Partida Rol por web

"¡Por fin entramos en materia!"

Saki quiso neutralizar la ilusión de su expresión hasta que no supiera como había ido.

- ¡Oh! - Dice fingiendo sorpresa. - Se me olvido por completo, ¿Como te fue con los del estudio?

"Creo que estoy sobreactuando un poco..." Pienso de pronto Saki avergonzada. "Bueno, no creo que Hana lo interprete de mala forma, ¿No?". Tras repensarselo un momento, continuó hablando. 

- ¿Crees que te darán otra oportunidad?

"Tsukihime, estate atenta a su arcano, por favor." 

- No Saki. Siento desilusionarte - sí, lo había notado -, pero he ido a disculparme, no a recuperar el trabajo. Como te dije... - a Hana le estaba costando hablar - como te dije, me siento muy culpable por hacerle perder el tiempo a esos señores. Por ello quería disculparme. Pero no intentaré recuperar ese trabajo.

Realmente Hana parecía avergonzada de ella misma.

"Saki, comienza a haber actividad. Si metes un poco de presión estoy casi segura de que estallará. Pero antes de ello, piensa también en Hana." - Tsukihime tenía razón. La última vez Hana también lo pasó mal cuando apareció el Arcano. ¿Que haría Saki?

- Claro. - Digo rápidamente porque a me apetecen gofres. Empiezo a caminar hacía el sitio y digo. - Creo que hay alguna relación entre los gofres y mi arcano, puesto que  he notado la niebla a mi alrededor cuando me he dado cuenta que olía  a gofres. 

- Aunque no tengo nada claro de si debo creerme mis sentidos.... - Esto último lo digo un poco triste pero inmediatamente pongo una mejor cara aunque un poco forzada. 

No es demasiado tarde aún, así que decidís ir a comer unos gofres. Es un pequeño puestecito con una anciana sirviendo los gofres. Delante del puestecito hay pequeñas mesitas redondas hechas de tabloncitos de madera bien cortados, muy monas.

Watanabe invita a los gofres y pasáis un buen rato comiéndolos. Realmente estaban deliciosos. Cuando os queda poco para terminar los gofres, Watanabe habla.

- Hmm oye, Lylia. Esto... - estaba nervioso, pero no de la forma habitual - me preguntaba si mañana tienes algo que hacer. Ya sabes, para pasar el Domingo. Aunque supongo que tendrás que estudiar o algo...

"Supongo que da igual lo que espere, ¿No?" Piensa Saki desilusionada. "Hana no se va a dejar ayudar de una forma tan evidente..." 

Insistir en el tema solo iba a dar más problemas pero Saki no podía evitar preocuparse. ¿Tendría que dejar que Hana buscara por si sola la solución? O quizás su arcano la ayudaría... ¿Pero de verdad iba a seguir los consejos de Saki? Saki suponía que ella querría solucionar su problema, ¿No? Aunque quien era Saki para decidir si lo que le pasaba a Hana era un problema o no, o para responsabilizarse para solucionarlo... Al final todo dependía de Hana. 

"¿Desde cuando desconfío tanto de Hana?" Piensa de pronto. "La Saki de hace una semana estaría pensando que era imposible que Hana tuviera un problema, y que si lo tuviera lo solucionaría fácilmente. ¿Porque tiene que ser tan diferente?"

Saki llevaba ya mucho rato callada y se le notaba la preocupación en su expresión. Realmente se había quedado sin palabras para continuar. Por tal de no preservar ese silencio incomodo durante mucho tiempo, susurro un casi insonoro:

- Lo siento...  

Ayoik me ha puesto de los nervios ya y me giro enfadado

- ¿QUÉ? ¿Qué quieres? Estoy avanzando no ¿qué más quieres? Me vas a matar a este paso...

Ayoik se gira ocupando toda la calle. Entonces levanta levemente las patas traseras dejándolas caer con suavidad, para no crear un temblor, que sin duda seria preocupante.

Por esa acción, la parte de la espalda de Ayoik destaca perfectamente... era inevitable pensar que... quería que Akito se subiera en su lomo. Pero era una lócura. ¿En serio?

No se sabe bien en que momento, pero las farolas habían sido substituidas por focos en funcionamiento, y poco a poco había anochecido, aunque no era hora para ello.

Miro a Kyoya

- Is he serious? - miro a Ayoik - ¿Puede subir Kyoya también?

Como única respuesta, Ayoik hace un bufido suave. Parece que puede.

Kyoya y Akito se montan en el jabalí apoyando primero un pie en su cola.

En cuanto se hubieron colocado medianamente bien... Ayoik sale corriendo. Ni punto de comparación con cuando les perseguía. Ahora sabían que no iba a toda su velocidad. Joder. Por tener el culo así de gordo si que corría el jodido.

Las casas pasaban por su lado como manchas a lo largo de toda una calle iluminada por los focos. Hasta llegar a un cruce. A mano derecha, focos encendidos. A mano izquierda, focos apagados. La mano derecha se veía más fiable de primeras, pero...

La última vez fuimos a la izquierda...

-¡ Derecha Ayoik!

Ayoik gira hacia la derecha obedientemente y el camino continúa. Cuando habían curvas, el jabalí aminoraba la marcha. Cuando había una larga calle, aceleraba. Cuando había un parque, dejaba una nube de tierra detrás suyo.

Quizá no estaba tan mal eso de tener un Arcano.

Mientras tanto, Kyoya intenta comunicarse con Akito a gritos, pues es difícil escucharse en esas circunstancias:

- ¡EY SHUUJIN! ¿POR QUÉ EL CAMINO ILUMINADO? ¿CREES QUE PUEDA SIGNIFICAR ALGO?

- ¡LA ÚLTIMA VEZ FUIMOS POR EL OTRO Y SIMPLEMENTE SE ILUMINÓ! ¡NO SÉ SI CAMBIARÁ O NO EN ALGO!...

Hana no dice nada. Sería normal no haber escuchado a Saki disculparse, dado lo flojo que lo había dicho.

Ambas chicas caminaban juntas, en silencio. Hana no tenía una sonrisa tan pronunciada como lo habitual, pero en cierto modo se la veía feliz.

Llegadas a un punto del camino, Hana coge a Saki de la mano, y sigue caminando mirando al frente, sin mediar palabra. En algún momento del camino, Tsukihime había pasado a ser parte de Saki de nuevo, de tal forma que no estaba presente físicamente.

Saki recordó entonces una promesa que le hizo a Hana, a demanda suya. Que serían siempre amigas. Hasta ahora, se cumplía. Y Hana ha sido, siempre, una persona agradecida.

FIN DEL CAPÍTULO

El viaje termina en el cruce donde suelen despedirse Kyoya y Akito. El sol ha vuelto salir en algún punto del viaje, y ya no quedan focos por las paredes de las casas.

- Tío, ¿que piensas hacer mañana?

No tenían examenes próximos, y esta semana había estado escasa en deberes. Respecto a temas escolares, solo podrían repasar.

Me quedo pensando un momento...

- Pensaba avanzar temario...

- Bueno tío, si te aburres dame un toque mañana. Nos vamos a morir de asco si tenemos que avanzar temario todo el día.

Kyoya y Akito se despiden, yendo cada uno a su propia casa, y el enorme jabalí siguiendo a Akito.

Al llegar a casa, el jabalí se queda en la puerta. Antes de que Akito cierre la puerta, el jabalí lanza un bufido y comienza a caminar calle arriba.

Era un bufido de buenas noches.

FIN DEL CAPÍTULO

Paro de comer el gofre un momento y digo. - ¿Tienes algún plan? Mis domingos suelen ser aburridos, además al estar cerrada la biblioteca tengo que quedarme en casa... 

Vuelvo a comer el gofre mientras pienso. "¿Me va a pedir salir en una cita? Si es para salir sin más guay pero si es una cita ¿Qué le digo? No le diré que no, suficientes problemas tenemos... "  Intento ocultar mi preocupación mientras como el gofre. 

- Bueno... podríamos... ir al centro. Hay salas de juegos y tiendas bastante interesantes. Es un buen lugar para pasar el rato.

Pese a no aparecer la palabra en ningún punto de la frase, estaba bastante claro. Era una cita. La salida implicaba a los dos solos en el centro divirtiéndose. Si no era una cita, no sabía como podría llamarlo.

Mientras me comía el gofre empiezo a ponerme roja y se empieza a notar que no tengo nada claro qué decir. 

Por mis adentros quiero decir que no, pero no sé cómo hacerlo sin ofender a Watanabe. Mientras pienso intento evitar la mirada de Watanabe todo lo posible hasta que al final digo, sin estar nada convencida que no lo vaya a ofender. - Podría ser divertido pero después de repasar mentalmente la semana creo que tendré que dedicar el domingo a estudiar. 

Lo digo y lo miro, esperando que pasé algo horrible pero no tengo nada claro qué tendría que haber dicho.