Partida Rol por web

Estaba preparado, veía como esos tipos se aprovechaban de los cadáveres de unos pobres mocosos y le quitaban las placas que llevaban, esos chicos no tenían nada que hacer ahí, pero esos bastardos no debieron matarlos. Cagones. Se aprovechaban de ellos, si eran hombres debían ir contra hombres, no mocosos. No podían llamarse hombres, no merecían que Mugen les corte la cabeza, pero a esa escoria hay que acabarla rápido siempre, es un deber de toda persona erradicar a esa calaña.
Con su espada en mano se preparó para el ataque, desde donde estaba podía fácilmente llegar con su estocada, sólo debía esperar a que la rubia comience y luego él continuaría. Sabía que a quien le dispare Tetas, moriría al instante, su objetivo entonces sería otro de ellos, así de un momento a otro pasarían de cuatro a sólo dos matonsillos. Su orden de prioridades sería: primero el del arma desenfundada que retaba a los otros dos, segundo el que estaba en silencio y tercero el que ponía excusas.
Se preparó para su movida, sería la primera vez que usaría ese ataque.

Entonces se desarrolló todo a una velocidad vertiginosa, atacando todos a los enemigos que tenían por delante. Mugen y Rellik esperaron a que Mary se moviera antes que todos para atacar. Estaban allí, agazapados, con sus armas a mano y listos para atacar cuando el disparo de la rubia salió hacia la cabeza del tipo con la escopeta en manos.

No se oyó nada, solo se vio al tipo de la escopeta doblarse mientras sangre salía de su pecho y espalda, para luego arquear su espalda con un efecto similar en la cabeza, cayendo boca arriba. Esa fue la señal!

Mientras Mugen y Rellik corrían en silencio, debido a la habilidad del pequeño, los enemigos miraban curiosos a su compañero que se había caído sin causas aparentes. Para cuando notaron que estaba muerto y estaban bajo ataque ya era tarde.

Una espada atravesó el pecho del cabecilla, quien tenía un revolver en mano. Salió, cortó por la espalda y tras una patada para hacerlo caer le atravesó la garganta. Pronto se dejó de mover.

Rellik por su parte clavó una puñalada a los riñones de uno de los tipos, causando que caiga al piso inmóvil, pero con vida. No sangraba en absoluto, pero su daga estaba ensangrentada... Parecía muerto.

El último, viendo el giro de los acontecimientos, solo observó a Mugen aterrado y suplicó tirando su arma y entregando su placa -P-P-P-Po-Por favor -n-n-n-ono m-me ma-mates!- decía mientras sollozaba 

Mugen caminó decididamente hasta el tipo que lastimosamente suplicaba por su miserable vida. Al pasar mantuvo un ojo sobre el que había atacado Rellik, parecía que ese seguía vivo. Levantó su espada y la posó sobre su hombro con el filo tocándole el cuello al pobre llorón.

-Hablá si no querés morir, ¿quién mierda son? ¿Quién les quitó las placas? ¿Y por qué carajo mataron a los niños?

La mirilla de mi arma se movió hacia el siguiente objetivo pero parecía que este ya estaba inmovilizado por al espada de Mugen. Habían caído todos y el que no lo había hecho fácilmente podría morir en cualquier momento.

Parpadee durante un breve instante y la pequeña neblina que tenia sobre mis ojos desapareció. Sujetando mi arma con la mano izquierda y dejándome colgar con la derecha aterrice en el suelo y me dirigí a la carrera hacia donde acabábamos de abatir a aquel grupo.

Según llegue allí me encontré a Mugen interrogando al tipo y este suplicando por su vida. Sacudí la cabeza mirando hacia los cuerpos de los niños y me puse a la tarea. Saque mi cuchillo y me fui acercando uno por uno a las personas que habíamos abatido. Sin casi pestañear clavaba el cuchillo en su cuello para asegurarme que la herida que tenían era mortal. Lo hacia casi sin parpadear y ante la mirada atónita de aquel que pedía clemencia.

Mientras lo hacia rebuscaba entre los cuerpos buscando cualquier cosa que pudiera ser de utilidad. En primer lugar todas las chapas que tuviesen, munición, armas, comida y bebida que pudieran portar.

Para cuando terminara era probable que Mugen ya hubiera terminado de interrogar al tipo. Si no había acabado el con su vida me acercaría para hacer una pregunta, o mas bien increpar sobre algo al tipo para después, terminar el trabajo que habíamos comenzado. Tanto el cuchillo como mi mano diestra estaba cubierta de la sangre derramada de sus compañeros hasta el codo.

Rellik te miró sorprendido cuando comenzaste a interrogar al último sujeto -Vaya! parece que no eres tan violento y cabezotas después de todo!- Dijo con un gesto de aprobación de su pulgar

-Hablá si no querés morir, ¿quién mierda son? ¿Quién les quitó las placas? ¿Y por qué carajo mataron a los niños?

Tras la pregunta del malandra, nervioso y tartamudeando, comenzó a cantar

-So-Somos.. T-Trabajamos para... Mr. Infierno... E-Es un jefe d-de la mafia... T-Tenemos órdenes de... de conseguir la licencia... S-Soy nuevo! Y-Yo me opuse a matar ni-niños! F-Fue él quien no... no tuvo problemas en matarlos!- Dijo señalando al de la pistola

-Entonces no necesitamos a este con vida... Ya tenemos la información que necesitábamos- Dijo Rellik señalando al que estaba boca abajo. Sujetó con fuerza su cuchillo cuando entonces llegó Mary y comenzó a degollar cadáveres sin prisas, de forma fría y metódica.

Rellik guardó su cuchillo y se apartó del cadáver, dejándole paso a la rubia para matarlo entonces... Y así lo hizo ante la mirada del tercero que cada vez estaba más aterrado, llegando al punto de orinarse del miedo

-p-p-p-p-po-por... por fa-fa-favor! N-No me m-mates!- Pedía -T-T-Te... Tenemos comida en la guarida, y algo de agua! P-Por favor! L-Les daré mi placa... Y la comida! y-y-y Información!-

Mientras tanto Mary consiguió tres placas. Una era la placa de uno de los niños, la portaba el último que mató, el que Rellik dejó "dormido". Luego estaban "escopeta-san" y "pistolero-loco", que también llevaban sus propias placas. No llevaban nada más encima, y todos ellos compartían un tatuaje similar...

Entre las pertenencias del tipo de escopeta y el de la pistola, podías ver sogas y venenos... A estas alturas era obvio quienes eran... -Luna Negra...- Susurró Rellik mirando con cierto odio al tipo que interrogaba Mugen...

El tatuaje en su mano, los nudos, los venenos... Era obvio quienes eran, y Rellik lo confirmaba. Son un grupo de contrabandistas, un grupo que se dedica a la venta de esclavos. Probablemente la muerte fue lo mejor que esta clase de tipos podrían darle a unos pobre e indefensos niños... Se sabe que violan salvajemente a sus víctimas, y venden a los que sobrevivan el intenso "ritual" de iniciación... Los que mueren, son usados para la venta de órganos... Mugen conoce algo de esta gente debido a su pasado, pero para Mary, era algo nuevo...

Cuando Mugen escuchó el nombre de Luna Negra de parte de Rellik, la poca templanza que tenía con el sujeto se le terminó, le lanzó un escupitajo a la cara y el filo del arma fue abrazándose más al cuello del desgraciado.

-¿Cuántos más de tu banda quedan en el examen?- luego de que le respondiera, sin quitar su arma de encima del tipo, le dijo a Mary que se le había acercado al parecer para preguntar algo-Tetas, ¿alguna pregunta para él?

Cuando termine mi trabajo y el hombre seguía lastimosamente pidiendo piedad me acerque a el. Mis ojos tenían un brillo enfadado, nadie en todo lo que iba en el examen había visto esa mirada enfurecida. Del cuchillo goteaba sangre mientras mis palabras salieron de mi boca.- ¿Les dejasteis vivir a ellos cuando pidieron clemencia? ¿Les sirvió de algo rogar? ¿Convenciste a tus compañeros de que no los mataran? No, la respuesta es no.- Dije mientras me acercaba mas al tipo. – Pero yo no soy como vosotros, a ti te daré dos opciones.- Dije mientras parpadeaba lentamente.

Puedo darte una muerte rápida ahora o puedes decirnos todo lo que sepas, darnos todo lo que tengas y quizá, y solo quizá después de torturarte, pensemos en dejarte a tu surte en mitad de esta isla de mierda.- Mi voz era de calma absoluta, pero era evidente mi enfado y que no estaba bromeando. Los cuerpos de los chiquillos me habían sacado de mis casillas.- ¿Elegirás la muerte rápida o prefieres pagar por sus muertes de la otra forma?.- Dije mientras señalaba con el cuchillo a los cadáveres de los niños.

Comida, bebida, suministros, información sobre la mafia. Podía conseguir cosas que necesitaba pero era obvio de que finalmente no le iba a dejar vivir. Si optaba por la segunda opción estaría demostrando cobardía tras sus actos y me encargaría que pagara por ella. Le cortaría el tatuaje que tenia lentamente mientras aun estuviera consciente antes de morir.  

Al fin y al cabo ya tenia pactado un informante sobre la mafia, quizá aquella marca le dijera algo aunque… Parecía que Mugen y Rellik también conocían sobre ellos. Seria interesante hablar con ellos después.

Cerró los ojos ante tu escupitajo, bastante asustado y con un fuerte olor a orín. -N-No lo sé! L-Los que saben son los encargados de los grupos, como él- Dijo señalando al de la pistola -S-Solo sé que la hija de Mr. Infierno está aquí con su guardaespaldas... E-Es una chica rubia m-muy caprichosa... Ama torturar niños y... S-Su guardaespaldas es invencible...- Dijo entonces poniendo mala cara

¿Les dejasteis vivir a ellos cuando pidieron clemencia? ¿Les sirvió de algo rogar? ¿Convenciste a tus compañeros de que no los mataran? No, la respuesta es no.

Tras la pregunta de Mary levantó sus manos, como si quisiera proteger su rostro -E-Entiéndeme... M-Me hubieran matado... Y l-luego a los niños... Y-Yo... Quiero salir de la organización! C-Creí que simplemente robaban p-pero... N-No sabía que hacían estas cosas... L-Lo juro!-

Y entonces te observó aterrorizado ante todo lo que decías de matarlo o torturarlo para liberarlo, y si bien quería vivir, la idea de ser turturado no le agradaba en absoluto, sin embargo, cobarde como era, tenía más miedo a morir que a la tortura, por lo que tras unos segundos en un profundo silencio, soltó _{-E-Elijo... Elijo vivir...-} Suspirando pesadamente, casi resignándose al destino que le quedaba... Parecía que seguía esquivando el tema de quienes le quitaron las placas... 

-¿Invencible? Toda mi vida me crucé con tipos que decían ser invencibles y a todos ellos los maté. No son invencibles, tal vez, sean más duros de matar. En este examen ya nos cruzamos a uno de esos invencibles y tuvo que escapar para sobrevivir - claramente era una alusión a Kuroko, y Rellik lo notó -¿Que placas tienen esta chica caprichosa y el guardaespaldas?

Esperó a que responda y luego apretó el filo un poco más al cuello para que empiece a hablar -Y no te olvides de decirnos quien les quitó las placas.

Mugen volvió a insistir con sus preguntas, con lo que aquel sujeto no tuvo más opción que responder

Tartamudeando por los nervios, comenzó a hablar -T-Tienen la... cuatrocientos y algo.. N-No recuerdo del todo...- Dijo pensativo, pero cuando la katana se pegó con fuerza a su cuello soltó todo -C-Cuatrocientos treinta y tres! S-Sí! Y-Ya recuerdo... Y... Y su guardaespaldas es... El cuatrocientos treinta y cuatro...-

Soltó entonces. Sobre sus placas, agachó la cabeza y soltó un -L-Le dimos nuestra placa a su guardaespaldas... N-Nos regaló una estrella en nuestro tatuaje... E-Es importante para subir de rango en la organización...- Dijo con algo de vergüenza -P-Pero si mi jefe se enteraba se iba a enojar mucho...- Soltó entonces.

Dude durante un segundo si eliminar a aquel ser en ese mismo momento o dejarlo vivir. Mi mano se aferraba al cuchillo. mis dedos se acomodaron en la empuñadura, deleitándose del tacto de cuero durante el pensamiento.

Mi mano se alzo durante un momento para finalmente bajarla y girarme resignada. Apoye la mano en el hombro de Mugen y me arrime un poco a el, lo suficiente para que solo el me escuchara pero para poder hacer una esquiva rápida si este pensaba hacer algún movimiento raro.- Quizá deberías lidiar tu que hacer con este sujeto. No tengo... muy buenas impresiones de la mafia, quizá me deje llevar durante el camino hacia su guarida y lo mate antes de llegar...

Eso si quieres ir a por sus recursos... podriamos divertirnos primero con el.- Dije ahora con un tono mas sadico y alto, volteandome de nuevo hacia el cautivo y moviendo el cuchillo.

-Trae las sogas que tenían por ahí, por ahora lo ataremos, ya veremos qué hacemos con él de camino a su guarida. De paso, fijate que números tienen las placas y guardalas- le contesta a Mary sin quitar la espada del cuello del sujeto, seguía pensando que algo más de información podría tener.

-Hey Rellik, vos qué opinas que hay que hacer con él? Estuviste demasiado callado.

Rellik se encogió de hombros ante tu pregunta -Vaya, es que lo hacías muy bien y no quería interrumpirte- Dice a modo de burla.

-Si... Deberíamos ir a dónde su jefe, y ver qué tan resguardado está... Si tiene varios subordinados dándole placas deberían de tener más placas que nadie considerando la cantidad de estas ratas en el examen- Parecía saber algo, pues, solo habían encontrado a estos cuatro miembros de la organización y él clamaba que habían algunos más pero no dijo cuantos... Sin embargo Rellik presuponía que eran varios...

-En fin, podrían incluso tener alimento, nos será útil... Pero necesitamos llegar y ver qué encontramos, quizás tengan mucha seguridad...- Dijo entonces dando a entender que debían ser cuidadosos