Partida Rol por web

El jabalí no reacciona ante el contacto con Akito. Cuando este termina, el jabalí lanza un bufido y continua inamovible tras Akito.

Me giro hacia Saki

- No puedo comunicarme con él en absoluto...

Toda la satisfacción de Saki se vuelve a escapar tras las palabras de Akito. Después parece que piensa lo siguiente que va a decir, pero continua al rato: 

- Bueno, estando las cosas como están quizás sea más complicado que os creáis lo que os quería decir... - Entonces parece más decidida. - Pero hay una razón por la que creo que, aunque sea cierto que solo salgan bajo ciertos estímulos, podéis comunicaros con cualquiera de vuestros arcanos. Y eso es porque... - Parece indecisa sobre como continuar. - Porque en el fondo... - Se esta poniendo nerviosa. Después de un rato de silencio vuelve a hablar, intentando despejar los nervios. - Porque en el fondo los arcanos son como vosotros... Es decir... Tienen mente y... - Vuelve a callarse, hace una respiración fuerte y continua. Ahora mira a todos, con el ceño fruncido. - Los arcanos son una parte de vosotros mismos. Es una parte independiente de vuestras motivaciones actuales... Es... Es una parte de vosotros que busca solucionar un problema que tenéis. - Entonces lo siguiente lo dice con más ímpetu. - Los arcanos somos nosotros, diciéndole al mundo que tenemos un problema. Saben lo mismo que nosotros y buscan nuestro bien porque al fin y al cabo somos nosotros mismos. Quizás algunos arcanos tengan formas de querer evitar o solucionar el problema peores que otros... pero la razón por la que ocurre eso es porque nosotros mismos no sabemos como solucionarlo. - Entonces finaliza, algo más insegura. - O eso es lo que yo creo... 

Tras terminar Saki respira tranquila. Es evidente que se ha quitado un gran peso de encima. 

El público está en silencio. Durante unos segundos solo se oye a Hana masticar una galleta, que parece que no ha sabido leer el ambiente y mira confundida a su alrededor.

Finalmente, Hideki se levanta. Coge una bolsa que había colgada en su silla y pone rumbo hacia fuera. Mei, sin levantarse, le pregunta:

- ¿Qué haces Hideki?

Hideki se gira para contestar a Mei.

- Me largo a entrenar. Quizá juegue un partido de ping pong con mi Arcano, que es como yo. No te jode...

Hideki vuelve a girarse y sigue caminando a paso decidido hacia fuera. Su actitud es grosera y probablemente fuera indeseable para la reunión que estaban teniendo. Pese a ser un invitado, Mei no parece poner empeño en que se quede. Si alguien intenta detenerlo, Mei le hace que no con la cabeza. Parece que acepta completamente que se marche.

Después de unos segundos de silencio incómodo, D-Five decide romper el hielo.

- Señorita Saki, ¿intenta decirme que debo aceptar ayuda de esos dragones que me persiguen allá donde vaya?

D-Five se levanta y apoya uno de sus pies en la silla. Con una mano en esa rodilla y la otra en la cintura, mirando hacia el horizonte, D-Five vuelve a hablar:

- Mi única misión en este plano es derrotar a esos malvados dragones de dos cabezas. Obviamente, un dragón de dos cabezas no me ayudará en ello. Estoy solo en esto. No hay Arcano en el que pueda confiar.

No era la respuesta que Saki esperaba, y posiblemente la que nadie esperaba. Pero en parte tenía algo de razón. Había Arcanos para los que podía tener sentido. Para el de D-Five, por el momento, no.

Cuando Saki ve como se marcha Hideki se alegra. 

"Mucho mejor, solo estaba aquí estorbando con su escepticismo... Quizás cuando se encuentre con su arcano llegué a cambiar de idea pero de momento es tan inútil convencerlo como a mi la primera vez que me hablaron del tema."

Saki no se alegra especialmente después, cuando es D-Five el primero en hablar. Era evidente que D-Five iba a ser el más problemático a la hora de convencerlo sobre su teoría (Y quizás también Watanabe), pero esperaba que al menos alguien se la creyera antes de que él dijera nada. 

Si bien no tenía claro cuál era el arcano de D-Five podía pensar ligeramente en cuál era su forma de evitar el problema. Parecía que aquellas batallas y el papel que tenía D-Five en todas ellas eran una forma de evadirse de la realidad. ¿Pero como Saki podría decirle a alguien que en el fondo se quería evadir de la realidad? Era un golpe demasiado duro... Y Saki no consideraba que ni ella ni D-Five se merecieran pasar ese mal trago. 

A Saki no parece importarle la salida de Hideki, casi parece que se alegre de ello. Tras que D-Five hable se queda un rato pensativa, con el ceño fruncido y preocupada. 

- Bueno... - Comienza, mirando a D-Five. - Si te soy sincera aún no he acabado de entender a tu arcano... Pero... - Parecía que le costaba continuar. - Estoy segura de que de alguna forma te esta ayudando a evitar un problema. - Entonces Saki parece arrepentirse por algo que ha dicho y rectifica. - Lo que quiero decir, es que tarde o temprano... - Entonces hace una pasada con la vista por todo el grupo. - Tarde o temprano todos comprenderéis porque vuestro arcano hace lo que hace. Quizás... - Ahora no intenta mirar a nadie en concreto, parece avergonzada. - Quizás a algunos os cueste más que a otros... O quizás no queráis reconocer vuestro problema pero... Bueno... Para eso estamos intentando ayudarnos, ¿no? 

- Pese a que sea difícil de creer, yo debo estar de acuerdo con Saki.

Mei se levanta, decidida a apoyar a Saki.

- Puede que de primeras un Arcano parezca incluso contraproducente para un problema. Aún así, tenéis que tendríais que tener algo de fe en él. Hasta ayer mismo, Akito aquí presente creía que su jabalí lo mataría en cuanto tuviera oportunidad. La realidad, como veis, es muy diferente. Además, puede que la forma de ayudar de un Arcano no sea siempre la más ortodoxa.

Después de ver que no pasaba nada en absoluto abrí los ojos y me quedé observando la situación. Me sorprendió especialmente que Akito pudiera invocar su arcano. Por el tamaño y la peligrosidad de este casi doy un bote en la silla. Pero me tape la boca con la mano y me recordé que los arcanos no pueden afectar a otras personas. 

No tenía nada que añadir a la conversación por lo que me quedé observando sin decir nada. 

Cuando Mei dice sus últimas palabras miro a Watanabe para ver cual es su reacción. 

[El tren de pensamiento de Lilya mientras pasa todo]

¿Debería poder invocar mi arcano a voluntad? Ayer pareció que me escuchaba pero hoy no ha cambiado nada... 

¿Qué significa?

Solo se ha mostrado cuando estoy volviendo a casa y.. cuando estoy allá. Puede ser por eso que no aparece, porque no tiene nada que ver conmigo... o quizás los demás presentes están haciendo algo para arreglar su problema y su primer paso es poder comunicarse con su arcano. 

Me siento perdida... Los demás parece que están haciendo algo para buscar la raíz de su problema. Estaría bien hablar con Akito y preguntarle que descubrió pero esperare... Creo que hablar con Watanabe y Saki es mucho mejor para mis nervios. 

[Después de unos momentos en blanco sonrió un poco porque pienso]

Bueno, al menos ya no tengo miedo de morir atrapada en la niebla... [Aunque la sonrisa se esfuma en el momento en el cual visualizo mi casa rodeada de niebla como si de una casa de brujas se tratara]

Watanabe, callado hasta el momento, susurra algo al oído de Lylia, la cual se asusta por lo inesperado de la situación.

- ¿Te encuentras bien? No tienes buena cara...

Watanabe parece realmente preocupado por Lylia. ¿Quizá había visto la cara que había puesto tras su último pensamiento?

Después de un momento de sorpresa respondo. - Sí.. Solo es que me doy cuenta que un pez que está intentando ver su tanque de agua... 

Como no soportaría que se quedara callado o peor... me preguntara de nuevo le pregunto. - Tu.. ¿Puedes invocar tu arcano?

- Más o menos... - susurra Youta - Pero hacerlo supondría el fin de la reunión. Así que prefiero no hacerlo.

Mei se gira y mira a Lylia y Watanabe. Gracias a ello, prácticamente todos los asistentes (siendo Hana la excepción) ponen su vista en ambos. Parece que estaban hablando.

- ¿Tenéis algo que aportar? - la voz de Mei no sonaba enfadada ni mucho menos - Si nadie más ha logrado ningún tipo de comunicación no podremos sacar gran cosa en claro.

Watanabe da un respingo al oir la voz de Mei y se da cuenta de que todos le miran, cosa que le pone algo nervioso, por lo visto.

- Bueno... yo... sí. Creo que me he comunicado con él. Aunque él no conmigo.

Watanabe mira a todos, uno por uno, deseando que alguien le interrumpiera. Pero la curiosidad les podía a todos.

- Bueno... no estoy seguro. Es que... pensaréis que es una tontería...

Se detiene de nuevo, pero esta vez menos tiempo. Ya tiene claro que no van a interrumpirle.

- Creo que al pensar algo mi Arcano se dio cuenta. No me respondió hablando ni nada parecido como Tsukihime... Pero sé que era él. O eso. No sé como llamarlo.

Justo cuando voy a hablar Watanabe habla primero. Unos segundos más de todos mirando y creo que Saki sería la primera vez que vería como se me pone la cara roja.

"Gracias Watanabe" Digo con la mirada pero la atención de todos esta en Watanabe por lo que no creo que nadie se de cuenta. 

Saki mira a Watanabe con curiosidad, aunque algo extrañada por su intimidad con Lylia. 

- Quizás ponerle un nombre sería una buena idea. - Dice de pronto. Espera que a los demás la miren y continua. - Que yo sepa soy la única que llama a su arcano por un nombre, y creo que eso ha facilitado bastante las cosas... Quizás una vez que descubrí que soy yo misma no tenía tanto sentido pero... Desde luego facilita mucho la comunicación. - Después piensa un rato, con el ceño fruncido. - En todo caso, sobretodo hay que dejar de pensar que vuestro arcano es un enemigo, si no nunca llegaremos a avanzar... Y el primer paso sería comenzar a llamarlo de alguna forma, para incitar más a la cooperación. 

- Saki se echa muchas flores, pero este nombre me lo puse yo. Podéis empezar preguntando a vuestro Arcano si tiene nombre, o cómo quiere ser llamado. Es de buena educación.

Llegó un punto de la intervención de Tsukihime en que su público no sabía si estaba hablando en serio o de forma irónica.

- Así fue en nuestro caso, y ahora somos como uña y carne. Nos entendemos y ayudamos mútuamente. ¿No es así, Saki-chaaaan~?

Tras la última palabra, Tsukihime abraza a Saki por debajo del cuello, la única parte disponible debido a la silla de plástico. Momento incómodo para Saki, curioso para el resto. Tsukihime parece animada y feliz, y no parece tener intención alguna de hacer daño a Saki.

Saki parece aceptar el abrazo y no resistirse, acostumbrada a esos ataques de cariño repentino. Aún así no cambia su expresión ni hace ademán de responder a Tsukihime (Aunque parece que casi ha hecho un pequeño asentimiento perezoso). Saki sigue mirando al grupo en busca de alguna opinión al respecto de su propuesta.