Partida Rol por web

El despertar de Saki ese día es normal.

Cada vez quedaba menos para las vacaciones de verano y cada vez Saki tenía menos ganas.

Además, después de las vacaciones tendría varios exámenes. Pero mejor no pensar aún en eso.

Saki realiza la rutina diaria antes de marcharse y sale a la calle.

Una cara amiga la espera a lo largo de la calle en que Saki esperaría al autobús.

Chika sonríe de lejos mientras saluda a Saki con la mano.

Daba igual cuanto cambiara el mundo de Saki. Daba igual los errores que cometiera o los aciertos que se dejara sin hacer. Había algo que siempre era igual, dejando a un lado la situación en casa, y ese era su encuentro con Chika.

Había comenzado de forma tan casual, tan... Espontanea. Pero se había convertido en una rutina y Saki se preguntaba a veces si Chika también consideraba ese encuentro ya algo rutinario. No era un mal encuentro, en el fondo siempre conseguía despejar a Saki de sus pensamientos hasta la parada del bus.

Pero más de una vez se planteaba si aquella rutina no dejaría de tener efecto tarde o temprano en ella. Pronto sería algo tan normal y superficial... Tan repetivivo... Y más aún desde que Chika no la sorprendía con sus cabriolas desde que la estaba ayudando su arcano. Saki pensaba en ello como algo bastante triste, no quería convertir a alguien como Chika, la cuál era evidente que sentía aprecio por ella, se convirtiera en algo con lo que se tuviera que obligar a interactuar con el tiempo... 

En ese momento Saki recordó lo que le había prometido a Chika, que la invitaría a la piscina y que le presentaría allí a su "grupo de amigos". Las cosas se habían enturbiado un poco desde entonces, pero tampoco es que estuviera mal con todos. Al menos no le había especifico a Chika quienes eran dicho grupo de amigos, así que podría invitar a quien quisiera. 

Saki se acerca a Chika como es habitual y sigue caminando, esperando a que Chika siga su paso.

- Buenos días. 

Chika deja de caminar a tu lado y se pone delante tuyo, caminando hacia atrás, mirándote fíjamente a los ojos.

- Tus... tus gafas no brillan como siempre, Saki. ¿Estás triste? ¿Quieres un abrazo?

Saki no podía tardar mucho en responder. Si se lo pensaba parecería que se sentía obligada a ello, si se negaba sería evidente que tenía un problema... Decide optar por el camino más fácil. 

Con una sonrisa, dice. 

- ¿Que mis gafas no brillan? Será que me olvidado de limpiarlas está mañana. - Se encoge de hombros y le da un breve abrazo a Chika. - Además, no hace falta que me preguntes si quiero un abrazo. Un abrazo tuyo siempre será bien recibido. 

Sigue caminando, con la esperanza de que Chika la siga. 

El abrazo de Chika es... cálido. Es como si te transmitiera energías positivas. Se nota que es un abrazo dado con cariño. Realmente es reconfortante. Esa es la razón por la que se dan abrazos: por abrazos como esos.

Tras el abrazo, seguís caminando ambas, una al lado de la otra.

- ¿Es por lo que me contaste ayer, Saki?

- Quizás sí, quizás no, ni siquiera yo estoy segura. - Se encoge de hombros. - Pero creo que las cosas fueron mucho mejor de lo que yo pensaba, así que no te preocupes por ello. 

Pensando en el día anterior, a Saki le vino a la memoria la conversación que había tenido con Watanabe en la biblioteca. 

- Por cierto, creo que nunca te lo he preguntado. ¿Cuando apareció tu arcano?

Se rasca la cabeza pensativa.

- Creo que... hace un par de años. ¡No! Tres años. No, espera, dos. Bueno, algo así. Pero conozco a Chikane desde hace mucho. ¿Por qué lo dices?

Saki intenta disimular su decepción. 

"Supongo que eso echa por los suelos mi teoría..." 

Aunque aún había una posibilidad... 

- Y durante ese tiempo... ¿Has visto a más gente con Arcanos? Me refiero a... a parte de en las últimas semanas. 

- Sí, recuerdo una chica de mi edad... dejó las clases porque... ¡ah, claro! Iba a ser la sacerdotisa del templo. Su Arcano parecía bastante más peligroso que Chikane. Ella me dijo una vez que había mucha gente con Arcanos, pero que a veces no podemos distinguirlos. Es decir, si alguien nos hubiera visto a Chikane y a mi juntas quizá no hubiera pensado en Arcanos, si no en dos personas diferentes. Tu caso quizá sea más obvio. - se lleva las manos al pelo, haciendo forma de orejas - Por las orejitas, ya sabes.

Seguís caminando. Chika practicamente te asusta cuando vuelve a hablar, mientras pensabas en lo que había dicho.

- ¡Ah! ¡Y a un chico! Creo que eran novios o algo así.

Un instinto interno de Saki no puede impedir que murmure por lo bajo un nombre.

- Mei... 

Al momento, se da cuenta de que está mirando a Chika con el ceño fruncido, y no tarda en cambiar su expresión por una de arrepentimiento. Con la esperanza de que su murmuro no capte la atención de Chika, Saki sigue hablando. 

- Entiendo. - Dice, mientras que se plantea como continuar. - Te lo preguntaba porque tenía una teoría... Pero puedo ver que no tiene ningún sentido... Últimamente he conocido a bastante gente que hace poco que conocen a sus arcanos, me preguntaba si habían comenzado a aparecer ahora o si llevaban tiempo entre nosotros. Hasta el momento la teoría era acertada pero parece que tú y tus amigos sois la excepción. Supongo que simplemente no ha sido casualidad que conociera solo a gente que hace poco que los tiene...  

Saki reza internamente para que aquello fuera suficiente para desviar la atención de Chika. 

¡Mei! ¡Otra vez Mei! Cuando pensaba que se la había quitado de encima, volvía a aparecer. Una y otra vez, una y otra vez... Y lo peor es que ahora había perturbado su único punto de neutralidad, su punto de inflexión que le dejaba olvidarse de todo lo demás... La situación con Chika se estaba volviendo extraña, ¿Pero ahora que haría si encima estar con ella le recordaba a Mei? Más valía que Chika no le diera muchas vueltas al tema. 

Por otro lado había descubierto datos interesantes, Mei y, seguramente, D-Five (Saki suponía que era el chico del que hablaba Chika), llevaban años con arcanos. Eso explicaba porque Mei sabía tanto sobre ellos y porque D-Five estaba tan metido en su mundo, al fin y al cabo llevaba años conviviendo con él... 

Saki tenía curiosidad por preguntarle más detalles a Chika sobre el arcano de Mei, pero no quería que eso deparara en darle más pistas sobre su relación con ella... 

- Bueno, no te diste cuenta de que tenía Arcano hasta que no lo tuviste, ¿no? ¿No puede haberte pasado así con el resto de gente?

Saki se encoge de hombros e intenta ocultar su satisfacción. 

- Supongo que sí. - Tras un momento de silencio, se le ocurre algo. Iba a ser imposible ya no relacionar a Chika con su otro mundo (Al menos en su cabeza), así que sería más útil forzar la relación para prepararse para el verano. - Oye Chika, ¿Tienes Whatssapp?

- Sí, claro. Es este.

Intecambiais números.

- No lo uso demasiado, ¡pero intentaré estar atenta si me dices algo!

- ¿Te parece bien que te meta dentro de un grupo con gente que conozco que tiene también arcanos? Solemos hablar sobre el tema e intentamos ayudarnos si hay problemas... La mayoría es buena gente. 

- Emm... no sé, Saki. Realmente no creo que conozca a nadie ahí. ¿Son esos tus amigos?

- S-si, supongo... Bueno, pero no te sientas obligada si no quieres, yo tampoco hablo demasiado de todas formas. - Saki se encoge de hombros.

"Y la única vez que hablé fue para decir algo de lo que no me voy a olvidar fácilmente..." 

- Bueno... si crees que os puedo ser de ayuda, adelante. ¡Me parece bien!

Agregas a Chika al grupo de Arcanos.

- Háblame un poco de tus amigos.

Saki hace una pequeña presentación de Chika en el grupo... 

[Hace la presentación antes de invitar a Chika]

Hola, espero que nos os importe que invite al grupo a una amiga. Se llama Chika, la conozco desde hace bastante y resultó que también tenía un Arcano. Lleva años con uno y parece que tiene una buena relación con él. Supongo que puede ser de ayuda.

Y sigue caminando junto a ella. 

- Bueno, no hay nada muy general que contar, son un grupo bastante variopinto... Y bueno, dentro del grupo solo estoy más avenida con unos pocos...

Saki resume brevemente a Watanabe, Hana y Lylia. También menciona por encima a Akito y Kyoya, pero se nota que de estos no aporta mucha información. Tras eso piensa en hablarle de D-Five, pero se lo piensa dos veces... Si estaba en lo cierto, Chika ya conocía a D-Five, y quizás hablar de D-Five decantaría en hablar sobre Mei... Era algo que quería evitar por encima de todo.  

- Ya los iras conociendo, si quedamos algún día. - Termina Saki, tras su breve explicación.

- ¡Vale!

Chika saca su móvil para mirar el grupo.

- Vale, ya estoy dentro. Espero llevarme bien con todos.

- Seguro que sí. - Dice Saki con una sonrisa. - No me he olvidado de que te prometí ir a la piscina conmigo y mis amigos cuando llegara el verano. Si no los conoces antes, los conocerás entonces. 

"¿Y debería invitar a D-Five...? Es inevitable que se acaben reencontrando en el fondo. También sería desconsiderado por mi parte evitar dicho encuentro, al fin y al cabo seguro que se alegran de volverse a ver..."