verdes!– grito al grupo, si piensan rápido los inútiles los evitaran. No es mi caso, confío en mi habilidad y quiero matar a los de las rayas verdes cuanto antes, por lo que me lanzo a por uno de ellos.