Partida Rol por web

- Buen trabajo dijo Ark apoyando una mano en el hombro de Yato cuando este pasó por su lado. - Quizás algún día también nos enfrentemos para ver quién es el más fuerte.

Después de eso, escucho el grito de Wade, y se acercó hacia el grupo con precaución esperando que iba a pasar ahora.

 Aurora se sorprendió con la reacción del chico, estiró su mano lentamente y tomo el pañuelo - gra..ci..as - soltó un tanto apenada, su cara seguía roja por aquello y las palabras del chico intensificaron ese color - no debes pelear con amigos - atinó a agregar mirando al chico a los ojos y dedicándole una sonrisa quitando las lágrimas de su rostro con el pañuelo que le dio, antes de que este se marchara sin decir nada, ¿eso era normal?, así reaccionaban las personas amables, ¿verdad?, podía ser que Silvia tuviera razón y que las personas eran mas gentiles de lo que aparentaban ser.... ¿podía darle un boto de fe?

se giró un poco para ver de reojo al chico que se iba, sería una lastima que no lo recordara por mucho tiempo, la gente amable es triste de olvidar, ¿sería capas de recordar de alguna manera ese gesto amable?, lo dudaba, sabía como funcionaba su cabeza y esas no suelen pasar.

Mini morenito la abrazó preocupado, y la trajo de vuelta a la realidad - s..si...si jeje - trataba de formular palabras pero lo cierto era que ya se olvidó el porque lloraba, y solo supo eso por la comezón en los ojos - Lamento haberte hecho preocupar, ¿estas bien?, ¿no te lastimaste? - consultó a este devolviéndole el abrazo con un poco de fuerza para no lastimarle - ¿Que estabas haciendo? - pregunta soltándolo y acariciando la cabeza de este, sin prestar atención a lo que pasaba al alrededor, y guardó el pañuelo de Yato con cuidado, debía devolverlo después de lavarlo, no podía dárselo luego de usarlo para secar su cara tan sucia - ¿podrías recordarme del pañuelo?, se lo devolveré cuando lo aya limpiado - concluyó señalando al Yato que se alejaba de la sala

Me alegraba que Aurora se encontrara bien, me indico que si podia recordarle el devolver el pa;uelo por lo que saque mi libreta y apunte, acto seguido le comente -He estado jugando con la cerradura que jugaba el chico , se ha oído click pero no se que ha podido pasar, no se que se habrá movido, a lo mejor la puerta esta abierta ahora...

Aurora observó con curiosidad la puerta que le dijo el pequeño - Bien, veamos que abriste, ¿probemos primero con la que estabas jugando, o quieres que busquemos a ver si encontramos alguna puerta nueva? - le pregunta a este mientras observaba el alrededor - Mini morenito, eres muy talentoso!! - agregó dedicándole una sonrisa al pequeño y despeinando su cabello - tu eres el capitán, ¿que te gustaría que hagamos primero? - agregó para que este liderara la marcha, luego de aquello, era lo mínimo que podía hacer, se lo ganó, el pequeño había echo algo increíble! 

¿Al mando? nunca había estado al mando de nada... -​Esta bien, pensando en las trampas y como esta hecho este laberinto, tiene que ser idea de una mente perversa y desquiciada, por lo que dudo que esa puerta nos lleve a la libertad y lo mas seguro es que sea una trampa, asi que para descartar opciones, podias pedirle al señorito que cura gente que pruebe a abrirla...- sabia que si se lo pedia yo no me haría ni caso, si lo pedia aurora teníamos una minima posibilidad

¿Señorito que cura? - preguntó la olvidadiza, no tenía ni idea quien era esa persona, o que forma tenía, y no entendía que era eso de "trampas", que el pequeño mencionaba, pero si le dijo que era el capitán tenía que hacerle caso, así que alzó la voz y gritó para cualquier lado - SEÑORITO QUE CURA!, ¿PUEDE ABRIR LA PUERTA? - la pregunta la gritó señalando la puerta de la que el pequeño hablaba, porque, ¿era la única, no? - ¿así esta bien? - le preguntó al pequeño, no fue muy específico pero tampoco era para tanto ¿no?, a fin de cuenta, aunque ella no sepa quien es, el señorito que cura sabría quien, ¿verdad?, bueno, al menos eso era lo que ella pensaba.

El sonido del mecanismo encajando me llamó la atención y me volteé para ver a "mini morenito" haciendo algo en la cerradura. Pensé dirigirme hacia él, pero entonces se me acercó Haru hecha una furia mientras él iba hacia Aurora. Suspiré como respuesta a las palabras de Haru, no me apetecía escuchar un sermón. Me inclino hacia un lado para ver al niño que había abierto la puerta mientras seguía limpiando la hoja, diciéndole simplemente:

- Chico. Tú, el que trasteaba con la puerta... -llamo su atención para después componer una suave sonrisa y decir- Buen trabajo. -tras lo que vuelvo a mirar a donde se suponía que estaba la pelirroja, que se había largado en algún momento de ese mini-diálogo, lo que me hace suspirar una vez más.

Separo el primer eslabón de la espada del segundo para revisar las partes móviles, y continúo limpiándola durante unos momentos la sangre seca podía ser problemática en un mecanismo como este.

- Sí, sí, deberíamos seguir avanzando, pero no creo que esperéis que encabece la marcha con estas heridas. -replico tranquilamente- Voy a atenderme los cortes y golpes si no os importa, después seguiré avanzando, a menos que alguien tome la iniciativa de avanzar. Recomiendo ser cuidadoso si alguien lo intenta, o darme cinco o diez minutos antes de seguir. -concluyo, acercándome a una pared para, una vez más, sacar el botiquín.

Era una putada no tener hielo para la barbilla, pero tendría que apañarme... Aprovecho también para mirar el reloj antes de ponerme con la curación para saber cuánto tiempo queda.

Gotu empezo a seguir a wabi cuidadosamente, viendo que ella siempre tenia la habilidad para evitar las trampas.

Al observar los variados eventos pensó cosas entre las que ya estaba pensando y se sonrió a sí mismo algo decepcionado al llegar a una realización simple pero obvia: Habían otros. Otros que ciertamente pensaban y actuaban de modo distinto, haciéndole ver lo realmente ingenuo que había sido y considerando el hecho de que no había salido ni una sola vez de esta habitación en todo el lapso. Se rió levemente y luego se encogió de hombros, pasando entonces a ver lo que pasaba a posteriori.

Suspiró entonces. Por el momento no podía hacer nada excepto algo sencillo, como lo que haría ahora.

- Te fue mejor que a mí con eso ciertamente, buen trabajo.

Pronunció mientras se acercaba y agachaba sin miedo a levantar con cuidado del brazo no quemado del macarra aquel y alzarle como mejor pudiese, literalmente hubiendo él mismo pasado por un destino semejante hace no mucho, de hecho. ¿Debió contarle? Suponía, pero no suponía que iba a intentar tocar la puerta ni pudo detenerle a tiempo. Tras hacer esto y decirle eso decidió por primera vez efectivamente moverse hacia otro lado, sin más.

Al final, sería lo que él habría hecho y habría querido, suponía.

Se rió de nuevo largándose de la sala.

Suspiró entonces, pasando tras de Haru o tras que ella lo hiciese y entrando por ese pasadizo. Trató de observar si tenía algo peculiar y pensar por qué habían tres y tres en ese esquema, si bien según lo que dijese ella, podrían haber muchos más y efectivamente su sospecha potencial de que eran 12 salas y luego otras, digamos 6 u 8 (según ella hubiendo 18 a 20 salas en total) cambiaría el asunto. Así, llegó a donde estaban los otros y pasó exclusivamente a hablar con él, otro él, no el "él" anterior.

- Ginnei-sensei, ¿podría ir a ver a un sujeto? Logró abrir la puerta al otro lado pero se quemó como pavo frito muy como yo, si no es molestia que le trate, em, ah, tome.

Le pasó igualmente cierto dibujo hecho con todo el arte que podría hacer un matemático/práctico:

- Lo plomo es ese muro de roca que cuando usted seguro abrió la puerta acá con la llave pasó a ser un pasadizo misterioso, ahora accesible porque, em, ese macarra que le estoy pidiendo que trate y todo logró abrirla de algún modo. Lo café es la puerta esta aquí. -Apuntó a la puerta con la que seguro pudo tratar usando la llave.- Lo de colores son trampas varias de pasillos entre habitaciones que otros han descrito, lo rojo son pasadizos entre habitaciones externas e internas como el que usted abrió primero y yo acabo de cruzar. Según la mujer pelirroja de antes que acaba de salir de aquí son más salas, al menos 18-20, por ende 12 externas y 8 internas según mi teoría, como un juego de reloj o algo.

Se encogió de hombros, su inteligencia alcanzaba el límite, él solo hacía el trabajo de aportar con lo poco posible. Se puso a mirar aparte del túnel por el que vino y cruzó la habitación esta en la que estaba. ¿Qué tenía de distinta de las otras habitaciones más grandes y externas, en teoría? Quería saber. Pasó de reojo a mirar cierto lugar en donde podría haber pasado cierto evento y a Akemi, obviamente. Que al final se vino acá para reportar a Gin y para ojear a Akemi por incansable preocupación.

Eso es algo que él también habría hecho, no el "él" Gin-chan sino aquel otro "él" inicial de antes.

Sí, eso.

Mi búsqueda no consigue nada, pero todos oímos un ruido extraño en la puerta del otro lado, lo que me llama de inmediato la atención, pues imagino que una puerta que estaba cerrada ahora se ha abierto, dejando paso a un sector nuevo.

Me acerco, solo para ver como la chica de pelo verde se acerca con intenciones de abrirla. Me pongo a un lado de la puerta, parapetado y preparado para que al abrirla, algo pueda pasar.

"Por lo menos si estalla, acá no me haré daño pero podré responder rápido."

Le hago un asentimiento con la cabeza a la chica de pelo verde, indicándole que puede intentar abrirla pues ya estamos listos para lo que sea que suceda. Solo espero que nos lleve a la salida.

Mientras me atiendo los cortes con menos maña de la que habitúo, al parecer algo distraído, Nakamura viene y comienza a hablarme en un tono tremendamente formal. Chasqueo la lengua y le digo:

- No me trates de usted, no soy un viejo. -el tono era bastante neutro.

Reviso el dibujo mientras me estoy desinfectando el corte del vientre con un algodón empapado en algo, escuchando las instrucciones y el código de colores que se ha hecho.

- ¿Llevas un set de pinturas o qué? -pregunto con curiosidad, por algún motivo no me parecía imposible- Vamos por partes. ¿Está muy mal el herido? -la salva de preguntas/anotaciones continúa, dando cierto tiempo entre cada una de ellas para que Nakamura responda- ¿Habéis mirado la sala del otro lado? Me llama la atención la cantidad de pasos dentro-fuera que han hecho, ¿serán todos seguros o a base de acertijos, o habrá de otro tipo? Las salas que no están conectadas también podrían llegar a ser relevantes, pero las dejamos para después de estas puertas. El niño mudo creo que ha abierto esta también. -tras darle mis impresiones, añado- Oh, y Nakamura, eres uno de los pocos usuarios de Nen que hay en la sala, por lo que eres algo así como el servicio de inteligencia en este lugar... Este mapa es casi igual que el anterior, pero más amplio y limpio, pero en ese rato podrías haber empleado Zetsu para recuperar tu aura, si has gastado mucha, o tus pelotas de Nen para reconocer esa sala a través del hueco de la puerta. -el comentario no estaba hecho a modo de regañina, sino simplemente comentándole que había formas mejores de aprovechar el tiempo que hacer nuevos mapas. Sí, también las había mejores que darse de ostias con Yato, aunque ahí había tenido menos elección de la que esperaba- Si tienes Nen, quédate aquí con Akemi, emplea TEN para abrir esa puerta y luego infórmame de lo que hay detrás. Yo voy a la otra a hacer lo que me has pedido y después a adentrarme en el sitio ese, ¿vale? -concluyo con tranquilidad antes de palmearle el brazo para darle ánimo.

Además de eso, le digo cuánto tiempo queda de prueba para que lo tenga en mente*.

Había permanecido apartada del grupo después de que la muchacha, sin duda alguna en sus palabras aceptara mis palabras para matar a el asesino de su amiga. Ah, la venganza, que cosa mas curiosa. Se hacia de todo por ella.

Un estruendo en la pared donde habían encontrado unas marcas, una niña... o niño con un gato debajo de su sombrero, otro grupo de gente sin tener claro a donde ir y por ultimo un sonido, mas típico de un reloj que de una sala de piedra. Observe pacientemente como la chica de pelo verde se acercaba a descubrir que era y como todos la aconsejaban tener cuidado. Me mantuve apartada de todo mientras seguía sentada en el suelo apartada de todo. Si había una explosión no quería darme con ella de cara.

Saque mi petaca y le di un trago. Aun le quedaba liquido en el interior, note como el liquido se deslizaba por mi irritada garganta haciendo que tuviese una sensación extraña, era como haber duplicado los grados de pureza del alcohol. No puedo decir que me desagrade. Por el momento mientras tuviera aquello, el tiempo restante de la prueba no me seria preocupante, que ellos fueran averiguando que hacer, después de todo no pensaba declarar nada si no me pedían opinión.

y se abrió.

La puerta que Wade había desbloqueado, finalmente se abrió. De un lado, una sala con unas pocas personas, del otro lado, una sala llena de aspirantes, entre ellos, tres niños, siendo Hiro uno de ellos, a quien Akemi reconoció al instante. Tambien Mary, y Ravenant, todos conocidos de unos o de otros.

Con ellos viajaban más personas, eran un grupo de unas quizás 40 personas.

Entre los niños había una niña de pelo verde, que se escondía detrás de una muchacha de pelo verde, con un look más atlético. Ellas dos lideraban la marcha. La peliverde mayor se acercó hasta un borde de la puerta para tomar algo, una muchacha. Ambas tenían caras largas, y la muchacha que llevaba cargada (no, no tenía pelo verde), estaba dormido o inconsciente...

Todos se fueron... Se fueron hacia donde Balder decía haber encontrado una salida. Sin embargo pasados esos 5 minutos que Nival decidió esperar, no hubo nada que le dijera que Kaichi volvería...

Kaichi no daba señales de vida, quizás podría haberse ido a explorar otra sala, quizás siga en la MISMA sala... Incluso podría haber muerto con alguna que otra trampa!!

Las opciones eran muchas, pero solo podrías averiguar que pasó realmente si lo seguías... Aunque quizás lo mejor sea largarse....

Él los llevó por unas cuantas salas, activando las trampas a su paso sin recibir daño alguno. Al llegar a una sala se cubrió nuevamente y con un gesto como de "silencio" atravezó otro pasillo.

En este último, las estatuas a los lados tomaron vida y comenzaron a "cortar" al 484, casi rompiéndose al impactar con su "duro cuerpo", que como explicó antes, no es duro, solo lo recubre esa... Fuerza sobrenatural.

Al abrir la puerta y entrar, una enorme cantidad de personas estaban allí, incluso la puerta del otro lado de la sala parecía abierta. Garou pudo divisar a Aurora y Wade en la lejanía, al parecer estaban sanos y salvos. La puerta del otro lado estaba abierta y dentro de todo el nuevo mar de gente que estaba por ingresar, allí estaba Ravenant.

El 484 dió unos pasos dentro de la sala y comenzó a observar a todos lados, como buscando algo... Entonces tomó su celular y comenzó a marcar.

Además de las dos puertas un hoyo en la pared (parecido a los que ya habrían cruzado) daba a otra sala con más personas. De ese hoyo el sonido de un celular comenzó a sonar, y un tipo pequeño salió de allí

Al salir del hoyo en la pared, levantó su mano saludando al 484, con una sonrisa.

-Hey, Kuroko!! Llegaste!! Tardaste más de lo que pensé, que te detuvo??- A lo que el 484 señaló con su pulgar para atrás.

Detrás de él había unas 15 personas quizás, tal vez más. Todas entrando a la sala.

-Bueno, ya encontraron la salida, es por aquí- Dijo entonces entrando al hoyo otra vez

Al abrirse la puerta, alzo la vista desde mi posición. Tengo varios cortes nuevos, uno en el vientre y otro en el rostro, aparte del mentón ligeramente amoratado, pero claramente sigo en un estado bastante bueno. Al ver que había gente, guardo las cosas que había usado para mantener mis heridas controladas, y una vez hecho eso me acerco a la puerta para ir a ver. Hago un rápido reconocimiento por la sala, pero mis ojos van a detenerse en Mary una vez más.

- Tú... -increpo, mientras alzo la mano hacia mi espada con lentitud.

Si en verdad me iba a lanzar al combate, desde luego me habían visto reaccionar con mayor rapidez en el pasado. Claramente quería decir algo más, pero el sonido de pasos, muchos pasos que se acercan, detiene mi movimiento haciéndome bajar la mano, para encontrarme con que el 484 y una legión más vienen por el túnel que había abierto. Aún antes de que los de la nueva sala puedan saber lo que sucede, mi expresión de fastidio habla con tremenda claridad, devolviendo la vista a Mary con aspecto ahora sí enfadado. Suelto el aire por las fosas nasales, tanto rato esperando encontrarla para ahora no poder hacer las cosas como quería. Que cruz.

- Rellik y nuestro particular amante de los juegos. Interesante. -digo al verlos entrar- 

Me mantengo sumamente nervioso dada las circunstancias, y el arma se empapa de sudor mientras va en mis apretadas manos, no la iba a soltar en ningún sentido. Al final el muro cae, y hay otro grupo enorme de personas detrás de él, lo que faltaba. Mientras más hubiese, mayor era la probabilidad de que en un percance tuviera que abrir fuego y una bala perdida atravesara el cráneo a un incauto, una pena. Camino, con la mirada tensa y emitiendo esa atmósfera de tipo rudo armado que siempre trataba de exponer, esperando a que se tomasen enserio el no llamar líos contra mí. Al notarlo, un escalofrío recorrió mi cuerpo, y un asesino se revelaba ante mi memoria, el que había arrebatado la vida a mi perdido hermano, el loco de las vendas. Me altero de ira, pero podía controlarla fácilmente, y el gatillo de mi arma no podía ante tal acto de fuerza de voluntad. Trato de alejarme de su vista, cerca de las únicas personas que me resultaban familiares, Garou y Aurora.

-Un largo tiempo sin cruzarnos, ¿el camino fue largo?-Les digo con el tono ajeno al cariño, siendo más frío que preocupado. 

Esperaba a que respondiesen, pero otra figura sale de entre las trampas. Esto se volvía un circo de enfermos, y su llamado de "salida" solo me sonaba a una trampa clara, más aún teniendo en cuenta las intenciones de aquel desquiciado.

-No...Eso, no me suena nada a salida, creo más que es un matadero para crédulos que una escapatoria de este sitio, pero dadas las circunstancias...

Qué mas daba pasar, era eso o seguir deambulando por el laberinto hasta que la suerte sonriese. 

Estaba aun sentada con la espalda apoyada en la pared y con mi mano derecha ocupada en mantener la petaca en una posición accesible para su uso. Al empezar a escuchar como entraba la gente veo como en el primer grupo entra Ginnei y no me pasa por alto como su mano va directa hacia su arma. En mi rostro muestro una mueca de sonrisa pero la reacción de mi cuerpo es nula excepto levantar la mirada al techo para poco mas tarde bajarla y dar un bree sorbo a mi bebida. Ningún movimiento para ponerme en guardia, si quería atacarme que lo hiciera, seria divertido.

Mis pensamientos estaban centrados en la bebida y en aquella espontanea situación cuando escuche como mas gente venia. El ver entrar a 484 en la sala hizo que la sonrisa que había puesto hacia un momento fuera sustituida por un gesto mas serio. Aquello ya no me gustaba. Demasiada gente, y no gente que quisiera tener cerca para ser preciso.